2 de julio de 17

El Golpe Sanador

Isa’as 19:1-25

Introducci—n

 

Unas de las civilizaciones mas antiguas de todo el mundo era Egipto.  Y es un pa’s que aparece mucho en las historias de la Biblia.

 

Abraham tenia que huir all‡ durante un tiempo de gran hambre, mas tarde JosŽ trabajaba all‡ como gobernador sobre casi todo.

 

Hasta Cristo Jesœs estaba llevado a Egipto, para escapar la matanza de Herodes en Contra de los ni–os.

 

Mateo 2:13-15  DespuŽs que partieron ellos, he aqu’ un

‡ngel del Se–or apareci— en sue–os a JosŽ y dijo: Lev‡ntate y toma al ni–o y a su madre, y huye a Egipto, y permanece all‡ hasta que yo te diga; porque acontecer‡ que Herodes buscar‡ al ni–o para matarlo.

 

Y Žl, despertando, tom— de noche al ni–o y a su madre, y se fue a Egipto, y estuvo all‡ hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Se–or por medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamŽ a mi Hijo.

 

Pero durante la vida de Isa’as, huir a Egipto era una tentaicion prohibida, porque Dios tenia otros planes para su pueblo, para corregir sus errores.

 

Y en este capitulo, veremos como el profeta explic— como Egipto no seria un buen destino de todos modos, porque Egipto realmente no era tan seguro.

 

1) Profec’a sobre Egipto. He aqu’ que Jehov‡ monta sobre una ligera nube, y entrar‡ en Egipto; y los ’dolos de Egipto temblar‡n delante de Žl, y desfallecer‡ el coraz—n de los egipcios dentro de ellos.

 

Egipto se consideraba bien fortificado, y dif’cil de atacar.  Pero Dios mismo iba a venir con su ataque.  Y por esto viene metaf—ricamente sobre una nube, que es algo imposible de resistir.

 

La cultura de Egipto era saturada con la idolatr’a y con muchos hechiceros y brujos poderosos.  Hasta en el tiempo de MoisŽs, estos mostraban su poder.

 

ƒxodo 7:10-13  Vinieron, pues, MoisŽs y Aar—n a Fara—n, e

hicieron como Jehov‡ lo hab’a mandado. Y ech— Aar—n su vara delante de Fara—n y de sus siervos, y se hizo culebra.

 

Entonces llam— tambiŽn Fara—n sabios y hechiceros, e hicieron tambiŽn lo mismo los hechiceros de Egipto con sus encantamientos;

pues ech— cada uno su vara, las cuales se volvieron culebras; mas la vara de Aar—n devor— las varas de ellos.

 

Y el coraz—n de Fara—n se endureci—, y no los escuch—, como Jehov‡ lo hab’a dicho.

 

Por esto eran tan arrogantes.  Egipto era un gran poder en el mundo antiguo, y empleaba brujer’as y hechicer’as para mantener su control.

 

Pero Isa’as ense–a en este capitulo, que todo esto iba a terminar.

 

2) LevantarŽ egipcios contra egipcios, y cada uno pelear‡ contra su hermano, cada uno contra su pr—jimo; ciudad contra ciudad, y reino contra reino.

 

Esto nos ense–a algo de la manera general en que Dios puede juzgar a un pueblo.  Y lo podemos observar claramente en nuestros tiempos.

 

Por ejemplo, Venezuela, ahora bajo el juicio de Dios est‡ muy dividido, entre los de la izquierda, pol’ticamente hablando, y los de la derecha.

 

Y mas y mas j—venes est‡n perdiendo sus vidas en las calles de protesta.  Esto no es solamente algo extra–o, sino que aprendemos aqu’ que esto es la mano de Dios.

 

Esto es la manera que Dios ha empleado ya por siglos, para derrumbar a diferentes culturas.

 

Y algo semejante est‡ pasando aqu’ en los estados unidos.  Aqu’ se creen que se pueden ignorar completamente la ley de Dios, inventando sus nuevos conceptos de moralidad, pero no se dan cuenta de que el juicio ya est‡ llegando.

