27 de agosto de 17

 

La Vi–a Animada

Isa’as 27:1-13

Introducci—n

 

En muchas partes de la Biblia, la iglesia est‡ presentada como una vi–a.  ŔPero por quŽ?

 

Una vi–a es muy śtil, metaf—ricamente para comunicar el mensaje que el Esp’ritu Santo tiene para su iglesia.

 

Mas temprano, en el capitulo cinco, hemos visto ya como el Esp’ritu nos hablaba con el concepto de una vi–a.

 

Isa’as 5:1-7   Ahora cantarŽ por mi amado el cantar de mi

amado a su vi–a. Ten’a mi amado una vi–a en una ladera fŽrtil.

 

La hab’a cercado y despedregado y plantado de vides escogidas; hab’a edificado en medio de ella una torre, y hecho tambiŽn en ella un lagar; y esperaba que diese uvas, y dio uvas silvestres.

 

Ahora, pues, vecinos de JerusalŽn y varones de Jud‡, juzgad ahora entre m’ y mi vi–a.

 

ŔQuŽ m‡s se pod’a hacer a mi vi–a, que yo no haya hecho en ella? ŔC—mo, esperando yo que diese uvas, ha dado uvas silvestres?

 

Os mostrarŽ, pues, ahora lo que harŽ yo a mi vi–a: Le quitarŽ su vallado, y ser‡ consumida; aportillarŽ su cerca, y ser‡ hollada.

 

HarŽ que quede desierta; no ser‡ podada ni cavada, y crecer‡n el cardo y los espinos; y aun a las nubes mandarŽ que no derramen lluvia sobre ella.

 

Ciertamente la vi–a de Jehov‡ de los ejŽrcitos es la casa de Israel, y los hombres de Jud‡ planta deliciosa suya. Esperaba juicio, y he aqu’ vileza; justicia, y he aqu’ clamor.

 

Aqu’ era una vi–a inśtil, sin fruto, una vi–a que seria castigada, hasta abandonada.

 

Pero como analog’a, la vi–a es śtil.  Es una forma de planta que exige mucha preparaci—n, mucho cuidado, mucha protecci—n.  Y por lo tanto, puede ser la causa de gran frustraci—n, si no puede producir.

 

El estudio de hoy tambiŽn habla de la vi–a, y es la misma vi–a que tiene problemas, pero en este capitulo, ser‡ la vi–a animada.

 

1) En aquel d’a Jehov‡ castigar‡ con su espada dura, grande y fuerte al leviat‡n serpiente veloz, y al leviat‡n serpiente tortuosa; y matar‡ al drag—n que est‡ en el mar.

 

Leviat‡n, la serpiente, o el drag—n, tambiŽn es una expresi—n que se usa mucho.  Se puede decir que es el diablo, pero en este contexto, es mas bien los poderes del mundo, animados por el diablo.

 

En muchas profec’as, sacamos las doctrinas mas profundas sobre el diablo, hablando de gobiernos o de reyes de la tyriania.

 

Y esto tambiŽn hemos visto mas temprano antes en este libro.

 

Isa’as 14:12-14 !!C—mo ca’ste del cielo, oh Lucero,

hijo de la ma–ana! Cortado fuiste por tierra, tś que debilitabas a las naciones.

 

Tś que dec’as en tu coraz—n: SubirŽ al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantarŽ mi trono, y en el monte del testimonio me sentarŽ, a los lados del norte;

 

sobre las alturas de las nubes subirŽ, y serŽ semejante al Alt’simo.

 

En el contexto, se hablaba del rey de Babilonia, pero hay mas de esto en el texto.

 

Cuando hablamos de principados, y potestades, hablamos de fuerzas demon’acas que controlan gobiernos malvados.

 

 

As’ que Leviat‡n aqu’ en el primer verso, aplicaba a los gobiernos feroces, controlados por el diablo, y dedicados a la destrucci—n del pueblo de Dios.

 

1) En aquel d’a Jehov‡ castigar‡ con su espada dura, grande y fuerte al leviat‡n serpiente veloz, y al leviat‡n serpiente tortuosa; y matar‡ al drag—n que est‡ en el mar.

 

As’ que en este capitulo, Dios animaba a su pueblo diciendo que Žl mismo iba a emplear su espada dura, en contra de los enemigos mas formidables de su pueblo.

 

El capitulo est‡ as’ animando a la vi–a oprimida.

 

Como en nuestros tiempos, la iglesia tiene gran oposici—n, y grandes enemigos en el mundo, de los cuales no tenemos que temer, porque Dios va a acabar con ellos.

