28 de julio de 18

La Mente Defectuosa

Romanos 8:7-8

 

En la Santa Biblia, existan bastante promesas confiables que Dios ha extendido a su pueblo.  Por ejemploÉ

 

Romanos 8:28-30 Y sabemos que a los que aman a Dios,

todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su prop—sito son llamados.

 

Porque a los que antes conoci—, tambiŽn los predestin— para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que Žl sea el primogŽnito entre muchos hermanos.

 

Y a los que predestin—, a Žstos tambiŽn llam—; y a los que llam—, a Žstos tambiŽn justific—; y a los que justific—, a Žstos tambiŽn glorific—.

 

Y en el mismo contexto, hay una promesa que puede quitarnos de toda forma de temor y de angustia.

 

Romanos 8:31-32 ÀQuŽ, pues, diremos a esto? Si Dios es

por nosotros, ÀquiŽn contra nosotros?  El que no escatim— ni a su propio Hijo, sino que lo entreg— por todos nosotros, Àc—mo no nos dar‡ tambiŽn con Žl todas las cosas?

 

Estos pasajes dan gran confianza a los hijos de Dios, a los Cristianos en todas partes del mundo, aun donde hay grande persecuci—n y hasta odio en contra de la fe Cristiana.

 

Pero lastimosamente hay una categor’a de persona que no sabe nada de estas realidades, y ni tampoco se puede.

 

Romanos 8:7-8  Por cuanto los designios de la carne son

enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven segœn la carne no pueden agradar a Dios.

 

Y la palabra designios, habla de los planes, las intenciones de uno.

Romanos 8:7-8  Por cuanto los designios de la carne son

enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven segœn la carne no pueden agradar a Dios.

 

Hay personas que, si est‡n enterados o no, vivan con enemistad en contra de Dios, en todos sus planes, en todas sus actividades.  Es que su mente est‡ defectuosa.

 

Proverbios 21:4 Altivez de ojos, y orgullo de coraz—n,

Y pensamiento de imp’os, son pecado.

 

Y hay aun mas evidencia de que estos tienen una mente defectuosa.  Es que cuando se habla de las cosas espirituales, de las verdades sumamente importantes, todo parece a ellos, como una locura.

 

1 Corintios 2:14     Pero el hombre natural no percibe las

cosas que son del Esp’ritu de Dios, porque para Žl son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.

 

Y escuchando esto, uno pudiera concluir que si no se puede entender, entonces no es su culpa, sino que Žl mismo es la victima.

 

Pero esto no es cierto, por ejemplo si uno no puede pagar la renta de su casa, o sea de su departamento, esto no quiere decir que est‡ libre de la deuda.

 

Legalmente tiene que pagar o estar desalojado. La obligaci—n permanecer‡, si se puede pagar o no.  Y as’ est‡ con el pecador con la mente defectuosa.  Aunque no puede agradar a Dios, est‡ responsable, porque Dios es como el due–o de la casa.  El hecho de que no se puede, jam‡s va cancelar la obligaci—n.

 

Romanos 8:7-8  Por cuanto los designios de la carne son

enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven segœn la carne no pueden agradar a Dios.

 

Esto es actualmente un desastre, un cat‡strofe.  Porque rompiendo los mandamientos de Dios lleva grandes consecuencias y graves.

 

La ley de Dios dice no robar‡s, no mentiras, pero estos, de la mente, o sea del esp’ritu defectuoso, no pueden hacer mas de robar y mentir.

 

La ley de MoisŽs dijo, no comentaras adulterio, pero Cristo Jesœs lo clarific— mas exactamente diciendoÉ

 

Mateo 5:27-28  O’steis que fue dicho: No cometer‡s

adulterio.  Pero yo os digo que cualquiera

que mira a una mujer para codiciarla, ya

adulter— con ella en su coraz—n.

 

As’ que con una mirada, no debida, te puedes f‡cilmente romper ese mandamiento.

 

La ley dijo que es un pecado, un crimen matar a otro, pero el ap—stol Juan nos ense–aba en las escrituras que simplemente odiando a tu hermano, puede poner te en la categor’a de un asesino.

 

1 Juan 3:15    Todo aquel que aborrece a su hermano es

homicida; y sabŽis que ningœn homicida tiene vida eterna permanente en Žl.

