23 de junio de 17

El Sentido Comśn No Es Tan Comśn

 Proverbios 6:1-35

 

Aqu’ en el capitulo seis de proverbios, veremos una gran variedad de temas, que uno pudiera decir, que son simplemente el sentido comśn.  Y tal vez en otra Žpoca estas amonestaciones no ser’an tan urgentes, como ahora.

 

Pero parece mas y mas que en nuestros tiempos, el sentido comśn no es tan comśn.

 

1-2) Hijo m’o, si salieres fiador por tu amigo, si has empe–ado tu palabra a un extra–o, Te has enlazado con las palabras de tu boca, y has quedado preso en los dichos de tus labios.

 

En muchas partes de la Biblia veremos que es mejor evitar las deudas cuando sea posible.  La deuda est‡ presentada como una forma de esclavitud.

 

Proverbios 22:7 El rico se ense–orea de los pobres,

Y el que toma prestado es siervo del que presta.

 

En la Santa Ley, prestar a otros era una forma de bendici—n.

Por caminar fielmente en pacto con Dios diceÉ

 

Deuteronomio 28:12   Te abrir‡ Jehov‡ su buen tesoro, el

cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestar‡s a muchas naciones, y tś no pedir‡s prestado.

 

Pero como consecuencia de romper pacto con Dios diceÉ

 

Deuteronomio 28:43-44     El extranjero que estar‡ en medio de

ti se elevar‡ sobre ti muy alto, y tś descender‡s muy abajo.  El te prestar‡ a ti, y tś no le prestar‡s a Žl; Žl ser‡ por cabeza, y tś ser‡s por cola.

 

As’ que pedir prŽstamo es algo que B’blicamente deseamos evitar, cuando sea posible.  A veces es necesario para comprar una casa, un auto, o empezar un negocio.  Pero hay que hacer lo con mucha oraci—n y con mucha investigaci—n.

Pero el capitulo aqu’ no est‡ hablando no de firmar por tus propias deudas, sino por las deudas de otro.

 

1-3) Hijo m’o, si salieres fiador por tu amigo, si has empe–ado tu palabra a un extra–o, Te has enlazado con las palabras de tu boca, y has quedado preso en los dichos de tus labios. Haz esto ahora, hijo m’o, y l’brate, ya que has ca’do en la mano de tu pr—jimo; ve, hum’llate, y asegśrate de tu amigo.

 

El consejo es hacer todo los posible, con llamadas, con correo electr—nica o con textos para cancelar el contrato, lo mas pronto posible.

 

Es que si los profesionales han examinado la postura econ—mica de tu amigo, y han decidido que no est‡ confiable para esas deudas, es el sentido comśn, que tu no debes de arriesgar te con algo que los profesionales han juzgado como no bueno.

 

Objeci—n: ŔPero no dice la Biblia que debemos de amar al

          pr—jimo como a nosotros mismos?

 

Respuesta: Si, es cierto, y si deseas ayudar, dale algo

               de tus ahorros si puedes.  Pero so te prometes

estar responsable por las deudas de otro, tu familia, y tu reputaci—n pueden salir severamente da–adas.

 

4-5) No des sue–o a tus ojos, ni a tus p‡rpados adormecimiento; Esc‡pate como gacela de la mano del cazador, y como ave de la mano del que arma lazos.

 

La recomendaci—n es hacer todo posible, todo en tu poder para cancelar tu promesa, y destruir los documentos.

 

Es una manera de hablar.  Ojala el joven va a pensar, ŇBueno si es tan peligroso firmar para otro, mejor no hacer lo. No quiero firmar, y un d’a mas tarde ir rogando que se cancele el contractoÓ.

 

Pensando as’, parece astuto, sabio, el sentido comśn, evitar toda forma de fianza para otro.  Pero como puedes ver, pasando los a–os, el sentido comśn no es tan comśn.

 

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Bueno, ahora entramos en otra secci—n.

 

6-7) Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sŽ sabio; La cual no teniendo capit‡n, ni gobernador, ni se–or,

 

Se nos mandan a los insectos para aprender algo sobre el trabajo, y la necesidad de emplear bien el tiempo.

 

La cual no teniendo capit‡n, ni gobernador, ni se–or

8-11) Prepara en el verano su comida, y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento.  Perezoso, Ŕhasta cu‡ndo has de dormir? ŔCu‡ndo te levantar‡s de tu sue–o?  Un poco de sue–o, un poco de dormitar, y cruzar por un poco las manos para reposo; As’ vendr‡ tu necesidad como caminante, y tu pobreza como hombre armado.

