17 de noviembre de 17
El Reba–o Protegido
Proverbios 18:1-12
San Pedro ense–aba, que cuando el diablo quiere
atacar uno de los hermanos, es como un lobo, buscando por el cordero cojo,
herido o separado del reba–o.
1 Pedro 5:6-9 Humillaos,
pues, bajo la poderosa mano de
Dios, para que Žl os
exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre Žl, porque Žl
tiene cuidado de vosotros.
Sed sobrios, y velad;
porque vuestro adversario el diablo, como le—n rugiente, anda alrededor
buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los
mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.
El lobo busca su presa f‡cil. Un hermano orgulloso, o sea uno que
est‡ separado del reba–o protegido.
1) Su deseo busca el que se desv’a,
Y se
entremete en todo negocio.
Esto habla de uno que, en su ego’smo, no quiere
vivir en un grupo como la iglesia.
Se prefiere vivir aparte.
Tal vez va a declarar su fe, pero prefiere estar solo, con su Dios y con
su Biblia.
Esto es muy popular en nuestros tiempos en que te
puedes descubrir buenas predicaciones en el Internet, por video, o por audio. Ahora, si sabes c—mo buscar, puedes encontrar libros
Cl‡sicos de la fe Cristiana, que te puedes leer completamente gratis con tu
computadora o tu celular.
Y existan hermanos tambiŽn que han tenido experiencias
pŽsimas en diferentes iglesias, donde el ambiente no era a su gusto, y ahora
prefieren vivir como hermanos, solitarios.
Pero esto es sumamente peligroso, porque como
solitario, eres mas expuesto a los ataques del gran lobo.
Y las escrituras mismas nos exhortan a compartir
nuestras vidas, los unos con los otros.
Efesios 4:1-3 Yo
pues, preso en el Se–or, os ruego que
andŽis como es digno de la
vocaci—n con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soport‡ndoos
con paciencia los unos a los otros en amor, sol’citos en guardar la unidad
del Esp’ritu en el v’nculo de la paz.
Hay muchos versos como este, que simplemente no te
puedes cumplir viviendo como hermano solitario.
G‡latas 6:2 Sobrellevad
los unos las cargas de los otros,
y cumplid as’ la ley de
Cristo.
Para animar a tu hermano, a tu hermana, tienes que
estar en su presencia, y no solamente comunicando por textos o por Face Book.
1 Tesalonicenses 5:9-11 Porque no nos ha puesto Dios para
ira, sino para alcanzar
salvaci—n por medio de nuestro Se–or Jesucristo, quien muri— por nosotros para
que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con Žl.
Por lo cual, animaos
unos a otros, y edificaos unos a otros, as’ como lo hacŽis.
Y por supuesto, el verso mas conocido sobre todo estoÉ
Hebreos 10:24-25 Y
considerŽmonos unos a otros para
estimularnos al amor y a
las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por
costumbre, sino exhort‡ndonos; y tanto m‡s, cuanto veis que aquel d’a se
acerca.
Cuando dejes de congregar, es como mandar un anuncio
al gran lobo, de que hay una oportunidad contigo de lanzar un buen ataque.
Romanos 12:15-17 Gozaos
con los que se gozan; llorad con
los que lloran. Un‡nimes entre vosotros; no altivos,
sino asoci‡ndoos con los humildes. No se‡is sabios en vuestra propia opini—n. No paguŽis a nadie mal por mal;
procurad lo bueno delante de todos los hombres.
Este verso nos lleva al segundo punto.
2) No
toma placer el necio en la inteligencia,
Sino
en que su coraz—n se descubra.
Esto es muy relevante a la cultura moderna en que
nadie cree que la verdad es accesible.
Los que no tienen las escrituras como su autoridad,
no tienen nada mas que las opiniones humanas, y estas est‡n siempre cambiando,
o sea evolucionando.
En tal ambiente nadie puede decir nada que no es la
opini—n de su propia coraz—n.
2) No
toma placer el necio en la inteligencia,
Sino
en que su coraz—n se descubra.
Escucha las platicas entre los incrŽdulos y vas a
escuchar como dicen, ŇYo creo esto y esto, pero es solamente mi opini—nÓ.
O ŇA mi me parece que esto no tiene nada de malo.Ó
No dan razones con sus opiniones que llevan
autoridad, sino que es simplemente su opini—n o sea, se est‡n descubriendo su
coraz—n.
Y en aquel ambiente todo es permisible, porque no
hay manera de condenar nada, con autoridad moral.
3)
Cuando viene el imp’o, viene tambiŽn el menosprecio,
Y con
el deshonrador la afrenta.
En el reba–o
protegido, Dios quiere proteger a los suyos, y esto es una amonestaci—n.
Pasando los a–os la gente se vienen y se van de una
iglesia local. Y a veces viene un
hombre que realmente puede causar problemas.
