13 de octubre de 17
ŔQuien Es El Due–o?
Proverbios 16:1-17
Cuando uno es muy nuevo en el Se–or, su nueva vida
puede ser un poco confusa. Se sabe
que bajo el Se–or tenemos ciertas obligaciones. Ŕpero como funcione esto?
ŔEs posible recibir a Cristo como tu Salvador pero
no como tu Se–or?
QuŽ es, exactamente esa relaci—n que tenemos con el
creador del universo, con el tres veces Santo.
El pasaje que tenemos hoy, puede hacer todo esto mas
claro, haciendo esa pregunta, antes de todo, ŔQuien Es El Due–o?
1)
Del hombre son las disposiciones del coraz—n;
Mas de Jehov‡ es la respuesta de
la lengua.
Se ve desde el primer verso, quien est‡ en control
de esa situaci—n. El hombre puede
decidir muchas cosas y hasta entrar en grandes planes y promesas.
Pero Dios, el due–o
de todo, va a dirigir hasta su lengua.
El hombre ni tiene control completo sobre su
boca. Pero est‡ responsable por lo
que dice, y esta es la gran enigma.
2)
Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opini—n; Pero Jehov‡ pesa
los esp’ritus.
Especialmente los que andan dominados por la carne,
siempre piensan que sus acciones pueden estar justificadas.
Pero uno solamente puede saber si algo es limpio,
cuando se tiene un est‡ndar con que se puede medir.
No es valido simplemente presumir que tu manera de
pensar es correcta, hay que tener una manera de medir objetivamente, con un
est‡ndar imparcial.
Y el śnico est‡ndar que realmente tiene autoridad
persistente es la Santa Ley de Dios.
Dios puede pesar los esp’ritus, porque como veremos mas tarde, es due–o de los pesos y de la balanza.
3)
Encomienda a Jehov‡ tus obras,
Y tus
pensamientos ser‡n afirmados.
Es mejor reconocer que Dios es el due–o de todo,
antes de empezar cualquier cosa, hasta antes que te empieces tu d’a, encomienda
lo a Jehov‡, y tus pensamientos ser‡n afirmados.
Santiago hizo muy claro en su carta.
Santiago 4:13-15 !!Vamos
ahora! los que dec’s: Hoy y
ma–ana iremos a tal ciudad,
y estaremos all‡ un a–o, y traficaremos, y ganaremos;
cuando no sabŽis lo que
ser‡ ma–ana.
Porque ŔquŽ es vuestra
vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se
desvanece.
En lugar de lo cual
deber’ais decir: Si el Se–or quiere, viviremos y haremos esto o aquello.
Debemos de decir Si el Se–or quiere, o Dios
mediante, porque Dios es el due–o de
nuestro d’a, o mejor dicho de todos nuestros d’as. As’ pidiendo ŇŔQuien
Es El Due–o?Ó es la manera de hacer todo mas claro, y todo mas f‡cil en la
vida Cristiana.
4)
Todas las cosas ha hecho Jehov‡ para s’ mismo,
Y aun
al imp’o para el d’a malo.
Este verso a veces es un problema para algunos.
Piensan as’, ŇBueno, si Dios sabia que esa persona
iba a estar mal, que iba a rechazar a Cristo y terminar en el infierno, porque
lo hizo?Ó
Otros hasta han llegado a la conclusi—n de que Dios
era injusto en esto.
4)
Todas las cosas ha hecho Jehov‡ para s’ mismo,
Y aun
al imp’o para el d’a malo.
Esto explica el caso de Judas Iscariote. Como cuando dijo CristoÉ
Mateo 26:24 A
la verdad el Hijo del Hombre va, segśn est‡ escrito de Žl, mas !!ay de aquel
hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre
no haber nacido.
Hubiera sido mejor para Judas, ni estar nacido. Pero s’ se naci—, porque tenia que
cumplir ciertas escrituras.
Si estas preguntas son dif’ciles para ti, mejor que
te regreses a otra gran pregunta.
ŔQuien Es El Due–o?
Cristo era el due–o de Judas, como Cristo es el
due–o de ti, y el due–o de mi.
En una ocasi—n Cristo dijo.
Mateo 11:27 Todas
las cosas me fueron entregadas por mi
Padre; y nadie conoce
al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a
quien el Hijo lo quiera revelar.
ŔSi todas las cosas fueron entregadas a Cristo, esto
incluye a ti, y a mi? ŔQuien Es El
Due–o?
Apocalipsis 4:11 Se–or,
digno eres de recibir la gloria y
la honra y el poder;
porque tś creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.
ŔEsto quiere decir que tu tambiŽn fuisteis creado, y
existes para la voluntad de Dios? ŔQuien
Es El Due–o?
