10 de junio de 18
Hombre De Hierro
Isa’as 51:1-16
Introducci—n
Estamos estudiando una porci—n de Isa’as en que el profeta estaba
comunicando consuelo, y animo a los fieles del pueblo, que estaban enfrentando
grandes aflicciones y pruebas.
En el contexto, Isa’as hablaba antes del gran cautiverio, para los que
mas tarde estar’an en Babilonia, y indirectamente para nosotros, estudiando el
pasaje, siglos mas tarde.
Y lo que nos puede conferir en este d’a, es una llamada a vivir libre
de temores de los hombres, o de las circunstancias, y hermano, como portar te como
un hombre de hierro, delante una
situaci—n dif’cil.
1) O’dme, los que segu’s la justicia, los que busc‡is a Jehov‡.
Mirad a la piedra de donde fuisteis cortados, y al hueco de la cantera de donde
fuisteis arrancados.
Aqu’ se ve, que no estaba hablando a todos, porque no todos estaban
con el Se–or, para los dem‡s estos eran tiempos de gran apostas’a.
Y para tener el valor, como un hombre un hombre de hierro, era a veces necesario mirar atr‡s, y recordar de
donde vino ese pueblo antiguo.
2) Mirad a Abraham vuestro padre, y a
Sara que os dio a luz; porque cuando no era m‡s que uno solo lo llamŽ, y lo
bendije y lo multipliquŽ.
ŔCual es el punto? Es que
la situaci—n era tan terrible, las tribus del norte han sido dispersadas,
perdidas, y el sur ha perdido tantas personas, y tanto territorio, que parec’a
como que el pueblo de Jud‡, tambiŽn iba a desaparecer, tal vez para siembre.
Pero Dios dice a los fieles, mira, yo empecŽ con un hombre, y de Žl,
produc’a miles, y el mismo puedo hacer contigo.
Cuando dice que se han sido cortado de una roca, era como que Dios los
saco de algo primitivo, una naci—n de idolatr’a, en el tiempo de Abraham.
Dios jam‡s tiene problemas empezando con poca gente, para expandir y
bendecir y producir una abundancia.
2) Mirad a Abraham vuestro padre, y a
Sara que os dio a luz; porque cuando no era m‡s que uno solo lo llamŽ, y lo
bendije y lo multipliquŽ.
Pensando en Abraham, tambiŽn puede ayudar nos a estar fortalecidos en
la fe. Puede producir en el
pueblo, y ojala en ti hermano, un hombre
de hierro. Un hombre que no
tiene miedo de nada en este mundo.
Y no me malentiendan, hermano, no estoy diciendo que Abraham era
perfecto, tenia sus momentos de debilidad, pero Abraham nos mostraba c—mo
realmente confiar en las promesas de Dios.
Hablando de Žl en el libro de Romanos, Pablo dijoÉ
Romanos 4:18-21 El crey— en
esperanza contra esperanza,
para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le
hab’a dicho: As’ ser‡ tu descendencia.
Y no se debilit— en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como
muerto (siendo de casi cien a–os , o la esterilidad de la matriz de Sara.
Tampoco dud—, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se
fortaleci— en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era
tambiŽn poderoso para hacer todo lo que hab’a prometido.
Abraham cre’a en la resurrecci—n antes de todos, confiando en que su
hijo Isaac seria resucitado.
Aunque no tenia que estar sacrificado, porque Dios mand— un ‡ngel para
acabar con el sacrificio que era solamente una prueba, y una profec’a sobre la
muerte actual de Cristo, para ti, y para mi
Y esa misma fe, hermano, puede estar desarrollada en ti.
3) Ciertamente consolar‡ Jehov‡ a
Sion; consolar‡ todas sus soledades, y cambiar‡ su desierto en para’so, y su
soledad en huerto de Jehov‡; se hallar‡ en ella alegr’a y gozo, alabanza y
voces de canto.
Esto parec’a algo fant‡stico, en el tiempo del cautiverio.
Por sus experiencias, caminando por vista, ser’a f‡cil concluir que
sus vidas, su futuro estaba llegando a su fin, pero la palabra de Dios vino
declarando que no ser’a as’.
Y hermano, podemos hacer de esto una aplicaci—n para ti. Si tu vida
espiritual es un desierto, una falta de frutos, Dios puede cambiar esto ya, en
un huerto, plenamente fruct’fero.