 

Pablo hablaba as’ terminando el libro de Romanos cuando dijo a los hermanos all’.

 

Romanos 16:20  Y el Dios de paz aplastar‡ en breve a

Satan‡s bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Se–or Jesucristo sea con vosotros.

 

Satan‡s es el enemigo, pero para los hermanos en Roma, el enemigo empleaba el gobierno Romano para oprimir a la iglesia.  Pero en unos siglos, Roma era nuestra.

 

2) En aquel d’a cantad acerca de la vi–a del vino rojo.

 

Aqu’ se ve que la vi–a es el tema del estudio.  El vino rojo es el buen fruto de la vi–a.  Una vi–a buena, de la primera calidad.  Una vi–a cuidada por Dios mismo.

 

Pero el deseo de Dios es recibir el fruto.

 

3) Yo Jehov‡ la guardo, cada momento la regarŽ; la guardarŽ de noche y de d’a, para que nadie la da–e.

 

ÁEsto es de gran animo!  Si Dios es as’ con nosotros, Ŕquien contra nosotros?

 

La iglesia jam‡s est‡ abandonada.  Pero la iglesia puede sufrir aflicciones, para su bien, para animar la a estar productiva y activa, y no estancada en su indiferencia, a los perdidos, o a los pobres, y sus sufrimientos.

 

 

4) No hay enojo en m’. ŔQuiŽn pondr‡ contra m’ en batalla espinos y cardos? Yo los hollarŽ, los quemarŽ a una.

 

Dios no est‡ enojado con su iglesia.  Hemos tenido pecado si, nadie puede negar esto.  Pero todo pecado nuestro ha sido borrado de la mente de Dios por la sangre de su hijo.

 

Y este verso est‡ aqu’ para consolar nos, cuando pasamos por las aflicciones.  Dios no ser‡ enojado con nosotros, pero Dios s’ puede aplicar la disciplina con amor.  Como un padre.

Hebreos 12:7-11 Si soport‡is la disciplina, Dios os

trata como a hijos; porque ŔquŽ hijo es aquel a quien el padre no disciplina?

Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.

 

Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los vener‡bamos. ŔPor quŽ no obedeceremos mucho mejor al Padre de los esp’ritus, y viviremos?

 

Y aquŽllos, ciertamente por pocos d’as nos disciplinaban como a ellos les parec’a, pero Žste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad.

 

Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero despuŽs da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.

 

Para sus hijos, Dios no tiene ira.  Pero para sus enemigos de afuera, que jam‡s vienen a Cristo en fe y en arrepentimiento, si se van a sufrir la ira de Dios, porque son como vasos de ira, preparados para la destrucci—n.

 

Romanos 9:21-22 ŔO no tiene potestad el alfarero sobre

el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?  ŔY quŽ, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soport— con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucci—n.

Muchos, cuando finalmente entiendan esto, decidan, ŇSi, quiero ser bautizado en Cristo, y si quiero estar registrado, oficialmente como miembro de la iglesiaÓ.

 

4) No hay enojo en m’. ŔQuiŽn pondr‡ contra m’ en batalla espinos y cardos? Yo los hollarŽ, los quemarŽ a una.

 

Incre’blemente, a veces hay personas en pacto con Dios, que son parte de su pueblo pero por el momento est‡n peleando con Dios con sus transgresiones y con sus rebeliones, y su amor por el mundo.  Se portan como cardos y espinos en medio de las plantas.

 

Y esto es como pelear con Dios, algo que es completamente absurdo, pero por la carne y por la terquedad, esto pasa.

 

Como veremos mas tarde en este mismo libro.

Isa’as 45:9-10 !!Ay del que pleitea con su Hacedor!

!!el tiesto con los tiestos de la tierra! ŔDir‡ el barro al que lo labra: ŔQuŽ haces?; o tu obra: ŔNo tiene manos?

 

!!Ay del que dice al padre: ŔPor quŽ engendraste? y a la mujer: ŔPor quŽ diste a luz?!

 

5) ŔO forzar‡ alguien mi fortaleza? Haga conmigo paz; s’, haga paz conmigo.

 

Esto es tu invitaci—n si has sido rebelde śltimamente. Has tu paz con Dios, y Žl estar‡ en paz contigo.  Si no has estado bautizado, baut’zate de una vez, Ŕque te esperas?  Como dijeron a PabloÉ

 

Hechos 22:16   Ahora, pues, Ŕpor quŽ te detienes?

Lev‡ntate y baut’zate, y lava tus pecados, invocando su nombre.

