15 de abril de 18
Los Dioses
Pesados
Isa’as 46:1-13
Introducci—n
Hoy en los estados unidos, es el d’a de los impuestos. Y esto es tambiŽn relevante a nuestro
mensaje de d’a. En este pa’s
estamos mas o menos acostumbrados a pagar grandes cantidades, pero no es
correcto.
En la Biblia, el diezmo era un diez por ciento de lo que se ganaban. En la tierra de Egipto, bajo JosŽ,
durante tiempos extraordinarios pagaban un quinto de lo que se ganaban, o sea
veinte por ciento y esto era muy pesado.
Interpretando el sue–o de Fara—n JosŽ dijo.
GŽnesis 41:33-34 Por
tanto, provŽase ahora Fara—n de un
var—n prudente y sabio, y p—ngalo sobre la tierra de Egipto.
Haga esto Fara—n, y ponga gobernadores sobre el pa’s, y quinte la tierra de Egipto en los siete
a–os de la abundancia.
Pero si tomes el tiempo de calcular los impuestos que se pagan aqu’, impuestos
de venta, de propiedad que tu estas pagando aun si estas rentando, impuestos de
ingresos, ser‡ mas de diez por ciento, ser‡ aun mas de veinte por ciento.
Para muchos incrŽdulos en este pa’s, el estado es su dios, que va a siempre
cuidar de ellos, pero ese dios, es un
dios pesado.
1) Se postr— Bel, se abati— Nebo; sus
im‡genes fueron puestas sobre bestias, sobre animales de carga; esas cosas que
vosotros sol’ais llevar son alzadas cual carga, sobre las bestias cansadas.
ŔQuien es Bel aqu’ y quien es Nebo? Estos eran los dioses de Babilonia, y eran dioses pesados.
Y los pr’ncipes que cre’an en estos ’dolos, ten’an a ellos en sus
nombres. Nabucodonosor tenia a Nebo en el principio de su nombre y su hijos Belsasar,
el que tenia las rodillas pegando uno contra el otro, la noche de su ca’da,
este tenia a Bel, en el principio de su nombre.
B‡sicamente, aprenderemos aqu’, que estos dioses pesados eran inśtiles.
1) Se postr— Bel, se abati— Nebo; sus
im‡genes fueron puestas sobre bestias, sobre animales de carga; esas cosas que
vosotros sol’ais llevar son alzadas cual carga, sobre las bestias cansadas.
Esto era otra visi—n sobre la ca’da de Babilonia. En el tiempo de la profec’a, Babilonia
ni era aun, el gran poder.
Para su consuelo, el pueblo tenia que saber que en el futuro, serian
tomados en un cautiverio, a Babilonia, pero que Babilonia iba a caer, y ellos
ser’an rescatados.
Pero viviendo all’, su Dios Jehov‡ parec’a como un dios derrotado, y
los dioses de Babilonia dar’an la impresi—n de gran poder.
Seria como en nuestros tiempos, en que parece que los dioses de
nuestros enemigos est‡n en poder, y que el reino de Cristo est‡ abatido. Una vez mas el vers’culo uno.
1) Se postr— Bel, se abati— Nebo; sus
im‡genes fueron puestas sobre bestias, sobre animales de carga; esas cosas que
vosotros sol’ais llevar son alzadas cual carga, sobre las bestias cansadas.
Conquistado como pa’s, se llevaron sus dioses, y quiero notar los
pobres animales de carga, que ten’an que llevar las. Los animales estaban sufriendo porque estaban llevando, los dioses pesados.
2) Fueron humillados, fueron abatidos
juntamente; no pudieron escaparse de la carga, sino que tuvieron ellos mismos
que ir en cautiverio.
Los dioses pesados no
sirvan. Bien, en Babilonia, los
paganos iban a burlar de nuestro Dios, diciendo que no pudo ni cuidar de su
pueblo, pero de antemano, Isa’as andaba burlando de sus dioses pesados.
