19 de mayo de 18
Los Hechizos
Condenados
Malaqu’as 3:5
Con las Santas Escrituras, con la Biblia del nuevo y del antiguo
testamento, uno puede entender algo con certeza sobre el mundo espiritual.
La Biblia nos instruye sobre Cristo Jesœs, quien vino a este mundo,
muriendo para el rescate de muchos, levantados de un mundo corrompido, y
limpiando nos de la suciedad del esp’ritu que est‡ en todos lados, alrededor de
nosotros.
Y hay hombres, mujeres, j—venes cada d’a, saliendo de la suciedad del
pecado, para venir a la luz, de la fe en Cristo Jesœs.
Pero los que resistan el mensaje de la verdad, el mensaje del Rey de
los reyes y Se–or de los Se–ores, andan en gran peligro.
Malaqu’as 3:5 Y vendrŽ a
vosotros para juicio; y serŽ
pronto testigo contra los hechiceros
y adœlteros, contra los que juran mentira, y los que defraudan en su salario al
jornalero, a la viuda y al huŽrfano, y los que hacen injusticia al extranjero,
no teniendo temor de m’, dice Jehov‡ de los ejŽrcitos.
Sin la redenci—n espiritual, por la Sangre de Cristo Jesœs, uno sigue
en gran peligro. Y entre las
ofensas mas provocantes de nuestros tiempos son los hechizos, en que uno desea controlar a otros por medio de la magia
negra o blanca, que realmente son equivalentes.
El diablo es el gran enga–ador, y si no puede impresionar te con sus
intimidaciones, se tratar‡ de enga–ar te con sus mentiras, especialmente por
medio de los hechiceros.
La verdad es que toda forma de hechicer’a, cartas de tarot, tabla de ouija,
brujeria y necromancia est‡ firmemente condenado en la palabra de Dios, porque
son las medidas que el diablo est‡ empleando para enga–ar y para destruir.
Lev’tico 19:31 No os volv‡is a
los encantadores ni a los
adivinos; no los consultŽis, contamin‡ndoos con ellos. Yo Jehov‡
vuestro Dios.
En la palabra de Dios, todas las formas de hechicer’a eran no
solamente condenadas como pecados, sino que estaban castigados como cr’menes.
Lev’tico 20:6 Y la persona
que atendiere a encantadores o
adivinos, para prostituirse tras de ellos, yo pondrŽ mi rostro contra
la tal persona, y la cortarŽ de entre su pueblo.
Dios puso todo esto en su ley, porque Dios desea proteger a su pueblo
de lo que es espiritualmente sucio, y peligroso en el extremo.
Los que rechazan las amonestaciones, pensando que la brujeria, la
astrolog’a, la comunicaci—n con los muertos es algo divertido, pueden caer bajo
grandes condenaciones.
Malaqu’as 3:5 Y vendrŽ a
vosotros para juicio; y serŽ
pronto testigo contra los hechiceros
y adœlteros, contra los que juran mentira, y los que defraudan en su salario al
jornalero, a la viuda y al huŽrfano, y los que hacen injusticia al extranjero,
no teniendo temor de m’, dice Jehov‡ de los ejŽrcitos.
El hombre siempre est‡ buscando maneras de controlar, de manipular, de
proteger a si mismo o de tomar venganzas personales, y a veces se atreve a
emplear a los brujos y los hechiceros para esto.
Pero es mas seguro, mas eficaz buscar tu protecci—n en Dios, por medio
de Cristo.
Es mas eficaz dejar las venganzas en las manos de Dios, que realmente
es el due–o de todo esto.
Romanos 12:19 No os
venguŽis vosotros mismos, amados m’os,
sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito est‡: M’a es la
venganza, yo pagarŽ, dice el Se–or.
Los que juegan son los hechizos
y las obras negras, andan jugando con fuego, y normal mente terminan quemados,
y esto por mucho tiempo, como tambiŽn dice en el nuevo testamento.
Apocalipsis 21:8 Pero
los cobardes e incrŽdulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los id—latras y todos los
mentirosos tendr‡n su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la
muerte segunda.
Y no son solamente los hechiceros mismos que ser‡n condenados sino los
que van a ellos, contaminando se.
Lev’tico 19:31 No os volv‡is a
los encantadores ni a los
adivinos; no los consultŽis, contamin‡ndoos con ellos. Yo Jehov‡
vuestro Dios.
Y no te enga–es amigo, el simple hecho de que todo esto fue practicado
entre la gente ind’gena, antes de la llegada de los Europeos, no es ninguna
excusa.
