15 de junio de 18
Encontrando La Joya Preciosa
Proverbios 31:10-31
Muchas veces se tienen predicaciones sobre la mujer
virtuosa en las reuniones de las damas, en los retiros de las hermanas, o hasta
en el d’a de las madres.
Pero esta vez, llegando al pasaje en su contexto
actual, se ve que realmente no est‡ hablando directamente a las mujeres, sino
que una madre est‡ hablando a su hijo, sobre c—mo encontrar la joya preciosa de su vida.
Vimos en la primera parte del capitulo que la madre
de un joven, un pr’ncipe, estaba ense–ando le sobre su vida como parte de la
familia real.
Como vimos en el vers’culo unoÉ
Proverbios 31:1 Palabras
del rey Lemuel;
la
profec’a con que le ense–— su madre.
Y ahora veremos que el prop—sito de este estudio,
era para ayudar a ese joven, encontrar
su ayuda id—nea.
10)
Mujer virtuosa, ÀquiŽn la hallar‡? Porque su estima sobrepasa largamente a la
de las piedras preciosas.
Antes que nada, ese hombre tenia que saber que una
mujer como esa no es muy comœn, ni f‡cil de encontrar, sino que es como una joya bien valiosa.
10)
Mujer virtuosa, ÀquiŽn la hallar‡? Porque su estima sobrepasa largamente a la
de las piedras preciosas.
El hombre que deseaba una esposa como aquella, tenia
que realmente estar buscando, evaluando, aprendiendo de la muchachas que eran a
su alcance como novias posibles.
11)
El coraz—n de su marido est‡ en ella confiado,
Y no
carecer‡ de ganancias.
Encontrando esa joya, su vida ser’a mas
placentera. Hemos visto ya muchas
advertencias sobre las mujeres peligrosas, las rencorosas, las inmorales.
Hemos visto ya lo que el muchacho tenia que evitar.
Proverbios 5:1-4 Hijo
m’o, est‡ atento a mi sabidur’a,
Y
a mi inteligencia inclina tu o’do,
Para
que guardes consejo,
Y
tus labios conserven la ciencia.
Porque los labios de la
mujer extra–a destilan miel, Y su paladar es m‡s blando que el aceite; Mas su
fin es amargo como el ajenjo, Agudo como espada de dos filos.
Sans—n, en el libro de Jueces, ca’a en muchas
desgracias por su obsesi—n por las mujeres ex—ticas, que ni estaban parte del
pueblo de Dios, y sabemos como se termin—, con sus ojos sacados.
Pero ahora, llegando al fin del libro, veremos lo quŽ
el joven debe de buscar, y no solamente lo que tiene que evitar.
11)
El coraz—n de su marido est‡ en ella confiado,
Y no
carecer‡ de ganancias.
Est‡ hablando no de una mujer que va a causar le
problemas, sino una mujer que har‡ su vida mas f‡cil, porque ella ser‡
completamente confiable.
Ella va a contribuir mucho a la familia y no
simplemente consumir recursos.
12)
Le da ella bien y no mal todos los d’as de su vida.
Esa hermana es una joya, porque siempre es una ayuda. No es como que uno se case, y est‡ entusiasmada por un rato,
pero cuando la realidad de la vida se empieza a ser evidente, ella se siente
atrapada, y busca sus placeres en otro lugar.
ÁNo!
Imposible con esa joya, ella
va a ser una bendici—n a su esposo, a su familia, a su iglesias, todos los d’as
de su vida.
13)
Busca lana y lino, y con voluntad trabaja con sus manos.
Hemos recibido mucha instrucci—n sobre la diligencia
en estos cap’tulos, hasta observando a las hormigas y su sagacidad de ahorrar
la comida en el verano.
Pero ahora podemos ver todo esto en acci—n.
Estamos hablando de una mujer que no es pobre, tiene
recursos, pero tampoco es orgullosa, sino que est‡ dispuesta a trabajar, y a aprovechar
del tiempo.
Ella est‡ conciente de las oportunidades, conoce lo
que se piden en los negocios.
Tiene sus ojos abiertos a las maneras de explotar las demandas en el
mercado.
Est‡ dispuesta a invertir, a arriesgar que siempre
es parte de los negocios, y sobre todo ella misma est‡ dispuesta a trabajar,
duramente cuando sea necesario.
14)
Es como nave de mercader; trae su pan de lejos.
Ella sabe c—mo encontrar calidad, y a un buen
precio, y si tiene que ir lejos, para traer sus materiales, lo har‡.
Y en aquellos tiempos no ten’an ni autos ni
autobuses, as’ que uno tenia que tener un plan, para no perder todo su tiempo
valioso caminando de un lugar a otro.