A veces hay un imp’o, que jam‡s puede quedar se en
un reba–o, plantado, creciendo,
contribuyendo al avance del reino, sino que se va de una iglesia a otra,
presentando sus quejas.
Estos aparecen a cada cuando. Aqu’ no hemos visto uno por un buen
rato, pero tenemos memorias de los tales, memorias desagradables.
4)
Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre;
Y arroyo
que rebosa, la fuente de la sabidur’a.
Cuando uno ha alcanzado algo de la madurez de la fe,
avanzando se en la sabidur’a divina, se puede contribuir grandemente
aconsejando a otros, o hasta presentando un mensaje, o un testimonio.
As’ que no es bueno aislar te de la iglesia cuando
eres nuevo en la fe, aprendiendo lo b‡sico, ni tampoco es sabio quejar te lejos
cuando eres muy maduro, capaz de ayudar a otros con tu experiencia, o sea con tu
fuente de sabidur’a.
5)
Tener respeto a la persona del imp’o,
Para
pervertir el derecho del justo, no es bueno.
Cuando haya contiendas en la sociedad Cristiana,
esto es muy comśn. Si uno tiene un
amigo, o alguien de su familia, como un hijo que ha causado da–os a otros, es
natural, pensar, ŇBueno, no importa, es mi hijo, y lo tengo que proteger.Ó
O Ňes mi amigo, no importa lo que ha hecho, tengo
que tomar su ladoÓ.
Pero la santa ley de Dios siempre condena esa forma
de amistad falsa. Voy a mirar a un
ejemplo un poco extremo, para comprobar lo que estoy diciendo.
Deuteronomio 13:6-9 Si
te incitare tu hermano, hijo de tu
madre, o tu hijo, tu hija,
tu mujer o tu amigo ’ntimo, diciendo en secreto: Vamos y sirvamos a dioses
ajenos, que ni tś ni tus padres conocisteis, de los dioses de los pueblos que
est‡n en vuestros alrededores, cerca de ti o lejos de ti, desde un extremo de
la tierra hasta el otro extremo de ella;
8 no consentir‡s con Žl,
ni le prestar‡s o’do; ni tu ojo le compadecer‡, ni le tendr‡s misericordia, ni
lo encubrir‡s, sino que lo matar‡s;
tu mano se alzar‡ primero sobre Žl para matarle, y despuŽs la mano de todo el
pueblo.
El contexto es de una idolatr’a horrible, y no estoy
diciendo que esa ley tiene que estar practicada ahora como antes.
Pero lo que te puedes ver aqu’, es que aun si es tu
hijo, o el hermano de tu madre, o tu amigo ’ntimo, tienes que hacer lo que es
justo, y no solamente proteger la persona por la relaci—n que tiene contigo.
Cuando la justicia est‡ rechazada, por los que
tienen la autoridad, el reba–o
pierda su protecci—n, y el lobo
rapaz puede entrar y destruir el ambiente de amor y de armon’a.
6)
Los labios del necio traen contienda;
Y su
boca los azotes llama.
El diablo, para separar corderos, buscando su pr—xima
victima, busca maneras de causar resentimientos.
Y los que han sufrido en contiendas eclesi‡sticas
pueden pensar, ŇBueno es mejor que me qued— en casa, con mi Biblia, es mas, puedo
mirar a un predicador bueno por la televisi—n, o escuchar algo por medio de la
red.Ó
Pero esto es exactamente lo que el enemigo quiere,
dejar te separado, aislado, sin contacto actual con otros hermanos.
Y Cristo nos ha dado remedios para toda forma de
contienda. De hecho te puedes
honrar y hasta glorificar a Dios en tu manera de resolver una contienda.
Mateo 18:15-17 Por
tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y
reprŽndele estando tś y Žl
solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.
Mas si no te oyere, toma
aśn contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda
palabra.
Si no los oyere a ellos,
dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.
No es necesario, abandonar el reba–o protegido, por una contienda. Sino que te puedes crecer, aun en algo que puede ser
incomodo para ti, siguiendo la palabra que Cristo nos ha dejado.
7) La
boca del necio es quebrantamiento para s’,
Y sus
labios son lazos para su alma.
Hemos visto mucho ya sobre los pecados de la boca,
aqu’ en los proverbios, y seguramente habr‡ aun mas. Tiene mucho que ver con la soberbia.
Pero este verso es un poco mas intenso, hablando del
alma.
7) La
boca del necio es quebrantamiento para s’,
Y sus
labios son lazos para su alma.
Cristo ense–aba que las palabras de tu boca ser‡n
sumamente importantes cuando viene el d’a del juicio, y la sentencia sobre tu
eternidad.
Mateo 12:35-37 El
hombre bueno, del buen tesoro del coraz—n
saca buenas cosas; y el
hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.
