20 de abril de 18

Una Vida Mas C—moda

Proverbios 28:1-13

 

Pasando por los Salmos, una cosa que era muy evidente, era la manera en que David estaba bastante incomodo mientras se guardaba en secreto lo que hizo con el esposo de BetsabŽ.

 

Si recuerdas como fue, cuando David tuvo relaciones con la mujer de otro, uno de sus soldados fieles.  Y despuŽs David trat— de esconder la realidad, dando la impresi—n de Urias era el padre, pero sus manipulaciones no funcionaban, y David, finalmente mat— a ese hombre fiel y honorable.

 

Pero David entonces andaba bien incomodo, porque por ese secreto, era, de repente, muy lejos de su Dios, y viv’a una vida de gran pavor.

 

Mas tarde se pudiera escribir sobre sus sentimientos en los Salmos.

 

Salmos 32:3-4  Mientras callŽ, se envejecieron mis huesos

En mi gemir todo el d’a.

 

Porque de d’a y de noche se agrav— sobre m’ tu mano; Se volvi— mi verdor en sequedades de verano. Selah

 

Para uno que ha conocido la presencia, la uni—n con el Se–or, es bastante incomodo estar, de repente, lejos de Žl.

 

Salmos 38:2    Porque tus saetas cayeron sobre m’,

Y sobre m’ ha descendido tu mano.

 

Bueno, con esa breve introducci—n, podemos empezar el capitulo de hoy.

 

1) Huye el imp’o sin que nadie lo persiga;

   Mas el justo est‡ confiado como un le—n.

 

Antes que nada aqu’, podemos ver que hay personas justas en el mundo.  No hay hombre perfecto, claro, pero s’ hay hombres y mujeres que est‡n justos en los ojos de Dios.

 

Son personas que teman a Dios y tratan de evitar toda forma de pecado. 

Si caigan en el pecado, es algo que se reconocen bien r‡pido, diciendo que Dios tiene raz—n en las declaraciones de su ley, pidiendo el perd—n y la fuerza de no caer otra vez.

 

As’ habla la palabra sobre los padres de Juan Bautista.

 

Lucas 1:5-6    Hubo en los d’as de Herodes, rey de Judea, un

sacerdote llamado Zacar’as, de la clase de Ab’as; su mujer era de las hijas de Aar—n, y se llamaba Elisabet.

 

Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Se–or.

 

Dios declar— claramente que Job era un hombre justo, aun llegando al fin del libro Job mismo se arrepent’a.

 

Job 1:8 Y Jehov‡ dijo a Satan‡s: ŔNo has considerado a mi

siervo Job, que no hay otro como Žl en la tierra, var—n perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?

 

Dice aqu’ que Job era perfecto y recto.  Pero usando la palabra perfecto as’, no quiere decir que Job jam‡s pec—, sino que si tuviera pecado, ya estaba bien perdonado.

 

Y ese punto es bien importante, porque a veces el diablo desea que se creen que todos los hombres est‡n vil y corrompidos, que es la verdad, pero solamente hablando de los que no conocen a Dios.

 

Hasta el sobrino de Abraham, Lot, fue llamado justo, aunque se escogi— mal su lugar de vivir.

 

2 Pedro 2:5-7  Y si no perdon— al mundo antiguo, sino que

guard— a NoŽ, pregonero de justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre el mundo de los imp’os;  y si conden— por destrucci—n a las ciudades de Sodoma y de Gomorra, reduciŽndolas a ceniza y poniŽndolas de ejemplo a los que hab’an de vivir imp’amente,  libr— al justo Lot, abrumado por la nefanda conducta de los malvados

 

Lot tenia sus defectos, pero en el momento preciso, se resist’a la maldad de los sodomitas, cosa que pocos hermanos est‡n dispuestos a hacer en nuestros tiempos.

El punto es que s’ existan hermanos, hermanas y j—venes que est‡n justos.  Ahora otra vez el vers’culo 1.

 

1) Huye el imp’o sin que nadie lo persiga;

   Mas el justo est‡ confiado como un le—n.

 

El imp’o va a huir, porque se siente incomodo, espantado, porque tiene mucho que esconder.

 

Hay un dicho entre nosotros que diceÉ

 

ŇEl que nada debe nada temeÓ, y francamente es B’blico.

 

El hermano que no tiene pecados escondidos, no tiene deudas con Dios porque sabe que sus pecados han sido lavados por la sangre de Cristo.

