9 de febrero de 18
Los Vicios Odiosos
Proverbios 23:19-35
Sabemos, que como un hombre sumamente sabio, Salom—n
entend’a algo de los vicios. En su vida, seguramente observaba a muchos, cayendo en las
garras de los vicios odiosos, y
deseaba iluminar a sus hijos, de estos peligros.
MoisŽs era otro, que fue profundamente amplio en su
preparaci—n. Hablando de Žl en el
libro de Hechos dice,
Hechos 7:22 Y
fue ense–ado MoisŽs en toda la sabidur’a de
los egipcios; y era
poderoso en sus palabras y obras.
Y con lo que sabia, y con el esp’ritu de Dios
guiando le, dej— a un lado, la llamada a los placeres carnales, con sus
consecuencias.
Hebreos 11:24-25 Por
la fe MoisŽs, hecho ya grande,
rehus— llamarse hijo de la
hija de Fara—n, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que
gozar de los deleites temporales del pecado.
19)
Oye, hijo m’o, y sŽ sabio, y endereza tu coraz—n al camino.
Para algo tan importante, era necesario intentar
realmente agarrar la atenci—n del joven, porque hablaba de asuntos sumamente
peligrosos.
20)
No estŽs con los bebedores de vino, ni con los comedores de carne;
La primera sorpresa es ver como la Biblia muchas
veces pone el abuso del alcohol, en la misma categor’a con el abuso de la
comida.
Habla de personas dadas a la comida o la bebida,
como una adici—n, como la pasi—n de su vida. Y como cuando bebe o come, tiene que comer o beber mucho. Todo esto puede convertirse en un vicio, un vicio peligroso y hasta odioso.
20-21)
No estŽs con los bebedores de vino, ni con los comedores de carne; Porque el
bebedor y el comil—n empobrecer‡n, Y el sue–o har‡ vestir vestidos rotos.
Esto habla de los que no tienen trabajo, o por lo
menos no tienen cuidado de su apariencia.
Como se puede ver con los desamparados, que hemos ayudado en Santa Ana,
muchos tienen ropa vieja, da–ada, como dice aqu’, vestidos rotos.
A lo mejor Salom—n observaba personas de grandes
recursos, que poco a poco eran reducidos a la pobreza por sus vicios odiosos. Y
tambiŽn el pasaje est‡ hablando del yugo desigual.
20-21)
No estŽs con los bebedores de vino, ni con los comedores de carne; Porque el
bebedor y el comil—n empobrecer‡n, Y el sue–o har‡ vestir vestidos rotos.
Muchas veces los j—venes caigan en sus vicios,
simplemente porque sus amigos est‡n experimentando con el alcohol o con las
drogas.
Y pasando mucho tiempos con ellos, es casi
irresistible no probar sus practicas, especialmente cuando de los deleites
temporales del pecado parecen tan placenteros.
Y de esta manera el diablo ha empleado los amigos
para destruir los de las buenas familias.
1 Corintios 15:33 No
errŽis; las malas conversaciones
corrompen
las buenas costumbres.
Y esto es algo que tenemos que ense–ar a nuestros
j—venes, antes de que se caigan en la trampa.
22)
Oye a tu padre, a aquel que te engendr—; y cuando tu madre envejeciere, no la
menosprecies.
Aconsejando a los j—venes, yo trato de convencer los
que los padres que tienen, eran parte del plan de Dios. No tienen estos padres por accidente,
sino que son las personas que Dios ha puesto sobre ellos para su bien.
Reconozco, que a veces hay padres que dan un mal
ejemplo a sus hijos, y hasta los invitan a algo sucio, moralmente, pero por
esto el ap—stol dice que solamente tienen que obedecer a sus padres, en el
Se–or.
Efesios 6:1 Hijos,
obedeced en el Se–or a vuestros padres,
porque
esto es justo.
Cuando dice en el Se–or, quiere decir que si pasa
contigo que uno de tus padres te invita a algo que no es conforme a la voluntad
de Dios, no tienes que obedecer.
Y esto es cierto con toda forma de autoridad. Normalmente obedecemos a las
autoridades, pero si se ordenan algo antib’blico, podemos desobedecer con la
conciencia tranquila.
Una vez los ap—stoles estaban ordenados a no
predicar en el nombre de Cristo, pero esto era una orden no valida.
Hechos 5:26-29 Entonces
fue el jefe de la guardia con los
alguaciles, y los trajo
sin violencia, porque tem’an ser apedreados por el pueblo.
