19 August 2017

 

ŇSi Oyereis Hoy Su VozÓ

Hebreos 4:7

 

Cuando Cristo Jesśs vino a este mundo, habl— con un cierto sentido de urgencia.  Es que Cristo, nuestro Se–or tenia un concepto muy claro de lo que pasa despuŽs de la muerte.

Por esto, vino para rescatar una gran cantidad de personas.

 

Marcos 1:15    El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios

se ha acercado; arrepent’os, y creed en el evangelio.

 

Tanto el arrepentimiento, o sea el abandono de la vida pecaminosa, y la fe verdadera en el evangelio, eran urgente en su mente.  Porque Cristo sabia que el tiempo de la oportunidad de asegurar tu futuro es muy poco.  Y los corazones de los hombres, se ponen duros, si escuchan y escuchan la palabra, pero no la tomen en serio.

 

Otros sab’an el mismo y as’ se escribieron en el libro de Hebreos.

 

Hebreos 4:7                 Si oyereis hoy su voz,

No endurezc‡is vuestros corazones.

 

El evangelio viene anunciando el amor de Dios.  Es un anuncio del plan de Dios, un plan para el rescate de un mundo rebelde y oscuro.

 

Es un mensaje bonito, que ha cambiado las vidas de millones de personas en todas partes del mundo.

 

Juan 3:16 Porque de tal manera am— Dios al mundo, que ha

dado a su Hijo unigŽnito, para que todo aquel que en Žl cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

 

ÁEl pecado es costoso! Los robos, las mentiras, la inmoralidad sexual en todas sus formas, hasta profanando el santo d’a del Se–or lleva su precio.  Pero Dios mand— a su hijo, para pagar esa gran deuda, y dar libertad a los que est‡n esclavizados al pecado.    pausa

 

Pero hay un gran peligro.  Hay personas que escuchan de lo que pas— con la vida de Cristo, y no lo tomen en serio.

O peor, sigan en el amor de sus pecados.

 

Por esto hay una llamada apasionada en el libro de Hebreos que dice.

 

Hebreos 4:7                 Si oyereis hoy su voz,

No endurezc‡is vuestros corazones.

 

Los que vienen con este gran mensaje somos como embajadores, trayendo una gran reconciliaci—n con Dios.  Abriendo una manera de preparar te para el gran d’a del juicio, que vendr‡ a cada ser humano.

 

2 Corintios 5:18-21  Y todo esto proviene de Dios, quien nos

reconcili— consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliaci—n;

 

19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tom‡ndoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encarg— a nosotros la palabra de la reconciliaci—n.

 

20 As’ que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.

 

21 Al que no conoci— pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuŽsemos hechos justicia de Dios en Žl.

 

Cuando vienen los hermanos a ti, con el mensaje del evangelio, fielmente presentado, es como un ruego clamando, Reconciliaos con Dios.

 

Es un ruego sincero, Dios est‡ dispuesto de recibir te, bajo sus tŽrminos de arrepentimiento y fe.

 

Lo que es sumamente triste, es que hay personas que escuchan, entiendan mas o menos.  Y piensan en sus mentes,

pausa Ňtal vez otro d’a, tal ves mas tardeÓ.

 

Pero esto es una manera peligrosa de responder al mensaje del Rey.  Porque lo que pasa es el coraz—n del hombre se vuelva cada vez mas duro, por el rechazo de la invitaci—n de Dios.

 

 

Hebreos 4:7                 Si oyereis hoy su voz,

No endurezc‡is vuestros corazones.

 

Si el mensaje, en la providencia de Dios, ha llegado a ti hoy, esto quiere decir que hoy es tu tiempo, hoy es tu oportunidad valiosa.  Una oportunidad que otros tal vez jam‡s van a recibir.

 

Y si tu desprecias a tu oportunidad, aunque la invitaci—n viene del gran Rey de reyes y Se–or de se–ores, entonces pude ser que sea tu ultima.

 

2 Corintios 6:2 En tiempo aceptable te he o’do,

Y en d’a de salvaci—n te he socorrido.  He aqu’ ahora el tiempo aceptable; he aqu’ ahora el d’a de salvaci—n.

 

Oh amigo, se–ora, joven, si la palabra de Dios viene a tu conciencia con poder, es algo serio.  Es algo divino.  No es algo que se puede despreciar sin costo.

 

Hebreos 4:7                 Si oyereis hoy su voz,

No endurezc‡is vuestros corazones.

 

Tienes que entender que Dios no es solamente un Dios de amor, sino que nuestro Dios es un Dios de justicia.

 

Salmos 7:11-13 Dios es juez justo,

Y Dios est‡ airado contra el imp’o todos los d’as.  Si no se arrepiente, Žl afilar‡ su espada;  Armado tiene ya su arco, y lo ha preparado.  Asimismo ha preparado armas de muerte, Y ha labrado saetas ardientes.

 

Por nuestros pecados en contra de la santa ley de Dios, hemos ca’do en gran peligro del juez.  Un juez que tiene que pagar con justo juicio.

 

Cada mentira lleva su precio infinito.  Cada robo puede llevar sus castigos eternos en un infierno en donde no hay escape.

