7 de octubre de 17

Salid De Ella

Apocalipsis 18:4-5

 

En estos tiempos en que estamos viviendo, muchos ya tienen un sentido de que algo no est‡ bien.  Jam‡s hemos visto tanto da–o por los huracanes, con terremotos llegando al mismo tiempo, y con diferentes formas de terrorismo, que son cada vez mas espantosas.

 

Veamos pa’ses en crisis como Venezuela, donde es dif’cil comparar lo b‡sico, como Puerto Rico viviendo muchos en escombros, como Espa–a que casi est‡ en guerra consigo mismo.

 

Los que conocen algo de las Santas Escrituras, saben que la Biblia habla de tiempos como estos.  Y que cuando vienen con sus peligros en todos lados, es tiempo para los que creen en Dios, de separar se de las vanidades de este mundo.

 

Apocalipsis 18:4-5   Y o’ otra voz del cielo, que dec’a:

Salid de ella, pueblo m’o, para que no se‡is part’cipes de sus pecados, ni recib‡is parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades.

 

Dios tiene que castigar por los muchos asesinos de los bebes por el aborto, por el rechazo general de su Santa Ley, por la manera en que se profanan su d’a y hasta su nombre. Y es tiempo para todos los que conocen a Dios, de separar se de un mundo que est‡ bajo juicio.

 

Apocalipsis 18:4-5   Y o’ otra voz del cielo, que dec’a:

Salid de ella, pueblo m’o, para que no se‡is part’cipes de sus pecados, ni recib‡is parte de sus plagas.

 

Esa llamada es al pueblo de Dios, que se salga de una Babilonia moderna, para no participar en sus plagas.

 

Es que para estar seguros, los que realmente creen en Dios est‡n llamados a una santa separaci—n, y no estar bien mezclados con las vanidades de este mundo.

 

 

 

2 Corintios 6:14-18  No os un‡is en yugo desigual con los

incrŽdulos; porque ŔquŽ compa–erismo tiene la justicia con la injusticia? ŔY quŽ comuni—n la luz con las tinieblas?

 

ŔY quŽ concordia Cristo con Belial? ŔO quŽ parte el creyente con el incrŽdulo?

 

ŔY quŽ acuerdo hay entre el templo de Dios y los ’dolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo:

 

    HabitarŽ y andarŽ entre ellos,

    Y serŽ su Dios,

    Y ellos ser‡n mi pueblo.

Por lo cual,

Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Se–or,

    Y no toquŽis lo inmundo;

    Y yo os recibirŽ,

Y serŽ para vosotros por Padre,

Y vosotros me serŽis hijos e hijas, dice el Se–or Todopoderoso.

 

Oh amigo, se–ora, si tu te consideras alguien que conoce a Dios, ahora no es el momento de estar bien metido en las vanidades, los hechizos, los adulterios y las fornicaciones de este mundo, porque todos pueden ver ahora, que estamos viviendo en medio de grandes juicios.

 

Apocalipsis 18:4-5   Y o’ otra voz del cielo, que dec’a:

Salid de ella, pueblo m’o, para que no se‡is part’cipes de sus pecados, ni recib‡is parte de sus plagas.

 

Y tu joven, si est‡s viviendo lejos de tu Dios, en lo que tu sabes es pecado.  La llamada es para ti, porque f‡cilmente en tiempos como estos te puedes convertirte en amigo del mundo.

 

Santiago 4:4   !!Oh almas adślteras! ŔNo sabŽis que la

amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.

 

Lo que pas— el domingo pasado, en las Vegas era tr‡gico y bastante triste.

 

Y dicen por diferentes reportes que hasta hab’an Cristianos en este gran concierto, a las diez de la noche, en Las Vegas.  Todos llegaron para disfrutar la mśsica durante una noche bella, presumiendo que en este pa’s, iban a estar bajo la protecci—n de Dios.  Pero su conclusi—n era falsa.

 

En estos tiempos, si tu deseas la protecci—n de Dios, hay que separar te de lo que el mundo est‡ haciendo.

 

Tengo que preguntar, ŔEra correcto, para los seguidores de Cristo, en un domingo, a las diez de la noche, en Las Vegas, asistir a un concierto mundano?

 

La respuesta viene de nuestro texto de Apocalipsis.

 

Apocalipsis 18:4-5   Y o’ otra voz del cielo, que dec’a:

Salid de ella, pueblo m’o, para que no se‡is part’cipes de sus pecados, ni recib‡is parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades.

