21 de abril de 18

Ningœn Otro Nombre

Hechos 4:12

 

Cuando Cristo Jesœs hab’a resucitado de los muertos, vino a sus disc’pulos, hablando con gran autoridad.  De hecho se hablaba con toda autoridad.

 

Mateo 28:18-19 Y Jesœs se acerc— y les habl— diciendo: Toda

potestad me es dada en el cielo y en la tierra.

 

Por tanto, id, y haced disc’pulos a todas las naciones, bautiz‡ndolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Esp’ritu Santo;

 

Los hermanos, los ministros no tienen poder en ellos mismos, sino que su poder est‡ delegado, del que tiene toda potestad.

 

Por esto se hacen casi todo en el nombre poderoso de Cristo Jesœs, hasta oramos en su santo nombre.

 

Hechos 4:12    Y en ningœn otro hay salvaci—n; porque no

hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

 

Existan muchas religiones en el mundo, con sus muchas denominaciones y divisiones, pero Dios solamente nos ha dado un nombre, en que podemos confiar.

 

Hechos 4:12    Y en ningœn otro hay salvaci—n; porque no

hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

 

Cristo es el œnico con esa autoridad ilimitada, porque Cristo es el que viv’a una vida perfecta, y despuŽs se derramaba su sangre por muchos. 

 

Y si lo puedes creer amigo, se–ora, Cristo derram— su sangre precioso para ti, para rescatar te de la culpabilidad del pecado y tambiŽn del poder del pecado en tu vida.

 

No hay nadie mas en toda la historia del mundo que pudo hacer algo semejante, que al mismo tiempo cumpli— profec’as de todas partes de la Biblia.

 

Hechos 4:12    Y en ningœn otro hay salvaci—n; porque no

hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

 

Hoy en d’a hay muchos que dicen que son ateos, y vivan como ateos, pero en el fondo de sus corazones, saben que algœn d’a van a enfrentar el tres veces santo, y van a dar cuenta por todo lo que han hecho en su contra.

 

En el fondo saben la verdad, pero tratan de suprimir, esa verdad, y mantener la abajo.

 

Romanos 1:18-20 Porque la ira de Dios se revela desde

el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifest—.

 

Porque las cosas invisibles de Žl, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creaci—n del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.

 

La verdad es clara, aun para los que vivan tratando de negar la.  Y un d’a, todos estos van a enfrentar el juicio, si no respondan en tiempo al mensaje de Cristo Jesœs.

 

Hechos 17:30-31 Pero Dios, habiendo pasado por alto los

tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan;

 

por cuanto ha establecido un d’a en el cual juzgar‡ al mundo con justicia, por aquel var—n a quien design—, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos.

 

El nombre de Cristo Jesœs est‡ sobre todo nombre.

 

Filipenses 2:9-11    Por lo cual Dios tambiŽn le exalt—

hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,

para que en el nombre de Jesœs se doble toda rodilla de los que est‡n en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Se–or, para gloria de Dios Padre.

Para algunos la fe Cristina parece un poco exclusiva.  Cristo mismo dijoÉ

 

Juan 14:6 Yo soy el camino, y la verdad, y la vida;

nadie viene al Padre, sino por m’.

 

Parece exclusiva, porque en realidad es muy exclusiva.  Es que solamente Cristo muri— para pagar por los pecados del mundo.

 

Hechos 4:12    Y en ningœn otro hay salvaci—n; porque no

hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

 

Dios en realidad no estaba bajo obligaci—n de salvar a nadie.  Hubiera sido perfectamente justo para Dios, dejar el hombre en su miseria, y echar todos los perdidos en el infierno por nuestra gran rebeli—n.  Pero Dios no es solamente justo, tambiŽn nuestro Dios es misericordioso, y lleno de amor.

 

Juan 3:16-18   Porque de tal manera am— Dios al mundo, que

ha dado a su Hijo unigŽnito, para que todo aquel que en Žl cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

 

Porque no envi— Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Žl.

 

El que en Žl cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha cre’do en el nombre del unigŽnito Hijo de Dios.

