22 de julio de 18

Pensando Los Pensamientos Divinos

Isa’as 55:1-13

Introducci—n

 

Otra vez estamos entrando en pasajes muy conocidos a casi todos.  Otra vez estamos entrando ense–anzas sobre Cristo, que eran revelados siglos antes de su llegada.

 

Y es correcto recordar c—mo, y cuando vino estos anuncios.

 

El pueblos estaba muy derrotado.  El pueblo de Dios ha pasado por muchos a–os de rebeli—n grave, y hasta sabia que iba a estar arrastrado, como esclavos a Babilonia, como parte del bot’n de la guerra.

 

Pero Dios aun amaba a su pueblo, y por esto le daba consuelo, le daba anuncios e invitaciones que pudieran llenar les con animo y con esperanza.

 

Y como se pudiera ver en la vida de Daniel y sus amigos en Babilonia, estas profec’as funcionaban bien para llenar, por los menos a algunos, con el Esp’ritu Santo de Dios.

 

Y si te escuchas bien, hermano, hermana, joven, tu tambiŽn puedes estar fuertemente animado con los mismos anuncios, con las mismas invitaciones.

 

1) A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.

 

Esto es una manera elegante de presentar la salvaci—n en Cristo.  Cuando uno ha seguido los caminos del mundo por un rato, cuando uno a salido por su propio camino, y ha encontrado que se termin— en la vanidad y en la frustraci—n, se puede tener una sed, una sed fuerte, para algo mejor.

 

1) A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.

 

Para perseguir los placeres del mundo siempre hay un precio.  El pecado siempre va a exigir tiempo, dinero, energ’a.  Sean los vicios, sean los lujos materiales o el poder, todo del mundo puede costar te.  Pero aqu’ el profeta habla de una compra diferente, que no tiene precio.

1) A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.

 

Est‡ hablando de algo que tu no puedes comprar, porque para esto, tu no tienes los recursos.  El hecho de que no tiene precio no quiere decir que no tiene valor.  Al contrario, lo que est‡ ofrecido tiene valor infinito, pero el precio ha sido pagado por otro.

 

2) ŔPor quŽ gast‡is el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? O’dme atentamente, y comed del bien, y se deleitar‡ vuestra alma con grosura.

 

Cuando habla de pan, es simb—lico.  Estamos hablando de todo lo que necesitas para vivir, para vivir bien.  Cuando se habla de grosura, habla del mejor.

 

Y la oferta viene en forma de pregunta. ŔPor quŽ gast‡is el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia?

 

Est‡ hablando a un pueblo pobre, que ahora no tenia nada, un pueblo que ha gastado sus tesoros en la idolatr’a, en seguir las promesas vanas del mundo.

 

Dios deseaba despertar los de la locura de seguir el pecado, la vanidad y el desastre de las mentiras de este mundo, para entrar en una vida fant‡stica.

 

No estaba llamando les a una vida aburrida de reglas y de tradiciones, sino a una vida llena de maravillas y de experiencias emocionantes.

 

2) ŔPor quŽ gast‡is el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? O’dme atentamente, y comed del bien, y se deleitar‡ vuestra alma con grosura.

 

Antes que nada, ten’an que o’r la palabra de Dios.  Ten’an que poner a un lado las tradiciones religiosas del hombre y concentrar en la pura palabra de Dios, aprendiendo a pensar, lo pensamientos divinos.

 

Porque las doctrinas de los hombres siempre est‡n tratando de entrar, y robar te.

 

3) Inclinad vuestro o’do, y venid a m’; o’d, y vivir‡ vuestra alma; y harŽ con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David.

Otra vez, hay que escuchar, inclinar el o’do, para entrar en esa vida superior, esa vida emocionante.

 

Y cuando habla de las misericordias de David, y el pacto eterno, est‡ hablando de Cristo.

 

Vimos en el capitulo 42, que Cristo es el pacto.

 

Isa’as 42:6    Yo Jehov‡ te he llamado en justicia, y te

sostendrŽ por la mano; te guardarŽ y te

pondrŽ por pacto al pueblo, por luz de las

naciones.

 

Y hasta en el nuevo testamento se hablaban de las misericordias firmes de David.

 

Hechos 13:30-34      Mas Dios le levant— de los muertos.

Y Žl se apareci— durante muchos d’as a

los que hab’an subido juntamente con Žl

de Galilea a JerusalŽn, los cuales

ahora son sus testigos ante el pueblo.

