29 de julio de 18

Abriendo A Todos Los Pueblos

Isa’as 56:1-12

Introducci—n

 

Gran parte de las ense–anzas del nuevo testamento, est‡n dedicadas a los cambios en el reino de Dios, por la llegada de Cristo Jesśs.

 

Antes, por las leyes de la circuncisi—n, y los sacrificas de los animales, y ostras reglas restrictivas, solamente los Jud’os, realmente eran en pacto con Dios.

 

Y si uno deseaba convertirse a la fe, se tenia que cambiar su nacionalidad, y adoptar todas las restricciones del testamento antiguo.

 

Pero el plan divino era abrir la fe a todos los pueblos con la llegada de Cristo, y esto estaba claramente anticipado en el testamento antiguo, como veremos en este capitulo.

 

1) As’ dijo Jehov‡: Guardad derecho, y haced justicia; porque cercana est‡ mi salvaci—n para venir, y mi justicia para manifestarse.

 

Cuando habla de salvaci—n aqu’, puede ser del Žxodo de Babilonia que vendr’a primero, pero tambiŽn est‡ hablando de la llegada de Cristo.

 

Y cuando llega la presencia del Se–or, uno no debe de estar viviendo en pecado grosero y abierto.  Hab’an muchos que ni salieron de Babilonia, porque sus mentes estaban cerradas a aquella salvaci—n.

 

Y cuando Cristo vino, muchos lo rechazaba porque estaban hundiendo se en las corrupciones.

 

1) As’ dijo Jehov‡: Guardad derecho, y haced justicia; porque cercana est‡ mi salvaci—n para venir, y mi justicia para manifestarse.

 

Cuando Cristo actualmente vino, tanto Žl como Juan bautista anunciaci—n, ŇArrepent’os, porque el reino de los cielos se ha acercadoÓ.

 

Es que seria una tragedia, perder todo lo que estaba pasando simplemente porque tu pecado, tus ’dolos personales era mas importantes.

2) Bienaventurado el hombre que hace esto, y el hijo de hombre que lo abraza; que guarda el d’a de reposo para no profanarlo, y que guarda su mano de hacer todo mal.

 

El anuncio de la gran reforma, que nos separaba de la iglesia de Roma era la realidad de que estamos salvados por la gracia de Dion y no por el merito de nuestras propias obras.

 

Pero el hecho de que las buenas obra no pueden salvar a nadie, no quiere decir que continuaremos en el pecado.

 

La fe verdadera va a producir cambios dram‡ticos en la vida de uno.  De otra manera, seria lo que Santiago llamaba una fe muerta.

 

Y en muchas partes del nuevo testamento, hay versos que nos ayudan a no abusar las doctrinas de la gracias.

 

Tito 2:11-12   Porque la gracia de Dios se ha manifestado

para salvaci—n a todos los hombres,  ense–‡ndonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente.

 

Aqu’ se ve que la gracia, lejos de funcionar como una licencia de pecar, no ense–a el opuesto.  No ense–a a vivir una vida recta, porque el pecado es muy destructivo a nosotros y a nuestras familias.

 

San Pedro, en su segunda carta nos dio un proceso para hacer muy segura nuestro llamamiento terminando conÉ

 

2 Pedro 1:10   Por lo cual, hermanos, tanto m‡s procurad

hacer firme vuestra vocaci—n y elecci—n; porque haciendo estas cosas, no caerŽis jam‡s.

 

ŇHaciendo estas cosasÓ, no solamente aprendiendo unas doctrinas, sino que implementando cambios actuales en tu vida.

 

Juan tambiŽn tenia algo que a–adir.

 

1 Juan 2:4 El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus

mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no est‡ en Žl.

 

 

Santiago lo dijo con sarcasmos.

 

Santiago 2:19  Tś crees que Dios es uno; bien haces.

TambiŽn los demonios creen, y tiemblan.

 

Dijo esto hablando de una fe que no es salvadora sino muerta.

 

Y en el libro de HebreosÉ

 

Hebreos 5:9    Y habiendo sido perfeccionado, vino a ser

autor de eterna salvaci—n para todos los que

le obedecen.

 

No hablando en tŽrminos de fe, sino de obediencia, sabiendo que habr’a hermanos que iban a abusar las doctrinas de la fe y la gracia.