 

6) D’as vendr‡n cuando Jacob echar‡ ra’ces, florecer‡ y echar‡ renuevos Israel, y la faz del mundo llenar‡ de fruto.

 

El pueblo de Dios estaba en tiempos oscuros, antes de irse a Babilona como esclavos.  Pero Dios, en amor, revel— que ellos iban a regresar y mandar su fruto a todas partes del mundo.

 

Y esto empez— con Cristo, cuando su mensaje de amor y de santidad empez— a salir a todas las naciones.

7) ŔAcaso ha sido herido como quien lo hiri—, o ha sido muerto como los que lo mataron?

 

ŔQue quiere decir esto?  Es que acabamos de estudiar muchos cap’tulos sobre la destrucci—n de los enemigos del pueblo antiguo de Dios.

 

Dios vino en contra de ellos, sin misericordia.  Como los gobiernos del mundo de hoy, atacan al estado isl‡mico, sin misericordia.

 

Pero Dios jam‡s estaba as’ en contra de su pueblo amado.  Dios estaba en pacto con ellos.  Ellos iban a traer el Cristo al mundo, y ten’an que estar preservados.

 

8) Con medida lo castigar‡s en sus v‡stagos. El los remueve con su recio viento en el d’a del aire solano.

 

Es cierto que iban a perder su templo, sus tierras, pero Dios estaba castigando con medida, de una manera controlada, para producir algo bueno en ellos, no pare destruir los.

 

9) De esta manera, pues, ser‡ perdonada la iniquidad de Jacob, y este ser‡ todo el fruto, la remoci—n de su pecado; cuando haga todas las piedras del altar como piedras de cal desmenuzadas, y no se levanten los s’mbolos de Asera ni las im‡genes del sol.

 

El gran prop—sito del cautiverio en Babilonia era acabar con la idolatr’a.  Esto fue la ruina del pueblo y empez— en el tiempo de Salom—n.

 

1 Reyes 11:4-6 Y cuando Salom—n era ya viejo, sus mujeres

inclinaron su coraz—n tras dioses ajenos, y su coraz—n no era perfecto con Jehov‡ su Dios, como el coraz—n de su padre David.

 

Porque Salom—n sigui— a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ’dolo abominable de los amonitas.

 

E hizo Salom—n lo malo ante los ojos de Jehov‡, y no sigui— cumplidamente a Jehov‡ como David su padre.

 

Esto fue el principio, la ca’da de Salom—n, pero en fin de la ruina era el tiempo en Babilonia, capitolio de los ’dolos.

 

9) De esta manera, pues, ser‡ perdonada la iniquidad de Jacob, y este ser‡ todo el fruto, la remoci—n de su pecado; cuando haga todas las piedras del altar como piedras de cal desmenuzadas, y no se levanten los s’mbolos de Asera ni las im‡genes del sol.

 

Hermano, hermana, Ŕtienes tu aun, ’dolos en tu vida?  ŔHas empezado otra vez a seguir los ’dolos de este mundo?

 

Dios quiere algo mejor para ti.

 

Deuteronomio 7:25-26 Las esculturas de sus dioses

quemar‡s en el fuego; no codiciar‡s plata ni oro de ellas para tomarlo para ti, para que no tropieces en ello, pues es abominaci—n a Jehov‡ tu Dios; y no traer‡s cosa abominable a tu casa, para que no seas anatema; del todo la aborrecer‡s y la abominar‡s, porque es anatema.

 

10) Porque la ciudad fortificada ser‡ desolada, la ciudad habitada ser‡ abandonada y dejada como un desierto; all’ pastar‡ el becerro, all’ tendr‡ su majada, y acabar‡ sus ramas.

 

Esto continuaba anunciando la destrucci—n de JerusalŽn, esto tenia que pasar.  La vi–a estaba animada de que esto no seria el fin, pero estos castigos, con medida, ten’an que estar aplicados.

 

11) Cuando sus ramas se sequen, ser‡n quebradas; mujeres vendr‡n a encenderlas; porque aquel no es pueblo de entendimiento; por tanto, su Hacedor no tendr‡ de Žl misericordia, ni se compadecer‡ de Žl el que lo form—.

 

El pueblo tenia que caer, porque no tenia entendimiento.

 

Como hemos aprendido en Oseas.

 

Oseas 4:6 Mi pueblo fue destruido, porque le falt—

conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echarŽ del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, tambiŽn yo me olvidarŽ de tus hijos.

 

 

 

Y el mismo est‡ pasando en las iglesias de hoy.  Muchos hermanos pierdan a sus hijos al vicio, o a la perversi—n, o a las doctrinas falsas o al puro ateismo.