3) Ciertamente consolar‡ Jehov‡ a
Sion; consolar‡ todas sus soledades, y cambiar‡ su desierto en para’so, y su
soledad en huerto de Jehov‡; se hallar‡ en ella alegr’a y gozo, alabanza y
voces de canto.
Y para los padres que pueden tener un poco de miedo sobre las
condiciones de este mundo en que se escuchan de mujeres casando se con mujeres,
y hombres casando se con hombres, tienen que saber que ese desierto no va a continuar
para siempre.
Culturalmente, es cierto, estamos viviendo entre soledades y
desiertos, pero Dios puede cambiar todo esto, y en poco tiempo.
No seas tan pesimista, nada de estas perversiones son permanentes,
sino la alegr’a y el goza van a regresar, cuando hasta la cultura regrese a la
santidad.
4) Estad atentos a m’, pueblo m’o, y
o’dme, naci—n m’a; porque de m’ saldr‡ la ley, y mi justicia para luz de los
pueblos.
Una vez mas Dios insiste en que se presta atenci—n a su palabra. Aunque parece que todo es cada vez mas
perdido, esto no va a continuar sin fin.
Cuando todo parec’a perdido, Dios dijo que su justicia iba a venir, y
est‡ hablando de la venida, primera de Cristo Jesśs.
Y para nosotros, la ley de Dios aun tiene poder, la justicia de Cristo
aun est‡ obrando en el mundo.
Y te dirŽ un ejemplo. En
Europa hay mucho temor ahora sobre la invasi—n de los musulmanes, y sus deseos
de controlar todo pol’ticamente.
TambiŽn ha habido mucha delincuencia saliendo de la comunidad
musulm‡n, y lo europeos tienen gran miedo de esto.
Pero en esta misma semana, un l’der joven de Austria, Sebastian Kurz,
que tiene triente un a–os de edad, anunciaba que est‡n cerrando unos siete
mezquitas, y echado sus predicadores del pa’s.
As’ que aun cuando parece que la gente justa se pierdan mas y mas, una
buena noticia puede aparecer.
5) Cercana est‡ mi justicia, ha salido
mi salvaci—n, y mis brazos juzgar‡n a los pueblos; a m’ me esperan los de la
costa, y en mi brazo ponen su esperanza.
Es claro que esto est‡ hablando otra vez de Cristo, en profec’as. Cuando hablan de los de la costas, en
el testamento antiguo, est‡ hablando te tierras lejanas, que ni eran jud’as.
Est‡ hablando de gente muy lejos, que iban a poner su confianza en el
brazo, o sea en la fuerza del Se–or.
En fin, el cautiverio de Babilonia tenia que terminar, porque algo
maravilloso tenia que pasar en el futuro, la llegada gloriosa de Cristo Jesśs.
6) Alzad a los cielos vuestros ojos, y
mirad abajo a la tierra; porque los cielos ser‡n deshechos como humo, y la
tierra se envejecer‡ como ropa de vestir, y de la misma manera perecer‡n sus
moradores; pero mi salvaci—n ser‡ para siempre, mi justicia no perecer‡.
Aun aqu’, esto es la voz de Cristo. La salvaci—n de Cristo no va a desaparecer de este
mundo. Es mas, este mundo no es
permanente.
Y aunque parece algo muy permanente, la justicia de Cristo, en toda su
gloria es mas permanente. Y Cristo
hablaba de esto terminando el libro de Mateo.
Mateo 28:20 He
aqu’ yo estoy con vosotros todos los
d’as, hasta el fin del mundo. AmŽn.
El mundo no es permanente, pero la salvaci—n de Cristo s’ es
permanente.
Y parece como que San Pedro citaba este pasaje en una de sus cartas.
2 Pedro 3:10-12 Pero el d’a del
Se–or vendr‡ como
ladr—n en la noche; en el cual los cielos pasar‡n con grande
estruendo, y los elementos ardiendo ser‡n deshechos, y la tierra y las obras
que en ella hay ser‡n quemadas.
Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, !!c—mo no debŽis
vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresur‡ndoos
para la venida del d’a de Dios, en el cual los cielos, encendiŽndose, ser‡n
deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundir‡n!
Conocemos que este mundo no es permanente. Y esto debe de inspirar nos
a vivir en la santidad, como hombres de
hierro, aun cuando toda la cultura alrededor est‡ en nuestra contra.
7) O’dme, los que conocŽis justicia,
pueblo en cuyo coraz—n est‡ mi ley. No tem‡is afrenta de hombre, ni desmayŽis
por sus ultrajes.
