18 de marzo de 18
Quejando Del Plan
De Dios
Isa’as 45:1-13
Introducci—n
En el libro de Apocalipsis, se hablan de los que han perdido su primer
amor. Y francamente, en toda
honestidad, esto puede ser el gran problema de muchos hermanos.
DespuŽs de caminar con el Se–or, por muchos a–os, es f‡cil de estar un
poco ingrato, y de actualmente empezar a quejar
se de lo que Dios est‡ haciendo en tu vida.
Y por supuesto hay bastante ejemplos de esto en las Escrituras.
Nśmeros 11:4-6 Y la gente extranjera
que se mezcl— con
ellos tuvo un vivo deseo, y los hijos de Israel tambiŽn volvieron a
llorar y dijeron: !!QuiŽn nos diera a comer carne!
Nos acordamos del pescado que com’amos en Egipto de balde, de los
pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos; y ahora nuestra
alma se seca; pues nada sino este man‡ ven nuestros ojos.
Estaban recibiendo comida, una comida adecuada. Dios estaba con ellos guiando los y
preparando los, pero ellos estaban llenos de quejas, sobre su plan.
En el pasaje de hoy, que ser‡ solamente trece vers’culos, veremos
primero que Dios tiene un plan. Y el plan de Dios es muy detallado. Dios no ha olvidado de nada. Y tan seguro es el plan
de Dios que San Pablo pudo decir en el nuevo testamentoÉ
Romanos 8:28 Y sabemos
que a los que aman a Dios, todas
las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su
prop—sito son llamados.
Pensando en esto por un momento, si todo est‡ obrando para tu bien,
esto quiere decir que Dios est‡ en todos los detalles. Pero aun as’, podemos a veces caer en
el error de quejarnos sobre el plan de Dios.
Antes de ir al texto de hoy, vamos a mirar al ultimo verso del
capitulo anterior.
Isa’as 44:28 Que dice
de Ciro: Es mi pastor, y cumplir‡
todo lo que yo quiero, al decir a JerusalŽn: Ser‡s edificada; y al
templo: Ser‡s fundado.
ŔPero quien es ese Ciro?
Ciro era un rey famoso de Media y de Persia. Y ese rey est‡ conocido en toda la historia secular. Si te vayas a Londres, puedes ver
artefactos de Žl en los museos.
En Ir‡n, que es Persia, se tienen muchos monumentos de Žl. Ciro era el rey que vino, acabando con el
imperio de Babilonia, para empezar otro gran imperio, que era el mas grande del
en mundo, hasta el tiempo de Alejandro el Magno.
Y todos estos imperios grandes estaban revelados en el libro de
Daniel, cuando el profeta interpretaba en gran estatua del sue–o del rey
Nabucodonosor.
1) As’ dice Jehov‡ a su ungido, a Ciro, al cual tomŽ yo por su
mano derecha, para sujetar naciones delante de Žl y desatar lomos de reyes;
para abrir delante de Žl puertas, y las puertas no se cerrar‡n:
Aqu’ hay cosas extra–as.
Dios dijo que ese rey, pagano, era su pastor, y aqu’ dice que era su
ungido, que quiere decir su mes’as.
Pero ni era realmente un creyente, ni miembro del reino de Dios.
Pero mas extra–o aun, es que cuando Isa’as escribi— esto, era mas de
cien a–os antes del nacimiento de este hombre famoso.
Parte del prop—sito de esa profec’a era revelar que Dios tiene un plan. Y ese plan puede involucrar los muy poderosos
del mundo, y hasta los que no son creyentes.
El rey de Babilonia, Nabucodonosor aprendi— algo de esto como hemos
visto en el libro de Daniel.
Por su gran orgullo, se perdi— su raz—n por un tiempo, pero cuando
regres— a su sanidad dijo..
Daniel 4:34-35 Mas al fin del
tiempo yo Nabucodonosor alcŽ
mis ojos al cielo, y mi raz—n me fue devuelta; y bendije al Alt’simo,
y alabŽ y glorifiquŽ al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su
reino por todas las edades.
Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y Žl
hace segśn su voluntad en el ejŽrcito del cielo, y en los habitantes de la
tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ŔQuŽ haces?
