14 de enero de 18

Recibiendo Nuevas Fuerzas

Isa’as 40:18-31

Introducci—n

 

En la vida Cristiana, es normal para todos, pasar por tiempos de la frustraci—n, o caer por un rato en el desanimo, o sentir completamente agotados.

 

Hasta Cristo llamaba a sus disc’pulos a veces a otra parte para descansar.

 

Marcos 6:31    El les dijo: Venid vosotros aparte a un

lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y ven’an, de manera que ni aun ten’an tiempo para comer.

 

Pero el tema de hoy es sobre mas que un descanso.  Hoy aprenderemos de c—mo recibir nuevas fuerzas, de manera sobrenatural, por medio de la doctrina de Dios mismo.

 

En el contexto, el pueblo sabia que en su futuro, iban a estar arrastrado a Babilonia.  Como una fuerte correcci—n por su propia idolatr’a, ellos iban a morar en el centro mundial de la idolatr’a.

 

Y otros pueblos iban a burlar de ellos.

 

Salmos 137:3   Y los que nos hab’an llevado cautivos nos

ped’an que cant‡semos, Y los que nos hab’an desolado nos ped’an alegr’a, diciendo: Cantadnos algunos de los c‡nticos de Sion.

 

En los salmos, se cantaban de la grandeza de su Dios, pero como esclavos en Babilonia, daban la impresi—n de que su Dios ha olvidado de ellos.

 

Y algunos actualmente iban a abandonar la fe.  Cuando recibieron el permiso de regresar, una gran cantidad simplemente se quedaban en Babilonia, adaptando se a la cultura corrompida.

 

Pero los fieles iban servir, honrar y adorar a su Dios por medio de todo, porque han recibido nuevas fuerzas.

 

18) ÀA quŽ, pues, harŽis semejante a Dios, o quŽ imagen le compondrŽis?

 

Se tiene que comenzar con una ense–aza sobre los im‡genes.   Porque esto es algo que siempre est‡ regresando.  Aunque Dios ha anunciado muchas veces que para Žl los im‡genes son repugnantes, los hombre siempre regresan a ellos. 

 

Los hombre siempre quieren sus estatuas os sus dibujos, algo que se puede ver, o algo a que se puede inclinar se.

 

Pero la pregunta aqu’ es, ÒÀQue forma de imagen vas a componer?Ó

 

Con iron’as el profeta estaba burlando.

 

19) El art’fice prepara la imagen de talla, el platero le extiende el oro y le funde cadenas de plata.

 

Esto, claro es la imagen del rico.  Es de metales preciosos, por esto tiene cadenas, para que no sea robada.

 

Imagina ti, un Dios que se te puede robrar.

 

20) El pobre escoge, para ofrecerle, madera que no se apolille; se busca un maestro sabio, que le haga una imagen de talla que no se mueva.

 

El pobre no tiene dinero para el oro o la plata, pero busca madera fina, para que su dios no se llene de termitas u otros insectos.

 

Pero tiene que ser un poco pesado para que no se mueve o caiga, como el ’dolo de Dag—n que siempre estaba cayendo y rompiendo se.

 

1 Samuel 5:3   Y cuando al siguiente d’a los de Asdod se

levantaron de ma–ana, he aqu’ Dag—n postrado en tierra delante del arca de Jehov‡; y tomaron a Dag—n y lo volvieron a su lugar.

 

El punto, la aplicaci—n de todo esto hermanos, es que si quieres recibir nuevas fuerzas para la batalla, tienes que tener un concepto correcto de Dios. 

 

No puedes caer en ninguna forma de idolatr’a ni f’sica ni un concepto falso en tu mente, de c—mo es nuestro Dios.

 

21) ÀNo sabŽis? ÀNo habŽis o’do? ÀNunca os lo han dicho desde el principio? ÀNo habŽis sido ense–ados desde que la tierra se fund—?

 

El pueblo de Dios ha tendido siglos de experiencia con el error de los ’dolos.  Pero por nuestra debilidad, siempre hemos regresado a ellos.

 

Sean im‡genes f’sicas, o sean conceptos falsos en nuestras mentes, los ’dolos han regresado una y otra vez para robar nos de nuestras fuerzas.

 

Cuando MoisŽs fue al monte, Aaron form— el becerro.  Cuando Salom—n fue viejo, hizo ’dolos para sus muchas esposas paganas.

 

Cuando San Juan termin— su primera carta, hablando con las iglesias dijoÉ

 

1 Juan 5:21    Hijitos, guardaos de los ’dolos. AmŽn.

 

Y dio la amonestaci—n porque el peligro era actual, los ’dolos estaban entrando en las iglesias primitivas, cuando los hermanos empezaron a pensar como los del mundo.

