30 de mayo de 2015

 

ÒLos D’as De NoŽÓ

Lucas 17:26-30

 

Vivimos en tiempos en que el hombre ha avanzado mucho, supuestamente.  Tiene una abundancia de distracciones y diversiones.

 

Mas y mas gente tienen acceso al Internet, a videos sin limite en Youtube, otros comprados por Netflicks.

 

Se puede mirar a los deportes de cualquier parte de mundo c—mo y cuando quiere.

 

Casi todos pueden comprar un autom—vil, en este pa’s, si realmente quieren, y pueden ir a donde quieren, como quieren.

 

El hombre puede dar la impresi—n de que ha avanzado mucho, pero sabemos por las palabras de Cristo Jesœs, que en realidad el hombre no ha cambiado tanto.

 

Lucas 17:26-30 Como fue en los d’as de NoŽ, as’ tambiŽn

ser‡ en los d’as del Hijo del Hombre.

 

Com’an, beb’an, se casaban y se daban en casamiento, hasta el d’a en que entr— NoŽ en el arca, y vino el diluvio y los destruy— a todos.

 

Asimismo como sucedi— en los d’as de Lot; com’an, beb’an, compraban, vend’an, plantaban, edificaban; mas el d’a en que Lot sali— de Sodoma, llovi— del cielo fuego y azufre, y los destruy— a todos.

 

As’ ser‡ el d’a en que el Hijo del Hombre se manifieste.

 

En los dos ejemplos, la gente estaban ocupadas en cosas que en si, no eran pecaminosas.  No tiene nada de malo comprar, vender, casar se, edificar casas, comer y beber.

 

Pero si esto es todo para ti, y si esto lo mas importante de tu vida, entonces pude ser que tu, mi amigo, se–ora querida, que tu eres mas menos como la gente que viv’an antes del gran diluvio.

 

O que tu eres como las personas que moraban en las ciudades de Sodoma y Gomorra.  Otra vez la palabra de Cristo.

 

Lucas 17:26-30 Como fue en los d’as de NoŽ, as’ tambiŽn

ser‡ en los d’as del Hijo del Hombre.

 

Com’an, beb’an, se casaban y se daban en casamiento, hasta el d’a en que entr— NoŽ en el arca, y vino el diluvio y los destruy— a todos.

Asimismo como sucedi— en los d’as de Lot; com’an, beb’an, compraban, vend’an, plantaban, edificaban; mas el d’a en que Lot sali— de Sodoma, llovi— del cielo fuego y azufre, y los destruy— a todos.

 

As’ ser‡ el d’a en que el Hijo del Hombre se manifieste.

 

Muchos hoy, andan como ellos.  Est‡n bien ocupados en cosas que realmente no son malas.  Pero si solamente vives por las cosas de este mundo presente, cuando viene el fin, o cuando viene tu fin, puedes encontrar una sorpresa bastante desagradable.

 

Si Dios te est‡ mandando una y otra advertencia, una llamada a algo mas alto, algo mas sublime, pero si tu solamente pienses en el trabajo, el comer y beber, los deportes, edificar casas, casar se y dar en casamiento, Áentonces existe un gran peligro en tu vida!

 

Es mas, por ser muy ocupados en sus actividades constantes, lo moradores del mundo antes del gran diluvio en realidad viv’an dedicados a la maldad, aun si no se daban cuenta.

 

GŽnesis 6:5-7  Y vio Jehov‡ que la maldad de los hombres

era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del coraz—n de ellos era de continuo solamente el mal.

 

Y se arrepinti— Jehov‡ de haber hecho hombre en la tierra, y le doli— en su coraz—n.

 

Y dijo Jehov‡: RaerŽ de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho.

 

En su ignorancia ellos viv’an blasfemando el nombre de Dios todo el tiempo, ni sabiendo que hac’an mal.

 

Esto es como la gente de hoy d’a que dicen una y otra vez, ÒOh Dios m’o..., Jesus Christ, O my GodÓ.  Y ni est‡n enterados de que est‡n blasfemando el nombre de Dios, usando su nombre como algo comœn y corriente, quebrantando el tercero mandamiento, que dice...

 

ƒxodo 20:7 No tomar‡s el nombre de Jehov‡ tu Dios en

vano; porque no dar‡ por inocente Jehov‡ al que tomare su nombre en vano.

 

Es muy f‡cil para los muy ocupados solamente con las cosas de este mundo, caminar en ignorancia de las cosas mas sublimes.  Pero esto puede ser peligroso como dijo el ap—stol Pablo.

