3 de sept. de 17

Su Extra–a Obra

Isa’as 28:1-29

Introducci—n

 

Hoy entramos en otra parte del libro de Isa’as.  Y para realmente entender lo que est‡ pasando en esa parte, tenemos que recordar que el pueblo estaba dividido en dos naciones ya. 

 

Efra’n era en el norte y Jud‡ estaba en el sur.  La primera mitad del capitulo de hoy habla de Efra’n, y la segunda parte haba directamente a Jud‡, donde ministraba Isa’as.

 

1)  !!Ay de la corona de soberbia de los ebrios de Efra’n, y de la flor caduca de la hermosura de su gloria, que est‡ sobre la cabeza del valle fŽrtil de los aturdidos del vino!

 

Empezando con la palabra ŇAyÓ, conocemos en es una secci—n de texto hablando de juicios.

 

Efra’n era presentado como el valle fŽrtil porque era un territorio prospero.  Y la abundancia contribu’a a su soberbia, como en muchos pa’ses ricos hoy d’a.

 

Eran orgullosos y eran borrachos.  Por esto habla de los aturdidos del vino.

 

2) He aqu’, Jehov‡ tiene uno que es fuerte y poderoso; como turbi—n de granizo y como torbellino trastornador, como ’mpetu de recias aguas que inundan, con fuerza derriba a tierra.

El profeta habla de aguas, de tormentos, de granizo.  Est‡ hablando metaf—ricamente, pero estos son s’mbolos gr‡ficos.

 

Y son ilustraciones que nosotros podemos entender, habiendo visto tantas inundaciones śltimamente.  No solamente hablo de Texas, sino de una tormenta Lidia, en el sur de Baja California.  Y tambiŽn, al mismo tiempo tormentas aun mas fuertes en otras partes del mundo.

 

Los profetas nos ense–an que nada de esto es un accidente, sino que todo viene de Dios. 

 

Se puede decir que hemos visto juicios de Dios, pero en muchos caso como con Harvey o con Lidia, creo que Dios nos est‡ amonestado de juicios mas grande, si sigamos como estamos.

Como en los tiempos de los profetas, Dios no quiere juzgar, prefiere responder con misericordia.

 

Pero cuando los hombres est‡n duros en sus pecados, con sus o’dos firmemente tapados a toda forma de amonestaci—n, entonces Dios tiene que juzgar, aun si no es su preferencia.

 

2) He aqu’, Jehov‡ tiene uno que es fuerte y poderoso; como turbi—n de granizo y como torbellino trastornador, como ’mpetu de recias aguas que inundan, con fuerza derriba a tierra.

Como los lideres no deseaban entender, tan hundidos eran en su vino y en su abundancia, Dios tenia que levantar un enemigo feroz, en este caso eran los crueles de Asiria.

 

3) Con los pies ser‡ pisoteada la corona de soberbia de los ebrios de Efra’n.

 

Intentando finalmente despertar los, un poquito, el profeta anunci— que se iban a estar pisoteados.

 

4) Y ser‡ la flor caduca de la hermosura de su gloria que est‡ sobre la cabeza del valle fŽrtil, como la fruta temprana, la primera del verano, la cual, apenas la ve el que la mira, se la traga tan luego como la tiene a mano.

 

Por sus a–os de prosperidad, y su adici—n al vino, estos del norte eran como una flor que ya ha perdido su frescura.

 

Era como una fruta, dispuesta a estar consumida, devorada, r‡pidamente por un enemigo feroz.

 

Y hist—ricamente, esto es lo que pas— con Efra’n, o sea las diez tribus del norte.

 

5-6) En aquel d’a Jehov‡ de los ejŽrcitos ser‡ por corona de gloria y diadema de hermosura al remanente de su pueblo;  y por esp’ritu de juicio al que se sienta en juicio, y por fuerzas a los que rechacen la batalla en la puerta.

 

Isa’as sabia que el juicio no era para todos.  En medio de la gran apostas’a siempre hab’a un remanente fiel.  Y el profeta hablaba de ellos, tambiŽn, para no dejar los caer en el puro desanimo con los dem‡s.

