22 de octubre de 17
ÁBasta Ya De
Tanto Pesimismo!
Isa’as 33:1-24
Introducci—n
Las iglesias Cristianas, en neutro tiempo, los
que realmente creen en las revelaciones de la palabra de Dios, tenemos muchos
enemigos.
Se burlan de nuestras creencias del libro de
GŽnesis, y como Dios hizo el mundo en seis d’as, y todo muy bueno.
Est‡n inc—modos con el concepto de otro,
muriendo por los pecados de uno, porque como raza, los seres humanos somos
completamente perdidos.
Pero sobre todo, lo que realmente no pueden
soportar es la Santa Ley de Dios que condena toda forma de corrupci—n, con sus
preceptos en contra de la inmoralidad sexual, o en contra de la perversi—n, o
en contra del feminismo, la pornograf’a, o la profanidad.
Y con todos los dem‡s enemigos, hasta en las
escuelas est‡n indoctrinado a los ni–os en conceptos antib’blicos, y por esto muchos
Cristianos se han llenado, poco a poco con el pesimismo.
No tienen mucha esperanza de que el Reino de
Cristo puede avanzar y prosperar en el mundo, sino que la gran mayor’a en este pa’s,
concluyen, que seguramente el fin ha llegado.
Pero por la doctrina del mensaje de hoy,
podemos concluir, B’blicamenteÉ ÁBasta ya de tanto pesimismo!
1) !!Ay de ti, que saqueas, y nunca fuiste saqueado; que haces
deslealtad, bien que nadie contra ti la hizo! Cuando acabes de saquear, ser‡s
tœ saqueado; y cuando acabes de hacer deslealtad, se har‡ contra ti.
Hemos visto que el contexto de esa parte del
libro habla del Rey de Asiria, que ten’a a Jud‡ y todos sus vecinos
aterrorizados.
Dios, en su providencia ha permitido todo
esto, en su manera de gobernar la historia del mundo. Pero esto iba a llegar a su fin.
Asiria andaba saqueando todos, pero ahora
ellos serian saqueados.
Asiria entraba en acuerdos prometiendo paz y
protecci—n como con Jud‡, tomando dinero, y despuŽs era desleal a sus
promesas.
Dios estaba observando todo esto, y ahora
iba a levantar se para cobrar, ojo por ojo, diente por diente, quemadura por
quemadura, vida por vida.
Pero por el momento, todo parec’a muy
imposible. Israel en el norte era
tomado, diez tribus arrastradas al olvido. Aun alrededor de Jud‡, ciudades han ca’do.
Las alianzas de protecci—n que los
hip—critas hicieron con Egipto eran completamente inœtiles. Eran un gran perdida de dinero y de
tiempo.
Ahora el enemigo estaba llegando, y el
pueblo de Dios estaba desesperado.
Finalmente, cuando todo haya fracasado, ten’an que regresar a Dios.
Y hermano, hermana, esto es un error. Es mejor acudir a Dios en el principio
de tus aflicciones, y no esperar hasta el ultimo momento.
Pero cuando esto pasa, Dios es
misericordiosos.
2) Oh Jehov‡, ten misericordia de nosotros, a ti hemos esperado; tœ,
brazo de ellos en la ma–ana, sŽ tambiŽn nuestra salvaci—n en tiempo de la
tribulaci—n.
Finalmente estaban llegando a Isa’as, el
profeta, como puedes confirmar en otros libros de la Biblia, para rogar, para
orar en su pura desesperaci—n.
2) Oh Jehov‡, ten misericordia de nosotros, a ti hemos esperado; tœ,
brazo de ellos en la ma–ana, sŽ tambiŽn nuestra salvaci—n en tiempo de la
tribulaci—n.
Estaban rogando que Dios sea la fuerza de
sus ejŽrcitos, no confiando ya en nadie mas que su Se–or, finalmente llegando
al medio poderoso de las oraciones del pueblo de Dios.
3) Los pueblos huyeron a la voz del estruendo; las naciones fueron
esparcidas al levantarte tœ.
El profeta habla mucho en un sentido
metaf—rico, simb—lico, pero siempre hablaba la verdad.
En varios de los Salmos se haban de Dios
levantando se para esparcir a los enemigos.
Salmos 68:1 Lev‡ntese
Dios, sean esparcidos sus
enemigos, y
huyan de su presencia los que le
aborrecen.
Esto iba a pasar en los tiempos de Isa’as, y
esto tambiŽn puede pasar en nuestros tiempos.
