19 August 2017

 

ÒOjo Por OjoÓ

Deuteronomio 19:21

 

Muchos han escuchado la expresi—n, ÒOjo por OjoÓ como una forma de venganza.  Pero no todos saben que esa expresi—n vino, antes que nada de la Biblia, de la Ley Antigua de Dios.

 

Hablando del castigo para un testigo falso MoisŽs escribi—É

 

Deuteronomio 19:16-21     Cuando se levantare testigo falso

contra alguno, para testificar

contra Žl, entonces los dos

litigantes se presentar‡n delante

de Jehov‡, y delante de los

sacerdotes y de los jueces que

hubiere en aquellos d’as.

 

Y los jueces inquirir‡n bien; y si aquel testigo resultare falso, y hubiere acusado falsamente a su hermano, entonces harŽis a Žl como Žl pens— hacer a su hermano; y quitar‡s el mal de en medio de ti.

 

Y los que quedaren oir‡n y temer‡n, y no volver‡n a hacer m‡s una maldad semejante en medio de ti.  Y no le compadecer‡s; vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.

 

La expresi—n no tenia nada que ver con la venganza personal, sino que vino como instrucci—n a los jueces, o sea los magistrados.

 

Es que Dios es justo, y Dios mandaba a sus jueces a castigar justamente, no demasiadamente duro, pero tampoco demasiadamente liviano.

 

Esto fue lo que significaba, nada mas.  Nadie estaba actualmente sacando el ojo de otro.

 

Pero esto nos ense–a algo de nuestro Dios, que es justo, y su justicia es muy estricta.

 

Salmos 7:11-13 Dios es juez justo, Y Dios est‡ airado

contra el imp’o todos los d’as.  Si no se arrepiente, Žl afilar‡ su espada; Armado tiene ya su arco, y lo ha preparado.  Asimismo ha preparado armas de muerte,

Y ha labrado saetas ardientes.

 

ÀPero como podemos armonizar esto con el concepto de un Dios de amor?  ÀAcaso la Biblia est‡ contradiciendo a si mismo?

 

ÁNO! La Biblia jam‡s se contradice a si mismo.  Es una unidad de coherente.  Es mas, la justicia estricta de Dios es necesario para entender la muerte de Cristo.

 

2 Corintios 5:21     Al que no conoci— pecado, por nosotros

lo hizo pecado, para que nosotros fuŽsemos hechos justicia de Dios en Žl.

 

En la cruz de calvario, se ve la justicia y el amor de Dios al mismo tiempo.

 

Juan 3:16 Porque de tal manera am— Dios al mundo, que ha

dado a su Hijo unigŽnito, para que todo aquel que en Žl cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

 

Pero amigo, se–ora, si tu eres aun una persona viviendo lejos de Dios, separada de Cristo como tu Se–or, entonces tienes que saber que Dios aun es tu Juez Justo.

 

Si has pagado por un aborto de una amante, amigo, si has cometido el adulterio, la fornicaci—n, o si has estado bajo el control de la pornograf’a, y no has reconciliado con tu Dios por medio de la sangre de Cristo, entonces aun estas en peligro de la justicia estricta de Dios que pagar‡ a cada persona conforme a sus obras.

 

Y por la naturaleza de la buena justicia de Dios, te pagar‡ a ti por cada trasgresi—n.  S’, tu pagar‡sÉ

 

ÒOjo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.Ó

 

Y como las ofensas est‡n en contra de un Dios de dignidad infinita, tu castigo, conforme a la ense–anza de Cristo Jesœs, tu castigo ser‡ infinito.

 

Y mi amigo, si tu has vivido como alcoh—lico, o si eres esclavo de otro vicio, no pienses que vas a escapar del juicio sin la redenci—n de Cristo porque San Pablo ense–—..

 

1 Corintios 6:9-10   ÀNo sabŽis que los injustos no

heredar‡n el reino de Dios? No errŽis; ni los fornicarios, ni los id—latras, ni los adœlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredar‡n el reino de Dios.

 

Y no te enga–es amigo, esto ser‡ algo mas grave que simplemente estar excluido de la presencia de Dios, sino que pagar‡s por tu pecado.