 

Oh amigo querido, si Dios te est‡ llamando en esta tarde, no siegues en tus pecados, responde a su llamada amorosa.

 

Si uno quiere vivir libre del pecado y de sus consecuencias, en necesario venir a Dios, conforme a lo que Dios ha establecido en su palabra.  PorqueÉ

 

Hechos 4:12    En ningœn otro hay salvaci—n; porque no

hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

 

Inventar otros remedios, o seguir al hombre en vez de Dios es simplemente otra forma de idolatr’a.

 

1 Timoteo 2:5  Porque hay un solo Dios,

y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.

 

Ha salido œltimamente en la noticias una realidad alarmante.  Hoy en d’a hay mas y mas demanda para los exorcismos.  Muchos han jugado con las cartas tarot, con las hierbas de la brujer’a, con la tabla de ouija, y con la Santer’a.

 

Y haciendo esto se abran sus almas al poder de los demonios, d‡ndoles el derecho de tomar control de sus vidas, ignorando la Santa Ley de Dios.

 

Lev’tico 19:31 No os volv‡is a los encantadores ni a los

adivinos; no los consultŽis, contamin‡ndoos con ellos. Yo Jehov‡ vuestro Dios.

 

Lev’tico 20:6  Y la persona que atendiere a encantadores o

adivinos, para prostituirse tras de ellos, yo pondrŽ mi rostro contra la tal persona, y la cortarŽ de entre su pueblo.

 

Y en estas ultimas semanas, hasta la iglesita cat—lica en Roma ha anunciado que tienen que entrenar mas sacerdotes, en los ritos del exorcismo, porque hay cada vez mas demanda.

 

Y amigo, si tu tienes que ir a un sacerdote, o a un pastor evangŽlico, para echar un demonio de tu vida, o de la vida de tu hijo o de tu hija, garantizado, el hombre no har‡ esto en su propio nombre, sino que para echar el demonio, se va a emplear el nombre sobre todo nombre, es Santo Nombre de Cristo Jesœs. PorqueÉ

 

Hechos 4:12    En ningœn otro hay salvaci—n; porque no

hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

 

Aun en el nuevo testamento, los ap—stoles vinieron sorprendidos del poder del nombre de Cristo sobre los demonios.

 

Lucas 10:17    Volvieron los setenta con gozo, diciendo:

Se–or, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre.

 

Oh mi amigo, hay poder en el nombre de Cristo, poder suficiente para rescatar te de una vida fracasada.

En la sangre de Cristo hay remedio para los peores de pecadores.

 

Romanos 5:6-8  Porque Cristo, cuando aœn Žramos dŽbiles,

a su tiempo muri— por los imp’os.

 

Ciertamente, apenas morir‡ alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno.

 

Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aœn pecadores, Cristo muri— por nosotros.

 

Ahora es el momento de escapar para siempre del pecado, del castigo del pecado, y tambiŽn del poder del pecado sobre tu vida.

 

Cristo en este momento est‡ llamando a pecadores, a abandonar sus vicios, su inmoralidad, sus robos y sus idolatr’as, llamando les a una vida mejor, una vida superior.

 

Mateo 11:28-30 Venid a m’ todos los que est‡is trabajados y

cargados, y yo os harŽ descansar.

 

Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de m’, que soy manso y humilde de coraz—n; y hallarŽis descanso para vuestras almas;  porque mi yugo es f‡cil, y ligera mi carga.

 

Cristo ya ha pagado el precio, y ahora tu puedes recibir el beneficio, confiando en el nombre que est‡ sobre todo nombre.

 

Apocalipsis 22:17    Y el Esp’ritu y la Esposa dicen: Ven. Y

el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.

 

Isa’as 55:1    A todos los sedientos: Venid a las aguas; y

los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.

 

Amigo, Dios est‡ extendiendo su gracia a ti en esta tarde, y si tu quieres recibir la, hay hermanos aqu’, dispuestos a orar contigo, y orientar te en una relaci—n verdadera con Cristo Jesœs.                    Amen