23 de marzo de 2018
Atrapados En Los Enga–os
Proverbios 26:13-28
Llegando casi al fin del libro, Salom—n anda repitiendo
lo que se tiene que repetir, y tambiŽn dando ejemplos que ojala pueden plantar
firmemente en nuestras memorias sus preceptos, para no olvidar y caer, como los
necios, en los enga–os mas
poderosos.
Aprendiendo bien esa sabidur’a, poca comśn, no
solamente nosotros tendremos vidas mas placenteras, sino que el nombre de Dios
ser‡ mas exaltado.
Y cuando muchos en una cultura pueden aprender lo
que est‡ contenido aqu’, la carne de todos, en la cultura ser‡ mas restringida,
produciendo un ambiente mas robusto y mas prospero.
13)
Dice el perezoso: El le—n est‡ en el camino; el le—n est‡ en las calles.
Algunas de las ilustraciones ser‡n extremas, en esa
parte, para ayudar nos a ver quŽ absurdo es vivir atrapado en el enga–o.
El punto aqu’ es que, cuando uno no quiere trabajar,
se inventar‡ pretextos sin nśmero.
Como que era mas sabio, quedar se en la casa, que
salir como todo el mundo para hacer su contribuci—n, y para ganar el pan para
su familia.
Aun en el primer siglo, algunos, bien metidos en las
doctrinas de la fe, estaban perdiendo su deseo de trabajar y de cuidar de sus
familias, y Pablo tambiŽn tenia que exhortar fuertemente.
2 Tesalonicenses 3:10 Porque tambiŽn cuando est‡bamos con
vosotros, os orden‡bamos
esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.
Otros trabajaban, pero no tanto, y por esto deseaban
entregar a los suyos al cuidado financiero de la iglesia. Hab’an abusos, y por esto San Pablo
tenia que decirÉ
1 Timoteo 5:7-10 Manda
tambiŽn estas cosas, para que sean
irreprensibles; porque si
alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la
fe, y es peor que un incrŽdulo.
Sea puesta en la lista
s—lo la viuda no menor de sesenta a–os, que haya sido esposa de un solo marido, que tenga testimonio de buenas obras;
si ha criado hijos; si ha practicado la hospitalidad; si ha lavado los pies de
los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha practicado toda buena obra.
Es como que algunos ten’an madres, abuelas o t’as,
que no quisieron ayudar, sino que deseaban poner las a la carga de las
iglesias.
Pero Pablo dijo que esta ayuda era para las hermanas
buenas, que realmente no ten’an familia para ayudar les.
14)
Como la puerta gira sobre sus quicios, as’ el perezoso se vuelve en su cama.
Esto es otra ilustraci—n, ojala, f‡cil de recordar.
La puerta, sobre sus quicios, puede mover mucho,
pero no hace nada de progreso, sino que siempre est‡ en el mismo lugar.
Y as’ el perezoso. Puede estar moviendo, dando vueltas en su cama, pero siempre
se quede en el mismo lugar.
Con la diligencia, que estos versos ense–an, y con
el discipulado Cristiano, es normal que progresemos, pasando el tiempo, y no
quedamos siempre al mismo nivel.
15)
Mete el perezoso su mano en el plato; se cansa de llevarla a su boca.
Como dije, las ilustraciones ya son bastante
extra–as. Normalmente los
perezosos por los menos tienen la energ’a para comer, especialmente cuando
otros est‡n pagando por su comida.
Pero aqu’ dice que con la necedad avanzada, uno ni
puede cumplir lo mas b‡sico. Como
las advertencias de antes, quedando atrapados
en el enga–o, sus problemas pueden multiplicar se.
Proverbios 6:10-11 Un
poco de sue–o, un poco de dormitar,
Y cruzar por un poco las
manos para reposo; As’ vendr‡ tu
necesidad como caminante, tu pobreza como hombre armado.
Y esto es algo que podemos observar aun en nuestros
tiempo, en que mas y mas hay personas, hasta familias que vivan en las calles.