3) O’dme, oh casa de Jacob, y todo el
resto de la casa de Israel, los que sois tra’dos por m’ desde el vientre, los
que sois llevados desde la matriz.
Esto es el gran contraste de este capitulo. Se habla mucho de los ’dolos en este libro, pero en este
capitulo es un poco diferente.
Hermano, si tu tienes un ’dolo, un
dios pesado, tu lo tienes que llevar, pero si tu tienes al Dios verdadero, Žl
est‡ llevando a ti.
3) O’dme, oh casa de Jacob, y todo el
resto de la casa de Israel, los que sois tra’dos por m’ desde el vientre, los
que sois llevados desde la matriz.
Hay hermanas que llevan hijos por sus vientres, pero en realidad, en
un sentido espiritual, estos ni–os Cristianos ya est‡n llevados por Dios.
Salmos 71:5-6 Porque tś, oh
Se–or Jehov‡, eres mi
esperanza, Seguridad m’a desde mi juventud.
En ti he sido sustentado desde el vientre;
De las entra–as de mi madre tś fuiste el que me sac—; De ti ser‡
siempre mi alabanza.
ŔEl punto? Es muy simple,
dios falso, tu lo tienes que llevar, Dios verdadero, el te llevar‡ a ti.
3) O’dme, oh casa de Jacob, y todo el
resto de la casa de Israel, los que sois tra’dos por m’ desde el vientre, los
que sois llevados desde la matriz.
Salmos 22:9-10 Pero tś eres el
que me sac— del vientre;
El que me hizo estar confiado desde que estaba a los pechos de mi
madre.
Sobre ti fui echado desde antes de nacer;
Desde el vientre de mi madre, tś eres mi Dios.
Y si esto ha sido tu realidad en el pasado, tambiŽn ser‡ tu realidad
en el futuro. Como veremos en el
vers’culoÉ
4) Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las
canas os soportarŽ yo; yo hice, yo llevarŽ, yo soportarŽ y guardarŽ.
Muchos hermanos, y hermanas saben que Dios ha cuidado de ellos ya por
muchos a–os, pero tienen un poco de miedo de que con la edad avanzada, ser‡n
tal vez, abandonados.
Esto es muy absurdo, pero pasa.
Esto aun pasaba con el gran rey David, que tenia tanto valor delante de
Goliat.
Salmos 71:9 No
me deseches en el tiempo de la vejez;
Cuando mi fuerza se acabare, no me desampares.
Tal vez David observaba a otros hombres y c—mo se perdieron su fuerza
f’sica o su fuerza mental en la vejez.
Y esto le daba un poco de miedo.
ÁPero hermano, esto es absurdo!
El mismo Dios que te cuidaba, cuando era un bebe, dŽbil en el vientre
de tu madre, ese mismo Dios va a cuidar de ti, hasta el ultimo momento de tu
vida.
4) Y hasta la vejez yo mismo, y hasta
las canas os soportarŽ yo; yo hice, yo llevarŽ, yo soportarŽ y guardarŽ.
Esto es un gran promesa.
Y si estudies la vida de David, terminando sus d’as, cuando Salom—n
estaba en peligro, su hermano tratando de usurpar y agarrar al trono, Dios
estaba al lado de David, ayudando le a poner todo en orden. pausa
Hermanos, muchos, llegando al tercer edad, se empiezan a preocupar. PensandoÉ
ŔQuŽ va a pasar si mi pareja, se muere antes que yo, estarŽ solo?
ŔQuŽ va a pasar si los precios sigan alzando por la inflaci—n, y yo no
podrŽ trabajar como antes?
ŔQuŽ va a pasar si caigo en las diferentes enfermedades, comunes con
los de la tercer edad?
Hermano, hermana, todo esto puede pasar, pero no importa, Dios no va a
cambiar, y Cristo, aqu’ est‡ prometiendo te que estar‡ a tu lado.