 

En el sur en este tiempo, se ten’an uno de los reyes que era bueno, pero aun con esto no era suficiente para cambiar un pueblo tan corrupto.

7) Pero tambiŽn Žstos erraron con el vino, y con sidra se entontecieron; el sacerdote y el profeta erraron con sidra, fueron trastornados por el vino; se aturdieron con la sidra, erraron en la visi—n, tropezaron en el juicio.

 

Aunque en el sur, en Jud‡, Dios estaba mas misericordioso, ellos siendo la descendencia de David, pero la adici—n al alcohol estaba en todos lados.

 

Y aqu’ dice que aun el sacerdote, el profeta, estaba trastornado por la bebida.  Por esto, en la ley, los del ministerio, ten’an que tener mucho cuidado con esto.

 

Lev’tico 10:9  Tś, y tus hijos contigo, no beberŽis vino ni

sidra cuando entrŽis en el tabern‡culo de reuni—n, para que no mur‡is; estatuto perpetuo ser‡ para vuestras generaciones,

 

Es que sirviendo a Dios ten’an que siempre tener sus mentes en orden, trabajando con las cosas tan sagradas.

 

Los del gobierno, tambiŽn ten’an que tener mucho cuidado con el vino.  A lo mejor Salom—n vio a muchos hombres grandes, arruinados por esto.

 

Proverbios 31:4-5    No es de los reyes, oh Lemuel, no es de

los reyes beber vino, Ni de los  pr’ncipes la sidra;

No sea que bebiendo olviden la ley,

Y perviertan el derecho de todos los

afligidos.

EclesiastŽs 10:17    !!Bienaventurada tś, tierra, cuando tu

rey es hijo de nobles, y tus pr’ncipes comen a su hora, para reponer sus fuerzas y no para beber!

 

8) Porque toda mesa est‡ llena de v—mito y suciedad, hasta no haber lugar limpio.

Hoy estamos preparando para participar en la Sana Cena, que es algo poderoso, algo limpio, algo lleno de poder.

 

Y lo que Isa’as dice aqu’ el algo repugnante a nosotros.  En muchos casos los hechiceros, los brujos, se llenan de bebidas fuertes y de drogas para servir a sus demonios, pero esto no tiene absolutamente nada que ver con nosotros.

 

9) ŔA quiŽn se ense–ar‡ ciencia, o a quiŽn se har‡ entender doctrina? ŔA los destetados? Ŕa los arrancados de los pechos?

Tenemos que entender que Isa’as estaba tratando de amonestar al pueblo, de manera muy simple y f‡cil de entender.  Pero estos borrachos estaban burlando de Žl.

 

Estaban insultados, pensando que eran muy avanzados en la fe, que han sabido las escrituras ya por todas sus vidas, y para ellos, no era correcto traer ense–anzas b‡sicas como con los ni–os.

 

Es que los apostatas emplear‡n cualquier pretexto para rechazar la amonestaci—n de Dios.

 

10-11) Porque mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, rengl—n tras rengl—n, l’nea sobre l’nea, un poquito all’, otro poquito all‡; porque en lengua de tartamudos, y en extra–a lengua hablar‡ a este pueblo,

 

El profeta explicaba todo muy claramente, de manera mas b‡sica.  Se presentaba la manera en que ellos pudieran escapar de sus juicios, si solamente serian dispuestos a poner sus vidas en orden, reconciliando se con Dios, y confiando en sus preceptos.

 

Pero ellos no quisieron, ten’an una confianza falsa, han cre’do ya en las mentiras de Satan‡s, que era f‡cil de hacer con sus cerebros ba–ados en el alcohol.

 

12) a los cuales Žl dijo: Este es el reposo; dad reposo al cansado; y este es el refrigerio; mas no quisieron o’r.

 

El profeta venia con una oferta genuina de Dios, una oferta de descanso, de confianza, pero ellos no quisieron nada que ver con esto.

 

Era como cuando Cristo invitaba diciendo..

Mateo 11:28-29 Venid a m’ todos los que est‡is trabajados y

cargados, y yo os harŽ descansar.  Llevad mi

yugo sobre vosotros, y aprended de m’, que

soy manso y humilde de coraz—n; y hallarŽis

descanso para vuestras almas.

