2 de junio de 18

Pas— La Siega Termin— El Verano

Jerem’as 8:20

 

Hay muchos hombres alrededor del mundo, predicando el evangelio de Cristo Jesœs, con la esperanza de ver personas escapando del castigo de sus pecados, y tambiŽn escapando del poder del pecado en sus vidas.

 

Y hacemos esto por muchas razones.  Antes que nada es una obediencia.  Cristo mismo dijoÉ

 

Marcos 16:15-16 Id por todo el mundo y

predicad el evangelio a toda criatura.

El que creyere y fuere bautizado, ser‡ salvo; mas el que no creyere, ser‡ condenado.

 

Pero tambiŽn lo hacemos por compasi—n para los que aun est‡n atrapados en sus vicios, en su ignorancia o en su indiferencia.

 

San Pablo dijo que estaba bajo obligaci—n de predicar el evangelio de Cristo Jesœs.

 

1 Corintios 9:16     Pues si anuncio el evangelio, no tengo

por quŽ gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y !!ay de m’ si no anunciare el evangelio!

 

Y hay temporadas en que se ve muchos llegando a la fe.  En otras ocasiones podemos pasar a–os sembrando la semilla, pero solamente mas tarde, la semilla empecer‡ a brotar, y solamente con el tiempo, la cosecha vendr‡.

 

Pero en todo esto hay una tristeza tambiŽn, porque para algunos estaremos un olor de muerte triste y sin esperanza.

 

2 Corintios 2:15-16 Porque para Dios somos grato olor

de Cristo en los que se salvan, y

en los que se pierden; a Žstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquŽllos olor de vida para vida. Y para estas cosas, ÀquiŽn es suficiente?

 

 

 

El profeta Jerem’as capt— el sentimiento de estos perdidos que han recibido muchas llamadas, muchas oportunidades, pero jama hicieron caso.

 

Jerem’as 8:20  Pas— la siega, termin— el verano,

y nosotros no hemos sido salvos.

 

Cuando muchos est‡n entrando en el reino, es como una siega espiritual, una cosecha de almas.  Pero siempre hay algunos que no vienen.

 

Jerem’as 8:20  Pas— la siega, termin— el verano,

y nosotros no hemos sido salvos.

 

Y esto es verdaderamente triste.  Porque en el fondo cada persona sabe que ha pecado, que ha violado los mandamientos sagrados de Dios.

 

Algunos saben que han faltado respeto as sus padres, rompiendo el quinto mandamiento que diceÉ

 

ƒxodo 20:12    Honra a tu padre y a tu madre, para que tus

d’as se alarguen en la tierra que Jehov‡ tu Dios te da.

 

Otros saben que han sido culpables de inmoralidades o de perversiones sexuales, algunos atrapados en la pornograf’a, o hasta algo peor.  Mientras Cristo dijoÉ

 

Mateo 5:27-28  O’steis que fue dicho: No cometer‡s

adulterio.  Pero yo os digo que cualquiera

que mira a una mujer para codiciarla, ya

adulter— con ella en su coraz—n.

 

Estas son ofensas graves, para un Dios tres veces Santo, pero en la sangre de Cristo Jesœs, hay remedio, para los que finalmente respondan a la llamada, a una nueva vida.

 

Pero los que jam‡s respondan, los que siempre rechazan la gracia de Dios podr‡n cantar al fin, esa canci—n del libro de Jerem’as que diceÉ

 

Jerem’as 8:20  Pas— la siega, termin— el verano,

y nosotros no hemos sido salvos.

 

 

 

 

 

Y tienes que saber, amigo, que esto no es lo que Dios quiere para ti.  Sino que el Esp’ritu de Dios sigue clamando diciendoÉ

 

Ezequiel 33:11 Vivo yo, dice Jehov‡ el Se–or, que no quiero

la muerte del imp’o, sino que se vuelva el imp’o de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; Àpor quŽ morirŽis?

 

Dios tiene una vida mejor para ti, esto es la buena nueva del evangelio.  Pero tienes que responder, tienes que reaccionar.

 

Otros han sido culpables de violaciones del sŽptimo mandamiento que dice.

 

ƒxodo 20:13    No matar‡s.

 

Y aunque no has asesinado a alguien abiertamente, por medio de un aborto, hasta pagando por el aborto de una amante has convertido en un asesino.