En estos dos vers’culos, el hombre mas poderoso del mundo en aquel
momento, reconoc’a que nuestro Dios
tiene su plan, y ese plan es irresistible.
Ahora, regresando a lo que Dios dijo de Ciro, el rey de Persia, unos cien
a–os antes de su nacimiento.
2) Yo irŽ delante de ti, y enderezarŽ
los lugares torcidos; quebrantarŽ puertas de bronce, y cerrojos de hierro harŽ
pedazos;
Ese hombre iba a levantar se, exitosamente. Esto estaba garantizado porque Dios iba a estar con Žl,
aunque era un incrŽdulo.
Mas tarde Žl iba a reconocer a Jehov‡, como hizo Nabucodonosor, pero
iba a reconocer a otros dioses tambiŽn.
2-3) Yo irŽ delante de ti, y
enderezarŽ los lugares torcidos; quebrantarŽ puertas de bronce, y cerrojos de
hierro harŽ pedazos; y te darŽ los tesoros escondidos, y los secretos muy
guardados, para que sepas que yo soy Jehov‡, el Dios de Israel, que te pongo
nombre.
Cuando se habla de puertas de bronce, y de cerrojos de hierro, Dios
estaba hablando de las grandes defensas que Babilonia iba a tener.
Pero ni Babilonia era un gran poder cuando esto estaba revelado. Todo esto hablaba de un futuro un poco
lejano.
Cuando habla de tesoros escondidos, es una promesa de que aunque Ciro
no era muy rico, Dios iba a ayudar le a encontrar tesoros que estaban en
lugares secretos en Babilonia.
Este hombre tenia que tener el Žxito. ŔPero porque?
Porque esto era el plan de Dios,
para dar libertad a su pueblo, para que se regrese a JerusalŽn, y un d’a
levantar a Cristo Jesśs. Todo esto
tenia que pasar.
4) Por amor de mi siervo Jacob, y de
Israel mi escogido, te llamŽ por tu nombre; te puse sobrenombre, aunque no me
conociste.
Ese hombre, Ciro, tenia que saber, que su Žxito era garantizado, pero
por una gran raz—n.
Y se creen que los Jud’os mostraron todo esto a Ciro cuando se empez—
a levantar se. Estas escrituras
como ahora eran muy publicas para los que deseaban estudiar las.
Los Jud’os, pudieron decir a Žl ŇÁOh si! Nosotros sabemos quien eres,
hemos conocido te ti ya por mas de cien a–os, usted va a tener gran Žxito.Ó
Y seguramente el rey prestaba atenci—n de todo esto porque hablaba de
Žl por nombre, y hablaba de su Žxito.
4) Por amor de mi siervo Jacob, y de
Israel mi escogido, te llamŽ por tu nombre; te puse sobrenombre, aunque no me
conociste.
El gran rey de Persia sabr’a que era su obligaci—n proteger, y liberar
el pueblo de Dios, para que regrese a su tierra y levantar el templo.
Cuando habla de sobrenombres, ya hemos visto que Dios lo llamaba su
pastor y su ungido, aunque era un incrŽdulo.
5-6) Yo soy Jehov‡, y ninguno m‡s hay;
no hay Dios fuera de m’. Yo te ce–irŽ, aunque tś no me conociste, para que se
sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone, que no hay m‡s que yo;
yo Jehov‡, y ninguno m‡s que yo,
Isa’as revelaba que esa gran historia, iba a estar publicada sobre
toda la tierra. Hoy mismo hay
hermanos estudiando de esto en el China, en la çfrica, en SudamŽrica.
Todos los que estudian profundamente sus Biblias iban a conocer estas
revelaciones extra–as, y como Dios tenia todo, detalladamente, planeado.
5-7) Yo soy Jehov‡, y ninguno m‡s hay;
no hay Dios fuera de m’. Yo te ce–irŽ, aunque tś no me conociste, para que se
sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone, que no hay m‡s que yo;
yo Jehov‡, y ninguno m‡s que yo,
que formo la luz y creo las tinieblas,
que hago la paz y creo la adversidad. Yo Jehov‡ soy el que hago todo esto.
Cuando dice que Dios es el creador de adversidad, esto es un poco
dif’cil para algunos.
