12 de enero de 18
El Hambre De Justicia
Proverbios 21:16-31
En las Santas Escrituras, la justicia es un tema
central.
Cristo aun hablaba de los que tienen hambre y sed de
justicia, porque los que realmente conocen a Dios, van a vivir as’.
Mateo 5:6 Bienaventurados
los que tienen hambre y sed de
justicia, porque ellos
ser‡n saciados.
En la Cristiandad moderna, es posible ver hermanos
con ese hambre, para la justicia en
sus propia vidas, pero en las escrituras, la sed es para justicia en todos
lados, incluyendo en la cultura, en la econom’a, en el gobierno.
16)
El hombre que se aparta del camino de la sabidur’a
Vendr‡
a parar en la compa–’a de los muertos.
Para muchos que han crecido en el reino de dios, es
comœn ahora, ver j—venes por ejemplo que han sido instruidos, fielmente en la
fe que poco a poco apartan al mundo.
Pero apartando de los caminos de la sabidur’a no es
solamente abandonar a la iglesia, o abandonar a las escrituras, es abandonar a
la vida.
Como hay gente que lastimosamente mueren de enfermedades
curables en tierras lejanas, hay j—venes que corran a la compa–’a de los
muertos.
Y aunque es un problema grave con j—venes Cristianos,
hay adultos tambiŽn, que decidan que la vida Cristiana no es realmente lo que
deseaban, despuŽs de todo.
1 Juan 2:19 Salieron
de nosotros, pero no eran de
nosotros; porque si
hubiesen sido de nosotros, habr’an permanecido con nosotros; pero salieron para
que se manifestase que no todos son de nosotros.
Como Esaœ, se venden su herencia para un poquito de guiso
rojo.
17)
Hombre necesitado ser‡ el que ama el deleite,
Y el
que ama el vino y los ungŸentos no se enriquecer‡.
La Biblia aqu’ no est‡ ense–ando en contra de los
que disfrutan lo que han ganado.
1 Timoteo 6:17 A
los ricos de este siglo manda que no sean
altivos, ni pongan la
esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que
nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.
No es pecado disfrutar lo que Dios te ha dado, aun
entre las cosas materiales.
En otro libro de Salom—n, lo dijo as’É
EclesiastŽs 8:15 Por
tanto, alabŽ yo la alegr’a; que no
tiene el hombre bien
debajo del sol, sino que coma y beba y se alegre; y que esto le quede de su
trabajo los d’as de su vida que Dios le concede debajo del sol.
Pero el verso en frente de nosotros ahora, no est‡
hablando de uno que ha trabajado para ganar lo que tiene.
17)
Hombre necesitado ser‡ el que ama el deleite,
Y el
que ama el vino y los ungŸentos no se enriquecer‡.
Este hombre desea estas cosas como las mas
importantes de su vida. Para Žl
los placeres de la vida, el lujo es todo.
Y por lo tanto sus riquezas no van a continuar,
porque se han convertido en su ’dolo.
18)
Rescate del justo es el imp’o, Y por los rectos, el prevaricador.
Esto es algo que hemos visto antes,
actualmente. Cristo era nuestro
rescate cuando se muri— en la cruz.
Mateo 20:28 Como
el Hijo del Hombre no vino para ser
servido, sino para servir,
y para dar su vida en rescate por
muchos.
Pero aqu’ en este verso, habla de otra forma de
justicia.
En el libro de Ester, todo el pueblo de Dios estaba
en peligro de perecer. Pero el
malvado que deseaba matar los, legalmente, se muri— en su lugar.
Esto era justo,
algo producido por la justicia
legal.
Unos malvados del gobierno de Babilonia deseaban
eliminar a Daniel, mayormente por la envidia que tuvieron de Žl.
Pero finalmente ellos mismos, como rescate se
murieron en su lugar.
Daniel 6:24 Y
dio orden el rey, y fueron tra’dos aquellos
hombres que hab’an acusado
a Daniel, y fueron echados en el foso de los leones ellos, sus hijos y sus
mujeres; y aœn no hab’an llegado al fondo del foso, cuando los leones se
apoderaron de ellos y quebraron todos sus huesos.