 

Pero el imp’o que anda escondiendo mucho, o hasta un hermano como David cuando se andaba con secretos profundos, tiene grandes deudas con Dios, y sabe que Dios puede pedir cuentas en cualquier momento.  Como Dios ha prometidoÉ

 

Lev’tico 26:36 Y a los que queden de vosotros infundirŽ en

sus corazones tal cobard’a, en la tierra de sus enemigos, que el sonido de una hoja que se mueva los perseguir‡, y huir‡n como ante la espada, y caer‡n sin que nadie los persiga.

 

Entendiendo esto, los hermanos maduros siempre han tratado de evitar toda forma de pecado, y mas que todo, los pecados secretos.

 

Porque dice en otro lugar para los que andan rompiendo pacto con el Se–orÉ

 

Deuteronomio 28:25   Jehov‡ te entregar‡ derrotado delante de

tus enemigos; por un camino saldr‡s contra ellos, y por siete caminos huir‡s delante de ellos; y ser‡s vejado por todos los reinos de la tierra.

 

Y uno ni sabe cuado todo esto va a pasar.  Y si has dado un lugar, un derecho al enemigo de tomar residencia en tu vida por la pornograf’a u otro vicio, es el mismo.  Uno no sabe cuando todo el mundo va a descubrir la verdad.

 

1) Huye el imp’o sin que nadie lo persiga;

   Mas el justo est‡ confiado como un le—n.

Pero el justo, que anda limpio con el Se–or no va a tener miedo de nada.

 

ŇEl que nada debe nada temeÓ, y esto no quiere decir que es perfecto, que jam‡s caiga en el pecado, sino que cuando se caiga en algo, se va al Se–or con toda prisa para mostrar su arrepentimiento, y su odio intenso por el pecado.

 

2) Por la rebeli—n de la tierra sus pr’ncipes son muchos;

Mas por el hombre entendido y sabio permanece estable.

 

En el libro de 1 Samuel, en el principio no hab’a mucho gobierno, con Dios, y con unos jueces, era suficiente.

 

Pero cuando todos clamaban por un rey, el costo del estado iba a estar enorme.  En una porci—n dice como advertenciaÉ

 

1 Samuel 8:15-19     Diezmar‡ vuestro grano y vuestras vi–as,

para dar a sus oficiales y a sus siervos.

 

Tomar‡ vuestros siervos y vuestras siervas, vuestros mejores j—venes, y vuestros asnos, y con ellos har‡ sus obras.

 

Diezmar‡ tambiŽn vuestros reba–os, y serŽis sus siervos.

 

Y clamarŽis aquel d’a a causa de vuestro rey que os habrŽis elegido, mas Jehov‡ no os responder‡ en aquel d’a.

 

Pero el pueblo no quiso o’r la voz de Samuel, y dijo: No, sino que habr‡ rey sobre nosotros.

 

En muchos pa’ses ahora, por la gran maldad, los pr’ncipes est‡n multiplicados, y sus gastos est‡n casi insoportables, y siempre subiendo.

 

Aqu’ se pude leer los documentos de los fundadores Cristianos de este pa’s, y como deseaban un pa’s libre, un pa’s prospero y con un gobierno limitado.

 

Pero nos dieron tambiŽn una advertencia de que su dise–o solamente iba a funcionar con un pueblo moral, B’blicamente hablando.

 

3) El hombre pobre y robador de los pobres

Es como lluvia torrencial que deja sin pan.

 

En muchos casos los pobres se ayudan el uno al otro, especialmente si est‡n viviendo en las calles.

 

Pero a veces hay ciertos terribles que han salido de la c‡rcel por ejemplo, que tratan de aprovechar se de otros pobres, robando les o tratando de forzar les a vender drogas.

 

Y por supuesto, estos delincuentes jam‡s van a vivir c—modos, porque sus conciencias estar‡n proclamando su tormento, como agentes fieles de Dios..

 

4) Los que dejan la ley alaban a los imp’os;

Mas los que la guardan contender‡n con ellos.

 

Ya mencionŽ la manera en que el justo Lot resist’a a los sodomitas.  Pero hoy en d’a, la sociedad, y a veces hasta las iglesia hablan bien de los homosexuales.

 

Es que han dejado la ley de Dios a un lado, para implementar mas bien una nueva ley de los hombres.

 

4) Los que dejan la ley alaban a los imp’os;

Mas los que la guardan contender‡n con ellos.

 

Y hermano, si tu est‡s viviendo en cualquier forma de pecado grosero, estas haciendo el mismo, justificando y alabando a los imp’os con tu ejemplo.

 

5) Los hombres malos no entienden el juicio;

Mas los que buscan a Jehov‡ entienden todas las cosas.

 

Muchos dicen que su deseo es la justicia, lo que es correcto.  Pero si han abandonado la Santa Ley de Dios, ni entiendan lo que es la justicia.

 

El creador, como el due–o de todo esto tiene todo el derecho del mundo de informar nos, quŽ es, en su opini—n divina, quŽ es justo o injusto.