Cuando llega, por ejemplo un gran terremoto, o un hurac‡n, los
burladores pueden preguntar, ŇŔY donde estaba tu Dios en todo esto?Ó
Dice aqu’, que Dios es el creador de la adversidad.
Y en otros lugares tambiŽn.
Am—s 3:6 ŔSe tocar‡ la
trompeta en la ciudad, y no se
alborotar‡ el pueblo? ŔHabr‡ algśn mal en la ciudad, el cual Jehov‡ no
haya hecho?
Algunos no est‡n c—modos con este lado de la soberan’a de Dios, pero
piensa lo hermano, si Dios tiene un gran plan
para el futuro, esto tiene que abarca todo, absolutamente todo.
Aun en el nuevo testamento, se hablan as’.
Efesios 1:11 En Žl
asimismo tuvimos herencia, habiendo
sido predestinados conforme al prop—sito del que hace todas las
cosas segśn el designio de su voluntad.
As’ que ese plan soberano
es inevitable en toda la Biblia.
8) Rociad, cielos, de arriba, y las
nubes destilen la justicia; ‡brase la tierra, y prodśzcanse la salvaci—n y la
justicia; h‡ganse brotar juntamente. Yo Jehov‡ lo he creado.
Aqu’ Dios estaba hablando de la gloria que iba a salir de todo
esto. En la gran sabidur’a de
Dios, Ciro iba a soltar al pueblo de Dios de su cautiverio, guiando la historia
del mundo al momento de la llegada de Cristo Jesśs, que iba a morir, dando su
vida en rescate de muchos. Dice en
los Salmos.
Salmos 85:9-11 Ciertamente
cercana est‡ su salvaci—n a los
que le temen, Para que habite la gloria en nuestra tierra. La misericordia y la verdad se
encontraron; La justicia y la paz se besaron. La verdad brotar‡ de la tierra,
Y la justicia mirar‡ desde los cielos.
ŔPero cuando se besaron, la justicia y la paz? Esto pas— en la cruz de Cristo, en
donde, por sabidur’a infinita, la justicia estaba satisfecha, mientras la
misericordia estaba producida.
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Pero ahora podemos regresar a nuestro tema. Hemos visto las evidencias muy claras que Dios tiene un plan, para la salvaci—n
de su pueblo.
Pero tambiŽn queremos hablar de la gran tentaci—n de quejar nos de este plan.
Hay gente que pueden decir, Ŕest‡ bien que Dios me salve, pero yo no
quiero ser Cristiano, yo no quiere ni arrepentir me ni estar bautizadoÓ.
As’ los Jud’os rechazaban a Cristo cuando vino. Como que dijeron, ŇÁest‡ bien que Dios
nos redime de los Romanos, pero no con ese!Ó
ŇEsto no es lo que est‡bamos esperando, quer’amos mejor alguien como
Moses o como David, pero ese noÓ.
O como Jon‡s, que cuando recibi— el orden de ir a N’nive, se fue en la
direcci—n opuesta. Como que estaba
diciendo, ŇEst‡ bien que Dios me mande a evangelizar, pero no a estos
malvadosÓ.
Ojala te veas hermano que es muy f‡cil terminar quejando del plan de Dios.
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9) !!Ay del que pleitea con su
Hacedor! !!el tiesto con los tiestos de la tierra! ŔDir‡ el barro al que lo
labra: ŔQuŽ haces?; o tu obra: ŔNo tiene manos?
Aqu’ tenemos a Dios hablando.
pausa A Dios no la agrada,
cuando quejamos de su plan. Y para ayudar nos a entender que
absurdo es, dice que el barro no puede quejar al alfarero, gritando, Ňporque me
estas formando as’, Áno! Áno!, quiero estar formado, pero, de otra manera.Ó
Es completamente absurdo pensar que el barro puede dar instrucciones
al alfarero, y es igualmente absurdo pensar que nosotros podemos dar instrucciones
a Dios, con nuestras quejas sobre su
plan.
10) !!Ay del que dice al padre: ŔPor
quŽ engendraste? y a la mujer: ŔPor quŽ diste a luz?!
No es muy comśn, pero lo he visto, cuando un joven rebelde, contiendo
feamente con sus padres dice ŇPero yo no ped’a nacer de ustedesÓ.