15)
Se levanta aun de noche y da comida a su familia
Y
raci—n a sus criadas.
Aunque esa mujer sabe como explotar las necesidades
en el mercado, no es como las feministas modernas, que abandonan, mas o menos
la casa, para estar siempre lejos en una profesi—n.
Es una hermana de la fe, que es madre, esposa, ayuda
id—nea, conforme a la palabra, pero al mismo tiempo se puede prosperar de
muchas maneras.
Y no es una persona que va a dormir por gran parte
de su d’a.
15)
Se levanta aun de noche y da comida a su familia
Y
raci—n a sus criadas.
Ya hemos visto exhortaciones sobre esto antes.
Proverbios 26:14 Como
la puerta gira sobre sus quicios,
As’ el perezoso se vuelve
en su cama.
Pero esa no.
Sino que se va a levantar se, para lograr sus objetivos. No solamente para dar la comida a la
familia sino para dar raci—n a sus criadas.
Y los escolares han concluido que cuando habla aqu’
de la Òraci—nÓ para las criadas, no est‡ hablando de la comida para ellas, sino
que est‡ hablando de su raci—n de trabajo.
Es que esa mujer virtuosa no va a perder nada de su
tiempo, pero tampoco sus criadas van a pasar el d’a charlando sobre los chismes
o las novelas.
Todas van a saber desde temprano, lo que se esperan
de ellas, durante el d’a.
16)
Considera la heredad, y la compra, y planta vi–a del fruto de sus manos.
Esa mujer no solamente gana dinero para gastar en si
misma, o en sus hijos, sino que sabe invertir para expandir la herencia de la
familia.
Y creo que ahora podemos hacer un poco de aplicaci—n
de lo que todo esto est‡ ense–ando.
El punto no es que cada hermana deseable tiene que
saber algo de las buenas ra’ces.
No, el punto es que el muchacho tiene que buscar una novia que tiene las
virtudes, que producen esa diligencia, esa inteligencia.
Esa virtud puede expresar se en diferentes maneras
en diferentes culturas o en diferentes econom’as, pero lo importante es que
ella tiene sus ojos abiertos a las oportunidades.
Ella es ama de casa, ella est‡ cuidando de su
familia, pero al mismo tiempo sabe explotar las oportunidades, presentadas por
la providencia de Dios.
17)
Ci–e de fuerza sus lomos, y esfuerza sus brazos.
Esa madre activa, no tiene que pagar por la
membres’a en un gimnasio de ejercicio, porque ya es fuerte. Ya est‡ acostumbrada a trabajar con sus
criadas.
Porque no solamente se ponen la casa en orden sino
que van a producir algo de valor en el mercado.
18)
Ve que van bien sus negocios; su l‡mpara no se apaga de noche.
Esa mujer est‡ bien productiva, astuta, pero no es
como las feministas modernas.
Tiene sus negocios, pero sin abandonar sus responsabilidades de la casa.
Y es evidente que sabe emplear su tiempo, como dijo
san Pablo.
Efesios 5:15-16 Mirad,
pues, con diligencia c—mo andŽis,
no como necios sino como
sabios, aprovechando bien el
tiempo, porque los d’as son malos.
Esa mujer est‡ trabajando muy temprano, y a veces en
la noche. Si ella viv’a en la
temporada del televisor o de Facebook, o se usar’a estas cosas muy poco, o
tiraba todo esto a la basura, para continuar con sus conquistas econ—micas, y
sus disciplinas de la casa.
Claro si tenia el Internet, ella sabr’a como ganar
dinero con el mismo. Tal vez con
eBay, o algo semejante.
19)
Aplica su mano al huso, y sus manos a la rueca.
ÀQue son estos? ÀEl huso y la rueca?
Eran instrumentos para producir telas, antes de la
tecnolog’a moderna. Y esa mujer
valiosa sabia como usar todo a su alcance, de manera mas eficiente.
Cada momento del d’a, para ella era valioso, y tenia
que estar aprovechado. Ella sabia
como ganar dinero, sin abandonar la casa, y tenia muchos prop—sitos para ese
dinero. No solamente en su
familia, sino para los pobres.
20)
Alarga su mano al pobre, y extiende sus manos al menesteroso.
Ella no es una persona de puro trabajo, sino que
sabe que hay otras cosas en la vida, como la caridad. Es una hermana de la fe, y est‡ conciente de las doctrinas
de las escrituras.
Como Pablo dijo a nosotros.
Efesios 4:28 El
que hurtaba, no hurte m‡s, sino trabaje,
haciendo con sus manos lo
que es bueno, para que tenga quŽ compartir con el que padece necesidad.