 

Realmente no he conocido muchos que no entiendan la importancia del trabajo, no en ese ministerio.  Tal vez unos j—venes que han crecido aqu’, y dedican su tiempo a muchos videos, o a los juegos electr—nicos, o a nada mas que los deportes.

 

Pero podemos hacer de esto una aplicaci—n espiritual.  Hay muchos que aunque tienen Biblias en casa, jam‡s abren sus Biblias en casa.

 

Es que son perezosos en el sentido espiritual.  Creen que van a crecer espiritualmente, que van a alcanzar la madurez espiritual, pero jam‡s hacen nada para estudiar ni preparar.

 

Aun cuando la Biblia insiste en la necesidad de la diligencia, estos vean a la diligencia como algo innecesario.

 

2 Pedro 1:5-7  Vosotros tambiŽn, poniendo toda diligencia por

esto mismo, a–adid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.

 

En el libro de Hebreos, hab’an hermanos con mucho tiempo en la iglesia, pero solamente se pudieron recibir leche, y no la carne de las ense–anzas.  Hablando de Melquisedec diceÉ

 

Hebreos 5:11-12 Acerca de esto tenemos mucho que decir, y

dif’cil de explicar, por cuanto os habŽis hecho tardos para o’r.

 

Los hermanos eran presentes, pero no oyeron nada.

 

Porque debiendo ser ya maestros, despuŽs de tanto tiempo, tenŽis necesidad de que se os vuelva a ense–ar cu‡les son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habŽis llegado a ser tales que tenŽis necesidad de leche, y no de alimento s—lido.

 

Es que en la fe Cristiana, en nuestros tiempos muchos creen que realmente no hay nada que hacer, nada que aprender con diligencia, que van a llegar a la madurez, para realmente funcionar como cabeza del hogar, sin abrir los libros, y sin el empezar el trabajo que ser‡ necesario.

 

12-13) El hombre malo, el hombre depravado, es el que anda en perversidad de boca; Que gui–a los ojos, que habla con los pies, que hace se–as con los dedos.

 

Antes que nada, tenemos que admitir y ense–ar que los hombres depravados, los malvados, los perversos existan y que son personas que debemos de mayormente evitar.

 

Es que son perversos de la boca.  Y hoy en d’a, en los estados unidos, hay muchos que no pueden hablar sin entrar en un sin fin de profanidades, y con palabras corrompidas.

 

Efesios 4:29   Ninguna palabra corrompida salga de vuestra

boca, sino la que sea buena para la necesaria edificaci—n, a fin de dar gracia a los oyentes.

 

La conclusi—n es que los que hablan puras profanidades realmente no pueden ser parte de tus amigos ’ntimos.  Es que su perversidad es contagiosa.

 

12-13) El hombre malo, el hombre depravado, es el que anda en perversidad de boca; Que gui–a los ojos, que habla con los pies, que hace se–as con los dedos.

 

Es que en cada cultura, hay maneras de comunicar sin palabras, con los ojos, con los dedos, hasta con los pies.

 

As’ se pueden expresar su desprecio para otros y decir mas tarde ŇÁPero yo no dije nada!Ó

 

Y en las sociedades secretas tambiŽn, siempre tienen sus se–as secretas, hasta las pandillas tienen su maneras de hablar con sus dedos.

14) Perversidades hay en su coraz—n; anda pensando el mal en todo tiempo; Siembra las discordias.

 

Hay personas que vivan para esto.  Y los j—venes tienen que estar informados de todos esto.  Por esto es normal que los ni–os que no tienen padres, son los que caigan en estos grupos.  Es que no hay nadie para amonestar los.

 

15) Por tanto, su calamidad vendr‡ de repente; sśbitamente ser‡ quebrantado, y no habr‡ remedio.

 

Normalmente los que hablan as’ con sus manos, con sus se–as malos llenan las c‡rceles, o se lean de ellos en el peri—dico, asesinados por la noche cuando un grupo andaba peleando con otro.

 

16-19) Seis cosas aborrece Jehov‡, y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente, el coraz—n que maquina pensamientos inicuos, los pies presurosos para correr al mal,

El testigo falso que habla mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos.

 

Cuando hablan de seis cosas, y aun siete, que Dios no puede soportar, es una manera de hablar.  Y no es una lista que incluye todo.

 

Pero como siempre el orgullo viene antes de todo.  Porque hasta el diablo se ca’a por el orgullo.