 

Para Dios, no era su preferencia juzgar, sino rescatar, especialmente los que eran de la familia de David.

 

13) La palabra, pues, de Jehov‡ les ser‡ mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, rengl—n tras rengl—n, l’nea sobre l’nea, un poquito all’, otro poquito all‡; hasta que vayan y caigan de espaldas, y sean quebrantados, enlazados y presos.

Estos rechazaban rotundamente las ense–azas del Esp’ritu Santo, tra’dos por Isa’as.  Y como consecuencia, iban a aprender, rengl—n tras rengl—n, l’nea sobre l’nea, un poquito all’, otro poquito all‡; por medio de los enemigos que vendr’an, hablando en otro idioma.

 

Pero aunque no pudieron entender sus palabras, se sentir’an su crueldad, en la matanza.

 

14) Por tanto, varones burladores que gobern‡is a este pueblo que est‡ en JerusalŽn, o’d la palabra de Jehov‡.

 

Esto es la confirmaci—n de que ellos estaban burlando de Isa’as, diciendo que su estilo de ense–anza era uno mas apto para ni–os peque–os, pero no para ellos.

 

15) Por cuanto habŽis dicho: Pacto tenemos hecho con la muerte, e hicimos convenio con el Seol; cuando pase el turbi—n del azote, no llegar‡ a nosotros, porque hemos puesto nuestro refugio en la mentira, y en la falsedad nos esconderemos;

 

Es que los lideres no confiaban en Dios, sino en la pol’tica.  Si el profeta anunciaba un peligro, ellos formaban pactos con pa’ses como Egipto, pactos firmados en el nombre de los dioses de Egipto.

 

Isa’as llamaba esto un pacto con la muerte, porque Egipto no iba a ayudar a nadie.  Esto solamente iba a hacer peor el impacto del juicio.

 

16) por tanto, Jehov‡ el Se–or dice as’: He aqu’ que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se apresure.

 

Y como hemos visto en otras partes de Isa’as, cuando menos se espera, el profeta habla de Cristo Jesśs, la piedra angular, el fundamento de toda confianza verdadera.

 

Salmos 118:22  La piedra que desecharon los edificadores

Ha venido a ser cabeza del ‡ngulo.

 

Tenian suficiente informaci—n de Cristo para poner su confianza en Žl, y no en los Egipcios paganos.

 

Pero esa ilustraci—n de Cristo como una piedra angular esta en todos lados del testamento nueve.

 

Hechos 4:11    Este Jesśs es la piedra reprobada por

vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ‡ngulo.

 

Mateo 21:42    Jesśs les dijo: ŔNunca le’steis en las

Escrituras: La piedra que desecharon los

edificadores, Ha venido a ser cabeza del

‡ngulo.  El Se–or ha hecho esto, Y es cosa

maravillosa a nuestros ojos?

 

Y hay machismos mas.

 

16) por tanto, Jehov‡ el Se–or dice as’: He aqu’ que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se apresure.

 

Cuando dice que no se apresure, quiere decir que no iban a correr a otros pa’ses, ni a los brujos o a los hechiceros buscando ayuda, porque tendr’an la ayuda de Cristo, y todas sus promesas.

1 Corintios 3:11     Porque nadie puede poner otro

fundamento que el que est‡ puesto, el cual es Jesucristo.

 

Lo que es cierto para nosotros, tambiŽn era cierto para los santos del testamento antiguo.  Aunque ellos no ten’an todos los detalles que ahora nosotros tenemos.

 

17) Y ajustarŽ el juicio a cordel, y a nivel la justicia; y granizo barrer‡ el refugio de la mentira, y aguas arrollar‡n el escondrijo.

 

Con Cristo, no hay lugar para las borracheras, o por la confianza en la pol’tica como la soluci—n de todo.

 

Sino que los que gobiernan, bajo el Esp’ritu de Cristo tienen que gobernar con la equidad divina.

 

18) Y ser‡ anulado vuestro pacto con la muerte, y vuestro convenio con el Seol no ser‡ firme; cuando pase el turbi—n del azote, serŽis de Žl pisoteados.