Cuando los trajeron, los
presentaron en el concilio, y el sumo sacerdote les pregunt—,
diciendo: ŔNo os mandamos
estrictamente que no ense–aseis en ese nombre? Y ahora habŽis llenado a
JerusalŽn de vuestra doctrina, y querŽis echar sobre nosotros la sangre de ese
hombre.
Respondiendo Pedro y los
ap—stoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.
As’ que, no tenemos que obedecer a cada autoridad en
cada circunstancia, pero si tenemos que mostrar cierto respeto.
22)
Oye a tu padre, a aquel que te engendr—; y cuando tu madre envejeciere, no la
menosprecies.
A veces hay personas, aun entre los de la fe, que
olvidan de sus madres, si ya est‡n muy avanzadas en su edad, y viviendo muy
lejos.
Pero esto es un error grave. Tu madre no va a vivir para siempre, y
mientras ella est‡ viviendo sobre esta tierra, ella debe de sentir algo de tu
amor, y de tu atenci—n.
Yo hablŽ con mi madre, anoche, que est‡ muy lejos en
Las Vegas. Y estuve un poco
preocupado porque su lavador de ropa estaba descompuesta.
Pero descubr’ que con noventa y cinco a–os, ella se
contrat— un plomero que fue conocido en su parque de trailers, y pag— menos de
dos cientos d—lares para efectuar la reparaci—n.
Estuve muy orgulloso de ella. Pero es necesario que ella siente que
es aun parte de mi vida, aunque vivo un poco lejos.
23)
Compra la verdad, y no la vendas; la sabidur’a, la ense–anza y la inteligencia.
Esto es muy relevante a nuestros tiempos, en que hay
una cosmovisi—n que dice que nadie realmente conoce la verdad.
Muchos creen que todos los sistemas de le fe son
igualmente ciertos o falsos, pero no hay manera de saber por seguro.
Pero nadie est‡ realmente viviendo as’. Dice en romanos que se que conocen algo
de la verdad, pero quieren suprimir la verdad para acomodar su pecado.
Romanos 1:18 Porque
la ira de Dios se revela desde el cielo
contra toda impiedad e
injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad.
En una Žpoca de mucha confusi—n, necesitamos una
exhortaci—n como esta a comprar la verdad, con la implicaci—n de que esto te va
a costar algo.
Como en este momento, est‡s sacrificando tu tiempo
libre de viernes de la noche, para recibir algo de la verdad.
Pero no es solamente escuchando en la iglesia, sino
que es comparar todo lo que escuches con la pura palabra de Dios.
En este pa’s, hay biblias en todos lados. Hace dos d’as, vi una persona comprando
una biblia en el 99, y parec’a un hombre viciado.
El problema es que muchos tienen su copia de las
escrituras, pero no tomen el tiempo, y el trabajo de abrir las escrituras, y
estudiar su contenido.
23)
Compra la verdad, y no la vendas; la sabidur’a, la ense–anza y la inteligencia.
Avanzar mucho en la verdad va a costar te algo. Tendr‡s que invertir tu tiempo, y tu
energ’a intelectual, pero vale la pena.
ŔPero que quiere decir esto de vender la verdad?
He escuchado testimonios de padres que ense–aron a
sus hijas en la verdad, pero ahora, depuse de pasar tiempo en las escuelas del
gobierno, se empiezan a dudar de diferentes elementos de las doctrinas B’blicas.
Por ejemplo, algunas ya no pueden considerar se como
madres, o como la ayuda id—nea de su esposo, sino que desean sus grandes
careas, siguiendo el esp’ritu del feminismo.
Otras dicen que la Biblia est‡ bien, pero realmente
no pueden aceptar lo que dice sobre la homosexualidad, esto siendo tan aceptado
ahora.
As’ que para estar aceptadas con el mundo y sus
perversiones muchos vendan a la vedad como Esaś vendi— su primogenitura.
GŽnesis 25:29-34 Y
guis— Jacob un potaje; y volviendo Esaś
del
campo, cansado, dijo a Jacob: Te
ruego
que me des a comer de ese guiso
rojo, pues estoy muy
cansado. Por tanto fue llamado su nombre Edom.
Y Jacob respondi—: VŽndeme
en este d’a tu primogenitura. Entonces
dijo Esaś: He aqu’ yo me voy a morir; Ŕpara quŽ, pues, me servir‡ la
primogenitura?
