2 de marzo de 2018
Aprovechando Se De Lo Inescrutable
Proverbios 25:1-14
El rey Salom—n escribi— una gran cantidad de
proverbios. Mucho mas que tenemos
aqu’ en este libro.
1 Reyes 4:30-32 Era
mayor la sabidur’a de Salom—n que la
de todos los orientales, y
que toda la sabidur’a de los egipcios.
Aun fue m‡s sabio que
todos los hombres, m‡s que Et‡n ezra’ta, y que Hem‡n, Calcol y Darda, hijos de
Mahol; y fue conocido entre todas las naciones de alrededor.
Y compuso tres mil
proverbios, y sus cantares fueron mil cinco.
Estos nombres realmente no son conocidos a nosotros,
pero en aquel tiempo, eran sumamente famosos. Y el libro de Proverbios no tiene ni mil vers’culos.
Pero el Esp’ritu Santo de Dios, gobernaba la
organizaci—n y la selecci—n de lo que tenemos, lo necesario.
Los proverbios que tenemos hoy, son muy especiales,
porque durante la vida de Ezequ’as, se organizaron la instrucci—n muy
importante para el liderazgo exitoso.
Recordamos que Ezequ’as era uno de los Reyes buenos,
que conocimos estudiando el libro de Isa’as en los domingos.
1)
TambiŽn estos son proverbios de Salom—n, los cuales copiaron los varones de
Ezequ’as, rey de Jud‡:
Parece como que los manuscritos estaban separados en
la confusi—n y el caos de los tiempos, pero esa parte era sumamente importante,
y por lo tanto estaba re copiado por los varones de Ezequ’as, organizado para
la preservaci—n.
2)
Gloria de Dios es encubrir un asunto; Pero honra del rey es escudri–arlo.
Dios, como soberano y omnisciente, no tiene que
escudri–ar a nada. Dios siempre ha
conocido todo, y es absurdo pensar que Dios puede aprender algo nuevo.
2)
Gloria de Dios es encubrir un asunto; Pero honra del rey es escudri–arlo.
Pero s’ es glorioso par Dios, encubrir ciertas
cosas. Aunque Dios ha revelado
mucho, todo lo que necesitamos para la salvaci—n y para una vida productiva,
hay mucho que Dios no nos ha revelado.
Deuteronomio 29:29 Las
cosas secretas pertenecen a Jehov‡
nuestro Dios; mas las
reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que
cumplamos todas las palabras de esta ley.
ŔPero quŽ son estas cosas secretas? Obviamente no podemos enumerar las, de
otra manera no serian secretas.
Pero s’ podemos dar unos ejemplos.
Antes de casar se con Dalila, Sans—n tenia otra
esposa, pagana, de lo filisteos. Y
esto es algo que no estaba permitido para uno que estaba en pacto con Dios.
Jueces 14:1-4 Descendi—
Sans—n a Timnat, y vio en Timnat a
una mujer
de las hijas de los filisteos.
Y subi—, y lo declar— a su
padre y a su madre, diciendo: Yo he visto en Timnat una mujer de las hijas de
los filisteos; os ruego que me la tomŽis por mujer.
A lo mejor ella estaba muy atractiva, pero esto
seria un yugo desigual, algo prohibido.
Y su padre y su madre le
dijeron: ŔNo hay mujer entre las hijas de tus hermanos, ni en todo nuestro
pueblo, para que vayas tś a tomar mujer de los filisteos incircuncisos? Y
Sans—n respondi— a su padre: T—mame Žsta por mujer, porque ella me agrada.
Mas su padre y su madre no
sab’an que esto ven’a de Jehov‡,
porque Žl buscaba ocasi—n contra los filisteos; pues en aquel tiempo los
filisteos dominaban sobre Israel.
Era algo prohibido, era un pecado, pero era parte
del plan secreto de Dios. Dios iba
a usar, hasta el pecado de Sans—n, para aplastar a los filisteos. Pero por el momento, era parta de los
asuntos secretos.
Cuando estaba pasando, no se sab’an que era plan de
Dios, pero el Esp’ritu revel— esto mas tarde. Estos son puntos profundos, para entender las profundidades
del liderazgo.
TambiŽn en el nuevo testamento algo curioso pas—.
Hechos 18:8-10 Y
Crispo, el principal de la sinagoga, crey—
en el Se–or con toda su
casa; y muchos de los corintios, oyendo, cre’an y eran bautizados.
Entonces el Se–or dijo a
Pablo en visi—n de noche: No temas, sino habla, y no calles; porque yo estoy contigo, y ninguno
pondr‡ sobre ti la mano para hacerte mal, porque
yo tengo mucho pueblo en esta ciudad.