4) Sus despojos ser‡n recogidos como cuando recogen orugas; correr‡n
sobre ellos como de una a otra parte corren las langostas.
Asiria no solamente iba a perder la batalla
sobre Jud‡, sino que habr’a bot’n, tesoros que el pueblo iba a recoger.
Hay que recordar que saliendo de Egipto, por
el poder de Dios, el pueblo santo recibi— los tesoros de plata y de oro, de sus
vecinos, para intensificar la victoria.
Como los ni–os pueden recoger arrugas cuando
son muchos, as’, hasta los dŽbiles iban a enriquecer se con los tesoros de los
asirios.
Hasta los leprosos encontraron los despojos
de la batalla con otro enemigo.
Unos leprosos estaban muriendo de hambre, y
decidieron ir y tirar se en frente del enemigo para rogar un poco de
comida. Pero cuando llegaron no
hab’a nadie.
2 Reyes 7:8-9 Cuando los leprosos llegaron a la entrada
del campamento, entraron en una tienda y
comieron y bebieron, y tomaron de all’ plata y oro y vestidos, y fueron y lo
escondieron; y vueltos, entraron en otra tienda, y de all’ tambiŽn tomaron, y
fueron y lo escondieron.
Luego se dijeron el uno al otro: No estamos
haciendo bien. Hoy es d’a de buena nueva, y nosotros callamos; y si esperamos
hasta el amanecer, nos alcanzar‡ nuestra maldad.
Vamos pues, ahora, entremos y demos la nueva
en casa del rey.
As’ es la manera en que Dios acaba con los
enemigos. No eran los soldados
fuertes tomando el bot’n, como es normal, sino unos leprosos dŽbiles que
estaban casi muriendo de hambre.
As’ que solamente Dios pudo recibir la gloria.
5) Ser‡ exaltado Jehov‡, el cual mora en las alturas; llen— a Sion de
juicio y de justicia.
Esto confirma lo que dije. Dios vendr‡ para rescatar a su pueblo,
pero ser‡ en su tiempo para glorificar su nombre.
Cuando MoisŽs empez— a tratar de librar el
pueblo de Egipto, de repente todo era peor, tenia los Egipcios y tambiŽn a los hebreos
en su contra. ÁMoisŽs era tan
frustrado que hasta se rega–aba a Dios mismo!
ƒxodo 5:22-23 Entonces MoisŽs se volvi— a Jehov‡, y dijo:
Se–or, Àpor quŽ afliges a este pueblo? ÀPara
quŽ me enviaste?
Porque desde que yo vine a Fara—n para
hablarle en tu nombre, ha afligido a este pueblo; y tœ no has librado a tu
pueblo.
MoisŽs estaba un poco impaciente, no
sabiendo que esto seria un proceso largo, con muchas plagas, para al fin y al
cabo traer mucha gloria al nombre del Se–or.
Romanos 9:17 Porque
la Escritura dice a Fara—n: Para esto
mismo te he levantado, para mostrar en ti mi
poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra.
MoisŽs, como muchas iglesias hoy en d’a, se
ca’a en el pesimismo, pero Dios tenia que mostrar leÉ
ÁBasta Ya De
Tanto Pesimismo!
6) Y reinar‡n en tus tiempos la sabidur’a y la ciencia, y abundancia
de salvaci—n; el temor de Jehov‡ ser‡ su tesoro.
El pueblo estaba muy corrompida, entregada
hasta a la idolatr’a, y todo lo que viene con esto. Pero Dios dijo que iban a regresar a su palabra, con el gran
tesoro, del temor del Jehov‡, que es el principio de la sabidur’a.
7) He aqu’ que sus embajadores dar‡n voces afuera; los mensajeros de
paz llorar‡n amargamente.
Esto est‡ regresando a la tristeza del
momento. Jud‡ estaba ofreciendo
dinero al rey de Asiria para dejar los en paz. Y claro el rey de Asiria tom— el dinero, pero iba a venir de
todos modos para destruir y para esclavizar.
Esta era la deslealtad de que se hablaba en
el primer verso de este capitulo.
El rey de asiria entraba en pactos, y cuando
era conveniente, se rompi— sus pactos.
Por esto llegaron los embajadores llorando.
7-8) He aqu’ que sus embajadores dar‡n voces afuera; los mensajeros de
paz llorar‡n amargamente. Las
calzadas est‡n deshechas, cesaron los caminantes; ha anulado el pacto,
aborreci— las ciudades, tuvo en nada a los hombres.