 

Y claro, los que matan a sus hijos en la cl’nica del aborto, o el hombre que paga por el aborto de su amante, es, definitivamente un asesino.

 

Pero hay muchos, con sus mentes trastornadas, que no pueden ver todo esto con claridad, sino que han desarrollado maneras de enga–ar a ellos mismos.

 

Romanos 8:7-8  Por cuanto los designios de la carne son

enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven segœn la carne no pueden agradar a Dios.

 

Hay j—venes que mientan a sus padres regularmente, y ni piensan en que andan rompiendo los mandamientos de Dios.

 

ƒxodo 20:12    Honra a tu padre y a tu madre, para que tus

d’as se alarguen en la tierra que Jehov‡ tu Dios te da.

 

Pero con la mente reprobada, con la mente defectuosa, con el esp’ritu trastornado, el pecado es completamente natural.

 

La ley de Dios es muy clara sobre el d’a de reposo, y como el hombre debe de trabajar seis d’as y descansar en uno.

 

ƒxodo 20:8-11  AcuŽrdate del d’a de reposo para

santificarlo.

 

Seis d’as trabajar‡s, y har‡s toda tu obra;

mas el sŽptimo d’a es reposo para Jehov‡ tu Dios; no hagas en Žl obra alguna, tœ, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que est‡ dentro de tus puertas.

 

Porque en seis d’as hizo Jehov‡ los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y repos— en el sŽptimo d’a; por tanto, Jehov‡ bendijo el d’a de reposo y lo santific—.

 

Ese mandamiento empieza con la necesidad de recordar ese precepto antiguo, que ha sido valido ya por muchos milenillos.  ÀPero cuantas personas escuchando mi voz ahora, van a olvidar esto ma–ana, y hacer toda forma de trabajo, o peor practicas perversas en el d’a santo, ofendiendo otra vez a su creador?

 

Pero no es ninguna sorpresa, porque estas personas perdidas no pueden hacer otra cosa que desobedecer.

 

Romanos 8:7-8  Por cuanto los designios de la carne son

enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven segœn la carne no pueden agradar a Dios.

 

Hay muchos hombres, mujeres, y j—venes, que vivan, d’a tras d’as como enemigos de Dios.  En su mente reprobada, su mente defectuosa, espiritualmente hablando hay una fuerte enemistad en contra de Dios.

 

Y por esto, no es nada irrazonable que se terminan en el infierno con otros defectuosos.

 

Mateo 25:4 Entonces dir‡ tambiŽn a los de la izquierda:

Apartaos de m’, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ‡ngeles.

 

 

 

Dios ser‡ completamente en su derecho, mandar a estos rebeldes a un tormento eterno, en que hace se morder‡n a sus lenguas por el dolor.

 

Pero nuestro Dios no es solamente justicia y venganza.

 

Nuestro Dios ha abierto una manera de estar rescatado de esa situaci—n tan tr‡gica.  Cristo mismo dijo..

 

Mateo 20:28    Como el Hijo del Hombre no vino para ser

servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.

 

Existe una esperanza para los que aun andan con la mente reprobada, la mente defectuosa, con un esp’ritu trastornado.

 

Pero es necesario pasar por una gran transformaci—n, es casi como un nueva creaci—n de tu ser.

2 Corintios 5:17     De modo que si alguno est‡ en Cristo,

nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aqu’ todas son hechas nuevas.

 

Como nueva criatura, s’ podr‡s entender los asuntos de Dios, y hasta caminar en su preceptos, aunque no con perfecci—n.  Pero el mundo, y los asuntos espirituales finalmente tendr‡n sentido para ti.

 

En otra parte de la Biblia se hablan de ese cambio como un nuevo coraz—n.

 

Ezequiel 36:25-27    EsparcirŽ sobre vosotros agua limpia, y

serŽis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ’dolos os limpiarŽ.

 

Os darŽ coraz—n nuevo, y pondrŽ esp’ritu nuevo dentro de vosotros; y quitarŽ de vuestra carne el coraz—n de piedra, y os darŽ un coraz—n de carne.

 

Y pondrŽ dentro de vosotros mi Esp’ritu, y harŽ que andŽis en mis estatutos, y guardŽis mis preceptos, y los pong‡is por obra.

 

Y si tu, amigo, se–ora, deseas saber mas de esto, hay hermanos aqu’, dispuestos a orar contigo.  ÁAmen!