Si esto aun parece un poco extra–o para ti, podemos
revisar otra vez una porci—n de Romanos nueve.
Romanos 9:14-22 ŔQuŽ,
pues, diremos? ŔQue hay injusticia
en Dios? En ninguna
manera. Pues a MoisŽs dice: TendrŽ
misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadecerŽ del que yo me
compadezca. As’ que no depende del
que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.
Porque la Escritura dice a
Fara—n: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para
que mi nombre sea anunciado por toda la tierra.
Fara—n no exist’a para si mismo, sino para los
prop—sitos de Dios.
De manera que de quien
quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece.
Pero me dir‡s: ŔPor quŽ,
pues, inculpa? porque ŔquiŽn ha resistido a su voluntad?
Mas antes, oh hombre,
ŔquiŽn eres tś, para que alterques con Dios? ŔDir‡ el vaso de barro al que lo
form—: ŔPor quŽ me has hecho as’?
ŔO no tiene potestad el
alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro
para deshonra?
ŔY quŽ, si Dios, queriendo
mostrar su ira y hacer notorio su poder, soport— con mucha paciencia los vasos
de ira preparados para destrucci—n.
No es injusto para Dios, el due–o, usar lo suyo, como quiere.
Como Cristo termin— una de sus par‡bolasÉ
Mateo 20:15 ŔNo
me es l’cito hacer lo que quiero con lo
m’o? ŔO tienes tś envidia,
porque yo soy bueno?
TambiŽn, en la par‡bola, que te puedes revisar en
casa si has olvidado el contexto, en Mateo 20, pero all’ tambiŽn un justo,
estaba acusado de la injusticia.
Pero el texto aqu’ tiene sentido.
4)
Todas las cosas ha hecho Jehov‡ para s’ mismo,
Y aun
al imp’o para el d’a malo.
Es f‡cil de entender si contestas antes, la gran
pregunta,
ŔQuien
Es El Due–o?
5)
Abominaci—n es a Jehov‡ todo altivo de coraz—n;
Ciertamente
no quedar‡ impune.
Entendiendo como Dios es el Due–o, es mas f‡cil entender la ofensa de la soberbia
tambiŽn.
Todo altivo de coraz—n, est‡ actuando como que Žl
mismo era el due–o de algo, pero en realidad Dios es due–o de todo, y por lo tanto tenemos que estar humildes, despuŽs
de todo, estamos respirando su aire.
Cuando estamos diezmando, no debemos de quejar de
que no podemos retener mas, sino que estar felices que Dios nos ha confiado noventa
por ciento de lo que pertenece a Žl.
Si uno pierda a un hijo, por enfermedad, que pasa a
veces, no debemos de estar enojados por perder lo que era lo nuestro, sino que
debemos de reconocer que Dios recuperaba lo que era suyo.
Todo es mas f‡cil de aceptar, considerando, ŔQuien Es El Due–o?
6)
Con misericordia y verdad se corrige el pecado,
Y con
el temor de Jehov‡ los hombres se apartan del mal.
Cuando estamos compartiendo el evangelio, es
correcto decir algo de la Santa Ley de Dios, y es correcto hablar algo del
infierno.
ŔPor quŽ?
Es que con el temor de Jehov‡ los hombres se apartan del mal. Y Dios tiene el derecho de establecer
las leyes del universo, porque, Dios es
El Due–o?
6)
Con misericordia y verdad se corrige el pecado,
Y con
el temor de Jehov‡ los hombres se apartan del mal.
Hablar de la ley, y hablar del castigo eterno no es
ni cruel, ni vulgar, sino que es misericordioso. Entendiendo el fin de la vida pecaminosa, y que hay un
escape para los que desean algo mejor, es presentar la verdad, y presentar la
misericordia.
6)
Con misericordia y verdad se corrige el pecado,
Y con
el temor de Jehov‡ los hombres se apartan del mal.
Dice en los Salmos que esto es una de las funciones
de la ley.
Salmos 19:7-10 La
ley de Jehov‡ es perfecta, que convierte el
alma; El testimonio de
Jehov‡ es fiel, que hace sabio al sencillo.
Los mandamientos de Jehov‡
son rectos, que alegran el coraz—n; El precepto de Jehov‡ es puro, que alumbra
los ojos.
El temor de Jehov‡ es
limpio, que permanece para siempre; Los juicios de Jehov‡ son verdad, todos
justos. Deseables son m‡s que el
oro, y m‡s que mucho oro afinado; Y dulces m‡s que miel, y que la que destila
del panal.
7)
Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehov‡,
Aun a
sus enemigos hace estar en paz con Žl.