Y dijo Jacob: Jśramelo en
este d’a. Y Žl le jur—, y vendi— a Jacob su primogenitura. Entonces Jacob dio a Esaś pan y del
guisado de las lentejas; y Žl comi— y bebi—, y se levant— y se fue. As’
menospreci— Esaś la primogenitura.
Para unos momentos de placer carnal, se vendi— algo
sumamente valioso, y de la misma manera muchos j—venes ahora, que conocen algo
de la verdad, se vendan todo, para unos momentos de placer.
24)
Mucho se alegrar‡ el padre del justo, y el que engendra sabio se gozar‡ con Žl.
Hay algunos j—venes que no van a caer en estas
trampas, sino que van a evitar cada forma de vicio odioso. Y estos
ser‡n un gran gozo para sus padres.
Los que abandonan la verdad, pueden herir
terriblemente a sus padres piadosos, ni pensando en lo que hacen.
25)
AlŽgrense tu padre y tu madre, y g—cese la que te dio a luz.
La Juventud en este pa’s, puede ser una etapa de
ego’smo. Pero hay ciertos j—venes
que han estado instruidos por sus padres que han invertido el tiempo para
instruir.
Hay ciertos padres que conocen la verdad y por lo
tanto van a pasar el tiempo, aunque es costoso en esta vida tan ocupada aqu’,
van a hacer la palabra de Dios una prioridad, aun en casa, y confiar en que
Dios estar‡ fiel a sus promesas.
Proverbios 22:6 Instruye
al ni–o en su camino,
Y aun cuando fuere viejo
no se apartar‡ de Žl.
26)
Dame, hijo m’o, tu coraz—n, y miren tus ojos por mis caminos.
El padre sabio va a expresar todo esto a su
hijo. La madre sabia va a ense–ar
a su hija, hablando con ella sobre lo que se espera de una muchacha Cristiana
en un mundo pervertido y oscuro.
Muchas j—venes hermanas, ni saben lo que sus padres
esperen de ellas, porque sus padres no han comunicado claramente lo que es la doctrina B’blica sobre la
pureza sexual.
27)
Porque abismo profundo es la ramera, y pozo angosto la extra–a.
Ahora estamos realmente entrando en el tema de los vicios odiosos. Hablo de vicios odiosos, porque yo se que el diablo, empleando la cultura,
va a presentar los vicios como algo
atractivo, algo deseable algo precioso.
27)
Porque abismo profundo es la ramera, y pozo angosto la extra–a.
Aqu’ habla de la prostituci—n, pero en nuestros
tiempos se puede a–adir aqu’ la pornograf’a, o peor la pornograf’a infantil.
Todo esto, y toda forma de fornicaci—n es una
invitaci—n al diablo. Es una
manera de dar ŇtopasÓ o una entrada una pista al demonio.
Cuando los demonios te atacan por esto, es porque
ellos creen que ya tienen ciertos derechos sobre ti.
La palabra ŇtopasÓ es la versi—n griega que
encontramos en Efesio.
Efesios 4:26-27 Airaos,
pero no pequŽis; no se ponga el
sol
sobre vuestro enojo, ni deis lugar
al
diablo.
ŇLugarÓ aqu’ es una ŇtopasÓ en el idioma
original. Y muchos que ayudan a
los que han sido oprimidos por esp’ritus malignos, emplean la palabra as’. pausa
Tu puedes dar ŇtopasÓ al enemigo por tus enojos, tu
falta de perd—n, pero tambiŽn puedes dar ŇtopasÓ cayendo en los vicios odiosos. Y estos vicios son odiosos
precisamente por esto, porque dan lugar al enemigos de entrar y estorbar tu
vida.
27)
Porque abismo profundo es la ramera, y pozo angosto la extra–a.
Los j—venes tienen que salir de la casa, conociendo
esto, por que el mundo va a intentar comunicar el opuesto.
27-28)
Porque abismo profundo es la ramera, y pozo angosto la extra–a. TambiŽn ella, como robador, acecha,
Y
multiplica entre los hombres los prevaricadores.
Ella es una plaga a la sociedad, y por esto,
hist—ricamente ha sido considerada como criminal. Pero ahora en nuestra cultura en que nadie sabe nada sobre la
verdad, y nadie puede condenar nada, ella es simplemente otra opci—n para pasar
tu noche, y gastar tu dinero.
29)
ŔPara quiŽn ser‡ el ay? ŔPara quiŽn el dolor? ŔPara quiŽn las rencillas? ŔPara quiŽn las quejas? ŔPara quiŽn las
heridas en balde? ŔPara quiŽn lo amoratado de los ojos?