 

Se pudiera multiplicar ejemplos toda la tarde, pero creo que uno mas ser‡ suficiente, que llega de los labios de Cristo.

 

Mateo 7:21 No todo el que me dice: Se–or, Se–or,

entrar‡ en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que est‡ en los cielos.

 

2) Bienaventurado el hombre que hace esto, y el hijo de hombre que lo abraza; que guarda el d’a de reposo para no profanarlo, y que guarda su mano de hacer todo mal.

 

En este capitulo se van a hablar mucho del d’a de reposo.  Y no es simplemente dejando el trabajo, sino que la implicaci—n es todo lo que pasa en el d’a de reposo.

 

Hay oraci—n, hay alabanza, y hermanos congregando juntos, los sacramentos del bautismo y la Santa Cena. 

 

As’ que cuando habla del d’a de reposo aqu’, es el descanso y todo lo que viene con el d’a de descanso.

 

3) Y el extranjero que sigue a Jehov‡ no hable diciendo: Me apartar‡ totalmente Jehov‡ de su pueblo. Ni diga el eunuco: He aqu’ yo soy ‡rbol seco.

 

Esto era un anuncio de que el reino de Dios iba a abrir a todos los pueblos.  Un extranjero no era un jud’o. Para convertir se era necesario cambiar su nacionalidad, que era muy dif’cil.

Pero aqu’ el profeta anuncia que todo esto iba a cambiar.

 

Gran parte de las controversias del nuevo testamento eran sobre esto.  Los jud’os pensaron que la fe era solamente para ellos mismos, pero con Cristo el reino estaba abierto a todos los pueblos.

 

G‡latas 3:28   Ya no hay jud’o ni griego; no hay esclavo ni

libre; no hay var—n ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesśs.

 

Y hermano esto tiene aplicaciones para nosotros.  No hay clases especiales en la iglesia.  Si uno viene de una cultura extra–a, no importa.  Ahora tu nacionalidad no tiene nada que ver.

 

O si una hermana es divorciada, soltera, viuda o madre soltera, no ella no es menos que otra hermana con familia.

 

El rico y el pobre tienen la misma posici—n en el reino.

 

Santiago 2:1-4 Hermanos m’os, que vuestra fe en nuestro

glorioso Se–or Jesucristo sea sin acepci—n de personas.

 

Porque si en vuestra congregaci—n entra un hombre con anillo de oro y con ropa esplŽndida, y tambiŽn entra un pobre con vestido andrajoso,

 

y mir‡is con agrado al que trae la ropa esplŽndida y le dec’s: SiŽntate tś aqu’ en buen lugar; y dec’s al pobre: Estate tś all’ en pie, o siŽntate aqu’ bajo mi estrado;

 

Ŕno hacŽis distinciones entre vosotros mismos, y ven’s a ser jueces con malos pensamientos?

 

Es que esto estaba pasando en las primeras iglesias y los ap—stoles ten’an que corregir lo.

 

4-5) Porque as’ dijo Jehov‡: A los eunucos que guarden mis d’as de reposo, y escojan lo que yo quiero, y abracen mi pacto, yo les darŽ lugar en mi casa y dentro de mis muros, y nombre mejor que el de hijos e hijas; nombre perpetuo les darŽ, que nunca perecer‡.

 

Los eunucos eran alterados para no tener hijos.

Esto no era una practica de los Jud’os, sino de las naciones paganas que deseaban hombres en el gobierno que no tendr’an deseos de meterse con las mujeres royales.

 

Hay mucha evidencia de que de Daniel era un eunuco, algo que se hicieron a Žl cuando era muy joven, en Babilonia.

 

Pero esto no quiere decir que Žl era menos en el reino de Dios.

 

Y el profeta estaba diciendo aqu’ que a veces hab’an extranjeros, eunucos y otros que amaban a Dios, mientras los hijos del reino eran indiferentes.

 

Y por supuesto tenemos un gran cumplimiento de todo esto en el libro de hechos.  Hab’a un hombre que era tanto eunuco como extranjero, que andaba leyendo el libro de Isa’as.

 

Hechos 8:26-36 Un ‡ngel del Se–or habl— a Felipe, diciendo:

Lev‡ntate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de JerusalŽn a Gaza, el cual es desierto.