 

En muchos casos no estamos avanzando en conocimiento, porque estamos muy ocupados en otras cosas.  Por esto el pa’s est‡ cayendo mas y mas, es que la sal Cristiana est‡ perdiendo su impacto.

 

Mateo 5:13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si

la sal se desvaneciere, Ŕcon quŽ ser‡ salada? No sirve m‡s para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.

 

12) Acontecer‡ en aquel d’a, que trillar‡ Jehov‡ desde el r’o Eufrates hasta el torrente de Egipto, y vosotros, hijos de Israel, serŽis reunidos uno a uno.

 

Esto est‡ hablando del tiempo de Cristo, que iban a venir. 

 

Dios iba llamar su pueblo de todos lados de la tierra prometida.

 

La tierra prometida en el testamento antiguo era as’ del r’o Eufrates hasta el r’o de Egipto.

 

Pero en el nuevo testamento esto est‡ cambiado, es mas grande.

 

Romanos 4:13   Porque no por la ley fue dada a Abraham o a

su descendencia la promesa de que ser’a heredero del mundo, sino por la justicia de la fe.

 

As’ que ahora, en los tiempos del Evangelio, Dios est‡ llamando su pueblo, uno a uno de todas partes del mundo.

 

Y si tu no has declarado tu fe en Cristo, pśblicamente, con el bautismo, tendr‡s tu oportunidad de hacerlo en dos semanas, con gran gozo y con el animo de la iglesia.

 

13) Acontecer‡ tambiŽn en aquel d’a, que se tocar‡ con gran trompeta, y vendr‡n los que hab’an sido esparcidos en la tierra de Asiria, y los que hab’an sido desterrados a Egipto, y adorar‡n a Jehov‡ en el monte santo, en JerusalŽn.

 

La vi–a tenia que ser animada.  Iban a pasar por tiempos de gran perdida y de gran vergźenza, arrastrados a Babilonia.

Pero los fieles ten’an que saber que no era el fin del mundo.  Israel tenia un futuro.  Tenia aun que cumplir su misi—n de traer el Cristo al mundo.

 

Y aunque el numero de los files era muy peque–o, Dios estaba a su lado, animando les, con las profec’as de Isa’as, confirmando que jam‡s serian abandonado por su Dios.

 

======================== Aplicaci—n =====================

Como en muchas partes de la Biblia, hemos visto que la vi–a, como ilustraci—n es muy śtil para las ense–anzas B’blicas.

 

Cristo tambiŽn empleaba esa ilustraci—n en varias lugares, y quiero cerrar con uno.

 

Juan 15:1-8    Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el

labrador.  Todo p‡mpano que en m’ no lleva fruto, lo quitar‡; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiar‡, para que lleve m‡s fruto.

 

Una vida fruct’fera es lo que Dios quiere de nosotros.  Y si estamos unidos con Cristo, en amor, esa vida fruct’fera ser‡ totalmente natural.  No es algo que se puede forzar.

 

Ya vosotros est‡is limpios por la palabra que os he hablado.  Permaneced en m’, y yo en vosotros. Como el p‡mpano no puede llevar fruto por s’ mismo, si no permanece en la vid, as’ tampoco vosotros, si no permanecŽis en m’.

 

Nuestro trabajo es permanecer en el amor de Cristo, y el fruto vendr‡, naturalmente.

 

Yo soy la vid, vosotros los p‡mpanos; el que permanece en m’, y yo en Žl, Žste lleva mucho fruto; porque separados de m’ nada podŽis hacer.

 

El que en m’ no permanece, ser‡ echado fuera como p‡mpano, y se secar‡; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.

 

Esto es lo que nuestro texto dijo de la mujeres en el vers’culo 11, las ramas secas son de poco valor.  Se sirvan solamente de le–a para el fuego.

Si permanecŽis en m’, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que querŽis, y os ser‡ hecho.  En esto es glorificado mi Padre, en que llevŽis mucho fruto, y se‡is as’ mis disc’pulos.

 

Cuando estamos sirviendo a Cristo en sinceridad, siempre habr‡ recursos adecuados, porque Dios no est‡ en bancarrota, Dios puede inclinar hasta los ricos a apoyar el ministerio que realmente est‡ sirviendo al rey.

 

======================== Conclusi—n =====================

 

Si esto es tu deseo, vivir unido a Cristo, permaneciendo en su amor, viviendo una vida fruct’fera para el reino de Cristo, puedes pasar en unos momentos, y queremos orar para  ti.

 

Vamos a orar!