 

Y est‡ con las iglesias ahora, en forma de la avaricia.

 

Colosenses 3:5 Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros:

fornicaci—n, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatr’a.

 

21-22) ÀNo sabŽis? ÀNo habŽis o’do? ÀNunca os lo han dicho desde el principio? ÀNo habŽis sido ense–ados desde que la tierra se fund—? El est‡ sentado sobre el c’rculo de la tierra, cuyos moradores son como langostas; Žl extiende los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar.

 

Aqu’ el profeta quiere darnos un concepto, mas adecuado de nuestro Dios.  Habla de su grandeza.

 

Y es interesando que ya sab’an que la tierra era redonda, hablando del Òc’rculo de la tierraÓ.

 

Pero para recibir las nuevas fuerzas, tienes que entender algo de la grandeza de tu Dios, algo del poder de su dominio.  Esto vimos tambiŽn en los salmos.

 

Salmos 104:2   El que se cubre de luz como de vestidura,

Que extiende los cielos como una cortina.

 

 

Los profetas hablaron as’, porque el pueblo tenia conceptos muy bajos de c—mo es nuestro Dios.

 

Por esto el estudio de la palabra, las meditaciones sobre la palabra son importantes, porque con la palabra te puedes formar un concepto de Dios que es mas cerca de la verdad.

 

Los ’dolos simplemente regresan los hombres a su oscuridad.

 

23) El convierte en nada a los poderosos, y a los que gobiernan la tierra hace como cosa vana.

 

Hab’a un tiempo en que mucho pensaron que el mundo estaba acabando bajo la administraci—n de Obama.

 

Ahora, muchos creen que Donald Trump es su peor pesadilla.

 

Pero la palabra dice aqu’ que estas personas no son nada.

 

El temor del hombre es un lazo, y es una forma de idolatr’a.  Porque hermano, no olvides que el temor, es una forma de alabanza y adoraci—n.

 

Mateo 10:28    Y no tem‡is a los que matan el cuerpo, mas

el alma no pueden matar; temed m‡s bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.

 

Viviendo en el temor del hombre, perder‡s tus fuerzas, pero viviendo en el temor de Dios, recibir‡s fuerzas nuevas.

 

24) Como si nunca hubieran sido plantados, como si nunca hubieran sido sembrados, como si nunca su tronco hubiera tenido ra’z en la tierra; tan pronto como sopla en ellos se secan, y el torbellino los lleva como hojarasca.

 

Los hombres poderosos de la tierra, aparecen por unos momentos de la historia, y despuŽs se desaparecen.  Cuando se ofendan a Dios, y sus ofensas llegan a su colmo, Dios puede soplar sobre ellos y se van.

 

Isa’as 40:7-8  La hierba se seca, y la flor se marchita,

porque el viento de Jehov‡ sopl— en ella; ciertamente como hierba es el pueblo.

SŽcase la hierba, march’tase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.

 

 

Yo recuerdo cuando se hablaban mucho de Saddam Hussein ahora est‡ casi olvidado.

 

DespuŽs el mundo temblaba por Osama Bin Laden, pero ahora no.

 

DespuŽs Abu Bakr al-Baghdadi, el fundador del estado isl‡mico, pero ahora Žl est‡ olvidado debajo de los escombros.

 

Hermanos estos hombre vienen y se van.  Solamente pueden actuar sobre este mundo mientras Dios lo permite.  Pero su domino en realidad es nulo.

 

25) ÀA quŽ, pues, me harŽis semejante o me compararŽis? dice el Santo.

 

El punto es que nuestro Dios es completamente incomparable.

 

Una de las blasfemias comœn en nuestros tiempos de locura, es comparar a nuestro Dios con Allah de los musulmanes.

 

Hasta hay iglesias Cristianas que forman alianzas con los musulmanes diciendo que, despuŽs de todo, adoramos el mismo Dios.

 

Esto es el insulto m‡ximo de neutros tiempo.

 

Hermano, no hay nada ni nadie, jam‡s con que te puedes comparar nuestro Dios.

 

26) Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quiŽn cre— estas cosas; Žl saca y cuenta su ejŽrcito; a todas llama por sus nombres; ninguna faltar‡; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio.

 

Esto es una llamada a los hombres a mirar a las estrellas, no para adorar a ellas, sino para entender algo de su autor.

 

Deuteronomio 4:19    No sea que alces tus ojos al cielo, y

viendo el sol y la luna y las estrellas, y todo el ejŽrcito del cielo, seas impulsado, y te inclines a ellos y les sirvas; porque Jehov‡ tu Dios los ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos.