2) LevantarŽ egipcios contra egipcios, y cada uno pelear‡ contra su hermano, cada uno contra su pr—jimo; ciudad contra ciudad, y reino contra reino.

 

Se ve mucha de la misma forma de divisi—n ya en los estados unidos ahora.  Y aunque pocos han perdido sus vidas en estos disturbios, es normal ahora ver los dos lados llegando a golpes cuando salgan en sus protestas.

 

La destrucci—n de un pa’s no es dif’cil para Dios, es que Dios tiene mil maneras de producir la.

 

3) Y el esp’ritu de Egipto se desvanecer‡ en medio de Žl, y destruirŽ su consejo; y preguntar‡n a sus im‡genes, a sus hechiceros, a sus evocadores y a sus adivinos.

 

Egipto iba a recurrir a sus adivinos como los pa’ses modernos van a sus sic—logos o a sus expertos de la econom’a, siempre buscando la sabidur’a humana o sat‡nica, pero es un fracaso.

 

Dios puede f‡cilmente destruir la sabidur’a de los sabios, hasta poniendo en rid’culo sus soluciones.

 

Hasta San Pablo escribi— de esto.

 

1 Corintios 1:19-20  Pues est‡ escrito:

DestruirŽ la sabidur’a de los sabios,

Y desecharŽ el entendimiento de los

entendidos.

 

ÀD—nde est‡ el sabio? ÀD—nde est‡ el escriba? ÀD—nde est‡ el disputador de este siglo? ÀNo ha enloquecido Dios la sabidur’a del mundo?

 

4) Y entregarŽ a Egipto en manos de se–or duro, y rey violento se ense–orear‡ de ellos, dice el Se–or, Jehov‡ de los ejŽrcitos.

 

Esto podemos tambiŽn ver en el gobierno de Maduro en Venezuela, en que ya ni gran nœmero los Chavistas pueden soportar sus tiran’as.

 

Pero nada de esto pasa por accidente.  Se puede decir que es obra del diablo, esto es cierto, pero el diablo solamente puede llevar acabo lo que Dios ha ordenado.

 

Esto aprendimos en el libro de Job.

4) Y entregarŽ a Egipto en manos de se–or duro, y rey violento se ense–orear‡ de ellos, dice el Se–or, Jehov‡ de los ejŽrcitos.

 

El gobierno de un pa’s, debe de ser una protecci—n, hasta una bendici—n, pero en el juicio, Dios puede convertir el gobierno civil en una gran pesadilla.

 

5) Y las aguas del mar faltar‡n, y el r’o se agotar‡ y secar‡.

 

La riqueza de Egipto vino por su gran r’o, el Nilo.  Por esto ellos ten’an comida cuando otros pa’ses sufr’an por falta de lluvias.

 

Pero Dios anunciaba aqu’ que iba bloquear hasta su r’o, condenando su econom’a.

 

Y comparando esto con Venezuela, ellos no depend’a de un gran r’o, pero ten’an petr—leo, y por esto eran bien ricos.  Pero Dios aplast— el precio del petr—leo, destruyendo la econom’a en un solo golpe.

 

El punto es que nada de esto pasa por accidente, todo esto est‡ bajo el control de un Dios que est‡ dirigiendo la historia del mundo.

 

6) Y se alejar‡n los r’os, se agotar‡n y secar‡n las corrientes de los fosos; la ca–a y el carrizo ser‡n cortados.

 

Cuando la econom’a est‡ juzgada, es terrible para los hombres que no tienen trabajo.  Los hombres sin trabajo pueden sentir bien inc—modos y hasta deprimidos, especialmente cuando tienen hijos, que dependen de ellos.

 

7) La pradera de junto al r’o, de junto a la ribera del r’o, y toda sementera del r’o, se secar‡n, se perder‡n, y no ser‡n m‡s.

 

Esto representaba diferentes recursos brutos que iban a desaparecer, bajando a Egipto mas y mas en la ruina.

 

8) Los pescadores tambiŽn se entristecer‡n; har‡n duelo todos los que echan anzuelo en el r’o, y desfallecer‡n los que extienden red sobre las aguas.