 

Efesios 4:17-19 Esto, pues, digo y requiero en el

Se–or: que ya no andŽis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento

entenebrecido, ajenos de la vida de

Dios por la ignorancia que en ellos

hay, por la dureza de su coraz—n;

 

los cuales, despuŽs que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza.

 

Esto es el peligro que Cristo mencion—, hablando de los antediluvianos, y los sodomitas.  Viviendo solamente por las cosas de este mundo, cayeron en grandes sorpresas finalmente.  Y realmente amigo, nada ha cambiado.

 

Lucas 17:26-30 Como fue en los d’as de NoŽ, as’ tambiŽn

ser‡ en los d’as del Hijo del Hombre.

 

Com’an, beb’an, se casaban y se daban en casamiento, hasta el d’a en que entr— NoŽ en el arca, y vino el diluvio y los destruy— a todos.

Asimismo como sucedi— en los d’as de Lot; com’an, beb’an, compraban, vend’an, plantaban, edificaban; mas el d’a en que Lot sali— de Sodoma, llovi— del cielo fuego y azufre, y los destruy— a todos.

 

As’ ser‡ el d’a en que el Hijo del Hombre se manifieste.

 

De hecho, mas y mas, nuestra cultura moderna en los estados unidos es semejante a la de Sodoma y a la de Gomorra.  Porque la gente se dedican a comer y beber, a casar se y estar dadas en casamiento, a edificar casas, a comprar y vender sin pensar en el creador de todo esto.  Es obvio que no piensan en su Dios, porque en muchos casos, ni se casan, sino que simplemente se vivan juntos.

 

Pero las consecuencias ser‡n las mismas.

1 Corintios 6:9-10   ÀNo sabŽis que los injustos no

heredar‡n el reino de Dios? No errŽis; ni los fornicarios, ni los id—latras, ni los adœlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones,

 

ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredar‡n el reino de Dios.

 

Y cuando Cristo ense–— sobre el adulterio, nos explic— bien que la ley condenaba toda forma de lujuria y de pornograf’a.  Dijo en una parteÉ

 

Mateo 5:27-29  O’steis que fue dicho: No cometer‡s

adulterio.  Pero yo os digo que cualquiera

que mira a una mujer para codiciarla, ya

adulter— con ella en su coraz—n.

 

Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasi—n de caer, s‡calo, y Žchalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.

 

Viviendo solamente para este mundo, es f‡cil destruir se por el pecado.  Dios mand— a su hijo para llamar te a algo mas alto. 

 

No tiene nada de malo, disfrutar la comida la bebida, la compra y la venta, el levantamiento de casas y hogares, pero si esto es todo para ti, entonces est‡s en gran peligro.  En las palabras de Cristo, se ve que Áalgo espantoso puede estar esperando te a ti tambiŽn!.

 

Lucas 17:26-30 Como fue en los d’as de NoŽ, as’ tambiŽn

ser‡ en los d’as del Hijo del Hombre.

 

Com’an, beb’an, se casaban y se daban en casamiento, hasta el d’a en que entr— NoŽ en el arca, y vino el diluvio y los destruy— a todos.

 

Asimismo como sucedi— en los d’as de Lot; com’an, beb’an, compraban, vend’an, plantaban, edificaban; mas el d’a en que Lot sali— de Sodoma, llovi— del cielo fuego y azufre, y los destruy— a todos.

 

As’ ser‡ el d’a en que el Hijo del Hombre se manifieste.

 

En otra parte, Cristo habl— de personas que deseaban venir a Dios, a poner sus vidas en orden, segœn lo que la Biblia dice, pausa, pero iban a hacer lo mas tarde, otro d’a, o tal vez otro a–oÉ

 

Lucas 13:22-27 Y alguien le dijo: Se–or, Àson pocos los que

se salvan? Y Žl les dijo:

 

Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurar‡n entrar, y no podr‡n.

 

DespuŽs que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecŽis a llamar a la puerta, diciendo: Se–or, Se–or, ‡brenos, Žl respondiendo os dir‡: No sŽ de d—nde sois.

 

Entonces comenzarŽis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas ense–aste.

 

Pero os dir‡: Os digo que no sŽ de d—nde sois; apartaos de m’ todos vosotros, hacedores de maldad.

 

Cristo ahora, en este momento est‡ llamado te a algo mejor, y ahora es el momento de responder a la llamada.  Como Žl dijo en el libro de JuanÉ

 

Juan 6:37 Todo lo que el Padre me da, vendr‡ a m’; y al que

a m’ viene, no le echo fuera.

 

Ven a Cristo hoy, Žl se muri—, y se resucit—, dando su vida, en rescate por muchos.

Amen