3 de marzo de 18

Manda La Lluvia

Isa’as 44:1-8

Introducci—n

 

Aun estamos en la porci—n de Isa’as en que hay mucha consolaci—n, porque el pueblo en aquellos tiempos realmente necesitaba la consolaci—n.

 

Iban a estar arrastrados a Babilonia, por sus a–os de desobediencia, y por copiar la idolatr’a de sus vecinos.

 

Iban a vivir en una regi—n de gran idolatr’a, lejos de su templo, que iba estar destruido.  Iban a vivir lejos de sus servicios normales de la fe.

 

Seria f‡cil de concluir que su futuro era incierto.  ÀQuŽ pasar’a con sus j—venes en una cultura de plena idolatr’a?

 

Tenemos el testimonio de Sadrac, Mesac y Abednego, que no inclinaron al gran ’dolo de Nabucodonosor, Àpero quŽ de los dem‡s?

 

Tres j—venes eran fieles en el momento de la prueba, pero seguramente hab’an miles que no ten’an el mismo valor.

 

Eran tiempos en que los padres pudieron vivir muy preocupados, y por esto, se necesitaban el animo, y la consolaci—n.  pausa

 

En esto, podemos concluir que su situaci—n era semejante a los padres Cristianos hoy d’a.  Viendo como muchos miran a sus j—venes apartando se de la fe, se pueden vivir en angustias.  ÀAcaso tenemos nosotros un futuro incierto?

 

Antes que nada, las madres hoy en d’a tienen menos hijos, porque la mayor’a de las madres trabajan, y creen que tener hijos es muy caro.

 

Y por las influencias de la cultura, las escuelas, la mœsica, muchos de los j—venes que crecen en la fe, la abandona en poco tiempo, saliendo de la casa.

 

As’ que los padres Cristianos de hoy, tambiŽn necesitan el animo, la consolaci—n, la confianza de que no tenemos un futuro incierto.

 

 

1) Ahora pues, oye, Jacob, siervo m’o, y tœ, Israel, a quien yo escog’.

 

Israel era el pueblo escogido de Dios.  Y diciendo lo as’ normalmente no hay problema.

 

Pero a veces, hay hermanos que sientan un poco inc—modos con el concepto de que Dios est‡ seleccionando, escogiendo a quien quiere salvar.

 

Pero en la Biblia esto no es ningœn problema sino que es la base del animo, y de la confianza.

 

2 Tesalonicenses 2:13     Pero nosotros debemos dar siempre

gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Se–or, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvaci—n, mediante la santificaci—n por el Esp’ritu y la fe en la verdad,

 

Sabiendo que tu salvaci—n fue por decisi—n de Dios, puede darte una gran confianza, de que ser‡ una salvaci—n segura.

 

Juan 15:16 No me elegisteis vosotros a m’, sino que yo

os eleg’ a vosotros, y os he puesto para que vay‡is y llevŽis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, Žl os lo dŽ.

 

ÀPorque Cristo tenia que informar los de esto?  Es que en nuestro orgullo hermano, podemos concluir que nosotros Žramos suficientemente inteligentes para ver que tiene sentido seguir a Cristo y servir lo.

 

Pero hermano, hermana, si tu puedes entender algo de la palabra, es porque Dios te ha dado su esp’ritu, y te has escogido para ser uno de sus seguidores, no por algo bueno en ti, sino simplemente por la gracia inescrutable del Padre.

 

Y no voy a citar muchos lugares, pero esa doctrina de la elecci—n, de los elegidos o los escogidos est‡ en todos lados en la Biblia

 

2) As’ dice Jehov‡, Hacedor tuyo, y el que te form— desde el vientre, el cual te ayudar‡: No temas, siervo m’o Jacob, y tœ, Jesurœn, a quien yo escog’.

Durante un tiempo en que el futuro parec’a un poco incierto, el pueblo necesitaba escuchar esto.

 

Dios estaba a su lado.  Dios siempre estaba cuidando de ellos, desde el vientre.  Y ese nombre Jesurœn era un sobre nombre de cari–o que Dios usaba con su pueblo en diferentes ocasiones.  Recordando les que eran llamados a ser su pueblo especial, y diferente de los mundanos.