 

Y nosotros tambiŽn os anunciamos el evangelio de aquella promesa hecha a nuestros padres, la cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos, a nosotros, resucitando a Jesśs; como est‡ escrito tambiŽn en el salmo segundo: Mi hijo eres tś, yo te he engendrado hoy.

 

Y en cuanto a que le levant— de los muertos para nunca m‡s volver a corrupci—n, lo dijo as’: Os darŽ las misericordias fieles de David.

 

Hermano, cuando tu tienes a Cristo, ya tienes todo, con la promesa de la vida, y la vida abundante, y la vida eterna.

 

4) He aqu’ que yo lo di por testigo a los pueblos, por jefe y por maestro a las naciones.

 

Esto por supuesto est‡ hablando de Cristo, por medio de quien Dios est‡ cumpliendo todas sus promesas al pueblo de la fe.

 

La fe Cristiana va a triunfar, porque Cristo no puede fracasar.

 

5) He aqu’, llamar‡s a gente que no conociste, y gentes que no te conocieron correr‡n a ti, por causa de Jehov‡ tu Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado.

 

Hermanos, tenemos que recordar cuan imposible todo esto parec’a.

 

El pueblo de Dios era muy peque–o, en un rinc—n del medio oriente, y estaba casi acabado, y derrotado por sus errores y por sus rebeliones.

 

Y viene Isa’as, realmente el Esp’ritu Santo hablando por medio de Žl, anunciando que la fe de ellos iba a perseverar y hasta cambiar el mundo entero.

 

Y aunque es muy temprano en la historia de la iglesia, podemos ver que aun ahora, que nuestra fe anda prosperando en todos los continentes de la tierra.

 

6) Buscad a Jehov‡ mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que est‡ cercano.

 

La invitaci—n, la oferta es valida, pero exige que te respondes.  Dice que hay temporadas en que Dios est‡ cercano a uno, pero hay otras temporadas en que Žl puede ser fuera de tu alcance.

 

Existe una gran locura, que puede pasar con j—venes, y puede pasar con otros tambiŽn.

 

Se creen que a lo mejor van a venir a Dios, van a cerrar con el en pacto, con Cristo, pero no ahora.  Tal vez mas tarde.

 

Pero la palabra afirma en muchos lugares, que tales pensamientos son una locura.

 

Hebreos 2:2-3  Porque si la palabra dicha por medio de los

‡ngeles fue firme, y toda transgresi—n y desobediencia recibi— justa retribuci—n,  Ŕc—mo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvaci—n tan grande?

 

Si Dios, el Dios verdadero no tiene el primer lugar en tu vida, entonces otro dios, un ’dolo est‡ estableciendo se all’, y esto es una gran ofensa.

 

Esto es la compra de tu boleto a una nueva Babilonia.

 

6-7) Buscad a Jehov‡ mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que est‡ cercano.  Deje el imp’o su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuŽlvase a Jehov‡, el cual tendr‡ de Žl misericordia, y al Dios nuestro, el cual ser‡ amplio en perdonar.

 

Si tu decides dar el lugar supremo de tu vida a un ’dolo, entonces no hay garant’a de que Dios siempre estar‡ cerca.  Las oportunidades de tu felicidad, y de tu gozo eterno, pueden estar, poco a poco cerrando se.

 

Lucas 13:22-27 Pasaba Jesśs por ciudades y aldeas,

ense–ando, y encamin‡ndose a JerusalŽn.

Y alguien le dijo: Se–or, Ŕson pocos los que se salvan? Y Žl les dijo:

 

Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurar‡n entrar, y no podr‡n.

 

DespuŽs que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecŽis a llamar a la puerta, diciendo: Se–or, Se–or, ‡brenos, Žl respondiendo os dir‡: No sŽ de d—nde sois.

 

Entonces comenzarŽis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas ense–aste.

 

Pero os dir‡: Os digo que no sŽ de d—nde sois; apartaos de m’ todos vosotros, hacedores de maldad.

 

6-7) Buscad a Jehov‡ mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que est‡ cercano.  Deje el imp’o su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuŽlvase a Jehov‡, el cual tendr‡ de Žl misericordia, y al Dios nuestro, el cual ser‡ amplio en perdonar.

 

Y te puedes preguntar escuchado todo esto ŇŔPero quienes son estos imp’os, seguramente no est‡ hablando de mi?Ó

 

Pero hemos visto ya, como los imp’os sigan su propio camino.

Isa’as 53:6    Todos nosotros nos descarriamos como ovejas,

cada cual se apart— por su camino; mas Jehov‡ carg— en Žl el pecado de todos nosotros.