 

 

 

A prop—sito, Dios iba a destruir todos estos trabajos, pero como veremos antes de terminar este capitulo, era para un buen fin.

 

Dios no hizo todo esto simplemente porque querr’a ver a estos hombres sufriendo, sino que Dios iba a llevar acabo algo bien importante.

 

9-10) Los que labran lino fino y los que tejen redes ser‡n confundidos, porque todas sus redes ser‡n rotas; y se entristecer‡n todos los que hacen viveros para peces.

 

Cada aspecto de la econom’a seria bajo ataque.  Y podemos ver algo semejante ahora en Venezuela.  Donde mas y mas de los negocios est‡n derrumbando se.

 

Menciono Venezuela solamente porque es un ejemplo visible ahora delante de nuestros ojos, de que puede pasar cuando un pueblo est‡ bajo el juicio de Dios.  No tengo nada en contra de ellos, sino que oro por ellos cada d’a.

 

Los incrŽdulos van buscar otras razones por lo que est‡ pasando, pero B’blicamente es claro que Dios est‡ llevando acabo un gran plan.

 

11) Ciertamente son necios los pr’ncipes de Zo‡n; el consejo de los prudentes consejeros de Fara—n se ha desvanecido. ÀC—mo dirŽis a Fara—n: Yo soy hijo de los sabios, e hijo de los reyes antiguos?

 

Como nuestros modernos del gobierno tratan de jactar se de su educaci—n universitaria, los grandes de Egipto hablaban de sus antepasados.

 

Pero cuando nada est‡ funcionando, cuando la civilizaci—n est‡ en colapso, es absurdo tratar de exaltar se por tu gran sabidur’a.

 

12) ÀD—nde est‡n ahora aquellos tus sabios? Que te digan ahora, o te hagan saber quŽ es lo que Jehov‡ de los ejŽrcitos ha determinado sobre Egipto.

 

Egipto tenia su gran numero de adivinos, de magos en que se confiaban, pero eran completamente ignorantes de lo que Dios estaba planeando, para derrumbar ese gran imperio.

 

Solamente Isa’as, el profeta del Dios verdadero, sabia lo que estaba llegando, un colapso total.

 

13) Se han desvanecido los pr’ncipes de Zo‡n, se han enga–ado los pr’ncipes de Menfis; enga–aron a Egipto los que son la piedra angular de sus familias.

 

Esto podemos ver tambiŽn en los pa’ses de Europa.  Viene problema tras problema a pa’ses que antes eran Cristianos, que antes trataban de vivir conforme a las Santas Escrituras, pero ahora con su sabidur’a humana, vivan sin soluciones.

 

Solamente en la semana pasada, Alemania institu’a leyes permitiendo el matrimonio homosexual, y Espa–a tenia una gran celebraci—n del orgullo de los sodomitas.

 

Es como que en su sabidur’a humana, est‡n invitando a Dios a venir, con su peor.

 

14) Jehov‡ mezcl— esp’ritu de vŽrtigo en medio de Žl; e hicieron errar a Egipto en toda su obra, como tambalea el ebrio en su v—mito.

 

Esto es como los gobiernos que atacan a la fe Cristiana, que puede producir estabilidad y prosperidad, y al mismo tiempo se invitan a los musulmanes que causan grandes conflictos y violencias.

 

Bajo el juicio de Dios, los lideres se portan como hombres borrachos, cayendo en su propio vomito.

 

15) Y no aprovechar‡ a Egipto cosa que haga la cabeza o la cola, la rama o el junco.

 

Esto est‡ hablando de un desempleo general, en que casi nadie estar‡ prosperando.

 

16) En aquel d’a los egipcios ser‡n como mujeres; porque se asombrar‡n y temer‡n en la presencia de la mano alta de Jehov‡ de los ejŽrcitos, que Žl levantar‡ contra ellos.

 

En aquellos tiempos las mujeres mayormente estaban en casa, cuidando a los hijos, y mayormente eran los hombres que trabajaban fuera de la casa, o peleaban las guerras.