 

Entonces Žl se levant— y fue. Y sucedi— que un et’ope, eunuco, funcionario de Candace reina de los et’opes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y hab’a venido a JerusalŽn para adorar, volv’a sentado en su carro, y leyendo al profeta Isa’as.

 

Y el Esp’ritu dijo a Felipe: AcŽrcate y jśntate a ese carro.

 

Acudiendo Felipe, le oy— que le’a al profeta Isa’as, y dijo: Pero Ŕentiendes lo que lees?

 

El dijo: ŔY c—mo podrŽ, si alguno no me ense–are? Y rog— a Felipe que subiese y se sentara con Žl.

 

El pasaje de la Escritura que le’a era este:

     Como oveja a la muerte fue llevado;

     Y como cordero mudo delante del que lo

     trasquila, As’ no abri— su boca.

 

En su humillaci—n no se le hizo justicia;

Mas su generaci—n, ŔquiŽn la contar‡?

Porque fue quitada de la tierra su vida.

 

 

Respondiendo el eunuco, dijo a Felipe: Te ruego que me digas: Ŕde quiŽn dice el profeta esto; de s’ mismo, o de algśn otro?

 

Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunci— el evangelio de Jesśs.

 

Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aqu’ hay agua; ŔquŽ impide que yo sea bautizado?

 

El punto es que ya no hay restricciones por nacionalidad, por cultura, ni por errores de tu pasado.  El reino de Dios est‡ abierto a todos los pueblos, y cuando entran nuevos en la iglesia, toca a nosotros ayudarles a sentir se c—modos.

 

6-7) Y a los hijos de los extranjeros que sigan a Jehov‡ para servirle, y que amen el nombre de Jehov‡ para ser sus siervos; a todos los que guarden el d’a de reposo para no profanarlo, y abracen mi pacto, yo los llevarŽ a mi santo monte, y los recrearŽ en mi casa de oraci—n; sus holocaustos y sus sacrificios ser‡n aceptos sobre mi altar; porque mi casa ser‡ llamada casa de oraci—n para todos los pueblos.

 

Aqu’ est‡ muy explicito.  La casa de Dios es una casa de oraci—n no para unos grupos exclusivos, sino para todos los pueblos.  (Cristo limpiando el templo)

 

Y otra vez, cuando habla del d’a del reposo, est‡ hablando de todo lo que se conlleva.

 

8) Dice Jehov‡ el Se–or, el que reśne a los dispersos de Israel: Aśn juntarŽ sobre Žl a sus congregados.

 

Esto simplemente est‡ diciendo que Dios tiene otros para llamar, aparte de los jud’os.  Cristo Jesśs dijo algo semejante enÉ

Juan 10:16 TambiŽn tengo otras ovejas que no son de

este redil; aquŽllas tambiŽn debo traer, y oir‡n mi voz; y habr‡ un reba–o, y un pastor.

 

Ahora bien, hemos tenido muchos cap’tulos de animo, de consolaci—n y de gran esperanza.  Pero esto ya se termin—, y el profeta, como otros profetas del testamento antiguo va a regresar a los juicios y las condenaciones.

9) Todas las bestias del campo, todas las fieras del bosque, venid a devorar.

 

ŔDe done viene esto, de repente?  ŔY que quiere decir?

 

Bueno, el Esp’ritu estaba hablando de c—mo el reino iba a estar abierto a todos los pueblos.  Pero al mismo tiempo sabe que los jud’os iban a resistir esa ense–aza con sus conceptos de una superioridad racial.

 

Es que ten’an ya lideres defectuosos que causaron la cautividad de Babilonia, e iban a tener otros lideres defectuosos en el tiempo de Cristo.

 

9) Todas las bestias del campo, todas las fieras del bosque, venid a devorar.

 

Dios, hablando en sarcasmos, llama a los babilonios, y mas tarde a los romanos, a venir y devorar a los jud’os en su apostas’a, porque por sus lideres corruptos, eran sin protecci—n, y esto siempre, siempre es la consecuencia.

 

10) Sus atalayas son ciegos, todos ellos ignorantes; todos ellos perros mudos, no pueden ladrar; so–olientos, echados, aman el dormir.

 

Los atalayas eran sus lideres, tanto sobre el gobierno, como sobre la iglesia.  Y estos lideres eran flojos, no estudiaban bien la palabra de Dios, y por esto eran sumamente ignorantes.