 

2) As’ dice Jehov‡, Hacedor tuyo, y el que te form— desde el vientre, el cual te ayudar‡: No temas, siervo m’o Jacob, y tœ, Jesurœn, a quien yo escog’.

 

Ellos, como nosotros, ten’an que recordar que Dios era su Hacedor.

 

Nosotros y nuestros j—venes estamos bombardeados constantemente con conceptos de la evoluci—n, el Darwinismo, en que Dios como el creador est‡ excluido.

 

Y has razones, por esto.  Todas Sat‡nicas.

 

Cuando los j—venes crean que han llegado aqu’ por un accidente de la evoluci—n, entonces no importa si practican cualquier forma de perversi—n sexual.

 

Si Dios no hizo un hombre y una mujer, para estar juntos hasta la muerte, entonces toda forma de familia es valida, sea de lesbianas, de sodomitas o de lo que sea.

 

Es mas, si Dios no es nuestro creador, entonces nadie realmente tiene derechos de nada.  El gobierno puede darte unos derechos si quiere, pero tambiŽn el mismo gobierno puede quitar todos tus derechos si esto les conviene por el momento.

 

Si los derechos humanos no vienen de Dios, como creyeron en el principio de este pa’s, entonces los derechos simplemente son arbitrarios, y pueden cambiar con los vientos.

 

3) Porque yo derramarŽ aguas sobre el sequedal, y r’os sobre la tierra ‡rida; mi Esp’ritu derramarŽ sobre tu generaci—n, y mi bendici—n sobre tus renuevos;

 

Este verso realmente es el coraz—n del animo, que recibiremos hoy d’a.  Si has pasado tiempo en un desierto, sabes que sin agua, nada puede vivir.

 

Aqu’ en California, si no eches el agua sobre las plantas, sobre el cŽsped, todo va a marchitarse, en el verano.

 

Durante la sequ’a, muchos de mis vecinos se pusieron plantas especiales alredor de sus casas, arbustos naturales, cactos, pero aun estas plantas especiales, tienen que recibir algo del agua.

 

As’ que, en las escrituras, una sequ’a, es una representaci—n de la muerte, la falta de vida, y el agua viene como representaci—n del Esp’ritu Santo.  Por esto cantamos de Dios mandando la lluvia.

 

3) Porque yo derramarŽ aguas sobre el sequedal, y r’os sobre la tierra ‡rida; mi Esp’ritu derramarŽ sobre tu generaci—n, y mi bendici—n sobre tus renuevos;

 

La fe Cristiana, en este pa’s, y en gran parte de Europa, est‡ cada vez mas seca.  Muchas iglesias han sido cerradas.  Algunas han sido convertidas en restaurantes, o museos, o atracciones para el turismo.

 

Otras han sido vendidas a los musulmanes para estar convertidas en mezquitas, porque los musulmanes sigan creciendo en el mundo, llenos de celos para su fe equivocada, y al mismo tiempo teniendo muchos hijos.

 

Y por esto, muchos en Europa vivan en angustias y en temor.

 

EncontrŽ un reportaje de Dinamarca en que la gente desean regresar a le fe Cristiana que ten’an antes.  Algunos han visitado a Rusia y dicen que all‡ los ex comunistas est‡n regresando a la fe en gran numero.

 

3) Porque yo derramarŽ aguas sobre el sequedal, y r’os sobre la tierra ‡rida; mi Esp’ritu derramarŽ sobre tu generaci—n, y mi bendici—n sobre tus renuevos;

 

Pero aqu’ Dios nos da una promesa bella.  Para los que tienen sed para su poder, Dios est‡ dispuesto a derramar su Esp’ritu en gran abundancia.

 

Y cuando tenemos esa sed, ese deseo, desesperado, lo expresamos por la oraci—n, fuerte y constante.

 

Y aun Cristo Jesœs ha prometido contestar esa forma de oraci—n.  Santiago dice que no tenŽis porque no ped’s, pero mira lo que Cristo dijo.