Dios no es solamente el due–o de ti y el due–o
de mi, sino que Dios es due–o de
nuestros enemigos.
Y Dios puede controlar a nuestros enemigos, muy f‡cilmente,
sin quitar lo que parece su albedr’o libre.
Por esto es siempre una gran ventaja, estar en una
buena relaci—n con el Due–o.
Dios puede poner paz entre nosotros y nuestros
enemigos, pero esto es cuando nuestros caminos son agradables a Jehov‡.
Cuando estamos desafiando los preceptos de Dios,
Dios puede emplear a nuestros enemigos con otros prop—sitos.
8)
Mejor es lo poco con justicia
Que
la muchedumbre de frutos sin derecho.
Dios no tiene nada en contra del concepto de la
propiedad privada, aunque nosotros jam‡s somos los due–os absolutos.
Pero Dios ha revelado las maneras correctas en que
podemos acumular la propiedad, mayormente trabajando e invirtiendo.
Pero los que acumulan por robo o por enga–o, no
pueden disfrutar lo que tienen, como hemos visto cada semana.
Proverbios 3:33 La
maldici—n de Jehov‡ est‡ en la casa
del
imp’o, Pero bendecir‡ la morada de
los
justos.
No todo justo es rico, especialmente en la primera
generaci—n, pero aun con poco, se puede vivir bien.
9) El
coraz—n del hombre piensa su camino;
Mas
Jehov‡ endereza sus pasos.
Otra vez te puedes ver claramente, que no eres due–o de tu vida.
Tu puedes pensar muchas cosas, entrar en grandes
planes, pero Dios decidir‡, o mejor dicho, ya ha decidido, c—mo todo va a
terminar.
10)
Or‡culo hay en los labios del rey;
En
juicio no prevaricar‡ su boca.
Esto est‡ hablando de un rey bueno, que intenta
seguir a Dios en su trabajo. Segśn
San Pablo el rey es un siervo de Dios.
Romanos 13:3-4 Porque
los magistrados no est‡n para infundir
temor al que hace el bien,
sino al malo. ŔQuieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendr‡s
alabanza de ella;
porque es servidor de
Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la
espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo.
Un buen rey, es servidor de Dios, el Due–o.
Un buen presidente, es servidor de Dios, el Due–o.
Un buen juez, es servidor de Dios, el Due–o.
Un buen gobernador, es servidor de Dios, el Due–o.
Para realmente tener un gobierno que funcione bien,
tienes que hacer una sola pregunta: ŔQuien
Es El Due–o?
11)
Peso y balanzas justas son de Jehov‡;
Obra
suya son todas las pesas de la bolsa.
Las balanzas, los pesos son de Jehov‡, porque Dios es el due–o de toda justicia. Y Dios no quiere ver a sus hijos, a sus
sśbitos, robando o enga–ando el uno a otro, est‡ prohibido, por el due–o.
Lev’tico 19:35-36 No
hag‡is injusticia en juicio, en medida
de tierra, en peso ni en
otra medida. Balanzas justas, pesas justas y medidas
justas tendrŽis. Yo Jehov‡ vuestro Dios, que os saquŽ de la tierra de Egipto.
Deuteronomio 25:13-16 No tendr‡s en tu bolsa pesa grande y
pesa chica, ni tendr‡s en
tu casa efa grande y efa peque–o.
Pesa exacta y justa
tendr‡s; efa cabal y justo tendr‡s, para que tus d’as sean prolongados sobre la
tierra que Jehov‡ tu Dios te da.
Porque abominaci—n es a
Jehov‡ tu Dios cualquiera que hace esto, y cualquiera que hace injusticia.
ŔQue tiene esto que ver con nosotros? El dinero es una medida de valor, por
ejemplo. En este pa’s, se trata de
evaluar el valor de algo por su precio en dollars.
Pero si el gobierno siempre est‡ cambiando el valor
del dollar, o mejor dicho destruyendo el valor del dollar, es un gran enga–o
que puede provocar al Due–o.
Aqu’, como en Venezuela, el gobierno est‡ provocando
a Dios, por esa manera cruel de oprimir a los pobres, y a las viudas.
Claro es mas r‡pido en Venezuela, pero el crimen, el
error, de la inflaci—n es el mismo en los dos lugares.
12)
Abominaci—n es a los reyes hacer impiedad,
Porque
con justicia ser‡ afirmado el trono.
Un buen rey no quiere ni estafadores ni ladrones en
su gobierno. Porque sabe que con
todos estos pecados, su trono ser‡ inestable.
Y es el mismo en los negocios. Ya cuando aun muchos Cristianos son
medio deshonestos, es cada vez mas dif’cil, levantar un negocio prospero.