Es una profunda falta de agradecimiento, y una falta de respeto, pero
he escuchado expresiones semejantes.
10) !!Ay del que dice al padre: ŔPor
quŽ engendraste? y a la mujer: ŔPor quŽ diste a luz?!
Los padres tienen el derecho de gobernar sus casas, con la sabidur’a y
la instrucci—n que han recibido de Dios.
Y si es as’, ŔCu‡nto mas tiene Dios el derecho de llevar acaba su plan sabio?
11) As’ dice Jehov‡, el Santo de
Israel, y su Formador: Preguntadme de las cosas por venir; mandadme acerca de
mis hijos, y acerca de la obra de mis manos.
Esto actualmente est‡ confirmando lo rid’culo es de quejar o de
criticar lo que Dios est‡ haciendo con su pueblo.
Dios es el creador, y por lo tanto es el due–o, y est‡ completamente
en su derecho, llevando acabo su plan
bonito.
12) Yo hice la tierra, y creŽ sobre
ella al hombre. Yo, mis manos, extendieron los cielos, y a todo su ejŽrcito
mandŽ.
La autoridad de Dios es infinita. Esto est‡ confirmada con la doctrina de la creaci—n.
Y francamente hermanos, el diablo est‡ enterado de esto, y por esto
est‡ siempre tratando de atacar esa doctrina, hablando de millones de a–os o del
Darwinismo.
Lo que el diablo quiere lograr, es reducir el concepto de la autoridad
de Dios en tu mente.
13) Yo lo despertŽ en justicia, y
enderezarŽ todos sus caminos; Žl edificar‡ mi ciudad, y soltar‡ mis cautivos,
no por precio ni por dones, dice Jehov‡ de los ejŽrcitos.
Ahora estamos regresando a la profec’a de Ciro. El Esp’ritu Santo de Dios sabia que
cuando los jud’os escucharon de todo esto, que si iban a quejar se del plan.
ŇBueno pues, est‡ bien que Dios va a rescatar nos del cautiverio,
Ŕpero porque con este? ŔUn pagano?Ó
ŇAcaso Dios no pudiera levantar nos otro MoisŽs u otro David. ŔComo que nos van a rescatar con ese
pagano?Ó
========================== Doctrina =======================
Hemos visto que Dios tiene un plan, y
es un plan detallado, que incluye todo. Es un plan glorioso que va a brillar la gloria de
Dios por toda la eternidad.
Pero, lastimosamente, siempre habr‡ hermanos
que vivan quejando del plan de Dios.
Por ejemplo, si el plan de Dios
incluye todo, va a establecer de antemano, a quienes Dios va a salvar, y a
quienes Dios va a dejar en sus pecados.
Siempre hay quejas sobre esto. Por esto San Pablo citaba nuestro
pasaje cuando se escrib’a el libro de Romanos.
Cuando Cristo vino, los Jud’os, como Jon‡s,
no querr’an ver la salvaci—n saliendo a todas las naciones, sino que creyeron
que el pacto era solamente para ellos.
Pero vieron a Griegos salvados y Jud’os
perdidos. Pablo tenia que explicar
esto un poco, y se citaba nuestro texto de Isa’as.
Romanos 9:8-24 Esto es: No los que son hijos segśn la carne
son los hijos de Dios, sino que los que son
hijos segśn la promesa son contados como descendientes.
Porque la palabra de la promesa es esta: Por
este tiempo vendrŽ, y Sara tendr‡ un hijo. Y no s—lo esto,
sino tambiŽn cuando Rebeca concibi— de uno, de Isaac nuestro padre (pues no hab’an aśn nacido, ni hab’an
hecho aśn ni bien ni mal, para que el prop—sito de Dios conforme a la
elecci—n permaneciese, no por las obras sino por el que llama), se le dijo: El mayor servir‡ al menor.
Los jud’os conocieron bien la historia de
Jacob y de Esaś, como uno era escogido y el otro no. Y sobre esto no tenian queja.
Como est‡ escrito: A Jacob amŽ, mas a Esaś
aborrec’.
Los Jud’os sab’an que aun que Dios ama a
todos, no todos est‡n amados de la misma manera.