 

Lucas 11:10-13 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que

busca, halla; y al que llama, se le abrir‡.

 

ÀQuŽ padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dar‡ una piedra? Ào si pescado, en lugar de pescado, le dar‡ una serpiente?

 

ÀO si le pide un huevo, le dar‡ un escorpi—n?

 

Pues si vosotros, siendo malos, sabŽis dar buenas d‡divas a vuestros hijos, Àcu‡nto m‡s vuestro Padre celestial dar‡ el Esp’ritu Santo a los que se lo pidan?

 

Podemos pedir, estamos invitados a pedir que Dios derrame su esp’ritu santo no solamente sobre nosotros, sino sobre nuestros hijos y nuestros j—venes.

 

Hacemos mucho Žnfasis, sobre la instrucci—n de los hijos, y la necesidad de que los padres no vivan como hip—critas en frente a sus hijos, y todo esto es importante.

 

Pero durante los tiempos que parecen inciertos, esto es aun mas importante.  Agarrar una promesa firme como Žsta, y llevar la a Dios en oraci—n apasionante.

 

3-4) Porque yo derramarŽ aguas sobre el sequedal, y r’os sobre la tierra ‡rida; mi Esp’ritu derramarŽ sobre tu generaci—n, y mi bendici—n sobre tus renuevos; y brotar‡n entre hierba, como sauces junto a las riberas de las aguas.

 

Aqu’, Dios est‡ prometiendo derramar su Esp’ritu sobre tus hijos, sobre tu nietos, sobre tus j—venes, de tal manera que se van a crecer como ‡rboles fuertes al lado del agua.

 

Y en toda la historia de la iglesia los hermanos han venido aqu’, orando esa promesa a Dios, pidiendo por sus hijos durante los tiempos de incertidumbre.

 

Si podemos vivir cerca de Dios, confiando en su palabra, entonces realmente no hay tiempos de incertidumbre, porque no tenemos un futuro incierto, sino que tenemos promesas confiables de nuestro Dios.

 

5) Este dir‡: Yo soy de Jehov‡; el otro se llamar‡ del nombre de Jacob, y otro escribir‡ con su mano: A Jehov‡, y se apellidar‡ con el nombre de Israel.

 

Esto est‡ hablando de tus hijos, tus nietos, identificando se con el nombre de Cristo, no solamente cuando est‡n viviendo debajo de tu techo, sino que aun cuando han salido, formando sus nuevas familias.

 

5) Este dir‡: Yo soy de Jehov‡; el otro se llamar‡ del nombre de Jacob, y otro escribir‡ con su mano: A Jehov‡, y se apellidar‡ con el nombre de Israel.

 

Es una de las promesas mas bellas de todo el libro de Isa’as.  Hemos visto algo de esto el a–o pasado cuando muchos de los j—venes estaban bautizados, pœblicamente delante del mundo entero.

 

Bautizando se, especialmente en publico, es una manera de identificar se, con Cristo Jesœs. 

 

Pero tambiŽn, como hoy d’a, los que pasan a recibir la Santa Cena, est‡n renovando su pacto con Cristo, y afirmando que est‡n identificando se con la fe de Cristo, en medio de un mundo oscuro y perverso.

 

Mateo 26:26-28 Y mientras com’an, tom— Jesœs el pan, y

bendijo, y lo parti—, y dio a sus disc’pulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo.

 

Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos;  porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisi—n de los pecados.

 

Y hermano, hermana, si vives as’, identificando te con Cristo, es porque Dios te ha escogido, y que Dios aun est‡ llenando te, con su Esp’ritu Santo.

 

5) Este dir‡: Yo soy de Jehov‡; el otro se llamar‡ del nombre de Jacob, y otro escribir‡ con su mano: A Jehov‡, y se apellidar‡ con el nombre de Israel.

 

Podemos usar todos estos versos en nuestras oraciones.  Llevando a Dios sus promesas.  Rogando que derrame su esp’ritu sobre nuestros hijos, si haya una sequedad en sus vidas espirituales.