Hasta la providencia de Dios tiene hambre y sed de justicia, aunque no es siempre tan
claro y tan r‡pido. Pero, siempre,
o en el presente, o en la eternidad, los justos tendr‡n su rescate, y los
malvados sufrir‡n en su lugar.
De esto podemos confiar. La impunidad es un mito.
19)
Mejor es morar en tierra desierta que con la mujer rencillosa e iracunda.
Esto tuvimos antes en el mismo capitulo. En el
vers’culo nueve.
Proverbios 21:9 Mejor
es vivir en un rinc—n del terrado
que con mujer rencillosa
en casa espaciosa.
Salom—n viv’a con muchas mujeres. Como los reyes de muchos siglos, se
casaba para formar alianzas con otras naciones.
Y estas mujeres o se pelearon entre s’, o estaban
quejando de Žl, pensando que su causa era justa, pero en realidad su œnico
efecto era poner en Salom—n un deseo de estar lejos, muy lejos de ellas.
Como dije la semana pasada, no es raz—n de golpear
las, ni de divorciar se de ellas.
Pero el deseo mas intenso ser‡ vivir lejos, muy lejos de ellas.
20)
Tesoro precioso y aceite hay en la casa del sabio;
Mas
el hombre insensato todo lo disipa.
Esto no es uno que ama estas cosas sobre todo, sino
que es un hombre diligente, justo,
que trabaja con sabidur’a.
Por lo tanto no va a vivir en la pobreza.
Pero el que no es ni diligente, ni sabio, puede
f‡cilmente gastar todo lo que tiene.
Y ahora en este pa’s, habiendo apartado mucho de las
escrituras, hay un nivel muy alto de deudas personales.
Ahora hay mucha gente que desean gastar mas que est‡n
ganando en sus trabajos, y se caigan en la esclavitud de las deudas.
21)
El que sigue la justicia y la misericordia hallar‡ la vida, la justicia y la
honra.
Esto realmente es el punto del mensaje de hoy. El sabio, la persona santa, va vivir
siguiendo la justicia. Es uno que ser‡ diligente en esa
bœsqueda, como dijo CristoÉ
Mateo 5:6 Bienaventurados
los que tienen hambre y sed de
justicia, porque ellos
ser‡n saciados.
Conociendo las escrituras, la justicia ser‡ unas de las pasiones de sus vidas.
Y la promesa es, que no ser‡n defraudados.
22)
Tom— el sabio la ciudad de los fuertes, y derrib— la fuerza en que ella
confiaba.
La fuerza tiene menos poder que la sabidur’a. Como por ejemplo, los carteles, o los
mafiosos.
Vivan confiando en su poder, en su violencia.
Pero los sabios, cuando hay sabios en el gobierno,
que saben aplicar la palabra de Dios, los sabios pueden acabar con ellos.
Los malvados continœan en su dominio, en lugares en
que la oscuridad est‡ aun dominante.
Ponga los magistrados Cristianos, si con Cristianos verdaderos, ponga
estos sobre una ‡rea, y se puede acabar con estos violentos.
23)
El que guarda su boca y su lengua, su alma guarda de angustias.
El hombre que tiene hambre y sed de justicia, ser‡ muy cuidadoso con su
lenga, y con su boca.
No va a decir cualquier cosa que entra en su mente. pausa
Y por lo tanto, su vida ser‡ mas o menos libre de
contiendas.
24)
Escarnecedor es el nombre del soberbio y presuntuoso
que
obra en la insolencia de su presunci—n.
Hay gente que burlan de la palabra de Dios. Hay muchos que critican el libro de
GŽnesis y lo que dice sobre la creaci—n.
Hay otros que burlan del concepto de un infierno, en
que la gente sufren para toda la eternidad.
Se sientan libres de burlar y criticar del concepto
de Cristo el justo, muriendo en el lugar de los injustos.