Normalmente trabajamos como misioneros en un lugar,
esperando que haya personas que van a llegar a la fe, pero no sabiendo con
certeza que habr‡ conversos. Pero
en este caso, Cristo revel— a Pablo, algo de las cosas secretas. Porque Cristo sabia exactamente cuantos
iban a salvar, y hasta quienes eran.
Pero Dios no est‡ bajo obligaci—n de revelar estos
asuntos. Es su gloria encubrir asuntos. Por esto decimos a veces que Dios es inescrutable. Como San Pablo dijo, llegando al fin del capitulo 11 de Romanos.
Romanos 11:33 !!Oh
profundidad de las riquezas de la
sabidur’a y de la ciencia
de Dios! !!Cu‡n insondables son sus juicios, e inescrutables sus
caminos!
Esto es la manera que un hombre va a responder,
descubriendo solamente un poquito de la gloria de Dios.
2)
Gloria de Dios es encubrir un asunto; Pero honra del rey es escudri–arlo.
En la antigźedad, no todos ten’an el lujo de muchos
libros y el tiempo para leer e investigar cosas. En las granjas aun en este pa’s, antes, uno se levantaba muy
temprano y trabajaba hasta la noche, y ca’a cansado en la cama.
Y hasta los ni–os tambiŽn trabajaban, para producir
una cantidad de comida suficiente para comer y ahorrar un poquito.
Solamente los reyes ten’an el tiempo y los recursos
y la preparaci—n de escudri–ar con profundidad.
Ahora todos estamos un poco mas rico, por los menos
en este pa’s, si realmente queremos escudri–ar y estudiar un asunto.
3)
Para la altura de los cielos, y para la profundidad de la tierra, Y para el
coraz—n de los reyes, no hay investigaci—n.
Pero un rey, u otra persona muy alta en un
liderazgo, del gobierno, o de los negocios, puede ser muy dif’cil entender sus
decisiones.
Es que ellos tienen mas informaci—n que nosotros, y
a veces tienen muchos consejeros, y si nosotros tratamos de juzgar los, puede
ser con un poco de presunci—n, sabiendo muy poco de lo que se trata.
Y pensando en esto, debemos de terminar mas
humildes, en los asuntos que son mas all‡ de nuestro conocimiento.
4-5)
Quita las escorias de la plata, y saldr‡ alhaja al fundidor. Aparta al imp’o de la presencia del
rey,
y su
trono se afirmar‡ en justicia.
Esto est‡ comparando los malvados dentro de un
gobierno, con las escorias que est‡n en la plata.
Para purificar la plata, y hacer la mas valiosa, es
necesario, por medio del fuego, quitar las escorias.
La sabidur’a dice aqu’, que tienes que hacer el
mismo, si quieres estar exitoso en el liderazgo.
6) No
te alabes delante del rey, Ni estŽs en el lugar de los grandes;
Para el hombre carnal, es lo mas natural, intentar
impresionar a los grandes, con tu manera de vestirse, con tu manera de hablar.
Pero la sabidur’a dice que esto es un gran
error. Si estos lideres est‡n muy
altos sobre ti, no tiene sentido fingir que tu estas al mismo nivel.
Es mejor responder con humildad, conociendo tu
lugar.
Pablo escribi— sobre esto, comunicando la misma
sabidur’a sobre el liderazgo de las iglesias.
Romanos 12:3 Digo,
pues, por la gracia que me es dada, a
cada cual que est‡ entre
vosotros, que no tenga m‡s alto concepto de s’ que el que debe tener, sino que
piense de s’ con cordura, conforme a la medida de fe que Dios reparti— a cada
uno.
Pero para los carnales y los mundanos, vivir como un
humilde es algo inescrutable.
6-7)
No te alabes delante del rey, Ni estŽs en el lugar de los grandes; Porque mejor es que se te diga: Sube
ac‡,
Y no
que seas humillado delante del pr’ncipe a quien han mirado tus ojos.
Aqu’ Salom—n lo hace mas claro con las razones, de porquŽ
debemos de vivir como los humildes.
Y no es suficiente simplemente fingir la humildad, tenemos que realmente
vivir la humildad.
Y por supuesto cuando Cristo vino a este mundo,
hab’a mas que
Salom—n en este lugar, y Cristo lo puso todo en una
buena par‡bola.