 

Amigo, ahora no es el momento de vivir tan apegado a las vanidades de este mundo, sino estar activo en el avance del Reino de Cristo.

 

1 Juan 2:15-17 No amŽis al mundo, ni las cosas que est‡n en

el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no est‡ en Žl.

 

Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.

 

Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

 

Amigo, ahora no es el momento de estar bien mezclado con el mundo y sus actividades pecaminosas, porque no es solamente peligroso a tu alma, pero estamos entrando en tiempos ya, en que puede ser peligroso hasta para tu vida.

 

ŔAhora es el momento de considerar en que lado est‡s, en que lado vas a vivir tu vida?

 

 

 

Cristo dijo muy clara en el libro de Mateo

 

Mateo 12:30    El que no es conmigo, contra m’ es; y el que

conmigo no recoge, desparrama.

 

ŔNo te des cuenta amigo, hermano, que el pecado es sumamente enga–oso? 

 

Hebreos 3:12-13 Mirad, hermanos, que no haya en ninguno

de vosotros coraz—n malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;

 

antes exhortaos los unos a los otros cada d’a, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el enga–o del pecado.

 

Oh mi amigo precioso, el Esp’ritu de Dios est‡ llamando a los suyos a una santa separaci—n, para tu propio bien, para tu propia protecci—n en estos tiempos peligrosos, y si  oyereis hoy su voz, no endurezc‡is vuestros corazones, sino

 

Apocalipsis 18:4-5   Salid de ella, pueblo m’o, para que no

se‡is part’cipes de sus pecados, ni recib‡is parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades.

 

El pueblo verdadero de Dios, no est‡ llamado a una vida mezclada con la vanidad de este mundo, sino a la santidad.

 

Hebreos 12:14  Seguid la paz con todos, y la santidad, sin

la cual nadie ver‡ al Se–or.

 

Y tu amigo, joven que jam‡s has caminado con Cristo, hay esperanza para ti tambiŽn en el reino de Cristo.

 

Si veas que el mundo est‡ entrando en tiempos mas y mas peligrosos, y sabes que tu vida no est‡ en orden, tu tambiŽn puedes venir a Cristo, para empezar una nueva vida, bajo la protecci—n del Dios tres veces santo.

 

Y si esto es tu deseo, Dios te dar‡ el poder de arrepentir te de tus pecados y poner tu fe, y tu confianza en Cristo Jesśs.

 

Porque los que quedan lejos de Dios, fuera de su reino, est‡n en cada vez mas peligro.

 

1 Pedro 4:17-18 Porque es tiempo de que el juicio

comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, Ŕcu‡l ser‡ el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?

 

 Y:

Si el justo con dificultad se salva,

    ŔEn d—nde aparecer‡ el imp’o y el

pecador?

 

Oh amigo, abre tus ojos, mira a lo que est‡ pasando en todos lados ya, en Venezuela, en Espa–a, en Puerto Rico, y otros lugares del caribe, o en MŽxico con sus terremotos y huracanes.  O ahora hasta en Las Vegas, con los asesinos sin sentido.

 

El mundo est‡ cambiando r‡pidamente, y si tu quieres vivir seguro en esta vida, y estar recibida en la venidera, Cristo te est‡ llamando hoy.

 

Mateo 11:28-29 Venid a m’ todos los que est‡is trabajados y

cargados, y yo os harŽ descansar.

 

Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de m’, que soy manso y humilde de coraz—n; y hallarŽis descanso para vuestras almas;

 

ŔNo te vez amigo, que ahora es el tiempo de separar te de este mundo parar sobrevivir como Lot tenia que escapar de Sodoma y Gomorra, y no mirar atr‡s?

 

Lucas 17:31-33 En aquel d’a, el que estŽ en la azotea, y

sus bienes en casa, no descienda a tomarlos;

y el que en el campo, asimismo no vuelva

atr‡s.

Acordaos de la mujer de Lot.

 

Todo el que procure salvar su vida, la perder‡; y todo el que la pierda, la salvar‡.

 

Amigo, se–ora, joven, si Dios te est‡ llamando, ya por medio de su palabra, hay hermanos, hermanas aqu’ que pueden ayudar te, si has caminado con Cristo antes, o se quieres recibir a Cristo como tu Se–or y Salvador por primera vez.

Pero no lo dejes para otro d’a, es tiempo de reaccionar.

Amen