El hecho de que estos hechizos
eran comunes entre la gente ind’gena no quiere decir que eran practicas
inocentes, sino que esto siempre ha sido algo fuertemente condenado por Dios.
Malaqu’as 3:5 Y vendrŽ a
vosotros para juicio; y serŽ
pronto testigo contra los hechiceros
y adœlteros, contra los que juran mentira, y los que defraudan en su salario al
jornalero, a la viuda y al huŽrfano, y los que hacen injusticia al extranjero,
no teniendo temor de m’, dice Jehov‡ de los ejŽrcitos.
Es que jugando con los hechizos
de los brujos, la tabla de ouija, y la comunicaci—n con los muertos, uno puede
abrirse al control de los demonios.
Cuando la gente buscan a un exorcismo con un pastor o con un sacerdote
cat—lico, es normalmente porque con sus hechizos,
sus hechizos condenadnos, han dado
control de sus vidas a los esp’ritus malignos.
Y por esto los demonios, el diablo mismo dice que tiene derechos sobre
la persona, porque tales personas han buscado esa forma de suciedad extrema.
Y mi amigo querido, no te enga–es pensando que no hay poder en esto,
hasta MoisŽs vio el poder de los hechiceros en Egipto.
ƒxodo 7:11-12 Entonces
llam— tambiŽn Fara—n sabios y
hechiceros, e hicieron tambiŽn lo mismo los hechiceros de Egipto con
sus encantamientos; pues ech— cada
uno su vara, las cuales se volvieron culebras; mas la vara de Aar—n devor— las
varas de ellos.
Los hechiceros de fara—n, ten’an poder actual, que recibieron del
diablo, su amo.
Pero el poder del pueblo de Dios siempre era superior.
Por esto es urgente, amigo, se–ora, es urgente que decides a unirte al
equipo ganador, con los seguidores verdaderos de Cristo Jesœs, arrepentido de
cualquier practica, entre los hechizos
condenados.
Isa’as 8:19 Y
si os dijeren: Preguntad a los
encantadores y a los adivinos, que susurran hablando, responded: ÀNo
consultar‡ el pueblo a su Dios? ÀConsultar‡ a los muertos por los vivos?
Jugar con la brujer’a es jugar con la muerte, y no hay nada Santo en
la muerte. En la santa palabra de
Dios, la muerte siempre es tu enemigo, algo sucio.
Pero Cristo Jesœs nos ha conseguido la victoria sobre la muerte con su
resurrecci—n gloriosa.
1 Corintios 15:55-57 ÀD—nde est‡,
oh muerte, tu
aguij—n? ÀD—nde, oh sepulcro, tu victoria?
ya que el aguij—n de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la
ley.
Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de
nuestro Se–or Jesucristo.
Oh mi amigo querido, no seas ingenuo jugando con estas cosas, esto has
sido un enga–o peligroso desde el principio.
2 Corintios 11:3 Pero
temo que como la serpiente con su
astucia enga–— a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera
extraviados de la sincera fidelidad a Cristo.
Los hechizos condenados, no van a dar te
control sobre los problemas de tu vida, sino que van a dar control al diablo,
sobre ti.
Y si tu te has metido en esto, en tu pasado, y el maligno aun tiene
sus anzuelos en tu esp’ritu, queremos orar para ti, en esta tarde.
Y si aun no est‡ convencido, no crees que las fuertes prohibiciones
con contra de los hechiceros eran solamente en el testamento antiguo en la
Biblia.
El mismo problema esta presente en las iglesia primitivas.
Hechos 19:19-20 Asimismo muchos
de los que hab’an
practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de
todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de
plata.
As’ crec’a y prevalec’a poderosamente la palabra del Se–or.
No te enga–es amigo, no te puedes servir al maligno, y a Dios al mismo
tiempo. Esto es un enga–o. Cristo mismo dijoÉ
Mateo 12:30 El
que no es conmigo, contra m’ es;
y el que conmigo no recoge,
desparrama.
Amigo, el pecado de jugar con los hechizos
es grave. Pero Cristo tiene el
poder de rescatar aun los peores de los pecadores. Pero tienes que venir, pidiendo, pidiendo perd—n, confesando
tus errores y cancelando el poder que has dado al enemigo sobre tu vida.
En Cristo Jesœs, te puedes encontrar la libertad de toda esa suciedad,
y un cancelaci—n de los derechos que has dado al maligno.
Juan 8:34-36 De
cierto, de cierto os
digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.
Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo s’ queda para
siempre.
As’ que, si el Hijo os libertare, serŽis verdaderamente libres.
Amigo, ven ahora a Cristo, para empezar una vida nueva, una vida que
vale la pena, una vida con el equipo ganador.
Amen