 

Y que se identifican con Cristo no por presi—n familiar, ni por presi—n de sus amigos, sino porque habr‡ un nuevo poder dentro de sus almas.

6) As’ dice Jehov‡ Rey de Israel, y su Redentor, Jehov‡ de los ejŽrcitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de m’ no hay Dios.

 

Antes de ir a Babilonia, el pueblo tenia que entender que solamente hay un Dios. 

 

La gente perdida pueden hablar de su Allah, de su Buda, u otro ser imaginario, pero el pueblo de Dios tiene que saber que todo aquello es solamente una fantas’a.

 

Y seria dif’cil para los hebreos, porque todos pudieron, burlar de ellos preguntando , ÒBueno si ustedes tienen el Dios verdadero, Àporque son nuestros esclavos ya?Ó  ÀDonde est‡ tu Dios ahora?  Como se preguntaba el juez el la pelicular del peregrino.

 

Salmos 79:10   Porque dir‡n las gentes:

ÀD—nde est‡ su Dios?

 

6) As’ dice Jehov‡ Rey de Israel, y su Redentor, Jehov‡ de los ejŽrcitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de m’ no hay Dios.

 

La gente moderna tambiŽn pueden atacar a nosotros quejando ÒÀComo te atreves decir que tu Dios es el œnico Dios verdadero, acaso no tienes ningœn respeto para las religiones de otros? ÁHuu! ÁEsto es el colmo!Ó

 

Pero hermanos, solamente estamos viviendo fieles a lo que dios ha revelado.

 

6) As’ dice Jehov‡ Rey de Israel, y su Redentor, Jehov‡ de los ejŽrcitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de m’ no hay Dios.

 

Otros grupos quieren atacar nos porque ellos no creen que Cristo, como ser humano, no puede ser al mismo tiempo el Dios eterno.

 

El Dios eterno dice que es el primero y el postrero.  Pero esto es exactamente lo que Cristo dijo de si mismo.

 

Apocalipsis 1:8 Yo soy el Alfa y la Omega, principio y

fin, dice el Se–or, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.

 

 

 

Apocalipsis 1:16-17  Ten’a en su diestra siete estrellas; de

su boca sal’a una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.

 

Cuando le vi, ca’ como muerto a sus pies. Y Žl puso su diestra sobre m’, diciŽndome: No temas; yo soy el primero y el œltimo.

 

 

Apocalipsis 22:12-13 He aqu’ yo vengo pronto, y mi

galard—n conmigo, para recompensar a cada uno segœn sea su obra.

 

Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el œltimo.

 

Hermanos, cuando ense–amos que Cristo es Dios, no es porque queremos problemas con los Musulmanes, o con los Testigos de Jehov‡, es simplemente porque tenemos que vivir, fieles a las escrituras.

 

7) ÀY quiŽn proclamar‡ lo venidero, lo declarar‡, y lo pondr‡ en orden delante de m’, como hago yo desde que establec’ el pueblo antiguo? Anœncienles lo que viene, y lo que est‡ por venir.

 

Terminando el capitulo Dios va a refutar mucho, la idolatr’a de este mundo.

 

Pero lo que podemos aprender aqu’, de lo que Dios dijo por medio del profeta, es que la Biblia realmente no tiene ninguna competencia.

 

No hay un libro como la Biblia en ninguna religi—n del mundo.  El mundo Sat‡nico quiere dar la impresi—n de que hay muchos libros santos para todas las religiones del mundo.  Pero no hay nada como la Santa Biblia.

 

Por ejemplo, escuchŽ el testimonio de un hermano misionero en Moraco.  Esto es un pa’s Musulm‡n al sur de Espa–a, cruzando el mar mediterr‡neo.

 

Y el hermano est‡ ganando almas para Cristo compartiendo el amor de Cristo, y tambiŽn las doctrinas de este capitulo.  Es que en el Cor‡n casi no hay profec’as, y seguramente no hay profec’as como nosotros tenemos de Cristo.