 

Como el pastor Daniel nos ense–aba, en su visita aqu’, es necesario estudiar.

 

2 Timoteo 2:15 Procura con diligencia presentarte a Dios

aprobado, como obrero que no tiene de quŽ avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.

 

Sean lideres de la iglesia o del gobierno es necesario que conozcan la palabra de Dios para gobernar bien.  JosuŽ, que gobernaba despuŽs de MoisŽs estaba llamado a devorar la palabra.

 

JosuŽ 1:8 Nunca se apartar‡ de tu boca este libro de la

ley, sino que de d’a y de noche meditar‡s en Žl, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en Žl est‡ escrito; porque entonces har‡s prosperar tu camino, y todo te saldr‡ bien.

Y en el libro de Deuteronomio, dice que el rey tenia que producir su propia copia de la ley.

 

10) Sus atalayas son ciegos, todos ellos ignorantes; todos ellos perros mudos, no pueden ladrar; so–olientos, echados, aman el dormir.

 

ŔPero que quiere decir esto de Ňperros mudos, no pueden ladrar?Ó

 

Hace un mes, y medio, un ladr—n me robaba cosas de mi vehiculo a las dos o tres de la ma–ana.  Creo que escuchŽ algo, pero no sal’ pensando que eran vecinos llegando tarde de sus trabajos.

 

Normalmente tengo todo cerrado con llave, pero evidentemente, olvidŽ a cerrar algo.  Solamente me robaron una cosas peque–as, una mochila llena de folletos evangŽlicos y una Biblia bilingźe.

 

Pero lo que me dejo un poco indigno es que cerca de mi casa hay muchos perros que andan ladrando a todo, haciendo ruidos constantemente.

 

Pero cuando lleg— el ladr—n, ni dijeron nada, estaban dormidos como en este texto, so–olientos que aman el dormir.  ŔPero cual es el punto?

 

10) Sus atalayas son ciegos, todos ellos ignorantes; todos ellos perros mudos, no pueden ladrar; so–olientos, echados, aman el dormir.

 

Los del liderazgo, tienen que estar alertos de los peligros, y tenemos que ladrar como perros feroces, a los lobos, a los malvados que quieren da–ar a tu familia, o tu iglesia.

 

Hermanos, yo hablo mucho de las escuelas del gobierno.  Ni los llamo escuelas publicas sino escuelas del gobierno que pueden da–ar a tus hijos con sus filosof’as huecas.

 

Y es mi obligaci—n, dar la advertencia, porque no quiero llagar al fin del camino y escuchar a Cristo, pausa llamando me un perro mudo, que no pudo ladrar.

 

11) Y esos perros comilones son insaciables; y los pastores mismos no saben entender; todos ellos siguen sus propios caminos, cada uno busca su propio provecho, cada uno por su lado.

Pastores pueden ser de la iglesia, pero tambiŽn en el testamento antiguo usaban esa palabra para los del gobierno.

 

Pero el pueblo de Dios en aquellos tiempos estaba sufriendo, como muchos pueblos hoy en d’a, por lideres comilones que solamente buscan sus propios intereses.

 

Esto estaba pasando en las iglesias primitivas y es presente hoy en d’a.

 

San Pablo continuaba llamando les perros.

 

Filipenses 3:2 Guardaos de los perros, guardaos de los

malos obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo.

 

En este caso, eran jud’os que no deseaban abrir las puertas a todos los pueblos, como est‡ ense–ado en este capitulo. Pero hab’an otros.

 

Filipenses 2:19-21   Espero en el Se–or Jesśs enviaros

pronto a Timoteo, para que yo tambiŽn estŽ de buen ‡nimo al saber de vuestro estado; pues a ninguno tengo del mismo ‡nimo, y que tan sinceramente se interese por vosotros.

 

Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesśs.

 

Es que ya ten’an el regreso de estos comilones insaciables, que solamente buscaban sus propias intereses.

 

12) Venid, dicen, tomemos vino, embriaguŽmonos de sidra; y ser‡ el d’a de ma–ana como este, o mucho m‡s excelente.

 

Esto fue el colmo para Dios.  Terminamos los proverbios aprendimos que no se puede mezclar la embragues con el liderazgo.

Proverbios 31:4-5    No es de los reyes, oh Lemuel, no es de

los reyes beber vino, Ni de los pr’ncipes la sidra; No sea que bebiendo olviden la ley, Y perviertan el derecho de todos los afligidos.