All‡, por a–os de descuido, mucho vivan en la
suciedad. Hay un hermano que est‡
encargado de una gran misi—n a los desamparados en los çngeles. Se
llama Andy Bales.
Y tan sucio, son las calles, tan llenos de siringes
y de basura, y peor, que hay cada vez mas enfermedades.
Y ese hermano, Andy, se contagi— una infecci—n en su
pierna, trabajando entre los desamparados, y finalmente se perdi— su pierna, y
ya tiene una pierna prostŽtica, como consecuencia de la suciedad.
Esto es lo que puede pasar, cuando hay muchos
congregando se, que no trabajan, ni contribuyen al bienestar de la comunidad.
16)
En su propia opini—n el perezoso es m‡s sabio que siete que sepan aconsejar.
Ahora podemos ver que estos pueden vivir atrapados en el enga–o. Estos perezosos pueden creer que
realmente vivan bien, que han encontrado una manera de escapar del duro
trabajo.
Estos pueden jactar se de que cuando otros pobres
diablos tienen que levantar se temprano cada d’a para salir con prisa a su
trabajos, estos, por su gran sabidur’a pueden quedar se en sus camas,
disfrutando su ma–anas.
En realidad, estos son los pobre diablos,
completamente atrapados en sus enga–os,
y por lo tanto perdiendo todo motivo de avanzar.
17)
El que pasando se deja llevar de la ira en pleito ajeno
es
como el que toma al perro por las orejas.
Esto es otro caso de un enga–ado. Hay
personas, y desafortunadamente, a veces hay hermanos, que siempre desean entrar
en la contienda ajena.
Pero los que han meditado en este verso, cuando vean
una contienda que no es suya, se pasan simplemente, no deseando meterse en los
problemas de otros.
El enga–ado,
siempre piensa que se puede resolver todo.
17)
El que pasando se deja llevar de la ira en pleito ajeno
es
como el que toma al perro por las orejas.
Y aqu’ no est‡ hablando de un perro chihuahua, sino
un gran pastor alem‡n, o un perro pitt bull.
Y para no olvidar, la ilustraci—n es
impactante. Si te agarras a aun
perro feroz por sus orejas, todo el mundo sabr‡ que eres un loco.
Si te quedas agarrando las orejes la bestia ser‡
cada vez mas feroz y mas enojada.
Pero cuando te sueltes estas orejas, el perro te va
a morder y a lo mejor correr tras ti, cuando intentas escapar.
17)
El que pasando se deja llevar de la ira en pleito ajeno
es
como el que toma al perro por las orejas.
Y claro esto est‡ hablando del pleito ajeno. A veces hay problemas de familia, del
negocio o hasta de la iglesia en que tenemos que hacer algo. Como Pablo instru’a a un pastorÉ
Filipenses 4:2-3 Ruego
a Elodia y a Sindique, que sean de
un mismo sentir en el
Se–or. Asimismo te ruego tambiŽn a
ti, compa–ero fiel, que ayudes a Žstas que combatieron juntamente conmigo en el
evangelio, con Clemente tambiŽn y los dem‡s colaboradores m’os, cuyos nombres
est‡n en el libro de la vida.
En este caso, no era un pleito ajeno, sino un
problema de dos hermanas fuertes en la iglesia. Y esto puede pasar, y veremos c—mo, mas tarde en este
capitulo.
18-19)
Como el que enloquece, y echa llamas
y
saetas y muerte, Tal es el hombre que enga–a a su amigo,
y
dice: Ciertamente lo hice por broma.
Aqu’ estamos hablando de un loco peligroso.
Pero esto pasa. La Biblia no est‡ en contra de un buen sentido de humor,
pero esto est‡ hablando de otra cosa.
Esto est‡ hablando de uno que puede decir cosas que
duelan, cosas crueles, cosas que dejan heridas, pero despuŽs dice, ŇAh, no es
cierto, solamente estuve bromeandoÓ.
El hombre est‡ atrapado
en su enga–o porque piense que con
esto ser‡ disculpado. Pero el da–o
ya est‡ hecho.
