16 de junio de 18
Todos Conocen La
Ley
Romanos 2:14-16
A veces los que escuchan por primera vez algo de la fe Cristiana, se
pongan preguntas sobre los que jam‡s han tenido la oportunidad de escuchar de
la salvaci—n de Cristo.
La Biblia ha revelado claramente que todos, alrededor del mundo, aun
los que no tienen Biblias, conocen los requisitos de Dios. Nadie puede ofrecer la excusa de que no
sab’a.
Romanos 2:14-16 Porque cuando los
gentiles que no
tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, Žstos, aunque no
tengan ley, son ley para s’ mismos,
mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio
su conciencia, y acus‡ndoles o defendiŽndoles sus razonamientos,
en el d’a en que Dios juzgar‡ por Jesucristo los secretos de los
hombres, conforme a mi evangelio.
Aqu’ dice que cada persona sabe algo de la ley de Dios, aun si jam‡s
ha escuchado de los diez mandamientos.
San Pablo ense–— que todos tienen la obra de la ley, escrita en sus
corazones, en otras palabras tienen una conciencia.
Por esto aun cuando uno es mayormente ignorante de la Biblia, cuando se
escuche la ley, algo pasa dentro de su ser.
Por ejemplo, el tercer mandamiento que dice..
ƒxodo 20:7 No tomar‡s el nombre
de Jehov‡ tu Dios en
vano; porque no dar‡ por inocente Jehov‡ al que tomare su nombre en
vano.
Aunque es comœn escuchar gente diciendo ÒDios m’o, Dios m’o, Oh my
God, todo el d’a, y en todos lados, se sabe que hay algo sumamente malo en
esto, escuchando la ley de Dios citada.
Est‡ es la raz—n de que podemos mandar a los misioneros Cristianos a
cualquier parte del mundo, y habr‡ gente que no solamente escuchan el mensaje,
sino que habr‡ algunos que van a recibir la salvaci—n de Cristo.
Romanos 2:14-16 Porque cuando los
gentiles que no
tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, Žstos, aunque no
tengan ley, son ley para s’ mismos,
mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio
su conciencia, y acus‡ndoles o defendiŽndoles sus razonamientos,
en el d’a en que Dios juzgar‡ por Jesucristo los secretos de los
hombres, conforme a mi evangelio.
Por esto siempre hay algo de Žxito, en donde quiere que vayan los
misioneros.
Es que todos conocen en el fondo que existe un Dios, y que este Dios
es justo, y que hay consecuencias por romper sus mandamientos.
Romanos 1:20 Porque
las cosas invisibles de Žl, su eterno
poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creaci—n del
mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.
As’ que cada hombre, cada mujer, cada joven, en el fondo conoce la
realidad de Dios, aun si se intenta negar lo.
Y cuando viene la ley, la persona va a sentir algo en su conciencia.
Por ejemplo, cualquier joven que escuche el quinto mandamiento, va a
sentir algo.
ƒxodo 20:12 Honra
a tu padre y a tu madre, para que tus
d’as se alarguen en la tierra que Jehov‡ tu Dios te da.
Aun si se vive, faltando respeto a sus padres, no puede escapar la
realizaci—n de que esto es malo, y que va a pagar. Puede ser que se tome mucho, o hasta que usa drogas da–ando
su mente, pero de todos modos la culpabilidad quedar‡ con Žl.
ƒxodo 20:12 Honra
a tu padre y a tu madre, para que tus
d’as se alarguen en la tierra que Jehov‡ tu Dios te da.
Cristo puso aun mas Žnfasis en esto diciendo.
Mateo 15:4 Porque Dios mand—
diciendo: Honra a tu padre
y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera
irremisiblemente.
Estas son palabras de Cristo, citando la ley de MoisŽs. Pero aun las personas que jam‡s han
escuchado la ley de MoisŽs van a saber que esto es correcto.
Es que todos tienen ya, la obra de la ley, escrita en sus corazones,
no importa si aun vivan en la mas remota selva Amaz—nica.
Romanos 2:14-16 Porque cuando los
gentiles que no
tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, Žstos, aunque no
tengan ley, son ley para s’ mismos,
mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio
su conciencia, y acus‡ndoles o defendiŽndoles sus razonamientos,
en el d’a en que Dios juzgar‡ por Jesucristo los secretos de los
hombres, conforme a mi evangelio.
Todos saben que el adulterio es mal’simo, aun si no han escuchado nada
ni de moisŽs ni de Cristo.
Se saben, en sus conciencias que no es correcto meter se con la esposa
de otro, o de tener relaciones cuando aun no est‡ casado, o tener relaciones de
forma perversa.
Se pueden intentar defender sus acciones con palabras, pero en fondo,
en sus conciencias, tienen la obra de Dios escrita, de manera imborrable.
Y por esto vivan en temor, sabiendo que digan lo que digan con sus
bocas, est‡n peligrosamente lejos del reino de Dios.
Saben que si se mueren en sus pecados, algo terrible va a pasar.
San Pablo lo puso aun mas claro, y especifico.