 

No es la preferencia de Dios, juzgar o destruir, pero cuando la gente rechazan a su hijo, simplemente no hay otro remedio.

 

19-20) Luego que comience a pasar, Žl os arrebatar‡; porque de ma–ana en ma–ana pasar‡, de d’a y de noche;

y ser‡ ciertamente espanto el entender lo o’do.  La cama ser‡ corta para poder estirarse, y la manta estrecha para poder envolverse.

 

Los apostatas, para buscar un poco de paz falsa, buscaron alianzas con naciones paganas, y en muchos galones de vino.

 

Pero el profeta dice que esto jam‡s iba a funcionar.  Sino que iban a vivir en espanto constante, como que su cama era muy peque–a, y su manta inadecuada para quitar el fr’o.

 

21) Porque Jehov‡ se levantar‡ como en el monte Perazim, como en el valle de Gaba—n se enojar‡; para hacer su obra, su extra–a obra, y para hacer su operaci—n, su extra–a operaci—n.

 

Aqu’ dice que como Dios se levantaba antes para pelear en contra de los cananitas, o en contra de los filisteos, ahora Dios iba a levantar en contra de su propio pueblo.

 

Y dice el texto que esto ser’a su obra extra–a su extra–a operaci—n.  Porque es la preferencia de Dios bendecir y proteger a su pueblo.

 

Pero si ellos insistan, con sus cerebros llenos de vino, si insistan portar se como los enemigos de Dios, Dios tendr’a que levantar se en contra de ellos.

 

22) Ahora, pues, no os burlŽis, para que no se aprieten m‡s vuestras ataduras; porque destrucci—n ya determinada sobre toda la tierra he o’do del Se–or, Jehov‡ de los ejŽrcitos.

Y esto estaba hablando de las guerras mundiales de que hemos estudiado ya por muchos cap’tulos.

 

Pero esto es semejante a nuestros tiempos, en que muchos lideres en las iglesias tienen problemas con los vicios, o con la inmoralidad sexual.

 

Y al mismo tiempo, en las noticias, se escuchan de peligros de guerras, con el norte de Corea, o con los muchos conflictos en el medio oriente.

 

Ya estoy convencido de que los diluvios que estamos viendo solamente son amonestaciones.  Es cierto que algunos murieron, pero no muchos.

 

Pero en una gran guerra, se puede perder a millones.  Hoy es un d’a nacional de oraci—n, pero lo que realmente necesitamos en un d’a nacional de arrepentimiento.

23-24) Estad atentos, y o’d mi voz; atended, y o’d mi dicho.  El que ara para sembrar, Ŕarar‡ todo el d’a? ŔRomper‡ y quebrar‡ los terrones de la tierra?

 

Aqu’, el profeta va a terminar con una ilustraci—n que viene de la agricultura, como las par‡bolas de Cristo.

 

25) Cuando ha igualado su superficie, Ŕno derrama el eneldo, siembra el comino, pone el trigo en hileras, y la cebada en el lugar se–alado, y la avena en su borde apropiado?

 

Una persona ignorante, tal vez no entender’a todos estos tramites tŽcnicos de arar y de sembrar, pero todo fue hecho con un buen prop—sito.

 

26-27) Porque su Dios le instruye, y le ense–a lo recto;

que el eneldo no se trilla con trillo, ni sobre el comino se pasa rueda de carreta; sino que con un palo se sacude el eneldo, y el comino con una vara.

 

Aun en la antigźedad, se ten’an su tecnolog’a, en la manera de producir la comida.  El ignorante, pudo observar todo esto entendiendo muy poco, pero todo estaba para producir el m‡ximo en tŽrminos de ganancia.

 

28) El grano se trilla; pero no lo trillar‡ para siempre, ni lo comprime con la rueda de su carreta, ni lo quebranta con los dientes de su trillo.

 

ŔPero que tiene que ver todo esto con nuestro capitulo?

 

Es que, como el granero tiene sus prop—sitos en todo lo que hace, tambiŽn Dios tiene sus prop—sitos en sus juicios.