Esto estaba hablando de los hermanos nuevos en la fe
en ƒfeso. A veces los que saben
muy poco de la palabra creen que se trabajan solamente para ellos mismos, o
para sus familias.
Per la palabra siempre ha ense–ado la compasi—n para
los pobres, como parte de nuestro deber.
ÀEl punto?
Esa hermana no es ignorante de las escrituras. Aunque es sumamente ocupada, tiene tiempo para la palabra de
Dios. Tiene el tiempo de estudiar
la, y para ense–ar la a otros, con su vida.
21)
No tiene temor de la nieve por su familia,
Porque
toda su familia est‡ vestida de ropas dobles.
Esa es una mujer de acci—n, y no una mujer de temor.
No tiene miedo de la nieve o el frio, porque ya
tiene su plan. Ya tiene la ropa
adecuada para todos en su familia.
Y si sus hijos andan creciendo, a lo mejor est‡
donando art’culos de ropa a los pobres que vivan cerca.
Yo vine de una familia larga, Žramos ocho ni–os,
pero tengo memoria de que cuando era ni–o, mi mam‡ daba bolsas de ropa a una
vecina, que era pobre.
Y mi madre lo hizo de una manera muy, pero muy
discreta, no queriendo que nadie lo sepa, aparta de la mujer que recibi— lo
donado.
Esto es el amor Cristiano, de una madre preciosa.
22)
Ella se hace tapices; de lino fino y pœrpura es su vestido.
Esa mujer siempre est‡ produciendo algo. Hay hermanas as’, conocidas por sus
obras de calidad. Hasta en el
nuevo testamento, vimos una de ellas.
Hechos 9:36-40 Hab’a
entonces en Jope una disc’pula llamada
Tabita, que traducido
quiere decir, Dorcas. Esta abundaba en buenas obras y en limosnas que
hac’a.
Y aconteci— que en
aquellos d’as enferm— y muri—. DespuŽs de lavada, la pusieron en una sala.
Y como Lida estaba cerca
de Jope, los disc’pulos, oyendo que Pedro estaba all’, le enviaron dos hombres,
a rogarle: No tardes en venir a nosotros.
Levant‡ndose entonces
Pedro, fue con ellos; y cuando lleg—, le llevaron a la sala, donde le rodearon
todas las viudas, llorando y mostrando las tœnicas y los vestidos que Dorcas
hac’a cuando estaba con ellas.
Entonces, sacando a todos,
Pedro se puso de rodillas y or—; y volviŽndose al cuerpo, dijo: Tabita,
lev‡ntate. Y ella abri— los ojos, y al ver a Pedro, se incorpor—.
Esa hermana era tan valiosa, tan virtuosa, que la
iglesia no pudo soportar su
muerte, y en la providencia de Dios, estaba resucitada.
El punto es que ella estaba activa haciendo cosas de
valor, y empleando sus ganancias, en las buenas obras.
23)
Su marido es conocido en las puertas,
Cuando
se sienta con los ancianos de la tierra.
Su marido puede avanzar en la sociedad, porque su
mujer es una gran ayuda, y el no tiene que estar corrigiendo desastres en la
casa.
Claro, Žl tambiŽn estaba seguramente involucrado en
la ense–aza de la palabra en casa.
Pero la casa funcionaba bien, y por esto, Žl pudo
avanzar en sus influencias.
Los ancianos en las puertas era una manera de hablar
del liderazgo del pueblo o de la iglesia.
Pero si uno ha casado mal, a lo mejor no seria descalificado
por una posici—n de tal autoridad.
Hablando del liderazgo de la iglesia dijo San PabloÉ
1 Timoteo 3:2-5 Pero
es necesario que el obispo sea
irreprensible, marido de
una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para ense–ar;
no dado al vino, no
pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no
avaro;
que gobierne bien su casa, que
tenga a sus hijos en sujeci—n con toda honestidad
(pues el que no sabe
gobernar su propia casa, Àc—mo cuidar‡ de la iglesia de Dios?).
Hoy en d’a, casando se con una mujer feminista,
profesional y siempre ausente, mandando sus hijos al day care, nada de esto es
tan f‡cil.
24-25)
Hace telas, y vende, y da cintas al mercader.
Fuerza
y honor son su vestidura; y se r’e de lo por venir.
Esa joya
de hermana, no es feminista, pero si sabe evaluar el mercado. Siempre est‡ alerta, para aprovechar se
de las oportunidades.
Hay muchas hermana que yo he conocido que han tenido
negocios en sus casas. Ya con la
tecnolog’a moderna las oportunidades son casi infinitas. Y con el Internet, siempre hay maneras
de llegar a los mercados.
24-25)
Hace telas, y vende, y da cintas al mercader.
Fuerza
y honor son su vestidura; y se r’e de lo por venir.