 

 

 

26) Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quiŽn cre— estas cosas; Žl saca y cuenta su ejŽrcito; a todas llama por sus nombres; ninguna faltar‡; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio.

 

Cuando dice que son un ejercito, es porque hay una gran orden entre las estrellas.  Hay un dise–o, complicado, que salio de la mente de nuestro Dios.

 

Para Dios todas las estrellas tienen nombres, y hay un prop—sito de su existencia.  Nada pasa en los cielos, por accidente.

 

Esto es parte de la raz—n de porque Dios hizo el universo como es.  Es para revelar algo de Žl, de su grandeza.

 

27) ÀPor quŽ dices, oh Jacob, y hablas tœ, Israel: Mi camino est‡ escondido de Jehov‡, y de mi Dios pas— mi juicio?

 

Ahora el profeta est‡ empezando a aplicar esa doctrina.

 

El pueblo estaba desanimado, como tal vez tu hermano, tu hermana andas desanimada.

 

Pero tienes que examinar tu concepto de Dios, para ver si realmente es suficientemente grande.

 

27) ÀPor quŽ dices, oh Jacob, y hablas tœ, Israel: Mi camino est‡ escondido de Jehov‡, y de mi Dios pas— mi juicio?

 

Alguna vez has preguntado ÒÀAcaso Dios ha olvidado de mi?Ó.

ÒÀAcaso Dios no est‡ escuchando mis oraciones?Ó

 

Todo esto viene de conceptos bajos de nuestro Dios.  Pero meditando en la naturaleza verdadera de nuestro Dios, puedes recibir nuevas fuerzas.

 

Si has orado ya por mucho tiempo, sobre algo, y no has visto ningœn cambio, tienes que tener paciencia, porque tu Dios no tiene prisa, y tiene otro concepto de tiempo.

 

Salmos 90:2-4  Antes que naciesen los montes

Y formases la tierra y el mundo,

Desde el siglo y hasta el siglo, tœ eres Dios.

 

 

Vuelves al hombre hasta ser quebrantado,

Y dices: Convert’os, hijos de los hombres.

 

Porque mil a–os delante de tus ojos

Son como el d’a de ayer, que pas—,

Y como una de las vigilias de la noche.

 

28) ÀNo has sabido, no has o’do que el Dios eterno es Jehov‡, el cual cre— los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance.

 

Hermano, aqu’ se ve una aplicaci—n de las doctrinas de la creaci—n.  Viendo a Dios como el creador de todo, va poner fuerza hasta en tus alabanzas.

 

Apocalipsis 4:11     Se–or, digno eres de recibir la gloria

y la honra y el poder; porque tœ creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.

 

Y el diablo entiende todo esto. pausa

 

Y por esto, por medio del cine, y por medio de las escuelas del gobierno, el diablo quiere llenar la mente de tus hijos, con la teor’a de la evoluci—n, o hablar constantemente de millones o hasta de billones de a–os.

 

ÀPorque siempre quieren cada vez mas tiempo, con estos billones de a–os de que se hablan?

 

Es que quieren borrar el concepto de la creaci—n de la mente de tus hijos, de tus j—venes.

 

Si ellos empiecen a aceptar el concepto del Darwinismo, y  sus billones de a–os, van a empezar a perder sus fuerzas, porque van a creer en un Dios menos poderoso.

 

Pero en muchos casos, de hecho en la mayor’a de los casos, los j—venes simplemente van abandonar la fe, y perder sus almas, y punto.

 

28) ÀNo has sabido, no has o’do que el Dios eterno es Jehov‡, el cual cre— los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance.

 

 

 

En fin, los ataques en contra de la doctrina de la creaci—n son sat‡nicas, si vienen por el cine, o si vienen por las escuelas del gobierno

 

29) El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.

 

Ahora estamos realmente hablando de las nuevas fuerzas, y c—mo recibirlas.

 

Y estamos hablando de fuerzas sobrenaturales, de hermanos por ejemplo que ya son avanzados en su edad, pero sirvan a Dios con grandes energ’as.

 

Yo recuerdo la ultima vez que estuve en Chiapas MŽxico.

Hab’a un gran evento en la iglesia grande, y el gran pastor que ha plantado mas de quinientas iglesias entre los pueblos de la gente ind’gena, estaba predicando, con animo, y tenia unos 92 a–os.

 

29) El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.

 

Yo he conocido a muchos hermanos, que estaban sirviendo al Se–or, aunque tienen mas de noventa a–os de edad.  Estuve con uno ayer.

 

Pero estos son hermanos que han recibido nuevas fuerzas, aunque sus cuerpos est‡n acabando se.