Nadie estaba viajando por los caminos,
porque la guerra iba a empezar en cualquier momento. Y esto nos ense–a que es importante, siempre tratar de
evitar la guerra si es posible.
Hay que orar por la paz.
Ahora mismo en Espa–a, no hay guerra, pero
si hay gran inestabilidad por los separatistas en Catalu–a. Y solamente la amenaza de problemas
est‡ afectando la econom’a. Casi
mil negocios han salido ya de Catalu–a, el turismo ha bajado, y hasta muchos barcos
de crucero, no quieren llegar ahora a Barcelona.
Esto es lo que pasa cuando los juicios de
Dios est‡n cayendo.
9) Se enlut—, enferm— la tierra; el L’bano se avergonz—, y fue
cortado; Sar—n se ha vuelto como desierto, y Bas‡n y el Carmelo fueron
sacudidos.
La situaci—n estaba desesperada en todos
lados. No solamente Jud‡, sino
todos sus vecinos estaban bajo amenaza inminente.
Y cuando todo parece tan perdido, cuando el pesimismo
esta dominando todo, pausa, Dios
tiene que contestar.
10) Ahora me levantarŽ, dice Jehov‡; ahora serŽ exaltado, ahora serŽ
engrandecido.
En otras palabras. ÁBasta Ya De Tanto
Pesimismo!
Dios hablando al rey de Asiria, dice en
profec’aÉ
11) Concebisteis hojarascas, rastrojo darŽis a luz; el soplo de
vuestro fuego os consumir‡.
Habla de los planes del hombre, como una
mujer dando luz.
Es solamente una manera poŽtica de hablar.
Pero quiere decir simplemente que los planes
de este enemigo no iban a terminar en nada, nada mas que la pura gloria del
nombre de Dios.
Entraremos en mas detalles en los cap’tulos
que sigan pero esto es lo que pas— con los planes de este enemigo.
2 Reyes 19:35 Y aconteci— que aquella misma noche sali— el
‡ngel de Jehov‡, y mat— en el campamento de
los asirios a ciento ochenta y cinco mil; y cuando se levantaron por la ma–ana,
he aqu’ que todo era cuerpos de muertos.
No era nada dif’cil para nuestro Dios, sino
f‡cil, as’ queÉ
ÁBasta Ya De
Tanto Pesimismo!
12) Y los pueblos ser‡n como cal quemada; como espinos cortados ser‡n
quemados con fuego.
Las escrituras dicen que nuestro Dios es
fuego consumidor.
En un momento puede consumir un ejercito
entero. Y esto es exactamente los
que pas—.
Pero cuando el poder de Dios est‡
manifestado, es un poco incomodo para los hip—critas que est‡n en el pueblo
santo.
Por ejemplo, los que empleaban t‡cticas
pol’ticas, formando alianzas con Egipto, porque, supuestamente su Dios no pudo
hacer nada, de repente estaban bajo la vergŸenza.
13) O’d, los que est‡is lejos, lo que he hecho; y vosotros los que
est‡is cerca, conoced mi poder.
Como dije antes, la destrucci—n de los
asirios era uno de los grandes milagros de las escrituras.
Y esto pas— para revelar el poder y la
gloria de Dios, y para acabar de una vez con tanto pesimismo.
Como con la destrucci—n de fara—n, la
destrucci—n de este rey, quien fuera traicionado por sus propios hijos, pero su
destrucci—n era para exaltar el nombre de Dios para siempre.
13) O’d, los que est‡is lejos, lo que he hecho; y vosotros los que
est‡is cerca, conoced mi poder.
Los que eran lejos eran todos los pueblos
del mundo, o como nosotros que somos lejos en termino de siglos, esto pasando
en la antigŸedad. Pero de todos
modos esto debe de glorificar el nombre de neutros Dios para siempre.
14) Los pecadores se asombraron en Sion, espanto sobrecogi— a los
hip—critas. ÀQuiŽn de nosotros morar‡ con el fuego consumidor? ÀQuiŽn de
nosotros habitar‡ con las llamas eternas?
Ahora no estamos hablando de los enemigos de
afuera, sino de los hip—critas de dentro del pueblo de Dios.
Como concluimos la semana pasada, estamos
orando por un gran derramamiento del Esp’ritu de Dios, y esto puede pasar en
nuestros tiempos. Pero si pasa,
puede ser terrible para los hip—critas.