Hebreos 13:8 Jesucristo
es el mismo ayer, y hoy,
y por los siglos.
5) ŔA quiŽn me asemej‡is, y me
igual‡is, y me compar‡is, para que seamos semejantes?
Esto es una anticipaci—n.
En Babilonia sus due–os iban a decir ŇMiran a nuestros dioses, a Nebo y a
Bel son fuertes, y miran a tu Diosito Jehov‡, es dŽbil y derrotadoÓ.
Pero los creyentes iban a estar preparados, pensando, que aun haciendo
una comparaci—n es una blasfemia.
6) Sacan oro de la bolsa, y pesan
plata con balanzas, alquilan un platero para hacer un dios de ello; se postran
y adoran.
Aqu’ dicen que los dioses
pesados no solamente son pesados,
sino que est‡n muy caros. pausa
Una vez compart’ como estuve predicando en Santa Ana, sobre como la
coca’na puede convertir se en tu ’dolo, y un hombre vino a mi despuŽs y dijo
que esto era su adici—n, y estaba recuperando, y que esto le ayud— mucho, pensando
que su vicio era como su ’dolo.
Y era un ’dolo car’simo, era un
dios pesado, que ese hombre tenia que llevar, robando o rogando por dinero,
para sostener lo.
6-7) Sacan oro de la bolsa, y pesan
plata con balanzas, alquilan un platero para hacer un dios de ello; se postran
y adoran. Se lo echan sobre los hombros,
lo llevan, y lo colocan en su lugar; all’ se est‡, y no se mueve de su
sitio. Le gritan, y tampoco responde, ni libra de la tribulaci—n.
ÁLos dioses pesados est‡n inśtiles! Pero cuestan mucho. No hay ninguna ganga con ellos. Es un robo total.
Y recuerde hermano, que una persona puede ser tu ’dolo, un amante.
Tu trabajo o tu negocio puede f‡cilmente convertir se en tu dios pesado, si lo ponga delante del
Dios verdadero.
El dinero f‡cilmente puede convertir se en tu ’dolo.
Colosenses 3:5 Haced morir, pues,
lo terrenal en vosotros:
fornicaci—n, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia,
que es idolatr’a.
Y tengo que preguntar te hermano, en esta ma–ana, tienes tu un dios pesado, que ha aparecido en tu
vida. Si es as’, quiero orar para
ti, al fin del servicio.
1 Juan 5:21 Hijitos,
guardaos de los ’dolos. AmŽn.
8) Acordaos de esto, y tened
vergźenza; volved en vosotros, prevaricadores.
Siguiendo a un dios pesado
es seguir a una mentira, y debes de sentir un poco de vergźenza como parte de
tu arrepentimiento.
9) Acordaos de las cosas pasadas desde
los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay
semejante a m’,
El pueblo de Dios pudo recordar los milagros en la vida de Abraham, o de
su redenci—n de la esclavitud de Egipto o como recibieron el man‡ en el
desierto.
Y recordando c—mo Dios llevaban a ellos, siempre en el pasado, se
pudieron concluir, con confianza, que Dios iba a llevar los, en el futuro.
Pero jam‡s deben de poner su confianza en ninguno de los dioses pesados, porque esto es un
gran error. Por esto se acababan
en su cautiverio, babil—nico.
9-10) Acordaos de las cosas pasadas
desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay
semejante a m’, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la
antigźedad lo que aśn no era hecho; que digo: Mi consejo permanecer‡, y harŽ
todo lo que quiero;
Ninguno de los dioses falsos pudieron anunciar el futuro, con
precisi—n, como nuestro Dios, aun anunciando el nombre de Ciro, cientos de a–os
antes de su nacimiento.
O como que la vida de Cristo estaba cumpliendo profec’as constantes en
casi todo lo que hizo. Esto
simplemente no existe en las religiones falsas.
No hay nadie como nuestro Dios, y no ha nada como nuestra Biblia.
Pero hay aun mas en esta declaraci—n.