1 Corintios 6:9-10 ÀNo
sabŽis que los injustos no
heredar‡n el reino de Dios? No errŽis; ni los fornicarios, ni
los id—latras, ni los adœlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con
varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes,
ni los estafadores, heredar‡n el reino de Dios.
Todos pueden salir con sus justificaciones, pueden declarar que tienen
esa o aquella religi—n o una supuesta perd—n de Dios, o que la ley de Dios no
es tan estricto despuŽs de todo, pero saben en el fondo, que en realidad est‡n
enga–ando se a ellos mismos.
1 Corintios 6:9-10 ÀNo
sabŽis que los injustos no
heredar‡n el reino de Dios? No errŽis; ni los fornicarios, ni los
id—latras, ni los adœlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con
varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes,
ni los estafadores, heredar‡n el reino de Dios.
No es muy complicado. Un
ni–o puede entender esto. Pero la
gente tratan de confundir todo, porque tienen, tristemente, un profundo amor
por sus pecados.
En otro lugar San Pablo dijoÉ
G‡latas 5:19-21 Y manifiestas son
las obras de la
carne, que son: adulterio, fornicaci—n, inmundicia, lascivia, idolatr’a,
hechicer’as, enemistades, pleitos,
celos, iras, contiendas, disensiones, herej’as, envidias, homicidios, borracheras,
org’as, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya
os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredar‡n el reino
de Dios.
La palabra es muy clara, no hay en ella nada de confusi—n. Pero aun si
uno no tenia acceso a esa palabra, tampoco tiene justificaci—n alguna, porque
por su conciencia, por su naturaleza, dise–ada por Dios, ya tiene la obra de la
Ley de Dios escrita en su coraz—n.
Romanos 2:14-16 Porque cuando los
gentiles que no
tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, Žstos, aunque no
tengan ley, son ley para s’ mismos,
mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio
su conciencia, y acus‡ndoles o defendiŽndoles sus razonamientos,
en el d’a en que Dios juzgar‡ por Jesucristo los secretos de los
hombres, conforme a mi evangelio.
No es realmente necesario para una persona escuchar de los diez
mandamientos para saber que es malo mentir, su conciencia ya le ha informado
que mentir puede provocar una gran consecuencia.
Es mas especifico en el libro de Apocalipsis, pero el hombre, por su
conciencia ya sabe.
Apocalipsis 21:8 Pero
los cobardes e incrŽdulos, los
abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los id—latras y
todos los mentirosos tendr‡n su parte en el lago que arde con fuego y
azufre, que es la muerte segunda.
Predicamos la palabra para informar la gente que todo esto tiene una soluci—n, pero en el fondo,
todos est‡n enterados de su problema, porque nadie puede escapar de su propia conciencia. Dentro de ti, hay un siervo fiel de
Dios.
Solamente es necesario mencionar un ultimo punto. Cuando la gente sientan algo de su gran
culpabilidad, por a–os y a–os de pecados amontonados, y piensan en lo que van a
enfrentar en el d’a del juicio, se tratan de inventar fabulas.
Como que Dios va a perdonar a todos, si se arrepientan o no, o si se
cambian o no. Pero esto es
f‡cilmente refutado por la palabra.
El gran sabio Salom—n dijoÉ
Proverbios 14:12 Hay
camino que al hombre le parece
derecho; Pero su fin es camino de
muerte.
Los hombres pueden inventar sus fabulas para intentar apaciguar a sus
conciencias, pero es un suicido espiritual.
Pablo ense–— que aunque te puedes enga–ar a ti mismo, amigo, jam‡s vas
a lograr su intento de enga–ar ni a tu conciencia, ni a tu Dios.
G‡latas 6:7-8 No os
enga–Žis; Dios no puede ser burlado:
pues todo lo que el hombre sembrare, eso tambiŽn segar‡. Porque el que siembra para su carne, de
la carne segar‡ corrupci—n; mas el que siembra para el Esp’ritu, del Esp’ritu
segar‡ vida eterna.
En el fondo, todos saben esto, porque como dije, cada hombre, aun el
mas ignorante, tiene la obra de la ley de Dios, escrita en su coraz—n. Dios lo puso all’ y nadie le puede
borrar.
No te enga–es mas mi amigo, si tu vida no tiene nada de la santidad en
Cristo, tu sabes ya, que ser‡ terrible para ti, por toda la eternidad, si
mueres en esa condici—n.
Hebreos 12:14 Seguid la paz
con todos, y la santidad,
sin la cual nadie ver‡ al Se–or.
Y aunque Dios te ha dado una conciencia que tiene todo el poder
necesario para condenar te, con claridad, la palabra sagrada puede darte la
soluci—n en Cristo.
Isa’as 53:5-7 Mas Žl herido
fue por nuestras rebeliones,
molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre Žl, y
por su llaga fuimos nosotros curados.
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apart— por
su camino; mas Jehov‡ carg— en Žl el pecado de todos nosotros.
Angustiado Žl, y afligido, no abri— su boca; como cordero fue llevado
al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeci—, y no abri—
su boca.
Amigo, ven a Cristo ahora.
En su sangre hay remedio, hay un rescate permanente, de los terrores,
los terrores y los latigazos, de tu conciencia, noble, ruidosa, y fiel.
ÁAmen!