13)
Los labios justos son el contentamiento de los reyes,
Y
Žstos aman al que habla lo recto.
David tenia un trono establecido. Pero por su propia injusticia, era
inestable cuando su hijo se levant— en su contra, como consecuencia de los
pecados de David.
La mejor postura es la honestidad, y la santidad
para vivir bajo un gobierno estable.
Y San Pablo dijo que por esto, demos de orar.
1 Timoteo 2:1-2 Exhorto
ante todo, a que se hagan
rogativas, oraciones,
peticiones y acciones de gracias,
por todos los hombres; por
los reyes y por todos los que est‡n en eminencia, para que vivamos quieta y
reposadamente en toda piedad y honestidad.
14)
La ira del rey es mensajero de muerte;
Mas
el hombre sabio la evitar‡.
Los reyes de la antigźedad eran sumamente poderosos. Vimos en el libro de Ester que con una
palabra, un hombre estaba condenado.
Ester 7:8 DespuŽs
el rey volvi— del huerto del palacio al
aposento del banquete, y
Am‡n hab’a ca’do sobre el lecho en que estaba Ester. Entonces dijo el rey:
ŔQuerr‡s tambiŽn violar a la reina en mi propia casa? Al proferir el rey esta
palabra, le cubrieron el rostro a Am‡n.
Se cubrieron el rostro de Am‡n porque legalmente ese
hombre ya era muerto. El rey ni
tenia que pronunciar un veredicto, simplemente tenia que hacer una pregunta y
era suficiente.
Ester 7:8 DespuŽs
el rey volvi— del huerto del palacio al
aposento del banquete, y
Am‡n hab’a ca’do sobre el lecho en que estaba Ester. Entonces dijo el rey: ŔQuerr‡s
tambiŽn violar a la reina en mi propia casa? Al proferir el rey esta
palabra, le cubrieron el rostro a Am‡n.
ŔY si el poder de un hombre era tan espantoso, no
vamos a tener aun mas temor por uno que es infinitamente mas poderoso?
Lucas 12:4-5 Mas
os digo, amigos m’os: No tem‡is a los que
matan el cuerpo, y despuŽs nada m‡s pueden hacer. Pero os ense–arŽ a quiŽn debŽis temer:
Temed a aquel que despuŽs de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el
infierno; s’, os digo, a Žste temed.
15)
En la alegr’a del rostro del rey est‡ la vida,
Y su
benevolencia es como nube de lluvia tard’a.
Siempre vale la pena vivir en una buena relaci—n,
con el Due–o, bajo su bendici—n, y
bajo su amor.
16)
Mejor es adquirir sabidur’a que oro preciado;
Y
adquirir inteligencia vale m‡s que la plata.
Entendiendo ya, algo de nuestra relaci—n con el Due–o, tiene sentido buscar y
encontrar la sabidur’a, aun mas que el dinero.
17)
El camino de los rectos se aparta del mal;
Su
vida guarda el que guarda su camino.
Cuando tu vida est‡ dedicada al Se–or, tu camino
ser‡ seguro.
No vas a vivir sin pecado alguno, pero ser‡ mas
raro, caer en la rebeli—n, como cayendo en el lodo.
Te vas a saltar del sucio con prisa, y limpiarte por
medio de la confesi—n y el arrepentimiento verdadero.
Proverbios 28:13 El
que encubre sus pecados no prosperar‡;
Mas
el que los confiesa y se aparta
alcanzar‡ misericordia.
Es la persona que, cayendo en el lodo, decide vivir
all‡, quien realmente tiene que preocupar se por su relaci—n, con el Due–o.
Proverbios 26:11 Como
perro que vuelve a su v—mito,
As’
es el necio que repite su necedad.
O como Pedro dijo mas ampliamente.
2 Pedro 2:20-22 Ciertamente,
si habiŽndose ellos escapado
de las contaminaciones del mundo, por el
conocimiento del Se–or y Salvador Jesucristo, enred‡ndose otra vez en ellas son
vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero.
Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el
camino de la justicia, que despuŽs de haberlo conocido, volverse atr‡s del
santo mandamiento que les fue dado.
Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio:
El perro vuelve a su v—mito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno.
------------------------ Conclusi—n ------------------------
Si es tu deseo, vivir limpiamente, entendiendo tu
relaci—n con el Due–o, siempre
seguro, siempre durmiendo en paz, entonces queremos orar contigo.
O si has ca’do en el pecado otra vez, tambiŽn
queremos orar para ti, porque hay mucho poder, y mucha esperanza en el que dio
su vida, en rescata de muchos. Vamos
a Orar