Pero Dios ha puesto un nombre sobre los tales. Son escarnecedores, est‡n insolentes, y
personas llenas de la presunci—n.
Lo triste es que ellos conocen la verdad, en el
fondo, y tratan de mantener todo esto abajo.
Romanos 1:18-22 Porque
la ira de Dios se revela desde el
cielo contra toda impiedad
e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo
que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifest—.
Porque las cosas
invisibles de Žl, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde
la creaci—n del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo
que no tienen excusa.
Pues habiendo conocido a
Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se
envanecieron en sus razonamientos, y su necio coraz—n fue entenebrecido.
Profesando ser sabios, se
hicieron necios.
Es natural sentir un poco de enojo hacia ellos
cuando burlan de nosotros. Pero realmente estos merecen nuestra lastima, porque
es muy claro, que ellos est‡n bajo la ira y el juicio de Dios.
Y es muy curioso para mi, ver como en este pa’s, en
la cultura latina, la gente normalmente no burlan de las cosas de Dios.
Es posible ver gente viviendo en pecado, pero cuando
se habla de Dios, no se burlan, ni se enojan, y normalmente se rechazan su
mensaje, pero con respeto.
Pero en la cultura mas norte americana, se burlan
abiertamente, hasta conozco hermanos que han sido atacados violentamente por
predicar la palabra de Dios en publico.
25)
El deseo del perezoso le mata, porque sus manos no quieren trabajar.
Esto es otra vez Žl que desea las riquezas y el
honor que van con el Žxito.
Pero esto est‡ matando le, porque no quiere hacer el
trabajo, el estudio que puede producir la riqueza o el honor.
Y la causa siempre es la falta de diligencia.
Y es correcto hacer una aplicaci—n a los asuntos
espirituales.
Una familia puede tener un deseo profundo de ver a
sus hijos, bien instruidos, bien discipulados como otros ni–os o j—venes que
han visto en las iglesias.
Pero si ellos rehœsan emplear su tiempo ense–ando en
casa, corrigiendo cuando sea necesario, o estudiando las tŽcnicas Cristianas para
levantar sus hijos en la excelencia, sus deseos ser‡n simplemente otro
tormento.
26)
Hay quien todo el d’a codicia; pero el justo da, y no detiene su mano.
La codicia, en los diez mandamientos es un pecado.
ƒxodo 20:17 No
codiciar‡s la casa de tu pr—jimo, no
codiciar‡s la mujer de tu
pr—jimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de
tu pr—jimo.
La codicia en realidad es la basa de muchos otros
pecados.
David ca’a en el adulterio, porque codiciaba la
mujer de otro.
26)
Hay quien todo el d’a codicia; pero el justo da, y no detiene su mano.
En la codicia, expresamos nuestra falta de
satisfacci—n, y nuestra falta de contentamiento con la providencia de Dios.
Dios est‡ supliendo nuestras necesidades, y ojala
algo de nuestros decesos, pero en la carne pensamos, Òno es suficiente, yo quiero
masÓ.
Pero el justo
no vive as’, sino que siempre tiene mas que necesita. Dios es su socio, en todos sus negocios, y por lo tanto
tiene con que puede ayudar hasta otros, que est‡n necesitados.
27)
El sacrificio de los imp’os es abominaci—n; !!Cu‡nto m‡s ofreciŽndolo con
maldad!
Esto tambiŽn, hemos encontrado antes. Los sacrificios, eran algo santo,
agradable a Dios, cuando estaban empleados en fe y con arrepentimiento.
Y esto no empez— con MoisŽs, sino que se ve los sacrificios
hasta en el tiempo de Abraham, y hasta en la vida de Noe.
Y si te pienses por un momento, se hablan de
sacrificios en la historia de Ca’n y Abel.
GŽnesis 4:3-5 Y
aconteci— andando el tiempo, que Ca’n trajo
del fruto de la tierra una
ofrenda a Jehov‡. Y Abel trajo tambiŽn de los primogŽnitos
de sus ovejas, de lo m‡s gordo de ellas. Y mir— Jehov‡ con agrado a Abel y a su
ofrenda;
pero no mir— con agrado a
Ca’n y a la ofrenda suya. Y se ensa–— Ca’n en gran manera, y decay— su
semblante.