Y hermano, joven, el arrepentimiento tiene que empezar en tu mente.  Tienes que desear pensar los pensamientos divinos, y no adoptar mas los pensamientos del mundo.

 

Y cuando te empiezas a entender la magnitud del pecado de tu vida, iluminada por el poder del Esp’ritu Santo, te puedes concluir, Ňmi pecado es mucho, Ádemasiado!Ó.

 

Normalmente la gente creen que su pecado es m’nimo, unas mentiras piadosas, unas indiscreciones sexuales, o fijando te en lo que no debes, un poquito de venganza y la incapacidad de perdonar.  No honrando al Se–or en su d’a.

 

Pero cuando el Esp’ritu Santo empieza a invadir tu conciencia, te puedes ver, de repente monta–as y multitudes de transgresiones y ofensas.

 

Y te puedes pensar, no, estoy demasiadamente sucio, he hecho demasiado, y Dios jam‡s pudiera perdonar me.

 

Y como nosotros podemos vivir como personas de venganza, creemos que Dios tambiŽn ser‡ as’, una persona de venganza.

 

Y es cierto, Dios dijo ŇM’a es la venganza, yo pagarŽÓ, pero para nosotros, sus amados, Dios ha descargado su venganza sobre su hijo amado, para recibir a nosotros en justicia.

 

Isa’as 53:10   Con todo eso, Jehov‡ quiso quebrantarlo,

sujet‡ndole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiaci—n por el pecado, ver‡ linaje, vivir‡ por largos d’as, y la voluntad de Jehov‡ ser‡ en su mano prosperada.

 

Temprano en la Biblia, hay una historia extra–a en que Abraham, casi tenia que matar a su propio hijo, su hijo amado.

 

Pero la historia termin— bien, y en el ultimo momento Abraham no tenia que hacer lo.  pausa Pero la historia realmente no termin— all’, sino muchos siglos mas tarde, cuando Dios s’ tenia que bajar la navaja a su hijo querido, para salvar a ti, hermana, hermano.

 

Juan 19:34 Pero uno de los soldados le abri— el costado

con una lanza, y al instante sali— sangre y agua.

 

 

Y por esto, la promesa de un perd—n amplio es firme.

 

8-9) Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehov‡.  Como son m‡s altos los cielos que la tierra, as’ son mis caminos m‡s altos que vuestros caminos, y mis pensamientos m‡s que vuestros pensamientos.

 

A travŽs de los a–os, hemos empleado ese texto para muchas aplicaciones.  Pero ahora, finalmente estamos tomando lo en su contexto original.

 

En su contexto original, el pecador despertado a su condici—n horrible de suciedad, con montones y montones de transgresiones, puede confiar en la promesa de un perd—n, porque los pensamientos divinos, son mas alto, que los pensamientos humanos.

 

Dios s’, es un ser de venganza, pero ha descargado su venganza sobre su hijo, en vez de sobre ti, y todo esto viene de pensamientos mas altos que los nuestros.

 

10-11) Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve all‡, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come,  as’ ser‡ mi palabra que sale de mi boca; no volver‡ a m’ vac’a, sino que har‡ lo que yo quiero, y ser‡ prosperada en aquello para que la enviŽ.

 

Aqu’, Dios est‡ confirmando la centralidad de la predicaci—n, en su reino, en el mundo.  La palabra de Dios jam‡s va a fracasar.

 

Mateo 4:23 Y recorri— Jesśs toda Galilea, ense–ando en

las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.

 

Cristo pasaba su tiempo predicando.  Claro, sanaba tambiŽn, pero esto era para llamar la atenci—n a la palabra, porque las almas se sanan por la predicaci—n.

 

Para el mundo, la predicaci—n es una locura, especialmente la predicaci—n de la cruz.

 

Pero para Dios, la predicaci—n es fundamental, por que por medio de la predicaci—n, los hombres pueden finalmente pensar los pensamientos divinos.

 

1 Corintios 1:18-21  Porque la palabra de la cruz es locura

a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.

 

Pues est‡ escrito:

DestruirŽ la sabidur’a de los sabios,

Y desecharŽ el entendimiento de los

entendidos.

 

ŔD—nde est‡ el sabio? ŔD—nde est‡ el escriba? ŔD—nde est‡ el disputador de este siglo? ŔNo ha enloquecido Dios la sabidur’a del mundo?