14) Los pecadores se asombraron en Sion, espanto sobrecogi— a los
hip—critas. ÀQuiŽn de nosotros morar‡ con el fuego consumidor? ÀQuiŽn de
nosotros habitar‡ con las llamas eternas?
Y n—talo, no dice que los santos se asombraron,
sino los pecadores. Est‡ hablando
de la hipocres’a.
Si tu hermano est‡s profesando la fe en
Cristo, y al mismo tiempo mirando a la pornograf’a en el Internet, esto,
posiblemente est‡ hablando de ti.
Y esto aplica a otros pecados groseros tambiŽn.
1 Corintios 6:9-11 ÀNo sabŽis que los injustos no
heredar‡n el reino de Dios? No errŽis; ni
los fornicarios, ni los id—latras, ni los adœlteros, ni los afeminados, ni los
que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni
los maldicientes, ni los estafadores, heredar‡n el reino de Dios.
Y esto erais algunos; mas ya habŽis sido
lavados, ya habŽis sido santificados, ya habŽis sido justificados en el nombre
del Se–or Jesœs, y por el Esp’ritu de nuestro Dios.
Si estos delitos estaban en tu pasado, no
hay problema, gloria a Dios porque has sido entregado. Pero si estas transgresiones graves
est‡n en tu vida presente, tienes razones de temer.
14) Los pecadores se asombraron en Sion, espanto sobrecogi— a los
hip—critas. ÀQuiŽn de nosotros morar‡ con el fuego consumidor? ÀQuiŽn de
nosotros habitar‡ con las llamas eternas?
Como vimos antes, Isa’as est‡ desarrajando,
poco a poco la doctrina del infierno, hablando de las llamas eternas.
15-16) El que camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la
ganancia de violencias, el que sacude sus manos para no recibir cohecho, el que
tapa sus o’dos para no o’r propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para
no ver cosa mala; Žste habitar‡ en las alturas; fortaleza de rocas ser‡ su lugar
de refugio; se le dar‡ su pan, y sus aguas ser‡n seguras.
Los que realmente conocen a Cristo, van a
tener la santidad en sus vidas.
Ahora bien, no me malentiendan, no estamos
salvados porque hemos producido la santidad en nuestras propias vidas. Pero si uno est‡ en Cristo nueva
creatura es, las cosas viejas, las corrupciones se pasaran.
Para los hip—critas, es terrible vivir en la
presencia de un Dios que es fuego consumidor. Pero para el hermano, realmente convertido es su delicia.
Pero es importante que entiendes que no
estamos salvados por nuestra propia justicia. Llevamos una tunica blanca en el bautizmo,
para simbolizar la justicia de Cristo.
Podemos entrar en la presencia del tres
veces santo, porque estamos cubierto de una justicia perfecta, una justicia de
otro, la justicia infinita de Cristo Jesœs.
Pero Cristo no vino solamente para quitar la
culpabilidad del pecado. Sino que Cristo
vino para destruir la corrupci—n del pecado en tu vida, para quebrantar el
poder del pecado en tu ser.
17) Tus ojos ver‡n al Rey en su hermosura; ver‡n la tierra que est‡
lejos.
Muchos creen que en Jud‡ en estos tiempos,
el rey se vest’a de ceniza y de cilicio, s’mbolos del arrepentimiento.
Pero cuando Dios actuaba tendr’a sus ropas
esplendidas otra vez.
Pero para nosotros, los que son leales a
Cristo, veremos la belleza infinita de nuestro Rey, Cristo Jesœs, y seremos
perfeccionados, en el d’a de la resurrecci—n.
18) Tu coraz—n imaginar‡ el espanto, y dir‡: ÀQuŽ es del escriba? ÀquŽ
del pesador del tributo? ÀquŽ del que pone en lista las casas m‡s insignes?
Otra vez estamos regresando al tema, ÁBasta
Ya De Tanto Pesimismo!
El pueblo viv’a en pavor de los que ven’an exigiendo
tributo, o buscando las casas mas grandes para demandar aun mas pagos.
Pero todo esto iba a terminar.
19) No ver‡s a aquel pueblo orgulloso, pueblo de lengua dif’cil de
entender, de lengua tartamuda que no comprendas.
Los Asirios estaban mandados en disciplina
divina, pero como ya el pueblo de Dios finalmente estaba rogando a Dios por su
misericordia, en oraci—n ferviente y contante, ese ejercito de verdugos no
estaba necesario.