 

En nuestros tiempos, claro, las mujeres trabajan en todo.  Y muchos creen que esto es un gran progreso, que todo ha mejorado.  Esto es hasta que se habla con los dem—grafos.

Los dem—grafos estudian las poblaciones, y su tama–o.

Ahora en muchos pa’ses avanzados del mundo, la gran preocupaci—n es la falta de ni–os.

Es que cuando la gran mayor’a de mujeres est‡n trabajando, y ganando mucho en todos los niveles de la sociedad, cosa que ellas pueden hacer, tienen la capacidad, pero es una motivaci—n de tener menos hijos.

 

Y ahora se est‡n sintiendo el impacto de esto en las poblaciones.  Es que en muchos pa’ses avanzados no hay suficiente hijos para continuar la poblaci—n.  (Rusia)

 

La poblaci—n no solamente no crece, sino que est‡ bajando, cada vez mas r‡pidamente.  Y por esto se tienen que recibir a los inmigrantes, de otra manera no habr‡ personas suficientes para pagar los impuestos.

 

As’ que mientras las feministas pueden celebrar sus logros, los pa’ses en que se han avanzado, ya est‡n desapareciendo se.

 

ÀPero que dice la palabra de Dios?

Tito 2:3-5 Las ancianas asimismo sean reverentes en su

porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; que ense–en a las mujeres j—venes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.

 

La mujer virtuosa del libro de Proverbios, trabajaba, ganaba bien, pero jam‡s abandonaba el cuidado de su familia.

 

17) Y la tierra de Jud‡ ser‡ de espanto a Egipto; todo hombre que de ella se acordare temer‡ por causa del consejo que Jehov‡ de los ejŽrcitos acord— sobre aquŽl.

 

Los egipcios conocieron el pueblo jud’o, ten’an muchas relaciones con ellos, aun antes de MoisŽs.  Pero escuchando de c—mo Dios permiti— la destrucci—n del templo de JerusalŽn, y el cautiverio de su pueblo en Babilonia, seria un espanto para ellos.

 

1 Pedro 4:17-18 Porque es tiempo de que el juicio

comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, Àcu‡l ser‡ el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?

 

 

Y:                 Si el justo con dificultad se salva,

ÀEn d—nde aparecer‡ el imp’o y el pecador?

 

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Bueno, hasta aqu’ hemos visto los golpes duros con que Dios iba a derrumbar ese pa’s pagano de Egipto.

 

Pero ahora, en la parte final, veremos exactamente quŽ era el prop—sito de Dios, en todo esto.

 

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18) En aquel tiempo habr‡ cinco ciudades en la tierra de Egipto que hablen la lengua de Cana‡n, y que juren por Jehov‡ de los ejŽrcitos; una ser‡ llamada la ciudad de Herez.

 

Todos estos golpes de Dios sobre Egipto, toda la destrucci—n de su econom’a y el corto de las aguas de r’o, era para traer los a la fe verdadera.

 

La cuidad de Herez era la mas llena de idolatr’a, y la adoraci—n al sol.  Dios estaba mostrando que aun los mas embrujados, los mas arrogantes y perdidos, pudieron venir a la fe, despuŽs de unos golpes duros pero sanadores.

 

Cuando dice que iban a hablar la lengua de Cana‡n, quiere decir que iban a aprender la Biblia, y hasta jurar por el nombre de Jehov‡.

 

Cuando JosŽ gobernaba en Egipto, tenia una reputaci—n intachable.  El œnico defecto que se encuentre es que juraba por el nombre de Fara—n.

 

GŽnesis 42:15  En esto serŽis probados: Vive Fara—n, que no

saldrŽis de aqu’, sino cuando vuestro hermano menor viniere aqu’.

 

Pero aqu’ Isa’as dice que ni los egipcios iban a jurar por el nombre de Fara—n sino que iban a aprender a jurar por

Jehov‡ de los ejŽrcitos

 

19) En aquel tiempo habr‡ altar para Jehov‡ en medio de la tierra de Egipto, y monumento a Jehov‡ junto a su frontera.