Ahora estamos llegando al coraz—n del mensaje de hoy. Hermano, Dios quiere verte viviendo sin
temor del hombre, como hombre de Dios, hombre
de hierro.
Si recibes insultos, burlas por tu fe en Cristo, ni modo, porque Dios
est‡ a tu lado.
Y veremos en un momento que si tu vives en el temor del hombre, que es
un lazo, est‡s insultando a tu Dios.
8) Porque como a vestidura los comer‡
polilla, como a lana los comer‡ gusano; pero mi justicia permanecer‡
perpetuamente, y mi salvaci—n por siglos de siglos.
Hermano si tu andas en la salvaci—n de Cristo, eres invencible,
vencedor y mas que vencedor. No
puede vivir en temor de ningśn hombre.
Te lo voy a dar un ejemplo, y lo puedes aplicar a mucho.
Si tu vives en temor del presidente de este pa’s, Donald Trump, est‡s
insultando tu Dios. Si tu vives en
la Trompofobia, es pecado.
Donald Trump tiene mas de setenta a–os de edad.
Y no me malentiende, no estoy deseando nada malo a ese hombre, pero ya
ha vivido su vida. En poco tiempo
se va a pasar.
Se va a pasar de su presidencia, y se va a pasar de este mundo. Los hombres solamente est‡n aqu’ por un
momento. Pero el amor de Dios es
para siempre. As’ que tienes que vivir
sin temor. Tienes que vivir como hombre de hierro.
Bueno, ahora el profeta va a rogar a Dios, por unas obras magnificas.
9) DespiŽrtate, despiŽrtate, v’stete
de poder, oh brazo de Jehov‡; despiŽrtate como en el tiempo antiguo, en los
siglos pasados. ŔNo eres tś el que cort— a Rahab, y el que hiri— al drag—n?
Esto puede parecer como un insulto de Dios tambiŽn, porque Dios no
esta dormido. Y no es como que Dios
tiene que ir al gimnasio para desarrollar los mśsculos de su brazo.
Pero es una manera de hablar, una manera poŽtica que estaba empleada
por muchos profetas.
9) DespiŽrtate, despiŽrtate, v’stete
de poder, oh brazo de Jehov‡; despiŽrtate como en el tiempo antiguo, en los
siglos pasados. ŔNo eres tś el que cort— a Rahab, y el que hiri— al drag—n?
Rahab era el nombre de un drag—n dios de Egipto, el Nilo.
Y el profeta, para poner valor en los hombres, deseaba otra vez ver el
gran poder manifestado en contra de Egipto, en el tiempo de MoisŽs.
10) ŔNo eres tś el que sec— el mar,
las aguas del gran abismo; el que transform— en camino las profundidades del
mar para que pasaran los redimidos?
Si Dios ha salvado a su pueblo con gran poder en el pasado, Dios puede
hacer el mismo en el futuro. El
poder de Dios no ha cambiado.
Como Dios sacaba el pueblo de Egipto, pudo f‡cilmente sacar los de
Babilonia, y puede librar a nosotros de la Babilonia en que estamos viviendo,
en esta cultura. Hay que confiar
en el todopoderoso.
11) Ciertamente volver‡n los redimidos
de Jehov‡; volver‡n a Sion cantando, y gozo perpetuo habr‡ sobre sus cabezas;
tendr‡n gozo y alegr’a, y el dolor y el gemido huir‡n.
Esto es lo que debemos de experimentar en la salvaci—n de nuestro
Dios, si Dios es para nosotros, Ŕquien contra nosotros?
Y hermano, si est‡s ahora estancado en tu vida espiritual esto tambiŽn
puede aplicar a ti.
Puedes tener otra vez una vida fruct’fera en Cristo. Y si esto es tu deseo, quiero orar para
ti, cerrando el servicio. Dios
quiere verte como hombre de hierro,
fuerte en la fe, un gran ejemplo a todos.
12) Yo, yo soy vuestro consolador.
ŔQuiŽn eres tś para que tengas temor del hombre, que es mortal, y del hijo de
hombre, que es como heno?
Hermano, si tu vives en el temor del hombre, en el temor de las
circunstancias, est‡s insultando a tu Dios.
12) Yo, yo soy vuestro consolador.
ŔQuiŽn eres tś para que tengas temor del hombre, que es mortal, y del hijo de
hombre, que es como heno?