 

DespuŽs la lengua mentirosa, tambiŽn una caracter’stica de nuestro enemigo mas peligroso, el padre de mentiras.

 

Cristo dijo, hablando con los fariseos.

Juan 8:44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los

deseos de vuestro padre querŽis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en Žl. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.

 

Otra vez las infamiasÉ

16-19) Seis cosas aborrece Jehov‡, y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente, El coraz—n que maquina pensamientos inicuos, los pies presurosos para correr al mal,

El testigo falso que habla mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos.

Los que predican la palabra en frente de las cl’nicas de los abortos a veces lean esto, con su sistema alta parlante, porque adentro, se derraman la sangre inocente.

 

Y ya pasando los a–os, muchas de estas cl’nicas han cerrado.   La palabra de Dios es poderosa.

 

La mentira estaba mencionada dos veces, porque en la fe Cristiana, la verdad es sumamente importante.  Cristo dijoÉ

 

Juan 14:6 Yo soy el camino,

y la verdad, y la vida;

nadie viene al Padre, sino por m’.

 

Los que abandonan a la verdad, tambiŽn abandonan a Cristo.

 

16-19) Seis cosas aborrece Jehov‡, y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente, El coraz—n que maquina pensamientos inicuos, los pies presurosos para correr al mal,

El testigo falso que habla mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos.

 

Finalmente, los que andan con los chismes, hablando de otros hermanos, quejando de sus defectos, para que otros forman opiniones negativas de la victima, pueden despertar hasta el odio de su Dios.

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Ahora, llegando a la parte final, se repitan otra vez, el tema del adulterio.  ŔPero porque?

 

Es que el adulterio es sumamente peligroso, como un pecado que estaba castigado con la pena de la muerte, y aun as’, mucho sin pensar se cayeron en Žl.

 

20-23) Guarda, hijo m’o, el mandamiento de tu padre, y no dejes la ense–anza de tu madre; çtalos siempre en tu coraz—n, enl‡zalos a tu cuello. Te guiar‡n cuando andes; cuando duermas te guardar‡n; Hablar‡n contigo cuando despiertes.

Porque el mandamiento es l‡mpara, y la ense–anza es luz,

Y camino de vida las reprensiones que te instruyen,

 

Esa introducci—n viene para impresionar al joven, que no es valido decir, ŇOK, ca’, pero olvidŽ de lo que me dijoÓ.

 

Tal excusa no es aceptable.  Los padres aqu’ repitan una y otra vez la fatalidad de este pecado, y no ser‡ permisible decir, ŇBueno pero yo me olvidŽ, de lo que me dijoÓ.

24) Para que te guarden de la mala mujer, de la blandura de la lengua de la mujer extra–a.

 

Es otra vez lo que tuvimos la semana pasada.  Hay mujeres que est‡n llenas de maldad, y saben como tomar a un joven, diciendo le cosas dulces con su boca.

 

JosŽ en Egipto escap— con su vida y con su reputaci—n.  Sans—n, mas tarde, no era tan afortunado.

 

25-26) No codicies su hermosura en tu coraz—n, ni ella te prenda con sus ojos; porque a causa de la mujer ramera el hombre es reducido a un bocado de pan; Y la mujer caza la preciosa alma del var—n.

 

Salom—n, escribiendo esto, sabia que no era suficiente que sus hijos abstengan del pecado actual, sino que era necesario no codiciar la hermosura de la malvada en sus corazones.

 

En el testamento antiguo tambiŽn, era posible caer en pecado, aun no poniendo mano sobre esa mujer ramera, palabra fea que se aplican una que no quiere honrar a sus votos matrimoniales.

 

Cristo dijoÉ

Mateo 5:27-28  O’steis que fue dicho: No cometer‡s adulterio.

Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulter— con ella en su coraz—n.

 

O sea, el adulterio no empieza en la cama, sino antes en el coraz—n, deseando, codiciando lo que no puedes tener.

 

25-26) No codicies su hermosura en tu coraz—n, ni ella te prenda con sus ojos; porque a causa de la mujer ramera el hombre es reducido a un bocado de pan; Y la mujer caza la preciosa alma del var—n.

 

El hombre se convierta en una conquista barata, un bocado de pan, hasta que la ramera busca a otro.  Pero el muchacho, se sale con su alma herido.

