18 de junio de 17

Los Padres Maduros

Colosenses 1:26-29

Introducci—n

Ojala todos saben que d’a es hoy, para nosotros.  pausa

 

Si est‡s pensando el d’a de los padres, es cierto, por tradici—n hoy celebramos a los padres, pero mas importante aun, por precepto B’blico, sabemos que hoy es el d’a del Se–or.  ŔAmen?

 

Queremos celebrar, honrar a los padres hoy d’a, pero antes que nada, queremos celebrar y honrar a nuestro Dios, o sea, nuestro Padre Celestial.

 

Nuestro texto, viene del libro de Colosenses, capitulo uno, casi terminando el capitulo.  San Pablo hablaba de un misterio, en el contexto, y queremos empezar nuestro estudio en el vers’culo 26.

 

Colosenses 1:26-29   El misterio que hab’a estado oculto

desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos,

a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria,

 

a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y ense–ando a todo hombre en toda sabidur’a, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesśs a todo hombre;

para lo cual tambiŽn trabajo, luchando segśn la potencia de Žl, la cual actśa poderosamente en m’.

 

Cuando Pablo habla de presentar ŇperfectoÓ en Cristo Jesśs a todo hombre, la perfecci—n de que est‡ hablando aqu’, es la madurez, la madurez espiritual.  As’ est‡ traducido en otras versiones.

 

El prop—sito del ministerio, segśn San Pablo, segśn el Esp’ritu Santo, es ayudar a los hombres llegar a la madurez espiritual.

 

Y el contexto aqu’ es muy rica.  Tu hermano, puedes llegar a esa madurez, porque tienes a Cristo, viviendo dentro de tu ser.  Y aqu’ esto est‡ llamado, la esperanza de gloria.

O sea, los padres aqu’ presentes, los que son disc’pulos de Cristo est‡n en una trayectoria a la madurez espiritual.  Por esto, el mensaje de hoy est‡ llamado, Los Padres Maduros.  Otra vez el texto.

 

Colosenses 1:26-29   El misterio que hab’a estado oculto

desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos,

a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria,

 

a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y ense–ando a todo hombre en toda sabidur’a, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesśs a todo hombre;

para lo cual tambiŽn trabajo, luchando segśn la potencia de Žl, la cual actśa poderosamente en m’.

 

Y hermano, cuando hablo de la madurez espiritual, no estoy hablando solamente de los padres de edad avanzada, o sea de abuelos o de bisabuelos.

 

Conviene a cada padre llegar a esa madurez antes de que sus hijos crezcan.  Si aprendan a alcanzar esa madurez cuando los hijos ya est‡n crecidos, ser‡ muy triste. 

 

Porque habr‡n perdido su gran oportunidad de ejercer su influencia, en el momento preciso.

 

El deseo es ayudar a los hermanos, avanzar r‡pidamente, llegando a la madurez espiritual, antes que pasan muchos a–os, por esto Pablo termin— el pasaje diciendo,

 

Colosenses 1:29 Para lo cual tambiŽn trabajo, luchando

segśn la potencia de Žl, la cual actśa poderosamente en m’.

 

El poder de Cristo estaba actuando en el ap—stol, pero tambiŽn el poder del Esp’ritu Santo estaba operando dentro de los hombres que Žl estaba discipulando.

 

Y por esto, la esperanza de gloria, era una realidad.

 

ŔBueno, que es un padre maduro, sobro todo?

ŔCuales son sus caracter’sticas?

Vamos a mirar a cuatro, de ellas.

1) Gobernador

2) Protector

3) Proveedor

4) Ejemplo

 

Objeci—n: Muchos padres alertos, que han prestado la

atenci—n a lo que pasa en estos servicios

especiales, han levantado una queja.

 

Y se presentan la pregunta as’, ŇŔMira, porque en el d’a de las madres, normalmente se honran a las madres, por toda su dedicaci—n, y su sacrificio, su paciencia.  Pero en el d’a de los padres, nosotros, casi siempre estamos golpeados o criticados por los que no estamos haciendo?Ó.

 

Respuesta: Bueno, estoy enterado de la tendencia, y no

es mi intenci—n venir con puras criticas. Pero un poco de exhortaci—n es inevitable.