 

ÒOjo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.Ó

 

Y no ser‡ una sentencia breve, sino que estar‡s toda la eternidad pagando por esa deuda infinita.

 

Si Dios exig’a una justicia tan estricta en sus magistrados terrenales, Àcuanto mas veremos la pura, estricta, exquisita, justicia en sus propias decisiones de equidad?

 

Pero esto no tiene que caer sobre todos, y esto no tiene que caer sobre ti.  Y por esto Dios mand— a su hijo, precioso, el justo para morir en el lugar del injusto, por los que iban a poner su fe en Žl.

 

1 Pedro 3:18   Porque tambiŽn Cristo padeci— una sola vez

por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en esp’ritu.

 

Mucha gente, en su ignorancia, en su carnalidad, creen que Dios simplemente va a pasar por alto el pecado de la gente.

Pero no es tan f‡cil.  Como juez justo, Dios no puede permitir que los cr’menes se escapan a la impunidad.

 

Proverbios 17:15     El que justifica al imp’o, y el que

condena al justo, Ambos son igualmente abominaci—n a Jehov‡.

 

 

Dios no puede simplemente justificar al imp’o sin precio, sin costo alguno, pero si Cristo ha pagado tu deuda, entonces Dios te puede perdonar legalmente, y conforme a su gloria.

 

Isa’as 53:5-6  Mas Žl herido fue por nuestras rebeliones,

molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre Žl, y por su llaga fuimos nosotros curados.

 

Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apart— por su camino; mas Jehov‡ carg— en Žl el pecado de todos nosotros.

 

Muchos en nuestros tiempos creen que toda sistema de fe o de creencia es igual.  Pero considerando la justicia estricta y santa de Dios, se ve que esto es un gran error.

 

Ninguna religi—n del mundo tiene una manera de pagar por los pecados, con el precio infinitamente alto que se exije.

 

Cristo mismo dijo por esto, que la verdad era muy exclusiva.

 

Juan 14:6 Jesœs le dijo: Yo soy el camino, y la verdad,

y la vida; nadie viene al Padre, sino por m’.

 

Esto es l—gico. Porque si otros sistemas de fe no contienen esa expiaci—n eficaz para el pecado, entonces sus segadores no tienen ninguna manera de pagar por sus ofensas, sino que en una eternidad de miseria, pagandoÉ

 

ÒOjo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.Ó

 

Cristo ense–— mas que nadie sobre la naturaleza de esa justicia estricta y terrible.

 

Se puede observar muchos corruptos saliendo con la suya en esta vida, muchos delincuentes que parecen escapar con impunidad.

 

Pero no preocupes amigo, Dios ha dicho en diferentes lugares de la Biblia.

 

M’a es la venganza, yo pagarŽ, dice el Se–or.

 

Y cuando Dios finalmente tome su venganza ser‡ una venganza completa, estos delincuentes no arrepentidos pagaranÉ

 

ÒOjo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.Ó

 

No habr‡ impunidad en la eternidad, crŽeme amigo, no habr‡ jam‡s, una impunidad en la mas all‡, sino que cada persona que muere, fuera de la redenci—n de Cristo pagar‡..

 

ÒOjo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.Ó

 

Y es as’ de serio.  Por esto Cristo present— la naturaleza del pecado con estas palabras.

 

Marcos 9:43-48 Si tu mano te fuere ocasi—n de caer,

c—rtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado,  donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.

 

Y si tu pie te fuere ocasi—n de caer, c—rtalo; mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado,  donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.

 

Y si tu ojo te fuere ocasi—n de caer, s‡calo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno,  donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.

 

Oh amigo precioso, estamos aqu’, hoy d’a porque no queremos verte, por ignorancia o por tu rebeld’a, no queremos verte pagando por tus propios pecados en carne propia.

 

Aun hay tiempo de venir al que vino a este mundo para dar su vida en rescate por muchos.   Si esto es tu deseo, escapar de esa justicia estricta e eterna, hay hermanos aqu’ que pueden guiarte, y orar contigo, y ayudar te a empezar una vida, una vida justa y santa, en Cristo Jesœs.