Me gusta esa parte sobre como se puede re’r al
futuro.
Hay muchas hermanas que vivan en temor, no de Dios
sino de sus circunstancias, pero para esa joya
preciosa es diferente por dos razones.
Antes que nada, esa mujer conoce a Dios, como
veremos en un momento. Ella sabe
c—mo confiar en el Se–or, porque conoce bien su palabra.
Pero tambiŽn vive sin temor del futuro, porque
siempre est‡ prosperando, avanzando en su capacidad de estar œtil.
Y los hijos de esa mujer, jam‡s van abandonara la.
26)
Abre su boca con sabidur’a, y la ley de clemencia est‡ en su lengua.
Esa mujer puede hablar con sabidur’a, porque ha
invertido tiempo, no en las novelas, no en una charla sin fin con sus amigas,
sino que ha invertido tiempo, mucho tiempo en la palabra de Dios.
Y es muy probable que ha ense–ado la palabra a sus
hijos y hasta a sus criadas.
Y por esto tambiŽn es una maestra de la clemencia, y no es como la mujer rencillosa de la
cual Salom—n deseaba esconder se, en la esquena del terrado.
Proverbios 25:24 Mejor
es estar en un rinc—n del terrado,
Que con mujer rencillosa
en casa espaciosa.
27)
Considera los caminos de su casa, y no come el pan de balde.
Cada ser humano tiene la necesidad de
descansar. Es parte de la buena
salud. Pero esa, cuando tiene
tiempo, est‡ considerando los caminos de su casa.
En vez de simplemente perder tiempo con horas largas
de televisi—n, anda considerando el bienestar de sus hijos, su esposo, a lo
mejor pidiendo la ayuda de Dios en oraci—n.
28-29)
Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada;
Y su
marido tambiŽn la alaba: Muchas
mujeres hicieron el bien; mas tœ sobrepasas a todas.
Esto es un punto bien importante. En los estados unidos hay hermanas que
realmente aman al Se–or, pero no se vean el mismo en sus hijos.
La mujer virtuosa ha logrado dos cosas. Antes que nada, sus hijos saben quŽ es
una buena mujer. Sus hijos no
est‡n arruinados por la cultura corrompida, por las escuelas del estado que
ense–an que la mujer, ama de casa est‡ perdiendo su vida.
Los hijos Cristianos que ya tienen sus cerebros
lavados por las mentiras modernas, no van a apreciar una madre buena.
Pero los que si aman al Se–or, van a entender su
madre virtuosa, y ser‡n autoridades sobre esto. Porque ellos pasar‡n mas tiempo con ella que todos los
dem‡s. Sus hijos sabr‡n si ella es
en realidad la joya preciosa, o si
en el fondo es hip—crita.
28-29)
Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada;
Y su
marido tambiŽn la alaba: Muchas
mujeres hicieron el bien; mas tœ sobrepasas a todas.
El marido, va a dar gracia siempre a Dios, que
termin— con esa hermana, y no con otras novias que buscaba en su juventud. Sabr‡ que es bien afortunado y
bendecido.
Proverbios 12:4 La
mujer virtuosa es corona de su marido;
Mas la mala, como carcoma
en sus huesos.
30-31)
Enga–osa es la gracia, y vana la hermosura; la mujer que teme a Jehov‡, Žsa
ser‡ alabada. Dadle del fruto de
sus manos, y al‡benla en las puertas sus hechos.
En la juventud, hay muchachas con personalidades
bien alegres, con apariencias muy atractivas, pero nada de esto va a durar.
Lo mas importante es que la hermana conoce al Se–or,
y anda implementando su palabra en su vida.
Ese libro empez— hablando del temor de Dios, cuando
empezamos hace un poco mas de un a–o.
Y ahora, termina, hablando, tambiŽn, del temor de
Dios. Ojala somos mejores por
estos estudios.
------------------------- Conclusi—n ------------------------
La doctrina de la mujer virtuosa fue dada a un
joven, un pr’ncipe, para ayudar le a saber quŽ tenia que buscar en una novia,
para encontrar la buena pareja, y no simplemente correr tras las guapas.
Aunque la mujer virtuosa puede ser guapa tambiŽn,
esto no es el asunto principal.
La doctrina fue presentada a un hombre, joven, para
ayudar le a casar se bien.
Pero en una cultura en que todos sab’an de estas
caracter’sticas, era sabia para una muchacha tambiŽn, aprender de todo esto,
pare hacer se mas deseable.
Y si tu quieres ver estas virtudes desarrolladas en
tus hijas, tu nietas, o el la mente, en el plan de tus hijos, puedes pasar, y
oraremos por los tuyos.
Vamos
a Orar