 

Como cabeza de la familia Cristiana, tu posici—n, hermano, es tan importante, tan critico para la iglesia y para la sociedad, que un poco de direcci—n es inevitable.

 

1) Gobernador

 

El padre maduro en la fe, sabe como ejercer cierta autoridad.  Y ha recibido esa autoridad directamente de Dios.

 

Efesios 6:1-3  Hijos, obedeced en el Se–or a vuestros

padres, porque esto es justo.  Honra a tu

padre y a tu madre, que es el primer

mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.

 

Los hijos est‡n ordenados a obedecer a sus padres, y las hermanas est‡n ordenadas a sujetar se a la autoridad de sus esposos.

 

Hermano, Dios te ha puesto en una posici—n de autoridad, y tu puedes aprender c—mo ejercer esa autoridad, porque tienes a Cristo dentro de tu ser, la esperanza de gloria.

 

Y nosotros, los del liderazgo de la iglesia estamos aqu’ para ayudar te a llegar a la madurez espiritual, en tiempo, para ejercer toda esa autoridad de la manera mas sabia y de la manera mas amorosa que sea posible.

Y cuando hablan, en otra parte, del liderazgo en la iglesia, y de sus calificaciones, este punto est‡ declarado muy claramente.

 

1 Timoteo 3:4-5 Que gobierne bien su casa, que tenga a

sus hijos en sujeci—n con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, Ŕc—mo cuidar‡ de la iglesia de Dios?).

 

Hermano, tu eres el gobernador de tu casa.  Y esto es algo que puedes hacer.  No porque eres muy fuerte, no porque eres muy inteligente, sino porque tienes a Cristo, viviendo en tu ser, la esperanza de gloria.

 

Esto siempre ha sido la realidad, aun en el testamento antiguo.  ŔAbraham era un gran hombre de fe, y que dijo Dios de Žl?

 

GŽnesis 18:19  Porque yo sŽ que mandar‡ a sus hijos y a su

casa despuŽs de s’, que guarden el camino de Jehov‡, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehov‡ sobre Abraham lo que ha hablado acerca de Žl.

 

Hermano, tu puedes hacer el mismo.  Dios te ha dado la autoridad, y Cristo, dentro de ti, es el poder.

 

JosuŽ era otro que entend’a todo esto.

 

JosuŽ 24:15    Y si mal os parece servir a Jehov‡, escogeos

hoy a quiŽn sirv‡is; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del r’o, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habit‡is; pero yo y mi casa serviremos a Jehov‡.

 

JosuŽ pudo hablar con esa autoridad, representando a toda su familia, porque JosuŽ ha llegado a la madurez espiritual.  Y hermano, estamos aqu’ para ayudar te a ti, a llegar a la misma madurez, porque tu oficio como padre, es as’ de importante.

 

2) Protector

 

El padre maduro, tambiŽn es el protector de la familia.  Damos gracia a Dios de estamos en un pa’s, en una ‡rea en donde la delincuencia no es tan severa. 

Pero aqu’, en el condado de Orange, los ataques del enemigo son mas sutiles.

 

El padre maduro sabr‡ quienes son los amigos de sus hijos de sus j—venes.  Sabr‡ a donde van, y con quien, y a que hora de la noche regresan.

 

Y el padre maduro sabr‡ quŽ son los peligros posibles usando el Internet, y los telŽfonos modernos.

 

Es mas, si sus hijos tienen que asistir a las escuelas del gobierno, el padre maduro estar‡ enterado de los peores errores, y de las filosof’as huecas que han destruido la fe de muchos ni–os Cristianos.

 

Cerca del mismo contexto de nuestro pasaje, unos versos mas adelante diceÉ

 

Colosenses 2:8 Mirad que nadie os enga–e por medio de

filosof’as y huecas sutilezas, segśn las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no segśn Cristo.