14 ŔQuŽ, pues, diremos? ŔQue hay injusticia
en Dios? En ninguna manera.
Aqu’ Pablo anticipaba que algunos iban a quejar,
del plan de Dios. Pero esto no
tiene sentido, Dios sabe lo que hace.
15 Pues a MoisŽs dice: TendrŽ misericordia
del que yo tenga misericordia, y me compadecerŽ del que yo me compadezca.
Dios no est‡ bajo ninguna obligaci—n de
extender su misericordia a todos, sino solamente a quien quiere.
16 As’ que no depende del que quiere, ni del
que corre, sino de Dios que tiene misericordia.
La misericordia siempre tiene que ser
gratuita, de otra manera seria deuda.
17 Porque la Escritura dice a Fara—n: Para
esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre
sea anunciado por toda la tierra.
18 De manera que de quien quiere, tiene
misericordia, y al que quiere endurecer, endurece.
Cuando Dios endureci— el coraz—n de Fara—n,
solamente estaba llevando acabo su plan sabio. Pero San Pablo sabia que alguien iba a quejar se de
esto.
19 Pero me dir‡s: ŔPor quŽ, pues, inculpa?
porque ŔquiŽn ha resistido a su voluntad?
El concepto de la voluntad de Dios est‡
empleada en dos sentidos en la Biblia.
Una es su plan secreto que nadie puede resistir. Otra es su moralidad revelada, que est‡
resistida mucho.
Pero Pablo sabia que muchos iban a quejar
se aqu’ sobre el plan de Dios, y por esto tenia una respuesta a la
pregunta.
20 Mas antes, oh hombre, ŔquiŽn eres tś,
para que alterques con Dios? ŔDir‡ el vaso de barro al que lo form—: ŔPor quŽ
me has hecho as’?
21 ŔO no tiene potestad el alfarero sobre el
barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?
Aqu’ Pablo regresaba a nuestro texto de hoy,
para destruir la queja, mostrando nos que era completamente absurda.
22 ŔY quŽ, si Dios, queriendo mostrar su ira
y hacer notorio su poder, soport— con mucha paciencia los vasos de ira
preparados para destrucci—n,
23-24 y para hacer notorias las riquezas de
su gloria, las mostr— para con los vasos de misericordia que Žl prepar— de
antemano para gloria, a los cuales
tambiŽn ha llamado, esto es, a nosotros, no s—lo de los jud’os, sino tambiŽn de
los gentiles?
========================= Aplicaci—n ======================
ŔComo est‡ contigo hermano en esta
ma–ana? ŔAndas tu quejando del
plan de Dios?
Esto puede pasar de muchas maneras.
Si uno est‡ enfermo, Dios puede sanar te
milagrosamente, o en su plan soberano puede decidir que es mejor para
ti, emplear la ciencia medica.
Vas a pensar en tu mente ŇBueno est‡ bien,
que Dios me sane, Ŕpero tengo que ir una y otra vez por el quimioterapia, tengo
que perder mi pelo, y estar en la cama mucho recuperando?Ó
ŔTe quejas de la pareja que Dios te ha
dado? ŔTe quejas del trabajo que
Dios ha puesto delante de te?
ŔAndas quejando de los desaf’os que tienes
con tus hijos?
Como dije, es muy f‡cil, perder tu primer
amor, y quejar te de lo que Dios est‡ haciendo en tu vida.
Porque el plan de Dios es muy amplio,
y abarca todo.
Pablo estaba muy enterado de la manera en
que todos nosotros ’bamos a quejar nos del plan de Dios, como los Jud’os
se quejaban del man‡ en el desierto.
Por esto dijo a los hermanos en la carta de FilipensesÉ
Filipenses 2:14-15 Haced todo sin murmuraciones y
contiendas, para que se‡is
irreprensibles
y sencillos, hijos de
Dios sin
mancha en medio de una
generaci—n
maligna y perversa, en medio
de la cual
resplandecŽis como luminares
en el mundo.
En fin, si tu quieres aprender vivir siempre
en la gratitud de tu salvaci—n, no perdiendo jam‡s tu primer amor, siendo un
gran ejemplo a todos, puedes pasar en unos momentos y oraremos para ti.
Vamos a orar!