14 de julio de 18

D—nde Est‡ El Sabio

1 Corintios 1:20

 

En el mundo moderno, hay mas y mas conflictos sobre lo que es correcto en la pol’tica y tambiŽn en opiniones sobre lo que es realmente moral o inmoral.

 

Y muchos llevan sus opiniones con gran pasi—n, a veces luchando y hasta saliendo en sus protestas, un grupo en contra de otro.

 

Pero preguntando a la gente por quŽ se creen una cosa u otra, te puedes ver en poco tiempo, que en realidad est‡n muy inseguras en sus razones.

 

Algo semejante estaba pasando en el primer siglo de la iglesia Cristiana y San Pablo lo reconoc’a, y predicaba sobre la necedad de toda forma de sabidur’a humana.

 

1 Corintios 1:20     ŔD—nde est‡ el sabio?

ŔD—nde est‡ el escriba?

ŔD—nde est‡ el disputador de este siglo? ŔNo ha enloquecido Dios la sabidur’a del mundo?

 

La sabidur’a del mundo es normalmente una colecci—n de opiniones arbitrarias, que siempre est‡ cambiando.  Y por esa raz—n el mundo est‡ en un caos de conflictos y de confusiones.

 

Sin la Santa Palabra de Dios, nadie sabe lo que es cierto, o mentira.  El mero concepto de Ňla verdadÓ, en su cosmovisi—n no tiene sentido.  Pero en el mundo de la fe Cristiana, s’ existe una verdad.  Como Cristo dijoÉ

 

Juan 14:6 Yo soy el camino, y la verdad, y la vida;

nadie viene al Padre, sino por m’.

 

Muchos padres sinceros, deseando ver a sus hijos prosperando, y encontrando trabajos profesionales, pongan su confianza en las universidades de este pa’s.

 

Pero lastimosamente, lo que normalmente aprendan en estas instituciones humanas, es la sabidur’a humana que realmente es la pura vanidad.

 

 

1 Corintios 1:18-21  Porque la palabra de la cruz es locura

a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.

 

Pues est‡ escrito:

     DestruirŽ la sabidur’a de los sabios,

     Y desecharŽ el entendimiento de los

     entendidos.

 

ŔD—nde est‡ el sabio? ŔD—nde est‡ el escriba? ŔD—nde est‡ el disputador de este siglo? ŔNo ha enloquecido Dios la sabidur’a del mundo?

 

Pues ya que en la sabidur’a de Dios, el mundo no conoci— a Dios mediante la sabidur’a, agrad— a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicaci—n.

 

Por la sabidur’a humana, muchos j—venes ya est‡n separados de la sabidur’a de Dios.  No tienen la capacidad de saber lo que es cierto o falso.  Tampoco tienen manera de saber lo, sino que solamente tienen sus opiniones arbitrarias y fluctuantes.

 

Puede ser que mantienen sus opiniones con gran convicci—n y con gran pasi—n, pero no tienen manera de saber si lo que creen es la verdad, o si es puro error.

 

Y San Pablo tambiŽn nos daba amonestaciones sobre aquellas trampas.

 

Colosenses 2:8 Mirad que nadie os enga–e por medio de

filosof’as y huecas sutilezas, segśn las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no segśn Cristo.

 

Si un joven ya ha cre’do que somos productos de la evoluci—n, entonces no tiene sentido pensar que tenemos derechos.

 

ŔQuŽ es un derecho, despuŽs de todo, en el mundo de incrŽdulos?  Si los derechos vienen del gobierno, entonces el gobierno puede tambiŽn cambiar, reducir o hasta eliminar tus derechos, y todo esto legalmente.

 

 

Pero los fundadores de este pa’s, declararon que los derechos vienen de Dios, el creador, y que todo hombre tiene estos derechos y adem‡s que estos derechos son inajenables, o sea, nadie puede separar te de tus derechos.

 

Pero eliminando la palabra de Dios, y confiando en la pura sabidur’a humana, el mero concepto de un derecho, no tiene sentido.

 

1 Corintios 1:19-20  Pues est‡ escrito:

DestruirŽ la sabidur’a de los sabios,

     Y desecharŽ el entendimiento de los

     entendidos.

 

ŔD—nde est‡ el sabio?

ŔD—nde est‡ el escriba?

ŔD—nde est‡ el disputador de este siglo? ŔNo ha enloquecido Dios la sabidur’a del mundo?