Otra vez un ejemplo. El
temor es una forma de alabanza o de adoraci—n, por esto el temor est‡ reservado
para nuestro Dios, y no lo puedes extender a ningśn hombre.
Lucas 12:5 Pero os ense–arŽ a
quiŽn debŽis temer: Temed
a aquel que despuŽs de haber quitado la vida, tiene poder de echar en
el infierno; s’, os digo, a Žste temed.
El temor del hombre es un lazo, el temor del hombre es una forma de
idolatr’a. Y el que vive en la
Trompofobia, tambiŽn est‡ viviendo en la Trompolatr’a.
13) Y ya te has olvidado de Jehov‡ tu
Hacedor, que extendi— los cielos y fund— la tierra; y todo el d’a temiste
continuamente del furor del que aflige, cuando se dispon’a para destruir. ŔPero
en d—nde est‡ el furor del que aflige?
Esa pregunta es interesante.
Los fieles, como Daniel y sus amigos estaban protegidos en
Babilonia.
Ellos no sufr’an ningśn furor del tirano, aun tirados en el fuego. As’ que podemos preguntar, Ňd—nde estaba
el furor del que aflig’a?Ó
En esto hermano, podemos ver que muchas veces vivimos en temor,
agonizando sobre cosas que jam‡s van a pasar.
Andamos adelantando, proyectando grandes cat‡strofes, atormentando a
nuestras imaginaciones sobre eventos que ni est‡n en el plan de Dios.
Y hermano, esto no es la vida, del hombre de hierro.
14) El preso agobiado ser‡ libertado
pronto; no morir‡ en la mazmorra, ni le faltar‡ su pan.
Hermano, si tu estas atrapado en algo feo, algo que te tiene casi
esclavizado, causando te temor, pausa, Cristo
puede darte la libertad de esto.
Y estaremos dispuestos de orar para ti, en esta ma–ana.
15) Porque yo Jehov‡, que agito el mar
y hago rugir sus ondas, soy tu Dios, cuyo nombre es Jehov‡ de los ejŽrcitos.
Hermano, hermano de hierro,
Dios est‡ comunicando contigo en esta ma–ana, que hay gran poder a tu
lado. Y por esto, no te toca a ti,
vivir en el temor, de nada en esta vida.
Sino que viviendo en el temor de Dios, ser‡s eternamente seguro.
16) Y en tu boca he puesto mis
palabras, y con la sombra de mi mano te cubr’, extendiendo los cielos y echando
los cimientos de la tierra, y diciendo a Sion: Pueblo m’o eres tś.
El pasaje de hoy, termina con una exhortaci—n. Una exhortaci—n que escuchamos mucho,
viviendo en este pa’s de prisa, en que todos andan muy ocupados.
Los que andan predicando, domingo, o en la reuni—n de hombres, o hasta
ense–ando a los j—venes o los ni–os tienen las palabra de Dios en sus bocas.
El hombre sin temor, va a conocer la palabra de Dios. Va a tomar el tiempo de avanzar en sus
estudios de la palabra.
Va a aprender c—mo explicar la, y como aplicar la a las decisiones de
esta vida. Porque aparte de la
palabra de Dios, solamente tenemos las opiniones de los hombres.
16) Y en tu boca he puesto mis
palabras, y con la sombra de mi mano te cubr’, extendiendo los cielos y echando
los cimientos de la tierra, y diciendo a Sion: Pueblo m’o eres tś.
Hermano, Dios est‡ levantado su reino en el mundo, Dios est‡
construyendo la JerusalŽn Espiritual en muchas partes.
G‡latas 4:26 JerusalŽn
de arriba, la cual es madre de
todos nosotros, es libre.
Dios est‡ levantando su JerusalŽn espiritual, en todos lados en que su
palabra est‡ honrada.
Y solamente los que sigan creciendo en la Santa Palabra, tendr‡n el
poder de llevar acabo esa construcci—n.
========================== Conclusi—n =====================
Hermanos j—venes padres, Dios est‡ llamando te a vivir como un hombre
de valent’a, sin temor de nada en este mundo.
Y no estoy solamente predicando a los hermanos, sino que la hermanas
tienen mucha influencia en el desarrollo de su hijos, y hasta animando a sus
esposos.
Y si esto es tu deseo, vivir como hombre
de hierro, sin temor de nada de nadie aparte de Dios, puedes pasar en unos
momentos, y oraremos para ti.
Vamos a orar!