 

Arar un campo y sacar rocas es un trabajo desagradable, pero es necesario para producir la comida.  Y de la misma manera, para Dios, el juicio es desagradable, pero para producir el efecto necesario, Žl lo har‡.

 

29) TambiŽn esto sali— de Jehov‡ de los ejŽrcitos, para hacer maravilloso el consejo y engrandecer la sabidur’a.

 

Si la tecnolog’a del hombre, realmente ha venido de Dios, Ŕcu‡nto mas Dios mismo est‡ empleando la m‡xima sabidur’a en su manera de gobernar el mundo con sus amonestaciones, y con sus juicios actuales.

 

 

========================== Doctrina =====================

 

El vers’culo 21 hablaba de una extra–a obra de Dios.

 

21) Porque Jehov‡ se levantar‡ como en el monte Perazim, como en el valle de Gaba—n se enojar‡; para hacer su obra, su extra–a obra, y para hacer su operaci—n, su extra–a operaci—n.

 

Muchos ense–an que la obra era extra–a porque Dios se levantaba en contra su propio pueblo, en vez de en contra de los enemigos de su pueblo.

 

Y esto es correcto.

 

Pero comparando escritura con escritura, se puede comprobar que el juicio siempre es la obra extra–a de Dios.  Es algo Dios, francamente preferir’a evitar.

 

Ezequiel 33:11 Diles: Vivo yo, dice Jehov‡ el Se–or, que no

quiero la muerte del imp’o, sino que se vuelva el imp’o de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; Ŕpor quŽ morirŽis, oh casa de Israel?

 

Ezequiel 18:23 ŔQuiero yo la muerte del imp’o? dice Jehov‡

el Se–or. ŔNo vivir‡, si se apartare de sus caminos?

 

El juicio, la destrucci—n no es algo que Dios quiere hacer.  El gozo de Dios est‡ en la misericordia.  Pero para producir la misericordia, el hombre, la mujer tiene que arrepentirse.

Proverbios 28:13     El que encubre sus pecados no

prosperar‡; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzar‡ misericordia.

 

Es como un juez en un pueblo peque–o, en donde todos se conocen.  Si un joven est‡ empezando en la delincuencia, robando, vendiendo drogas, el juez no quiere ver su vida arruinada.

 

Ser’a preferible para ese juez ver el joven cambiado, aprendiendo un trabajo, empezando un negocio legitimo.

 

Pero si el joven insiste en su delincuencia, entonces el juez tendr‡ que hacer su trabajo, su extra–a obra, su extra–a operaci—n.

 

Aunque su deseo es ver el joven libre, prosperando, si ese joven tiene su cerebro ba–ado en el vino o en la droga, y no quiere escuchar a nadie, el juez har‡ lo que tiene que hacer.

 

Y es semejante con Dios.  Es el deseo de Dios, perdonar, ampliamente.  Por esto nos mand— su hijo, que muri— en nuestro lugar.

 

Isa’as 55:6-7  Buscad a Jehov‡ mientras puede ser hallado,

llamadle en tanto que est‡ cercano.

 

Deje el imp’o su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuŽlvase a Jehov‡, el cual tendr‡ de Žl misericordia, y al Dios nuestro, el cual ser‡ amplio en perdonar.

 

========================= Aplicaci—n =====================

 

Si tu tienes que reconciliar te con tu Dios, antes de venir a la santa cena, puedes pasar en unos momentos, y oraremos  contigo.  Y hay que recordar la gran promesaÉ

 

1 Juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, Žl es fiel y

justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

 

Es justo para Dios, perdonar nos, porque Cristo ya ha pagado por todas las ofensas.

 

En Cristo, ya no hay condenaci—n para nosotros.

 

Romanos 8:1-2  Ahora, pues, ninguna condenaci—n hay para

los que est‡n en Cristo Jesśs, los que no

andan conforme a la carne, sino conforme al

Esp’ritu.

 

Porque la ley del Esp’ritu de vida en Cristo Jesśs me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.

 

Si es tu deseo, vivir as’ en la libertad de Cristo, pase adelante en unos momento, y oraremos para ti.

 

Vamos a orar!