7) ÀY quiŽn proclamar‡ lo venidero, lo declarar‡, y lo pondr‡ en orden delante de m’, como hago yo desde que establec’ el pueblo antiguo? Anœncienles lo que viene, y lo que est‡ por venir.

 

Dios estaba invitando a las religiones falsas a demostrar sus profec’as, y como han sido cumplidas.  Y simplemente no va a encontrar nada como lo que nosotros tenemos en nuestra Biblia.  La Biblia simplemente no tiene competencia.

 

Pero tengo que compartir un detalle mas sobre este misionero en Moroco.

 

Hab’a una gran mujer profesional, intelectual que recibi— a Cristo all‡, y el misionero estaba muy orgulloso de la manera en que la tenia persuadida por sus grandes argumentos y explicaciones.  pausa

 

Hasta que Žl escuchaba a ella, dando su testimonio en otro servicio especial.  Y esa gran hermana, intelectual, profesional, dijo que lo que impactaba su coraz—n, no era nada de las palabras que se escuchaba, sino que lo que realmente la dejaba convencida de la verdad, era el amor que ella pudo ver en las parejas Cristianas.

 

Dijo que jam‡s ha visto nada semejante en la cultura de los musulmanes, de una mujer y un hombre mostrando un amor tan autentico en su matrimonio.

 

Juan 13:35 En esto conocer‡n todos que sois mis

disc’pulos, si tuviereis amor los unos con los otros.

 

Hermano, si no est‡s muy activo en el evangelismo, ÀPueden los del mundo, por los menos, ver el amor de Cristo en tu manera de amar a tu esposa, y cuidar de ella, como un tesoro sumamente valioso?  pausa

 

Si no es as’ quiero orar para ti, antes de ir a la Santa Cena.

1 Pedro 3:7    Vosotros, maridos, igualmente, vivid con

ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso m‡s fr‡gil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.

 

Si tienes una gran relaci—n con tu esposa, si ella est‡ contenta y feliz contigo, como hermano, puede ser que tu eres un gran evangelista, sin saber lo.

8) No tem‡is, ni os amedrentŽis; Àno te lo hice o’r desde la antigŸedad, y te lo dije? Luego vosotros sois mis testigos. No hay Dios sino yo. No hay Fuerte; no conozco ninguno.

 

Hemos visto que nuestra Biblia tiene una gran variedad de profec’as, especificas, que han sido cumplidas al pie de la letra, especialmente en la vida de Cristo Jesœs.

 

Y no hay nada semejante en ningunas de las religiones del mundo, toda la propaganda Sat‡nica no obstante.

 

Tu hermano, tu hermana, joven, puedes estar seguro de tu fe, y puedes confiar en las promesas de Dios, aun durante los tiempos oscuros, porque para ti, s’ hay un gran futuro.

 

El futuro es nuestro, porque nuestro Dios es el œnico.

 

No hay Dios sino yo. No hay Fuerte; no conozco ninguno.

 

========================= Aplicaci—n ======================

 

Bueno hermanos, aunque muchas familias Cristianas han visto la perdida, por el momento, de sus j—venes al mundo, hoy d’a hemos recibido una promesa grande.

 

Isa’as 44:3-5  Porque yo derramarŽ aguas sobre el sequedal,

y r’os sobre la tierra ‡rida; mi Esp’ritu derramarŽ sobre tu generaci—n, y mi bendici—n sobre tus renuevos; y brotar‡n entre hierba, como sauces junto a las riberas de las aguas.

 

Este dir‡: Yo soy de Jehov‡; el otro se llamar‡ del nombre de Jacob, y otro escribir‡ con su mano: A Jehov‡, y se apellidar‡ con el nombre de Israel.

 

Y tu puedes llevar esa promesa al trono de tu Dios, rogando, apasionadamente, ÒDios por favor, derrame tu esp’ritu, manda la lluvia, sobre mi hijo, mi nietro, que tiene un esp’ritu seco, que tiene su corazones ahora en el mundo, y regrŽsalo, al camino, otra vez, en el nombre glorioso de Cristo Jesœs, amenÓ,

 

                     Vamos a orar!