 

Y no solamente esto sino dice enÉ

 

1 Juan 3:15    Todo aquel que aborrece a su hermano es

homicida; y sabŽis que ningœn homicida tiene vida eterna permanente en Žl.

 

As’ que hay mas de una manera de romper ese sŽptimo mandamiento.  Pero hay remedio en la Sangre Precioso de Cristo Jesœs.

 

Llegando a Cristo en fe, en arrepentimiento, puedes estar limpio, completamente limpio, una vez bajando tus armas de rebeli—n.

 

Isa’as 1:18    Venid luego, dice Jehov‡, y estemos a

cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve ser‡n emblanquecidos; si fueren rojos como el carmes’, vendr‡n a ser como blanca lana.

 

Esto es algo gloriosamente gozoso, pero si solamente sigues en tus rechazos, en tu indiferencia constante, solamente tendr‡s un refr‡n.

 

Jerem’as 8:20  Pas— la siega, termin— el verano,

y nosotros no hemos sido salvos.

Cristo mismo daba muchos ejemplos de personas que llegaron tardes a la puerta.  Unos llamaban gritando Se–or, Se–or ‡brenos.

 

Como las v’rgenes insensatas que no trajeron aceite en sus l‡mparas, eran entra las excluidas.

 

Y Cristo hablaba de otros que escucharon algo de las ense–anzas del Se–or pero solamente hicieron caso cuando era muy tarde.

 

Lucas 13:24-25 Esforzaos a entrar por la puerta angosta;

porque os digo que muchos procurar‡n entrar, y no podr‡n.

 

DespuŽs que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecŽis a llamar a la puerta, diciendo: Se–or, Se–or, ‡brenos, Žl respondiendo os dir‡: No sŽ de d—nde sois.

 

Estos, como muchos, como algunos tal vez escuchando mi voz en este momento van a cantarÉ

 

Jerem’as 8:20  Pas— la siega, termin— el verano,

y nosotros no hemos sido salvos.

 

Y mi amigo querido, no te va a servir nada, intentando echar la culpa a Dios.  Porque Dios ha sido llamando te uno y otra vez por medio de sus siervos, que dicenÉ

 

Isa’as 55:6-7  Buscad a Jehov‡ mientras puede ser hallado,

llamadle en tanto que est‡ cercano.

 

Deje el imp’o su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuŽlvase a Jehov‡, el cual tendr‡ de Žl misericordia, y al Dios nuestro, el cual ser‡ amplio en perdonar.

 

Los que van al infierno para sufrir eternamente las consecuencias de sus pecados, solamente pueden culpar a ellos mismos. 

 

Nadie pudiera jam‡s decir, Òpero no sab’amosÓ.

 

Hasta los cielos proclamen la gloria de Dios, tu puedes ver bastante de su realidad hasta en la naturaleza.

 

 

Romanos 1:20   Porque las cosas invisibles de Žl, su eterno

poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creaci—n del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.

 

Hasta las pobres hormigas te est‡n predicando con su actividad constante.

 

Proverbios 6:6-8     Ve a la hormiga, oh perezoso,

Mira sus caminos, y sŽ sabio;

 

La cual no teniendo capit‡n,

Ni gobernador, ni se–or,

 

Prepara en el verano su comida,

Y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento.

 

Hasta la hormiga, con su cerebro peque–ito sabe c—mo aprovechar de la siega, del verano, y tu mi amigo indiferente, Àvas a ignorar todas tus oportunidades, para cantar mas tarde con los del libro de Jerem’as?

 

Jerem’as 8:20  Pas— la siega, termin— el verano,

y nosotros no hemos sido salvos.

 

Amigo tu sabes en el fondo de tu coraz—n que esta vida no es todo, sino que algœn d’a estar‡s delante de un Dios tres veces santo, y Àvas a llegar te cada d’a mas cerca a este gran momento sin preparaci—n alguna?

 

Si quieres despertar te por unos momentos de tu estupor espiritual, para hablar con unos hermanos de la fe sobre esto, hay personas aqu’ para ayudar te a ver la realidad de todo esto.

 

Pero ahora es el momento de atender a este asunto grave, porque una vez llegando a tu tumba, no habr‡ otra oportunidad.

 

Hebreos 9:27   Est‡ establecido para los hombres

que mueran una sola vez, y despuŽs de esto el juicio.

 

Ven a Cristo ya, para la redenci—n de tu alma, y despuŽs vivir‡s en la confianza de un futuro seguro.

 

Amen