Y la persona da–ada, y Dios mismo van a saber que
era mas que una broma.
20)
Sin le–a se apaga el fuego, y donde no hay chismoso, cesa la contienda.
Ya dije que ’bamos a ver, posiblemente, c—mo dos
hermanas pueden estar separadas en una contienda fea. Y esto normalmente tiene algo que ver. Los chismes.
20)
Sin le–a se apaga el fuego, y donde no hay chismoso, cesa la contienda.
Cuando veas a dos hermanas separadas, lo mas
importante es orar para ellas.
Pero cuando haya otros, atrapados sus enga–os, que repitan asuntos, a–adiendo mas y mas a
la historia, es como echar le–a sobre el fuego.
Los chismes realmente son mas serios que normalmente
pensamos.
Colosenses 3:8-9 Pero
ahora dejad tambiŽn vosotros todas
estas cosas: ira, enojo,
malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.
No mint‡is los unos a los
otros, habiŽndoos despojado del viejo hombre con sus hechos,
Con las palabras de los chismes, podemos f‡cilmente
echar mas le–a sobre el fuego.
Efesios 4:29 Ninguna
palabra corrompida salga de vuestra
boca, sino la que sea
buena para la necesaria edificaci—n, a fin de dar gracia a los oyentes.
Y en el nuevo testamento se pudiera multiplicar los
ejemplos mas y mas, toda la noche.
El problema es que normalmente pensamos que la advertencia es para otros
Pero es necesario para cada uno de nosotros,
examinar a nosotros mismos, para ver si estamos andando, hablando mal, de otro
hermano.
21)
El carb—n para brasas, y la le–a para el fuego;
y el
hombre rencilloso para encender contienda.
Salom—n ya est‡ dedicando mucho espacio sobre ese
tema, porque siempre est‡. El
diablo siempre est‡ buscando maneras de dividir a las iglesias, y quitar su
poder.
Por esto tambiŽn Pablo nos dio instrucciones duras
sobre la soluci—n.
Tito 3:10 Al
hombre que cause divisiones,
despuŽs
de una y otra amonestaci—n desŽchalo,
Y por supuesto Cristo mismo tenia una ense–anza
fuerte sobre el tema.
Mateo 12:36-37 Mas
yo os digo que de toda palabra ociosa que
hablen los hombres, de
ella dar‡n cuenta en el d’a del juicio.
Porque por tus palabras
ser‡s justificado, y por tus palabras ser‡s condenado.
Un mensaje como este puede sentir como que es mucha
exhortaci—n y mucha correcci—n, pero lo que Esp’ritu Santo de Dios quiere
producir con todo esto es un ambiente seguro, y amigable dentro de su iglesia,
y por supuesto en los hogares de los hermanos.
22)
Las palabras del chismoso son como bocados suaves,
Y
penetran hasta las entra–as.
Aqu’ se reconoce que cuando los chismes vienen, se
parecen muy atractivos, como comida deliciosa.
Pero esto es porque a veces estamos atrapados en nuestro propio enga–o.
Escuchando algo malo de otro, en nuestro orgullo
perverso, podemos sentir nos un poco superior, si no hemos ca’do en el mismo.
23)
Como escoria de plata echada sobre el tiesto son los labios lisonjeros y el
coraz—n malo.
Siempre es bueno complementar uno por su buen
trabajo. Pero esto esta hablando
de la adulaci—n falsa del manipulador.
Est‡ hablando de uno que realmente ni cree lo que
dice, sino que est‡ escondiendo un odio, debajo de sus buenas palabras.
Pero es un enga–ado
porque como la escoria de plata, ser‡ reconocida como falso.
24)
El que odia disimula con sus labios; mas en su interior maquina enga–o.
Est‡ hablando de una forma de hipocres’a. Uno que responde con sonrisa, y con
palabras bonitas, pero sus sentimientos son el opuesto.