 

Cada blasfemia, tomando el nombre del Se–or en vano, puede producir su miseria infinita.

 

Y Dios no es cruel por imponer estos castigos terribles en la mas all‡, es simplemente justo.

Y Dios es bueno, por anunciar lo que va a pasar.  Dios ha sido bueno con nosotros, revelando quŽ es exactamente el precio de todos estos pecadosÉ

 

Lucas 12:4-5   Mas os digo, amigos m’os: No tem‡is a los

que matan el cuerpo, y despuŽs nada m‡s pueden hacer.

 

Pero os ense–arŽ a quiŽn debŽis temer: Temed a aquel que despuŽs de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; s’, os digo, a Žste temed.

 

Amigo, se–ora, estas son palabras ciertas de Cristo Jesśs, una persona que era Dios y hombre al mismo tiempo.  Una persona que entendi— exactamente lo que iba a pasar a los que murieron sin alcanzar la fe y el arrepentimiento.

 

Por esto, su mensaje era urgente, y su mensaje era muy en serio.

 

Hebreos 4:7                 Si oyereis hoy su voz,

No endurezc‡is vuestros corazones.

 

La gran mayor’a de la gente que vienen a la fe, y alcanzan la salvaci—n de sus almas, vienen en su ni–ez, o en su juventud.

 

Porque pasando los a–os, los hombres y las mujeres, endurecen mas y mas sus corazones, hasta que son como piedras, como diamantes oscuros, que no pueden entender nada mas de la misericordia de Dios.

 

Hebreos 4:7                 Si oyereis hoy su voz,

No endurezc‡is vuestros corazones.

 

Y existan j—venes, que piensan que van a venir al Se–or, eventualmente, como sus padres, o como ciertos amigos.  Pero no quieren arrepentirse y creer ahora.  No quieren empezar a servir este gran Rey ya, porque supuestamente andan disfrutando el gozo de su pecado.

 

Esto es extremamente peligroso, como un plan de vida.

 

El rey Salom—n escribi— de esto llegando al fin de su gran libro de EclesiastŽs en la Biblia.

 

 

EclesiastŽs 12:1     AcuŽrdate de tu Creador en los d’as de

tu juventud, antes que vengan los d’as malos, y lleguen los a–os de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento.

 

Y esto pasa a muchos.  Vivan demorando su conversi—n.  Siempre dicen, Ňtal vez otro d’a, u otro a–oÓ, pero este d’a, este a–o no viene.  Porque pasando el tiempo el coraz—n es cada vez mas duro, cada vez mas incapaz de responder.

 

Hasta que viene el momento en que tu rechazo es firme, y final.  Oh amigo, o Se–ora, no permites que esto sea tu caso.  Si la palabra viene a ti hoy, hay que responder, antes que sea muy tarde.

 

Hebreos 4:7                 Si oyereis hoy su voz,

No endurezc‡is vuestros corazones.

 

No lo arriesgas amigo.  Otro proceso horrible es que con el coraz—n duro, una anda acumulando mas y mas deudas en su cuenta pecacar’a, como dice en Romanos dos.

 

Romanos 2:4-6  ŔO menosprecias las riquezas de su

benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te gu’a al arrepentimiento?

 

5 Pero por tu dureza y por tu coraz—n no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el d’a de la ira y de la revelaci—n del justo juicio de Dios, el cual pagar‡ a cada uno conforme a sus obras.

 

Dios como un juez justo, tiene que cobrar por cada pecado, el precio completo, sin descuento.  Y hay personas ya en el infierno pagando d’a tras d’a, mes tras mes, a–o tras a–o, siglo tras siglo, sin esperanza alguna.

 

Oh amigo, oh se–ora tienes que responder mientras aun hay esperanza para ti.

 

Hebreos 4:7                 Si oyereis hoy su voz,

No endurezc‡is vuestros corazones.

 

 

 

 

Finalmente voy a terminar, con lo que la Biblia dice que va a pasar con tu mente, si sigues en la incredulidad, si sigas en tu resistencia al arrepentimiento.

 

Dice en el libro de Romanos, capitulo uno.

 

Romanos 1:28-32 Y como ellos no aprobaron tener en

cuenta a Dios, Dios los entreg— a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; estando atestados de toda injusticia, fornicaci—n, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, enga–os y malignidades;

 

30 murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres,  necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia;

 

32 quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no s—lo las hacen, sino que tambiŽn se complacen con los que las practican.

 

No lo arriesgas amigo, la mente reprobada en irreversible, es un juicio terrible que puede caer sobre ti.

 

Hebreos 4:7                 Si oyereis hoy su voz,

No endurezc‡is vuestros corazones.

 

Hoy es el d’a de la fe y el arrepentimiento.  Hoy es el momento de empezar una vida nueva.  Una vida que realmente vale la pena, no solamente ahora en la vida presente, sino tambiŽn en la venidera.

 

Si tu te sientes, como que Dios te est‡ llamando, aun hay esperanza para ti.  La sangre de Cristo puede pagar toda tu deuda, eliminando la amenaza del juicio de Dios, pero tienes que responder, con fe, y con arrepentimiento.

 

Hebreos 4:7                 Si oyereis hoy su voz,

No endurezc‡is vuestros corazones.