9-10) Acordaos de las cosas pasadas
desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay
semejante a m’, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la
antigźedad lo que aśn no era hecho; que digo: Mi consejo permanecer‡, y harŽ
todo lo que quiero;
Bueno, sabemos que nuestro Dios sabe el futuro. Pero hay razones por esto.
Dios no est‡ simplemente mirando a lo que va a pasar en el futuro para
conformar su plan a la realidad de lo que va a pasar.
No, esto es absurdo. Dios
sabe el futuro, porque Dios ha formado el futuro como el gran alfarero.
El futuro como el pasado, tiene que hacer lo que Dios quiere porque el
control de Dios sobre todo es absoluto.
Mi consejo permanecer‡, y harŽ todo lo
que quiero;
Y reconozco que esto a veces es un problema para unos hermanos. Empezando a meditar en esto, piensan,
ŇŔPues como puedo ser responsable por lo que hago, si todo el futuro ya est‡
bien decidi—, o sea predestinado?Ó
Y esto es uno de los grandes misterios de la Biblia. ŔComo es que Dios est‡ completamente
soberano, pero al mismo nosotros estamos responsables por nuestros pecados?
Hasta San Pablo anticipaba ese pregunta como un objeci—n en Romanos
nueve.
Romanos 9:18-21 De manera que de
quien quiere, tiene
misericordia, y al que quiere endurecer, endurece.
Pero me dir‡s: ŔPor quŽ, pues, inculpa? porque ŔquiŽn ha resistido a
su voluntad?
Mas antes, oh hombre, ŔquiŽn eres tś, para que alterques con Dios?
ŔDir‡ el vaso de barro al que lo form—: ŔPor quŽ me has hecho as’?
ŔO no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la
misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?
Pablo respondi— reprendiendo.
ŔPero por que?
Es que el raciocino humano est‡ limitado, y por esto hay misterios que
no podemos entender, y aqu’ nuestras mentes tienen que estar humildes delante
de la santa revelaci—n de Dios.
10-11) Que anuncio lo por venir desde
el principio, y desde la antigźedad lo que aśn no era hecho; que digo: Mi
consejo permanecer‡, y harŽ todo lo que quiero; que llamo desde el oriente al ave, y de tierra lejana al
var—n de mi consejo. Yo hablŽ, y lo harŽ venir; lo he pensado, y tambiŽn lo
harŽ.
Cuando habla de un ave de la tierra lejana, est‡ regresando al tema de
Ciro, el gran pr’ncipe que iba a derrotar a los Babilonios y financiar el
regreso del pueblo de Dios a JerusalŽn, como hemos visto en el principio de Esdras.
Esdras 1:1-3 En el
primer a–o de Ciro rey de Persia, para
que se cumpliese la palabra de Jehov‡ por boca de Jerem’as, despert—
Jehov‡ el esp’ritu de Ciro rey de Persia, el cual hizo pregonar de palabra y
tambiŽn por escrito por todo su reino, diciendo:
As’ ha dicho Ciro rey de Persia: Jehov‡ el Dios de los cielos me ha
dado todos los reinos de la tierra, y me ha mandado que le edifique casa en
JerusalŽn, que est‡ en Jud‡.
Quien haya entre vosotros de su pueblo, sea Dios con Žl, y suba a
JerusalŽn que est‡ en Jud‡, y edifique la casa a Jehov‡ Dios de Israel (Žl es
el Dios), la cual est‡ en JerusalŽn.
Esto es otra prueba contundente de la soberan’a absoluta de Dios. Dios tenia control sobre Nabucodonosor,
el primer emperador en la gran estatua del libro de Daniel, y Dios tenia un
control completo sobre Ciro que era el segundo.
Pero la verdad es que Dios tiene un control completo sobre el coraz—n
de cada l’der que ha existido.
Proverbios 21:1 Como los
repartimientos de las aguas,
As’ est‡ el coraz—n del rey en la mano de Jehov‡; A todo lo que quiere
lo inclina.