Se cree muy listo, pero Dios puede f‡cilmente mirar
al coraz—n, y no escapar‡n sus enga–os
con impunidad.
25)
Cuando hablare amigablemente, no le creas; porque siete abominaciones hay en su
coraz—n.
La advertencia aqu’ es para nosotros. Aunque esa forma de necio est‡ atrapado en sus enga–os, nosotros no
tenemos que caer, tambiŽn en sus mismo enga–os.
A veces tenemos que sospechar un poco, hasta que
realmente conocemos la persona.
26)
Aunque su odio se cubra con disimulo, su maldad ser‡ descubierta en la
congregaci—n.
Habla de un necio, atrapado en su enga–o.
Se cree que nadie sabr‡ de su hipocres’a, pero Dios va a revelar todo.
Y ha sido as’ desde el principio.
GŽnesis 4:8 Y
dijo Ca’n a su hermano Abel: Salgamos al
campo. Y
aconteci— que estando ellos en el campo, Ca’n se levant— contra su hermano
Abel, y lo mat—.
Ca’n hablaba muy amigablemente a su hermano. ŇSalgamos al campoÓ, suena muy
inocente, y a lo mejor Ca’n pensaba, ŇNadie sabr‡ de mi odio.
Pero una cosa llevaba a otra, y se termin— matando a
su propio hermano, por asuntos religiosos.
Y nada de esto se qued— como secreto, sino que toda
la gente en todas partes del mundo, cuando se lean solamente cuatro cap’tulos
de sus Biblias, saben de esa locura.
27)
El que cava foso caer‡ en Žl;
y al
que revuelve la piedra, sobre Žl le volver‡.
Esto es una promesa para, ojala, despertar al que
est‡ viviendo atrapado en su propio
enga–o.
Vimos ya como el malvado Am‡n fue ejecutado sobre la
horca que se prepar— para Mardoqueo, en el libro de Ester.
Vimos en el libro de Daniel, como los que organizaba
su tirada a los leones, eran, ellos mismos destruidos por los leones.
Y en la vida moderna, hemos visto como en Texas, uno
que andaba da–ando a otros con bombas, muri— explotado por su propia bomba, en
esa misma semana.
Los sabios, van a vivir bien, porque van a recordar
que es imposible enga–ar a Dios.
G‡latas 6:7-8 No
os enga–Žis; Dios no puede ser burlado:
pues todo lo que el hombre
sembrare, eso tambiŽn segar‡.
Porque el que siembra para
su carne, de la carne segar‡ corrupci—n; mas el que siembra para el Esp’ritu,
del Esp’ritu segar‡ vida eterna.
28)
La lengua falsa atormenta al que ha lastimado,
Y la
boca lisonjera hace resbalar.
En fin, hay que evitar la mentira, el enga–o, la
hipocres’a.
Cristo era muy amigable a unos de los peores
pecadores, llamando les al arrepentimiento, y a una nueva vida.
Pero para los fariseos, en su hipocres’a, tenia sus
palabras mas duras.
Mateo 23:15 !!Ay
de vosotros, escribas y fariseos,
hip—critas! porque recorrŽis
mar y tierra para hacer un prosŽlito, y una vez hecho, le hacŽis dos veces m‡s
hijo del infierno que vosotros.
Mateo 23:33 !!Serpientes,
generaci—n de v’boras! ŔC—mo
escaparŽis de la
condenaci—n del infierno?
Son palabras fuertes, pero es bueno entender lo que
Dios siente sobre todo esto, para tener mucho cuidado con nuestras bocas, y con
nuestra sinceridad.
------------------------- Conclusi—n ------------------------
Estamos ya entrando en la temporada en que,
hist—ricamente, hemos celebrado la vida, la muerte y la resurrecci—n de Cristo
Jesśs, nuestro Se–or y Salvador.
Si tu quieres entrar en esa semana limpia, pura,
preparando te para celebrar la Sant Cena en el d’a de la Pascua, con la
conciencia limpia, y tranquila, puedes pasar en unos momentos, y oraremos para
ti.
Vamos
a Orar