 

La profec’a dice que acabando con su gran arrogancia, hasta Egipto iba a venir a la fe verdadera. 

 

Y hermanos esto actualmente pasaba en los primeros siglos de la historia de la iglesia.

 

Muchos grandes te—logos salieron de all’, como Anastasio que defend’a la doctrina de la divinidad de Cristo, cuando muchos estaban abandonando la.

 

20) Y ser‡ por se–al y por testimonio a Jehov‡ de los ejŽrcitos en la tierra de Egipto; porque clamar‡n a Jehov‡ a causa de sus opresores, y Žl les enviar‡ salvador y pr’ncipe que los libre.

 

Los golpes duros, sobre la cultura y sobre la econom’a eran necesarios, para motivar a los Egipcios a clamar al Dios verdadero.

 

A veces para los rebeldes, para los arrogantes, esto es la œnica manera de llevarnos a la fe.

 

21) Y Jehov‡ ser‡ conocido de Egipto, y los de Egipto conocer‡n a Jehov‡ en aquel d’a, y har‡n sacrificio y oblaci—n; y har‡n votos a Jehov‡, y los cumplir‡n.

 

Ya por muchos siglos, hemos tenido millones de hermanos Cristianos en Egipto.  Y aun que los hermanos ahora se sufran bajo las persecuciones de los musulmanes, aun hay millones de Cristianos all‡ y van a continuar all’, hasta que los musulmanes tambiŽn abandonan a su profeta falso, para llegar a la fe verdadera.

 

22) Y herir‡ Jehov‡ a Egipto; herir‡ y sanar‡, y se convertir‡n a Jehov‡, y les ser‡ clemente y los sanar‡.

 

Esto es el gran punto del capitulo.  A veces, cuando los corazones estan tan duros, Dios tiene que herir, antes de sanar. 

 

Y si tu hermano, estas resistiendo la santidad, si estas resistiendo la madurez Cristiana, guardando unos de tus pecados mas queridos y preferidos, Dios puede mandar a ti, unos golpes sanadores, para ayudar te a clamar, por otro derramamiento de su gracia.

 

23) En aquel tiempo habr‡ una calzada de Egipto a Asiria, y asirios entrar‡n en Egipto, y egipcios en Asiria; y los egipcios servir‡n con los asirios a Jehov‡.

 

 

 

En la Žpoca de Isa’as, Asiria y Egipto eran enemigos feroces, pero llegando los dos a la fe verdadera, pudieron vivir como hermanos, amando el uno a otro.

 

Y esto nos ense–a hermanos que la paz del medio oriente no va a venir por medio de las negociaciones de gobiernos, ni por los expertos de la diplomacia, sino que la paz del medio oriente solamente va a venir como consecuencia de las misiones Cristianas.

 

Hasta que sean hermanos en Cristo, van a continuar matando se el uno a otro.

 

24-25) En aquel tiempo Israel ser‡ tercero con Egipto y con Asiria para bendici—n en medio de la tierra; porque Jehov‡ de los ejŽrcitos los bendecir‡ diciendo: Bendito el pueblo m’o Egipto, y el asirio obra de mis manos, e Israel mi heredad.

 

Muchos creen que en el testamento antiguo, solamente los jud’os est‡n considerados como los escogidos de Dios.

 

Pero Isa’as entend’a que el plan verdadero de Dios era traer la redenci—n a todos, por medio de la muerte y la resurrecci—n de Cristo Jesœs.

 

======================== Aplicaci—n =====================

 

Hermano, hermana, su tu est‡s pasando por una temporada de tu vida, en que no sientes nada mas que los golpes duros de la providencia de Dios, no te desanimes.

 

Dios no te ha desamparado, tampoco es tu enemigo, sino que Dios sabe que para algunos, esto es la œnica manera de realmente agarrar la atenci—n, y traer le otra vez a una relaci—n profunda, y rica en el amor de Cristo.

 

Si esto es tu deseo, conocer a Cristo mas profundamente, y caminar en la madurez, en la santidad e en la victoria, puedes pasar en unos momento, y querremos orar para ti.

 

Vamos a orar!