 

El pueblo de Dios estaba sufriendo por su falta de liderazgo santo.  Y aquellos lideres pensaban que se pudieran escapar el juicio, en sus copas.

Por esto Dios estaba sumamente indignado, como hemos visto antes en este gran libro.

 

Isa’as 22:12-14 Por tanto, el Se–or, Jehov‡ de los

ejŽrcitos, llam— en este d’a a llanto y a endechas, a raparse el cabello y a vestir cilicio;

 

y he aqu’ gozo y alegr’a, matando vacas y degollando ovejas, comiendo carne y bebiendo vino, diciendo: Comamos y bebamos, porque ma–ana moriremos.

 

Esto fue revelado a mis o’dos de parte de Jehov‡ de los ejŽrcitos: Que este pecado no os ser‡ perdonado hasta que mur‡is, dice el Se–or, Jehov‡ de los ejŽrcitos.

 

12) Venid, dicen, tomemos vino, embriaguŽmonos de sidra; y ser‡ el d’a de ma–ana como este, o mucho m‡s excelente.

 

Y hab’a algo semejante proclamado en la Santa Ley, cuando no tomaron en serio, las amonestaciones del Se–or.

 

Deuteronomio 29:18-19     No sea que haya entre vosotros

var—n o mujer, o familia o tribu, cuyo coraz—n se aparte hoy de Jehov‡ nuestro Dios, para ir a servir a los dioses de esas naciones; no sea que haya en medio de vosotros ra’z que produzca hiel y ajenjo, y suceda que al o’r las palabras de esta maldici—n, Žl se bendiga en su coraz—n, diciendo: TendrŽ paz, aunque ande en la dureza de mi coraz—n, a fin de que con la embriaguez quite la sed.

 

========================= Aplicaciones ====================

Bueno quiero cerrar con dos aplicaciones breves.

 

Uno sobre los padres, otro sobre los ancianos.

Primero los padres.

 

Hermano, como cabeza de la casa, est‡s en un gobierno muy importante.  Y ojala est‡s enterado de los peligros de esa cultura, de las escuelas del gobierno, y de todo lo que puede atacar a los tuyos.

Pero si no es as’, si est‡s dormido, solamente buscando lo tuyo, tus intereses, no estudiando, no velando sobre tus hijos y tus j—venes, entonces el vers’culo 9 es para ti.

 

9) Todas las bestias del campo, todas las fieras del bosque, venid a devorar.

 

ÁEsto es lo que el diablo puede anunciar a sus demonios!

 

ÁMira!  Aqu’ hay una casa desprotegida, este dice que es Cristiano pero ni est‡ orando en intercesi—n por los suyos.

 

ŔNo te ves?  Este tiene una Biblia pero es mas interesado en el futbol y otras cosas mundanas.

 

ÁVen ya a devorar!  Traga las drogas, vamos a poner a sus hijas en el FaceBook con muy poca ropa.  ÁO vamos a traer la perversi—n, el lesbianismo, la homosexualidad o tal vez un cambio de genero!

 

ŔNo te ves?  Aqu’ tenemos una casa Cristiana sin protecci—n, tenemos que atacar, y sin demora.  pausa

 

Ahora, sobre los ancianos.  pausa

 

El hermano Melvin ya se fue.  Es bueno que nos visita a cada cuando y que viene para ayudar nos en la Escuela B’blica del Verano.  Esto es una gran bendici—n.

 

Pero es tiempo de pensar en a–adir mas ancianos.  Y esto es algo muy serio, porque la calidad de la iglesia ser‡ muy afectada por su liderazgo.

 

Tenemos ya hermanos muy comprobados entre los di‡conos, y es tiempo de orar para ellos, para ver si quieren ofrecer se, a ese gran oficio, al fin del a–o, y si ser‡n aceptados por la congregaci—n.

 

Ese a–o ya solamente tiene cinco meses mas, y el tiempo va a pasar volando.  Y el liderazgo que tenemos es cada vez mas avanzado en edad, es tiempo de preparar nos para el futuro.

 

Y pedimos sus oraciones por la elecci—n de ancianos al fin de este a–o, y ense–aremos mas sobre sus calificaciones, y este gran oficio, en el futuro.

 

Vamos a orar!