Mas yo os digo que de toda
palabra ociosa que hablen los hombres, de ella dar‡n cuenta en el d’a del
juicio.
Porque por tus palabras
ser‡s justificado, y por tus palabras ser‡s condenado.
Segśn Cristo, el control de tu lengua no es
solamente para la protecci—n del reba–o, sino que tiene mucho que ver
con la protecci—n de tu destino eterno.
8)
Las palabras del chismoso son como bocados suaves,
Y
penetran hasta las entra–as.
Esto es otro punto semejante. Cristo quiere un ambiente c—modo y
seguro para su pueblo, y por esto, quiere acabar con los chismes en contra de
diferentes hermanos.
Los chismes abran las contiendas mas grandes, y si
no me crees, te puedes salir con nosotros evangelizando, y escuchar a los hermanos
que han abandonado a las iglesias porque se sent’an demasiadamente heridos en
la casa de Dios.
9)
TambiŽn el que es negligente en su trabajo
Es
hermano del hombre disipador.
Esto aplica al trabajo f’sico, para ganar el pan,
pero tambiŽn habla del trabajo espiritual.
El estudio, es trabajo, la oraci—n ferviente es un
trabajo, tienes que sacrificar tu tiempo, tu energ’a para algo importante,
luchando en contra de la resistencia del enemigo.
Uno puede decir que aunque no es muy activo, no est‡
haciendo nada en contra de la obra, pero este verso contradice tal conclusi—n.
9)
TambiŽn el que es negligente en su trabajo
Es hermano
del hombre disipador.
Si no est‡s involucrado en el trabajo, hasta tu
ejemplo est‡ ayudando al enemigo.
Mateo 12:30 El
que no es conmigo, contra m’ es;
y el que conmigo no
recoge, desparrama.
10)
Torre fuerte es el nombre de Jehov‡;
A Žl correr‡
el justo, y ser‡ levantado.
Viviendo dentro del
reba–o protegido es como vivir dentro de una torre fuerte. El verso habla de Dios, y yo estoy
aplicando lo a su iglesia, porque entrando en ese torre fuerte, no vas a estar
solo, sino que vas a estar con otros refugios del mundo absurdo.
Es mas, la iglesia est‡ llamada el cuerpo de Cristo
en las escrituras.
Colosenses 1:16-18 Porque
en Žl fueron creadas todas las
cosas, las que hay en los
cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean
dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de Žl y
para Žl.
Y Žl es antes de todas las
cosas, y todas las cosas en Žl subsisten;
y Žl es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, Žl que es el
principio, el primogŽnito de entre los muertos, para que en todo tenga la
preeminencia.
Romanos 12:4-5 Porque
de la manera que en un cuerpo tenemos
muchos miembros, pero no
todos los miembros tienen la misma funci—n, as’ nosotros, siendo muchos, somos
un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.
En fin, corriendo a la torre fuerte, estar‡s con
otros, en el reba–o protegido. Y afuera queda el lobo rapaz, esperando
el que decide desviar se.
11)
Las riquezas del rico son su ciudad fortificada,
Y
como un muro alto en su imaginaci—n.
Uno que piensa como los mundanos, va a buscar su
protecci—n no en el cuerpo de Cristo, sino en su dinero. Es que este tiene otro concepto de c—mo
se puede encontrar su refugio.
Pero por supuesto, es solamente en su imaginaci—n, porque
es simplemente otro enga–o del enemigo, para separar a los corderos dŽbiles, poniendo
le al alcance del lobo.
Mateo 13:22 El
que fue sembrado entre espinos, Žste es el
que oye la palabra, pero
el af‡n de este siglo y el enga–o de las riquezas ahogan la palabra, y
se hace infructuosa.
12)
Antes del quebrantamiento se eleva el coraz—n del hombre,
Y
antes de la honra es el abatimiento.
Finalmente la gran paradoja. Para subir en la vida Cristiana, tenemos
que bajar nos. Para ser
grande, uno tiene que aprender a servir.
Mateo 20:25-26 Entonces
Jesśs, llam‡ndolos, dijo: SabŽis que
los gobernantes de las
naciones se ense–orean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas
potestad.
Mas entre vosotros no ser‡
as’, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros ser‡ vuestro
servidor,
----------------------- Conclusi—n ------------------------
En un mundo de ambiciosos y de orgullosos, Cristo ha
levantado su iglesia para ser diferente, para se un ambiente del amor
verdadero, un ambiente justo, en que los del reba–o, pueden sentir protegidos.
Si es tu deseo, vivir contribuyendo a este objetivo
divino, no solamente como consumidor del ambiente sino un poderoso formador de
ese ambiente, puedes pasar en unos momentos, y oraremos contigo.
Vamos
a Orar