12) O’dme, duros de coraz—n, que
est‡is lejos de la justicia:
Dios estaba un poco duro aqu’ porque sabe que siempre hay hermanos que
no quieren aceptar su soberan’a absoluta.
12-13) O’dme, duros de coraz—n, que
est‡is lejos de la justicia: HarŽ
que se acerque mi justicia; no se alejar‡, y mi salvaci—n no se detendr‡. Y
pondrŽ salvaci—n en Sion, y mi gloria en Israel.
Esto hablaba de la manera en que Dios iba a honrar a sus promesas de
regresar el pueblo despuŽs de su cautiverio.
Pero esto estaba hablando de mucho mas, porque ten’an que regresar, y
levantar el templo otra vez para la apariencia de Cristo Jesśs en Israel.
Este libro de Isa’as ha hablad mucho ya de Cristo.
Isa’as 9:6-7 Porque
un ni–o nos es nacido, hijo nos es
dado, y el principado sobre su hombro; y se llamar‡ su nombre
Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Pr’ncipe de Paz.
Lo dilatado de su imperio y la paz no tendr‡n l’mite, sobre el trono
de David y sobre su reino, disponiŽndolo y confirm‡ndolo en juicio y en
justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehov‡ de los ejŽrcitos har‡
esto.
Y en pocos cap’tulos estar‡ hablando de la muerte de Cristo.
Isa’as 53:4-6 Ciertamente
llev— Žl nuestras enfermedades,
y sufri— nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por
herido de Dios y abatido.
Mas Žl herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros
pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre Žl, y por su llaga fuimos nosotros
curados.
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apart— por
su camino; mas Jehov‡ carg— en Žl el pecado de todos nosotros.
El emperador Cero iba a ser un redentor del pueblo en un sentido, por
el plan sabio de Dios.
Pero esto era solamente para preparar el camino para el gran
emperador, y redentor del mundo entero.
========================= Aplicaci—n ======================
Hemos aprendido dos cosas por el pasaje de
hoy. Primero.
Los dioses falsos son dioses pesados,
aun los pobres animales ten’an que sentir esto.
Isa’as 46:1 Se
postr— Bel, se abati— Nebo; sus im‡genes
fueron puestas sobre bestias, sobre animales
de carga; esas cosas que vosotros sol’ais llevar son alzadas cual carga, sobre
las bestias cansadas.
Y si tu hermano, hermana, joven, si tu
decides a adoptar unos ’dolos en tu vida, vas a acabar como estas pobres bestias,
cansado, de llevar tus dioses pesados.
Pero si te quedas con el Dios verdadero, el
se va a llevar a ti, cada d’a, para toda tu vida. Y con Cristo vas a experimentar la carga ligera.
Mateo 11:28-30 Venid a m’ todos los que est‡is trabajados y
cargados, y yo os harŽ descansar.
Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de
m’, que soy manso y humilde de coraz—n; y hallarŽis descanso para vuestras
almas; porque mi yugo es f‡cil, y ligera
mi carga.
Y el segundo punto, muy bonito de este
capitulo, es que no tienes que vivir en el temor de envejecer te, sino que
debes de anticipar disfrutando todos los d’as que Dios te dar‡, porque Dios ha prometido llevar te
hasta el fin.
4) Y hasta la vejez yo mismo, y hasta
las canas os soportarŽ yo; yo hice, yo llevarŽ, yo soportarŽ y guardarŽ.
No te temes como el Rey de David en los
salmos..
Salmos 71:9 No
me deseches en el tiempo de la vejez;
Cuando mi fuerza se acabare, no me desampares.
Ya tienes la promesa, agarra la en fe, y
Dios estar‡ contigo.
En fin, si tu tienes unos ’dolos que quieres
expulsar de tu vida, unos dioses pesados, queremos orar por ti, por
esto, o por cualquier otra cosa. Vamos a orar!