 

Dios ha prometido enloquecer la sabidur’a del mundo.  Dios ha prometido destruir la sabidur’a de estos supuestamente llamados ŇsabiosÓ, y por esto, estamos viviendo mas y mas en un mundo de caos, y de pura confusi—n.

 

Vivimos en un mundo de opiniones arbitrarias, sobre las cuales muchos tienen sentimientos fuertes, pero nadie est‡ seguro.

 

Pero existe una sabidur’a verdadera que est‡ a tu alcance, y esa sabidur’a jam‡s va a cambiar.

 

Proverbios 9:10 El temor de Jehov‡ es el principio de

la sabidur’a, Y el conocimiento del Sant’simo es la inteligencia.

 

Salmos 111:10  El principio de la sabidur’a es el temor de

Jehov‡; Buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; Su loor permanece para siempre.

 

Proverbios 1:7 El principio de la sabidur’a es el temor de

Jehov‡; Los insensatos desprecian la sabidur’a y la ense–anza.

 

Los necios, los insensatos pueden intentar hablar sobre muchas cosas, pero lo que dicen es pura opini—n y especulaci—n, y no est‡n seguros de nada.

 

Muchos profesores en las universidades hoy en d’a ni creen en el Dios de la Biblia.  Y por lo tanto, son necios, que no es mi opini—n, sino que es una declaraci—n B’blica.

 

Salmos 14:1-3  Dice el necio en su coraz—n:

               No hay Dios.

               Se han corrompido, hacen obras abominables;

               No hay quien haga el bien.

 

Jehov‡ mir— desde los cielos sobre los hijos

de los hombres, Para ver si hab’a algśn

entendido, Que buscara a Dios.

 

Todos se desviaron, a una se han corrompido;

No hay quien haga lo bueno, no hay ni

siquiera uno.

 

Y la persona que anda rechazando la palabra de Dios y el Dios de la palabra, ni tiene manera de saber quŽ es bueno o malo.  Solamente tiene sus opiniones arbitrarias, que anda siempre cambiando.

 

Toda la vida es moral, la Žtica es sumamente importante en la medicina, en la practica de la ley, en el gobierno de las escuelas.   Pero el mundo moderno, en que Dios ha prometido destruir su sabidur’a, nadie tiene concepto confiable sobre la Žtica.  Otra vez, Dios hablando en su palabraÉ

 

1 Corintios 1:19-20  DestruirŽ la sabidur’a de los sabios,

     Y desecharŽ el entendimiento de los

     entendidos.

 

ŔD—nde est‡ el sabio?

ŔD—nde est‡ el escriba?

ŔD—nde est‡ el disputador de este siglo? ŔNo ha enloquecido Dios la sabidur’a del mundo?

 

Y claro si hables con estos necios modernos, ellos van a declarar que no han visto ninguna evidencia de que el Dios de la Biblia realmente existe.

 

Van a declarar que tal vez, quiz‡s se pudieron creer si solamente habr’a un poquito de evidencia.  Pero amigo esto es el m‡ximo de deshonestidad, porque ellos ya tienen demasiada evidencia.

 

 

Romanos 1:18-22 Porque la ira de Dios se revela desde

el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifest—.

 

Porque las cosas invisibles de Žl, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creaci—n del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.

 

Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio coraz—n fue entenebrecido.

 

Profesando ser sabios, se hicieron necios.

 

Oh mi amigo, no seas enga–ado por estos necios modernos. Ellos si conocen a Dios, pero no quieren reconocer lo, y por esto, la Biblia dice que no tienen excusa.

 

1 Corintios 1:18-21  Porque la palabra de la cruz es locura

a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.

 

Pues est‡ escrito:

     DestruirŽ la sabidur’a de los sabios,

     Y desecharŽ el entendimiento de los

     entendidos.

 

ŔD—nde est‡ el sabio? ŔD—nde est‡ el escriba? ŔD—nde est‡ el disputador de este siglo? ŔNo ha enloquecido Dios la sabidur’a del mundo?

 

Pues ya que en la sabidur’a de Dios, el mundo no conoci— a Dios mediante la sabidur’a, agrad— a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicaci—n.

 

Amigo, seguramente has escuchado alguna vez que Cristo muri— por tus pecado, y esto es la verdad, Cristo muri— para salvar te de tus pecados.  Pero Cristo tambiŽn muri— para salvar te de una cosmovisi—n que est‡ completamente absurda.  Si esto te interesa, estamos aqu’ para hablar, y para orar contigo.

ÁAmen!