Lucas 14:7-11 Observando
c—mo escog’an los primeros asientos
a la mesa, refiri— a los
convidados una par‡bola, diciŽndoles:
Cuando fueres convidado
por alguno a bodas, no te sientes en el primer lugar, no sea que otro m‡s
distinguido que tś estŽ convidado por Žl,
y viniendo el que te
convid— a ti y a Žl, te diga: Da lugar a Žste; y entonces comiences con
vergźenza a ocupar el śltimo lugar.
Mas cuando fueres
convidado, ve y siŽntate en el śltimo lugar, para que cuando venga el que te
convid—, te diga: Amigo, sube m‡s arriba; entonces tendr‡s gloria delante de
los que se sientan contigo a la mesa.
Porque cualquiera que se enaltece, ser‡ humillado; y el que se humilla,
ser‡ enaltecido.
Es que los fariseos han olvidado tanto de la
sabidur’a de Salom—n, que Cristo tenia que regresar a lo mas b‡sico, de los
principios del liderazgo.
8) No
entres apresuradamente en pleito, no sea que no sepas quŽ hacer al fin, despuŽs
que tu pr—jimo te haya avergonzado.
Esto es otro ejemplo de la humildad. Antes de ir a la corte para resolver un
asunto, si es posible, debemos de intentar negociar con la persona, buscando
una soluci—n.
Es muy f‡cil para nosotros concluir que tenemos la
raz—n, pero no es siempre tan f‡cil, demostrar todo en la corte. Y preparando y esperando puede producir
mucho estrŽs, o hasta costar gran tiempo y dinero.
Es mejor evitar el pleito, cuando sea posible. Pero aun la Biblia reconocer que no es
siempre posible.
9-10)
Trata tu causa con tu compa–ero, y no descubras el secreto a otro, no sea que
te deshonre el que lo oyere,
Y tu
infamia no pueda repararse.
A veces en medio de una gran contienda, podemos
sentir la tentaci—n de revelar muchas cosas negativas sobre nuestro oponente.
Pero esto tambiŽn es un error. Es mejor, en la corte, solamente
presentar los hechos, con calma.
Pero aun en esto, Cristo tenia que enfatizar todo
esto, de nuevo, porque los fariseos han perdido todo el poder de la humildad.
Mateo 5:23-26 Por
tanto, si traes tu ofrenda al altar, y
all’ te acuerdas de que tu
hermano tiene algo contra ti, deja all’ tu ofrenda delante del altar, y anda,
reconc’liate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.
Ponte de acuerdo con tu
adversario pronto, entre tanto que est‡s con Žl en el camino, no sea que el
adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la
c‡rcel.
De cierto te digo que no
saldr‡s de all’, hasta que pagues el śltimo cuadrante.
Es la misma ense–anza, pero de los labios de Cristo,
en el nuevo testamento. Es mejor
evitar la contienda, cuando sea posible, y no encontrar sorpresas feas en el
proceso del conflicto.
Y por supuesto es importante pensar, reflexionar
sobre esto, con la Santa Cena, llegando en dos d’as.
11)
Manzana de oro con figuras de plata es la palabra dicha como conviene.
Ahora estamos entrando en un tema un poco
delicado. A veces en el liderazgo,
es necesario reprender, corregir a otro hermano.
A veces puede ser un hermano que tiene una posici—n
mas alta que tu en el reino.
Por ejemplo, una vez Nat‡n tenia que ir y reprender
a David, provocando su arrepentimiento.
ŔPero como? ŔQue iba a
decir?
ÁEres un vil asesino y adultero!
No, sino que se vino con calma y relat— un caso
sobre un cordero robado, y cuando David se conden— a ese hombre hipotŽtico,
Nat‡n se declaro ŇTś eres aquel hombreÓ.
De todos modos, David estaba condenado, acusado,
reprendido.
Pero el profeta vino con su m‡xima creatividad,
poniendo todo en una circunstancia tan irresistible, que David no tenia otra
opci—n sino de condenar a si mismo.
Su cuento del cordero robado era como manzana de
oro, con figuras de plata, bello, sencillo, pero completamente eficaz.
11-12)
Manzana de oro con figuras de plata es la palabra dicha como conviene. Como zarcillo de oro y joyel de oro
fino Es el que reprende al sabio que tiene o’do d—cil.
No es nada f‡cil reprender a un hermano. Especialmente cuando el hermano es
poderoso, como en el caso de David.
Pero a veces es necesario, hacer lo en amor.
Y ojala, si lo haces con Žxito, tus palabras
llegar‡n al o’do d—cil.
Cuando yo tengo que estar corregido, siempre trato
de recordar lo que hemos aprendido en el Salmo.
Salmos 141:5 Que
el justo me castigue, ser‡ un favor,
Y que me reprenda ser‡ un
excelente b‡lsamo.