 

2 Corintios 4:16     Por tanto, no desmayamos; antes aunque

este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de d’a en d’a.

 

A lo mejor, escribiendo esto en el segundo de Corintios, Pablo estaba pensando en este capitulo cuarenta de Isa’as.

 

29) El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.

 

Pero hermana, hermano, si quieres recibir nuevas fuerzas, tienes que tener un concepto B’blico de Dios, excluyendo toda forma de idolatr’a.  Y esto solamente viene por el estudio profundo de la palabra de Dios.

 

 

 

Y cuando te encuentres algo en las escrituras, que empiece a chocar con tu concepto de Dios, tienes que permitir que la Biblia, que la Santa Palabra te corrige.

 

30-31) Los muchachos se fatigan y se cansan, los j—venes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehov‡ tendr‡n nuevas fuerzas; levantar‡n alas como las ‡guilas; correr‡n, y no se cansar‡n; caminar‡n, y no se fatigar‡n.

 

Estos son los versos famosos de este capitulo.  Y muchos los agarran como promesa.  Y es una buena promesa para memorizar, o imprimir y poner sobre el espejo de tu ba–o, o sobre la puerta de tu refrigerador en la cocina.

 

30-31) Los muchachos se fatigan y se cansan, los j—venes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehov‡ tendr‡n nuevas fuerzas; levantar‡n alas como las ‡guilas; correr‡n, y no se cansar‡n; caminar‡n, y no se fatigar‡n.

 

Normalmente, cuando se piensan de fuerzas f’sicas, se piensan en las personas j—venes.  Porque sus cuerpos no est‡n tan gastados.  Es natural. 

 

Pero aqu’ estamos hablando de fuerzas sobrenaturales.  Los j—venes pueden tener estas fuerzas tambiŽn, si su concepto de Dios es correcto.  Pero si ellos caigan en las idolatr’as de nuestra cultura, como hacen la gran mayor’a, van a flaquear, o hasta caer.

 

30-31) Los muchachos se fatigan y se cansan, los j—venes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehov‡ tendr‡n nuevas fuerzas; levantar‡n alas como las ‡guilas; correr‡n, y no se cansar‡n; caminar‡n, y no se fatigar‡n.

 

ÀPorque est‡ hablando de ‡guilas?  pausa

 

La ‡guila es un ave que est‡ sumamente fuerte.  La ‡guila puede volar con gran rapidez, y tiene ojos muy agudos.  Puede ver a un animal moviendo desde muy, muy lejos.

 

La ‡guila, no pasa mucho tiempo en la tierra, sino que anda volando en los cielos, anda sobre todo, mirando al mundo como algo abajo.

 

30-31) Los muchachos se fatigan y se cansan, los j—venes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehov‡ tendr‡n nuevas fuerzas; levantar‡n alas como las ‡guilas; correr‡n, y no se cansar‡n; caminar‡n, y no se fatigar‡n.

 

ÀHermano, estas fatigado?  Entonces esa promesa est‡ par ti. 

 

ÀHermana, te sientes frustrada?  Entonces hay que memorizar esa promesa, y repetir la a tus hijos.

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En fin, hemos aprendido que las nuevas fuerzas est‡n disponibles.

 

Pero antes que nada, tienes que tener un concepto cierto, correcto, B’blico de c—mo es tu Dios.

 

TambiŽn, tienes que tener cero tolerancia de las imagines, los dibujos de Dios, porque estos siempre han causado graves problemas.

 

ƒxodo 20:4-6   No te har‡s imagen, ni ninguna semejanza de

lo que estŽ arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.

 

No te inclinar‡s a ellas, ni las honrar‡s; porque yo soy Jehov‡ tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generaci—n de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.

 

Las im‡genes f’sicas, o hasta las im‡genes mentales, que son falsas, no solamente pueden arruinar a tu vida, sino que pueden traer consecuencias muy negativas sobre tus hijos, tus nietos y hasta tus bisnietos.

 

Pero si tienes algo de esto en tu pasado, todo puede ser limpiado, borrado por la sangre de Cristo Jesœs.

 

No olvides, estamos ya en la porci—n de Isa’as, que est‡ dando nos la consolaci—n.

 

Y sea lo que sea el pecado de tu pasado, hay consolaci—n por el perd—n disponible en Cristo.

 

Y si tu hermano, hermana, joven, quieres empezar este nuevo a–o con nuevas fuerzasÉ

 

Si tu quieres recibir estas nuevas fuerzas de que estamos estudiando, puedes pasar en unos momentos, y oraremos para ti.                   Vamos a orar!