15 de julio de 17

Una Nueva Identidad

2 Corintios 5:17

 

Las Santas Escrituras hablan mucho de c—mo es para una persona existir en Cristo Jesœs.

 

2 Corintios 5:17     De modo que si alguno est‡ en Cristo,

nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aqu’ todas son hechas nuevas.

 

Existe una forma de transformaci—n, que pasa por el poder de Dios, en que, de repente la vida es muy diferencia.

 

Y tambiŽn hay un gozo por los que entiendan la justicia, porque saben que aunque han pecado en sus vidas, a veces mucho con unos, a veces menos con otros, pero todos han ca’do en algo de la rebeli—n y del pecado, pero en Cristo, no hay condenaci—n.

 

Romanos 8:1    Ahora, pues, ninguna condenaci—n hay para

los que est‡n en Cristo Jesœs, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Esp’ritu.

 

Y aparte del gozo de estar perdonados, en Cristo, hay un gran gozo por la libertada que tenemos, escapando de la tiran’a de Satan‡s.

 

Romanos 8:2    Porque la ley del Esp’ritu de vida en Cristo

Jesœs me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.

 

ÀPero que pasa con los que no tienen esa nueva identidad en Cristo?  ÀSe quedar‡n excluidos de todas estas buenas promesas de la Santas Escrituras?

 

Amigo, si no est‡s en Cristo, si Cristo no es tu representante delante de Dios, entonces aun est‡s en Ad‡n.

Esto es lo que la Biblia ense–a.

 

Todos los hombres del mundo o est‡n en Cristo, como su redentor, o est‡n en Ad‡n como su representante por herencia.

 

 

 

Romanos 5:12   Por tanto, como el pecado entr— en el mundo

por un hombre, y por el pecado la muerte, as’ la muerte pas— a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.

 

Con Ad‡n como tu representante, has recibido una herencia de pecado y de la muerte.  Esto es inescapable.  Es inevitable si aun no est‡s en Cristo.

 

Pero cuando tienes a Cristo como tu representante, tu identidad es otra, ser‡s nueva.

 

Romanos 5:17   Pues si por la transgresi—n de uno solo

rein— la muerte, mucho m‡s reinar‡n en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.

 

Y cada d’a hay mas personas llegando a Cristo, prefiriendo el don de la justicia, y la representaci—n de Cristo, el triunfante, en vez de la representaci—n de Ad‡n, el ca’do.

 

Es que en el fondo de la conciencia, todos saben que habr‡ un d’a de justicia.  San Pablo predicaba de esto en Grecia.

 

Hechos 17:30-31 Pero Dios, habiendo pasado por alto los

tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un d’a en el cual juzgar‡ al mundo con justicia, por aquel var—n a quien design—, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos.

 

Cristo tambiŽn ense–aba que habr’a un d’a de la resurrecci—n de los muertos, en que tambiŽn los hombres enfrentar’an su d’a de juicio.

 

Juan 5:28-29   No os maravillŽis de esto; porque vendr‡

hora cuando todos los que est‡n en los sepulcros oir‡n su voz; y los que hicieron lo bueno, saldr‡n a resurrecci—n de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrecci—n de condenaci—n.

 

Aun los que piensan muy poco en Dios, o hasta los dicen que son hasta ateos, saben en sus conciencias, que este mundo no es todo, y que algœn d’a ser‡n juzgados por sus pecados.

 

2 Corintios 5:10     Porque es necesario que todos nosotros

comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba segœn lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.

 

Todos saben algo de la justicia, porque ellos mismos est‡n ofendidos cuando la gente pecan contra ellos.  ÀPero cuanto mas ser‡ Dios ofendido por los que han pecado en contra de su Santa Ley.

 

Para los pecadores es muy f‡cil vivir odiando el uno al otro, hasta deseando la muerte de uno.

 

Y muchos hasta asesinan a sus ni–os inocentes por el acto del aborto, dando la pena de la muerte a un ni–o que aun no ha nacido.

 

Y por sus inmoralidades sexuales, su perversiones, su pornograf’a, los hombres saben en el fondo que van a estar juzgados por Dios, aun si dicen con sus bocas que no creen en Dios.  En sus conciencias pueden sentir aun ahora el fuego que viene.