 

5) Los hombres malos no entienden el juicio;

Mas los que buscan a Jehov‡ entienden todas las cosas.

 

Los que realmente andan estudiando las escrituras, la historia de la iglesia, y c—mo aplicar los preceptos divinos, con diligencia, van a tener un gran entendimiento de todo.

6) Mejor es el pobre que camina en su integridad,

Que el de perversos caminos y rico.

 

Otros creen que para vivir c—modo es necesario vivir como rico.  Pero esto es simplemente una mentira.

 

Si uno tiene que sacrificar su integridad par vivir como rico es mejor vivir como un pobre, con la conciencia tranquila.

 

7) El que guarda la ley es hijo prudente;

Mas el que es compa–ero de glotones avergźenza a su padre.

 

Como compa–ero de glotones, uno va a aprender c—mo dar rienda suelta a los deseos de la carne.  Por esto los glotones est‡n mencionados aqu’.

 

ŔY su uno ha vivido como glot—n por a–os, se va a sentir c—modo en su vida?  Muy dudable.

 

Proverbios 23:20-21 No estŽs con los bebedores de vino,

Ni con los comedores de carne;

Porque el bebedor y el comil—n empobrecer‡n, Y el sue–o har‡ vestir vestidos rotos.

 

Tal vez en su juventud uno puede beber mucho, y comer como glot—n, pero pasando los a–os, se va a perder su fuerza.

 

Y aun viviendo as’ en su juventud, ser‡ una vergźenza a sus padres, dando la impresi—n a todos que ellos no sab’an nada de c—mo levantar buenos hijos.

 

8) El que aumenta sus riquezas con usura y crecido interŽs,

Para aquel que se compadece de los pobres las aumenta.

 

Muchos saben que tenemos una hermanita muy querida, que aun est‡ viviendo en lo que se llama Teen Challange.

 

Teen Challange, es un centro de rehabilitaci—n Cristiana, en que no se cobran nada para vivir con ellos, por un a–o.

 

ŔPero c—mo es posible que hay j—venes viviendo c—modamente por tanto tiempo, y no se cobran nada?

 

La respuesta viene de este vers’culo.

 

8) El que aumenta sus riquezas con usura y crecido interŽs,

Para aquel que se compadece de los pobres las aumenta.

Si te visitas a la cuidad de Riverside, puedes ver que Teen Challange no solamente est‡ capaz de sobrevivir, sino que son due–os de un gran palacio que es famoso en Riverside, y que vale muchos millones de dolores.

 

Y no es su śnico gran tesoro de buenas ra’ces.

 

ŔPero como es posible? Estos Cristianos son pobres y han dedicado sus vidas al rescate de j—venes que tienen problemas con drogas.  ŔC—mo es posible que tienen tanta propiedad c—moda?

 

Aqu’ est‡ la respuesta.

 

8) El que aumenta sus riquezas con usura y crecido interŽs,

Para aquel que se compadece de los pobres las aumenta.

 

No solamente sus estudiantes son milagros, sino que la econom’a de Teen Challange es un milagro de Cristo.

 

Es que por la providencia de Dios, grandes cantidades de dinero y de bienes ra’ces, han sido trasferido de un grupo a otro.

 

Y esto no es nada dif’cil para Dios.

 

9) El que aparta su o’do para no o’r la ley,

Su oraci—n tambiŽn es abominable.

 

Esto es otro punto importante para los Cristianos modernos de este pa’s.  Muchos creen que toda forma de oraci—n es aceptable, aun si viene de personas que no tienen la menor interŽs en la Santa Ley de Dios.

 

Hemos visto esto ya refutado en el principio de Isa’as.

 

Isa’as 1:15    Cuando extend‡is vuestras manos, yo esconderŽ

de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquŽis la oraci—n, yo no oirŽ; llenas est‡n de sangre vuestras manos.

 

Dios ni tiene que prestar atenci—n a las oraciones de los que desprecian su ley.  Y era peor en el principio de este libro de Proverbios.

 

Proverbios 1:24-28   Por cuanto llamŽ, y no quisisteis o’r,

Extend’ mi mano, y no hubo quien atendiese,

 

Sino que desechasteis todo consejo m’o

Y mi reprensi—n no quisisteis,

 

TambiŽn yo me reirŽ en vuestra calamidad, Y me burlarŽ cuando os viniere lo que temŽis;

 

Cuando viniere como una destrucci—n lo que temŽis, Y vuestra calamidad llegare como un torbellino; Cuando sobre vosotros viniere tribulaci—n y angustia.

 

Entonces me llamar‡n, y no responderŽ;

Me buscar‡n de ma–ana, y no me hallar‡n.