2 Reyes 19:35 Y aconteci— que aquella misma noche sali— el
‡ngel de Jehov‡, y mat— en el campamento de
los asirios a ciento ochenta y cinco mil; y cuando se levantaron por la ma–ana,
he aqu’ que todo era cuerpos de muertos.
20) Mira a Sion, ciudad de nuestras fiestas solemnes; tus ojos ver‡n a
JerusalŽn, morada de quietud, tienda que no ser‡ desarmada, ni ser‡n arrancadas
sus estacas, ni ninguna de sus cuerdas ser‡ rota.
Ahora el profeta hablar‡ de los efectos de
la salvaci—n de Dios. Es
espiritual, del alma, pero tambiŽn tiene grandes impactos en la sociedad.
21) Porque ciertamente all’ ser‡ Jehov‡ para con nosotros fuerte,
lugar de r’os, de arroyos muy anchos, por el cual no andar‡ galera de remos, ni
por Žl pasar‡ gran nave.
Es normal que el profeta habla
metaf—ricamente, pero lo que dice es la verdad.
JerusalŽn no tenia grandes r’os, pero iban a
estar pr—speros como los lugares que s’ ten’an r’os pasando por sus ciudades,
pero no para dar acceso a los enemigos.
22) Porque Jehov‡ es nuestro juez, Jehov‡ es nuestro legislador,
Jehov‡ es nuestro Rey; Žl mismo nos salvar‡.
Regresando a Dios, hay seguridad. Otra curiosidad, cuando los pa’ses Cristianos
formaron sus gobiernos, dividieron las ramas en tres, una parte era judicial,
una parte legislativa y una parte ejecutiva, sacado de este verso.
Hay que dividir los poderes as’ porque los
hombres son sujetados a la corrupci—n.
Pero Cristo puede ocupar los tres oficios a
la vez.
Pero esto es otro tema profundo.
23) Tus cuerdas se aflojaron; no afirmaron su m‡stil, ni entesaron la
vela; se repartir‡ entonces bot’n de muchos despojos; los cojos arrebatar‡n el
bot’n.
Esto otra vez habla de la destrucci—n r‡pida
de nuestros enemigos, cuando estamos con Dios. Y los cojos, como los leprosos
que hemos visto, pueden tomar el bot’n, en vez de los soldados valientes,
porque la batalla es del Se–or, y no del hombre.
24) No dir‡ el morador: Estoy enfermo; al pueblo que more en ella le
ser‡ perdonada la iniquidad.
En muchas partes de la Biblia, se relacione
la enfermedad con la iniquidad.
Mateo 9:2-6 Y
sucedi— que le trajeron un paral’tico,
tendido sobre una cama; y al ver Jesœs la fe
de ellos, dijo al paral’tico: Ten ‡nimo, hijo; tus pecados te son perdonados.
Entonces algunos de los escribas dec’an
dentro de s’: Este blasfema.
Y conociendo Jesœs los pensamientos de
ellos, dijo: ÀPor quŽ pens‡is mal en vuestros corazones?
Porque, ÀquŽ es m‡s f‡cil, decir: Los
pecados te son perdonados, o decir: Lev‡ntate y anda?
Pues para que sep‡is que el Hijo del Hombre
tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dice entonces al
paral’tico): Lev‡ntate, toma tu cama, y vete a tu casa.
Esto tambiŽn es otro gran tema, que no
quiere abrir ahora, pero por lo menos podemos concluir que aunque la salud
f’sica es importante, la salud espiritual, es miles de veces mas importante. ÀEn esta ma–ana, como est‡ la tuya?
========================== Conclusi—n =====================
Si tu quieres tener la confianza de que
puedes vivir en la presencia de un Dios que es fuego consumidor, y no estar
quemado como cal, como nuestro pasaje hablaba de los hip—critas, puedes pasar
adelante en unos momentos para oraci—n.
Isa’as 33:13-14 O’d, los que est‡is lejos, lo que he
hecho; y vosotros los que est‡is cerca,
conoced mi poder.
Los pecadores se asombraron en Sion, espanto
sobrecogi— a los hip—critas. ÀQuiŽn de nosotros morar‡ con el fuego consumidor?
ÀQuiŽn de nosotros habitar‡ con las llamas eternas?
Hermano, hermana, joven, si tienes que poner
tu vida en orden con tu Dios, puedes pasar en breve, y orearemos contigo.
Vamos a orar!