Pero en nuestros tiempos, desafortunadamente, hay
pocos que tienen el valor de reprender a un hermano cuando lo necesita, y si lo
hace, hay menos que pueden hacer lo que el tacto necesario, y finalmente mas
triste que todo, es como hay aun menos que pueden recibir la reprenda con el o’do
d—cil
13)
Como fr’o de nieve en tiempo de la siega, as’ es el mensajero fiel a los que lo
env’an, pues al alma de su se–or da refrigerio.
Como dije antes, hay muchos hombres, due–os de
negocios que se quejan de la dificultad de encontrar obreros de confianza.
Y antes de los telŽfonos, y el correo electr—nico,
era necearlo mandar un siervo fiel para comunicar un mensaje.
13)
Como fr’o de nieve en tiempo de la siega, as’ es el mensajero fiel a los que lo
env’an, pues al alma de su se–or da refrigerio.
Abraham era muy afortunado en tener un siervo fiel
que fue buscando una esposa para Isaac, porque era muy cuidadoso en su misi—n. Cuando el siervo de Abraham lleg— a la
tierra de Rebeca, y la encontr—, se adoraba a Dios.
GŽnesis 24:26-33 El
hombre entonces se inclin—, y ador— a
Jehov‡,
y dijo: Bendito sea Jehov‡, Dios
de mi amo Abraham, que no
apart— de mi amo su misericordia y su verdad, gui‡ndome Jehov‡ en el camino a
casa de los hermanos de mi amo.
Y la doncella corri—, e
hizo saber en casa de su madre estas cosas.
Y Rebeca ten’a un hermano
que se llamaba Lab‡n, el cual corri— afuera hacia el hombre, a la fuente.
Y cuando vio el pendiente
y los brazaletes en las manos de su hermana, que dec’a: As’ me habl— aquel
hombre, vino a Žl; y he aqu’ que estaba con los camellos junto a la fuente.
Y le dijo: Ven, bendito de
Jehov‡; Ŕpor quŽ est‡s fuera? He preparado la casa, y el lugar para los
camellos.
Entonces el hombre vino a
casa, y Lab‡n desat— los camellos; y les dio paja y forraje, y agua para lavar
los pies de Žl, y los pies de los hombres que con Žl ven’an.
Y le pusieron delante quŽ
comer; mas Žl dijo: No comerŽ hasta que
haya dicho mi mensaje. Y Žl le dijo: Habla.
Este hombre realmente era el mensajero fiel de que
Salom—n estaba ense–ando.
Probablemente estaba muy cansado, con un hambre intenso, pero no quiso
nada, hasta que se entregaba su mensaje.
Y esto es tambiŽn lo que Dios quiere de nosotros,
que llevemos su mensaje con fidelidad, y con cuidado.
1 Corintios 4:2 Ahora
bien, se requiere de los
administradores,
que cada uno sea hallado
fiel.
Y esto incluye a los padres, en la instrucci—n de
sus hijos.
14)
Como nubes y vientos sin lluvia, as’ es el hombre que se jacta de falsa liberalidad.
Como hermanos en Cristo, tenemos que tener mucho
cuidado, con las promesas que hacemos.
Es f‡cil decir, ŇCuenta conmigo, cuando tienes
problemas con tu caroÓ o ŇSi necesitas ayuda, llama me, no hay problema, puedo
ayudar te con tus problemas de plomer’aÓ.
Si lo puedes hacer, en amor Cristiano, bien. Pero hay que tener mucho cuidado,
haciendo promesas que mas tarde no puedes cumplir.
Es f‡cil hacer un mont—n de promesas a todos, pero
si en el momento de cumplir las, no estas disponible, o eres muy ocupado en
otros asuntos mas importantes, llegar‡s a tener la reputaci—n de una nube sin
agua.
Y en el libro de Judas, los de la apostas’a llevaban
este titulo.
Judas 12 Estos
son manchas en vuestros ‡gapes, que comiendo
impśdicamente con vosotros
se apacientan a s’ mismos; nubes sin agua, llevadas de ac‡ para all‡ por
los vientos; ‡rboles oto–ales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados;
Es mejor, responder con la humildad, simplemente
diciendo, Ňte ayudarŽ, si puedo, pero no puedo prometer cuando haya otras
obligacionesÓ, o algo semejante.
------------------------- Aplicaci—n ------------------------
La Santa Cena ya ha llegado, pasado ma–ana. Y si en este capitulo sobre el poder de
la humildad, has sentido algo de la convicci—n, o si quieres mejorar tu manera
de responder en el futuro, puedes pasar en unos momentos, y oraremos para ti.
Vamos
a Orar