 

Por esto, y por nuestro deseo de vivir c—modo en nuestra relaci—n con nuestro Padre Celestial, tratamos de estudiar la Palabra con diligencia, aun cuando es mucho trabajo.  Y vale la pena, ŔAmen?

 

10) El que hace errar a los rectos por el mal camino,

El caer‡ en su misma fosa; Mas los perfectos heredar‡n el bien.

 

Hay muchos malvados que creen que es su deporte, su reto, tratar de ayudar a los j—venes Cristianos caer en el pecado, o a las muchachas a caer en la impureza, pero Cristo tiene un gran promesa para ellos.

 

Marcos 9:42    Cualquiera que haga tropezar a uno de estos

peque–itos que creen en m’, mejor le fuera si se le atase una piedra de molino al cuello, y se le arrojase en el mar.

 

11) El hombre rico es sabio en su propia opini—n;

Mas el pobre entendido lo escudri–a.

 

Una vez mas, no todos los ricos son sabios.  Hay muchos ricos que son malvados.  Tal vez son astutos en sus delincuencias, pero Dios asegurar‡ que no se terminan, viviendo en la comodidad.

 

Y hay pobres que son muy sabios, pero de veras, y se pueden exponer la necedad de ciertos ricos.

 

12) Cuando los justos se alegran, grande es la gloria;

Mas cuando se levantan los imp’os, tienen que esconderse los hombres.

Como Cristianos debemos de luchar para avanzar el reino de Dios en el mundo, por el poder del Esp’ritu Santo.

 

Porque si los malvados se agarran mas y mas domino, por nuestra negligencia, la sociedad en general, se convertir‡ en una pesadilla.  Una pesadilla insoportable.

 

Y creo que tenemos hermanos viviendo en Centro America, que saben algo de esto.

 

13) El que encubre sus pecados no prosperar‡;

Mas el que los confiesa y se aparta alcanzar‡ misericordia.

 

Bueno, vamos a terminar con ese verso esta noche, pero se pudiera predicar un mensaje entero sobre este verso, o mas bien una seria de predicaciones.

 

13) El que encubre sus pecados no prosperar‡;

Mas el que los confiesa y se aparta alcanzar‡ misericordia.

 

Ya hemos visto c—mo David estaba muy incomodo con su pecado secreto, pero una vez deseando arrepentir se, todo cambiaba.

 

Salmos 32:5    Mi pecado te declarŽ, y no encubr’ mi

iniquidad. Dije: ConfesarŽ mis transgresiones a Jehov‡; Y tś perdonaste la maldad de mi pecado. Selah

 

Cuando el hijo prodigo regres—, arrepentido, estaba bien recibido.  Aunque sus pecados de antes eran graves.

 

Y tenemos una promesa gloriosa en la primera carta de San Juan.

 

1 Juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, Žl es fiel y

justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

 

Dios te ama hermana, y Dios quiere ver te viviendo una vida c—moda.  Y por esto, nos ha dado estos medios de reconciliaci—n, y tambiŽn la santa cena, que viene pronto.

 

Pero este proverbio es bien importante, porque dice claramente que no es suficiente decir Ňlo siento mi diositoÓ.

 

No, es necesario romper con la rebeli—n, como evidencia de tu sinceridad.

 

13) El que encubre sus pecados no prosperar‡;

Mas el que los confiesa y se aparta alcanzar‡ misericordia.

 

ŇY se apartaÓ hay que romper de una vez con el pecado secreto, si aun est‡s atrapado en Žl.  Si era algo del pasado, esto es una cosa.

 

Pero si este pecado secreto, querido aun es parte de tu vida, tienes que empezar a odiar lo, aun si tienes que buscar ayuda, sacando lo de tu vida.

 

13) El que encubre sus pecados no prosperar‡;

Mas el que los confiesa y se aparta alcanzar‡ misericordia.

 

Y claro, aqu’ no est‡ hablando de la prosperidad material, sino que est‡ halando de tu relaci—n con Dios.

 

Muchos malvados tienen la riqueza material.

 

Pero una vez reconciliado, Dios puede bendicir te en muchas maneras.

 

------------------------- Conclusi—n ------------------------

 

En fin, si tu tienes el deseo de vivir mas c—modamente, acabando con los pecados secretos, terminando con pecados no confesados, echando de tu vida los pecados o vicios secretos, puedes pasar adelante, y oraremos contigo.

 

Y no preocupes, no tienes que revelar los detalles a mi, pero mas tarde, en privado, s’ tienes que confesar todo a tu Dios, si quieres vivir mas c—modamente.

 

1 Juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, Žl es fiel y

justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

 

Vamos a Orar