 

1 Corintios 6:9-10   ÀNo sabŽis que los injustos no

heredar‡n el reino de Dios? No errŽis; ni los fornicarios, ni los id—latras, ni los adœlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredar‡n el reino de Dios.

 

Uno puede ignorar todo esto, o tratar de negar lo, echando el alcohol la marihuana sobre sus conciencias, pero cuando viene cerca, el d’a de tu muerte, todos estos pensamientos van a regresar, y presentar se, como mas fuertes que nunca antes.

 

Por esto, lo mas sensible, y venir a Cristo ya, encontrado una nueva identidad, que ha sido comprada para ti, con la sangre de Cristo. 

 

En Cristo Jesœs, ser‡s nuevo, renovado, regenerado, y todo ser‡ distinto.

 

Vivir en Cristo, es muy diferente de vivir en Ad‡n, como tu representante delante de Dios.

2 Corintios 5:17     De modo que si alguno est‡ en Cristo,

nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aqu’ todas son hechas nuevas.

 

En Cristo tendr‡s no solamente una nueva identidad, sino una nueva ciudadan’a.

 

Filipenses 3:20 Mas nuestra ciudadan’a est‡ en los

cielos, de donde tambiŽn esperamos al Salvador, al Se–or Jesucristo.

 

Y por esto estamos aqu’, amigo, semana tras semana, para llamar te, en el nombre poderoso de Cristo Jesœs, para llamar te a una nueva identidad.  Una identidad en Cristo.

 

Es nuestro deseo llamar te a una vida de victoria, a una vida de libertad de la tiran’a de Satan‡s.

 

Romanos 8:37-39 Antes, en todas estas cosas somos m‡s

que vencedores por medio de aquel que nos am—.

 

Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ‡ngeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podr‡ separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesœs Se–or nuestro.

 

Amigo, la llamada no es solamente para estar en una iglesia, no es para estar simplemente en una religi—n, sino que estamos llamando te a estar en Cristo, en que tendr‡s una nueva identidad.

 

Tu ser‡s, un hijo de Dios.

 

Juan 1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que

creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.

 

Esto ser‡ gran parte de tu nueva identidad,  no ser‡s mas un hijo de Ad‡n, ni hijo del diablo sino que nada mas y nada menos que un hijo de Dios.

 

En Cristo amigo, vas a tener una vida fruct’fera, esto ser‡ tu identidad.

Juan 15:5 Yo soy la vid, vosotros los p‡mpanos; el que

permanece en m’, y yo en Žl, Žste lleva mucho fruto; porque separados de m’ nada podŽis hacer.

 

Amigo en Cristo Jesœs, con tu nueva identidad, estar‡s completo, no faltando nada.

 

Colosenses 2:9-10    Porque en Žl habita corporalmente toda

la plenitud de la Deidad, y vosotros est‡is completos en Žl, que es la cabeza de todo principado y potestad.

 

Lo repito e insisto, que la nueva identidad est‡ en Cristo, en Cristo Jesœs, no es simplemente estar en una iglesia, o estar en una religi—n, el poder no est‡ en esto, aunque puede ser importante, pero el poder viene, el cambio viene, por estar en Cristo.

 

Y en esta nueva identidad, vas a tener la ayuda necesaria cuando los problemas vienen.

 

Hebreos 4:16   AcerquŽmonos, pues, confiadamente al trono

de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.

 

Con tu nueva identidad amigo, tendr‡s acceso al Dios omnipotente, al cual puedes pedir basado en las promesas B’blicas, porque en Cristo todas estas promesas van estar tuyas.

 

ÁY hay mas!, mucho mas, demasiado para comunicar en un mensaje breve, pero en Cristo, mi amigo, tu vas a dejar tu huella en este mundo, de manera buena, porque esto ser‡ la naturaleza de tu nueva identidad.

 

Oh, amigo no esperes mas, ahora es tu momento, el Esp’ritu est‡ llamando te, y ahora es el tiempo de empezar a vivir, a vivir de veras, como una nueva criatura.

 

2 Corintios 5:17     De modo que si alguno est‡ en Cristo,

nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aqu’ todas son hechas nuevas.

 

Y si esto es tu deseo, hay hombres y mujeres aqu’, hoy d’a que pueden guiar te, y orar contigo para recibir ese gran don de justicia.

 

ÁAmen!