 

Parece como que el sentido comśn, que uno no puede hacer esto con impunidad.  Pero semana tras semana, hay j—venes, hasta j—venes de familias Cristianas que caigan en esto, pensando que van a salir con la pura impunidad.  Dando mas evidencia de que el sentido comśn realmente no es tan comśn.

 

27-28) ŔTomar‡ el hombre fuego en su seno sin que sus vestidos ardan?  ŔAndar‡ el hombre sobre brasas sin que sus pies se quemen?

 

Aqu’ Salom—n con expresiones vividas declara que en esto, no hay impunidad.  Ciertamente no hab’a impunidad en la vida de David.  No solamente se perdi— cuatro hijos, sino que tenia que vivir con las consecuencias de su adulterio, hasta el fin de su vida.

 

27-28) ŔTomar‡ el hombre fuego en su seno sin que sus vestidos ardan?  ŔAndar‡ el hombre sobre brasas sin que sus pies se quemen?

 

Hay brujos que caminan sobre brasas encendidas, y tal vez sin herido.  Pero esto es simplemente porque han vendido ya sus almas al diablo. 

 

Pero para el hermano Cristiano, jugando con esto, crŽeme, cree la palabra de Dios, no habr‡ impunidad.

 

29) As’ es el que se llega a la mujer de su pr—jimo; no quedar‡ impune ninguno que la tocare.

 

Aqu’ lo tienes, la plena promesa de Dios.  Una expresi—n del sentido comśn, en una Žpoca en que el sentido comśn, realmente no es tan comśn.

 

30-32) No tienen en poco al ladr—n si hurta para saciar su apetito cuando tiene hambre; pero si es sorprendido, pagar‡ siete veces; Entregar‡ todo el haber de su casa.  Mas el que comete adulterio es falto de entendimiento; Corrompe su alma el que tal hace.

 

Por robar, no hab’a pena de la muerte, sino que se pagaban una restituci—n.  Pero el pecado del adulterio era tan repugnante, que Dios mandaba, la pena de la muerte.

 

Lev’tico 20:10 Si un hombre cometiere adulterio con la mujer

de su pr—jimo, el adśltero y la adśltera indefectiblemente ser‡n muertos.

 

33) Heridas y vergźenza hallar‡, y su afrenta nunca ser‡ borrada.

 

Si caigas en esto, vas a llevar una mancha sobre tu car‡cter, y esa mancha jam‡s puedes borrar.  El perd—n en Cristo es posible, pero la cicatriz es permanente.

34-35) Porque los celos son el furor del hombre, y no perdonar‡ en el d’a de la venganza.  No aceptar‡ ningśn rescate, ni querr‡ perdonar, aunque multipliques los dones.

 

Y aqu’ viene una ultima raz—n, o persuasi—n.  Es muy dudable que consigues nunca el perd—n del hermano.  Y peor si la victima de tu crimen no es un hermano, si es un incrŽdulo.

 

Pero si es un hermano, tal vez el se puede intentar perdonar te.  Tal vez puede perdonar a su esposa, y esto ha pasado.

 

Pero Salom—n, hombre de experiencia, dice que puedes dar tus dones, y hasta multiplicar tus regalos, toda tu vida, y ese hermano jam‡s te va a realmente perdonar.  Porque ese herido, es simplemente, demasiadamente profundo.

 

------------------------- Conclusi—n ------------------------

 

Bueno el capitulo ha sido lleno de instrucci—n practica.  Si hay un padre que dice que abrir’a la Biblia con sus hijos pero no sabe a donde empezar, pues aqu’ lo tienes.

 

Muchos hermanos maduros en la fe, han ense–ado a sus hijos todo lo que hay en ese libro de proverbios, a veces pasando por todo el libro mas de una vez.

 

As’ que hermano, hermana, no tienes el pretexto de la falta de material.

 

Tienes todo aqu’, para instruir en el sentido comśn, en una Žpoca en que el sentido comśn, realmente no es tan comśn.

 

Por la mśsica mundana, por el cine y la televisi—n, tus hijos pueden ver muchas historias en que el adulterio ser‡ presentando como algo deseable cuando realmente las personas Ňse amanÓ entre comillas.  Es un enga–o Sat‡nico.

 

Por medio de esa propaganda muchos han da–ado a sus almas, profundamente, otros han perdido sus almas para siempre.

 

Si tu quieres el poder del Esp’ritu Santo de Dios, guiando te en esa sabidur’a, evitando a estos errores, o si tu quieres el don de abrir ese libro con tus hijos, puedes pasar en unos momentos y oraremos para ti.

 

Vamos a Orar