Ahora el autor va a enumerar unos de los costos
espec’ficos de los vicios odiosos. Esto viene en el contexto de los
borrachos, pero en nuestros tiempos es valido aplicar esto a las drogas de
coca’na, hero’na, y otras sustancias que toman control de tu vida.
De repente pasando el tiempo con un vicio odioso, puedes descubrir que
tienes muchos problemas de salud, y de relaciones, y de dinero.
29-30)
ŔPara quiŽn ser‡ el ay? ŔPara quiŽn el dolor? ŔPara quiŽn las rencillas? ŔPara quiŽn las quejas? ŔPara quiŽn las
heridas en balde? ŔPara quiŽn lo amoratado de los ojos? Para los que se detienen mucho en el
vino, para los que van buscando la mistura.
Es un poco controversial, pero la Biblia no condena
toda forma de bebida alcoh—lica.
Pero aqu’, te ense–a que si tu tienes problemas con el alcohol, u otra
droga, esto puede costar te mucho.
Esto puede da–ar tu salud severamente,
puede costar te tu licencia de manejar,
puede costar te tu familia,
puede costar te tu trabajo,
y finalmente puede costar tu techo.
Muchos de los que vivan por la calle, han llegado
all’, por su derrota en los vicios
odiosos.
31)
No mires al vino cuando rojea, cuando resplandece su color en la copa. Se entra
suavemente;
Esto est‡ hablando de la vanagloria de los
ojos. El pecado puede presentar
una invitaci—n bonita a tus ojos, sea de la intoxicaci—n o sea de la
inmoralidad sexual.
31-32)
No mires al vino cuando rojea, cuando resplandece su color en la copa. Se entra
suavemente; mas al fin como
serpiente morder‡, y como ‡spid dar‡ dolor.
El diablo te presentar‡ una carnada muy bella, pero
tiene un anzuelo afilando por dentro.
33)
Tus ojos mirar‡n cosas extra–as, y tu coraz—n hablar‡ perversidades.
Los borrachos dicen cosas muy ofensivas, y despuŽs
ni pueden recordar el d’a siguiente.
Y hay testimonios tan horribles que son casi
chistosos. Un hombre se despierta
en un hotel, preguntando ŇŔdonde estoy, como llegue aqu’?Ó Y despuŽs descubre que hay una muchacha
a su lado y se pregunta ŇŔPero quien es usted?Ó.
Un una joven atractiva, puede mostrar sus tatuajes a
otras, diciendo, ŇÁNi recuerdo la noche en que consegu’ este, pero
supuestamente era una noche fant‡stica!Ó
Esta es la vida por el camino espacioso.
Mateo 7:13-14 Entrad
por la puerta estrecha; porque ancha es
la puerta, y espacioso el
camino que lleva a la perdici—n, y muchos son los que entran por ella; porque
estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los
que la hallan.
Los
vicios odiosos pueden guiar te por el camino al infierno, pausa, pero as’ vivan muchos j—venes en nuestros
tiempos.
Y en las primeras iglesia todo esto estaba entrando,
y por esto San Pablo tenia que
escribirÉ
1 Corintios 6:9-10 ŔNo
sabŽis que los injustos no heredar‡n
el reino de Dios? No
errŽis; ni los fornicarios, ni los id—latras, ni los adślteros, ni los
afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes,
ni los estafadores, heredar‡n el reino de Dios.
Los
vicios odiosos son tan odiosos
porque se pueden arrastrar te al infierno eterno.
34-35)
Ser‡s como el que yace en medio del mar, o como el que est‡ en la punta de un
mastelero. Y dir‡s: Me hirieron,
mas no me doli—; me azotaron, mas no lo sent’; cuando despertare, aśn lo
volverŽ a buscar.
Esto est‡ burlando un poco del problema. Cuando se caminan est‡n moviendo de un
lado al otro, a veces cayendo, da–ando se, pero no sintiendo nada.
Y cuando avanzan mucho en el vicio odioso, aun si se despierta con la cruda insoportable, va a
solamente buscar mas del mismo.
Esto es vivir en las garras del demonio, esto es estar entregado, a los vicios odiosos.
------------------------- Conclusi—n ------------------------
Si tu quieres tener el valor y la capacidad de
explicar todo esto a tus j—venes, si quieres invertir el tiempo necesario para
instruir sobre la sabidur’a, no solamente en la iglesia sino en casa, puedes
pasar en unos momentos, y oraremos
para ti. Vamos
a Orar