 

Pues ya que en la sabidur’a de Dios, el mundo no conoci— a Dios mediante la sabidur’a, agrad— a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicaci—n.

 

Y f’jate, hermano, no dice agrad— a los predicadores salvar a los creyentes por la locura de la predicaci—n, sino que agrad— a Dios, salvar a la gente por la locura de la predicaci—n.  ŔPorque? Por que la palabra de Dios no puede fracasar.

 

10-11) Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve all‡, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come,  as’ ser‡ mi palabra que sale de mi boca; no volver‡ a m’ vac’a, sino que har‡ lo que yo quiero, y ser‡ prosperada en aquello para que la enviŽ.

 

Ahora viene la parte espantosa.  La palabra de Dios es eficaz, produciendo lo que Žl quiere.  Est‡ salvando a algunos, y endureciendo a otros.

 

Algunos est‡n inclinando el o’do, y otros est‡n cada vez mas cerrados.  Y esto tambiŽn es para la gloria de Dios.

 

2 Corintios 2:15-16  Porque para Dios somos grato olor de

Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden; a Žstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquŽllos olor de vida para vida. Y para estas cosas, ŔquiŽn es suficiente?

 

 

Hay que tener cuidado, en c—mo escuches esa palabra. pausa

Bueno, cerrando, regresamos al contexto del cautiverio Babil—nico.

 

12) Porque con alegr’a saldrŽis, y con paz serŽis vueltos; los montes y los collados levantar‡n canci—n delante de vosotros, y todos los ‡rboles del campo dar‡n palmadas de aplauso.

 

Vino la promesa, siglos antes, de que iban a salir, de su Žxodo segundo, con gran alegr’a.

 

El primer Žxodo era de Egipto, y el segundo Žxodo era de Babilonia.

 

ŔPero quŽ es esto de los montes cantando y los ‡rboles dando aplauso?  Claro es simb—lico.

 

Pero es actual para muchos hermanos cuando est‡n fuertemente transformados, en nuevas creaturas, de personas nacidas de nuevo, parece que toda la naturaleza est‡ cantando y regocijando por su transformaci—n.

 

Como los jud’os salieron primeramente de Egipto, y mas tarde de Babilonia, los que est‡n transformados en Cristo, hacen su Žxodo del control del mundo, de la carne, y del diablo.  Y parece que el mundo entero est‡ celebrando, y no solamente aqu’ en el mundo sinoÉ

 

Lucas 15:7 Os digo que as’ habr‡ m‡s gozo en el cielo

por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.

 

Y finalmente.

13) En lugar de la zarza crecer‡ ciprŽs, y en lugar de la ortiga crecer‡ array‡n; y ser‡ a Jehov‡ por nombre, por se–al eterna que nunca ser‡ ra’da.

 

Cuando JerusalŽn estaba abandonada, era como que hab’a una maldici—n sobre la cuidad.  Pero cuando el pueblo regresaba era como que la maldici—n estaba levantada.

 

Y todo esto era algo que parec’a imposible.  Era algo profetizado siglos antes, pero cumplido al pie de la letra.  Y era otra gran prueba, de que la palabra de Dios, y el Dios de la palabra, est‡n los dos, completamente confiables, y infinitamente gloriosos.

 

========================== Conclusi—n =====================

 

Hermanos Cristo est‡ llamando nos a una vida maravillosa, a una vida muy emocionante.

 

Juan 10:10 El ladr—n no viene sino para hurtar y matar

y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

 

Y para entrar en esa vida, tienes que aprender a pensar los pensamientos de Dios, tienes que aprender a pensar B’blicamente, y no conforme a las tradiciones de los hombres, aun si est‡n religiosas.

 

Tienes que aprender a pensar los pensamientos divinos.

 

Isa’as 55:7    Deje el imp’o su camino, y el hombre inicuo

sus pensamientos, y vuŽlvase a Jehov‡, el cual tendr‡ de Žl misericordia, y al Dios nuestro, el cual ser‡ amplio en perdonar.

 

Y no es nada irrazonable, pedir, exigir el arrepentimiento.  Porque cuando uno est‡ regenerado, nacido de nuevo, tiene una naturaleza transformada, en que tus deseos son diferentes.

 

2 Corintios 5:17     De modo que si alguno est‡ en Cristo,

nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aqu’ todas son hechas nuevas.

 

Y si esto no ha sido tu experiencia, si aun est‡s atrapado en los pensamientos mundanos, y los deseos carnales y corrompidos, entonces te puedes pasar en unos momentos, y oraremos para ti.

 

Vamos a orar!