Estas ofrendas eran sacrificaos, los primeros en la
Biblia, despuŽs de los pieles que Dios dio a sus padres, a lo mejor matando un
animal, como tipo y s’mbolo de Cristo.
Pero la ofrenda de Ca’n no era aceptable, porque su
coraz—n no estaba en ella.
Como Cristo conden— a los fariseos diciendoÉ
Mateo 15:8 Este
pueblo de labios me honra; mas su coraz—n
est‡
lejos de m’.
El punto es hermano, que si tu est‡s sirviendo a
Dios, pero en realidad tu coraz—n est‡ en otro lado, en otros asuntos, est‡s en
gran peligro de estar cayendo en la hipocres’a.
Y el que tiene hambre
y sed de justicia har‡ lo necesario
para cambiar la situaci—n.
Nicodemo, JosŽ de Arimatea, y San Pablo eran
fariseos, viviendo en la hipocres’a.
Pero se hicieron lo necesario, con el poder del Esp’ritu, para cambiar
su situaci—n.
28)
El testigo mentiroso perecer‡; mas el hombre que oye, permanecer‡ en su dicho.
Esto hemos visto muchas veces. Uno anda mintiendo, para su propia
ruina.
Otro anda escuchando el buen consejo, y crece en la
bendici—n divina.
29)
El hombre imp’o endurece su rostro; mas el recto ordena sus caminos.
Normalmente el hombre imp’o, sabe que es sumamente
malo robar, secuestrar, extorsionar.
Pero va a endurecer su rostro, y hacer lo de todas
maneras, tratando de silenciar su conciencia con la bebida o con la droga.
Mas el recto, el que tiene hambre y sed de justicia, va a simplemente continuar
ordenando sus caminos, y creciendo en la bendici—n de su Padre celestial.
30)
No hay sabidur’a, ni inteligencia, ni consejo, contra Jehov‡.
Esto es una muy buena manera de cerrar el mensaje.
Cuando estamos en medio de la batalla, la guerra
espiritual, en este mundo podemos pensar ÒÀPor que los malvados est‡n ganando,
y hasta prosperando, y los que buscan la justicia
siempre andamos perdiendo?Ó.
Pero esto es simplemente un enga–o.
Los malvados, los burladores, los violentos no
pueden ganar.
30)
No hay sabidur’a, ni inteligencia, ni consejo, contra Jehov‡.
Dios ha prometido corregir todo.
Ahora a veces tu puedes ser tal vez un poco
impaciente. Pero no empleas tu
falta de paciencia para blasfemar la obra de Dios, sino conf’a, plenamente en
esta promesa, y continœe en la batalla.
30-31)
No hay sabidur’a, ni inteligencia, ni consejo, contra Jehov‡. El caballo se alista para el d’a de la
batalla;
Mas
Jehov‡ es el que da la victoria.
Finalmente, aunque tenemos que emplear medios, no
podemos poner nuestra confianza en los medios.
En los tiempos antiguos los que entraban en la batalla,
prepararon sus mejores caballos, y esto tiene sentido.
Pero la victoria jam‡s est‡ en el caballo, ni en las
armas superiores, sino que la victoria est‡ en el Se–or.
------------------------- Conclusi—n ------------------------
En fin, hemos aprendido algo sobre la justicia en est‡ porci—n del
libro. La justicia debe de ser nuestra pasi—n, nuestro hambre y nuestra sed,
como Cristianos.
Como hemos visto en el capitulo 12, esto tiene algo
que ver aun con la vida eterna.
Proverbios 12:28 En
el camino de la justicia est‡ la
vida;
Y en sus caminos no hay
muerte.
Si tu quieres vivir, como Cristo dijo, con el hambre
y la sed de justicia, puedes pasar
en unos momentos y oraremos para ti.
Vamos
a Orar