 

Objeci—n: Tal vez un hermano escuchando todo esto va a

pensar, ŇŔPero c—mo voy a enterarme de todo esto, y analizar y refutar las sutilezas de las escuelas del gobierno.  No te des cuenta de que apenas estoy aprendiendo a hablar bien el Ingles?Ó

 

Respuesta: Si, si hermano, estamos enterados de todo

esto, y sin embargo, estamos esperando mucho de ti, porque tienes poderes sobrenaturales operando dentro de tu ser. Otra vez nuestro texto.

 

Colosenses 1:26-29   El misterio que hab’a estado oculto

desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos,

a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria,

 

a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y ense–ando a todo hombre en toda sabidur’a, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesśs a todo hombre;

 

para lo cual tambiŽn trabajo, luchando segśn la potencia de Žl, la cual actśa poderosamente en m’.

 

Y hermano, si en estŽ mensaje de hoy, el diablo quiere susurrar en tu oreja con palabras como, ŇTu no puedes hacer esto, dile de una vez, ÁPero no Puedo!Ó.

 

Quiero que respondes a esa g‡rgola de la maldadÉ

 

Filipenses 4:13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

 

3) Proveedor

 

Bueno normalmente los padres trabajan y producen los ingresos de la familia, aunque hoy en d’a las hermanas pueden ganar mucho.

 

Pero existan otras maneras en que la cabeza de la familia tiene que proveer.

 

Hermano, tu eres la persona que tiene que guiar a tu familia espiritualmente.  Toca a te instruir, guiar a los ni–os en el camino recto.

 

Efesios 6:4    Y vosotros, padres, no provoquŽis a ira a

vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestaci—n del Se–or.

 

El padre maduro, dar‡ el tiempo necesario, para contestar preguntas, ense–ar doctrinas, y corregir y hasta amonestar.

 

Y hay otras cosas que el padre maduro sabr‡ proveer.

 

A veces hay muchachas en este pa’s, que sientan muy lejos de sus padres, porque sus padres siempre est‡n ocupados en sus negocios.  Est‡n lejos, de sus hijas.

 

Y por esto, estas muchachas buscan, ha veces, su cari–o con muchachos de su edad, o hasta con otros hombres, que se fijan en ellas.

 

Y muchas veces los muchachos o hasta los hombres se aprovechan de ellas, y puede ser terrible.

 

El padre maduro sabr‡ que su hija, o sus hijas tienen necesidades verdaderas, y hablar‡ con ellas, dando les un abrazo a cada cuando.

 

El padre maduro estar‡ gran parte de la vida de su hija, siempre dispuesto a escuchar de sus angustias, hasta llevar la a diferentes lugares, mostrando siempre que tiene un gran interŽs en ella.

 

Algo extra–o pas— en la graduaci—n de una escuela secundaria, Cristiana.  A veces se pidan a un estudiante excepcional a presentar un discurso como parte de la ceremonia de la graduaci—n.

 

Y esta vez era una hermana, muy lista, muy saludable, espiralmente hablando.  Y esa hermanita sorprendi— a todos, y casi se llevaba la gente a las lagrimas.

 

Ella dijo, ŇBueno a mi me encanta los muchachos.  Me encanta salir con ellos a un restaurante para comer y charlar.  Pero en estos momentos de mi vida estoy muy ocupada en otras cosas.  Es mas, recibo todo el cari–o que necesito, de parte de mi pap‡Ó.   pausa

 

Hermano, te aseguro, que ese pap‡, era un padre maduro.

 

4) Ejemplo

 

Hermano, cuando tu hija, tu hijo se salgan para casar se, se van a llevar a su matrimonio, mucha informaci—n que han aprendido de ti.

 

Y no solamente van a llevar a su nueva familia lo que ha salido de tu boca, sino que se van a llevar, lo bueno o el malo de lo que ha salido de tu ejemplo.         

 

ŔEst‡s viviendo como un enoj—n, una persona de poca paciencia, una persona que no puede escuchar a otro, ni responder en amor?  Si es as’, todo esto est‡ d’a a d’a programado se en las mentes de tus hijos, para caer sobre tus nietos.

 

Hermano, lo que Cristo dijo de todos nosotros es especialmente verdadero para ti.

 

Mateo 5:13-16  Vosotros sois la sal de la tierra; pero si

la sal se desvaneciere, Ŕcon quŽ ser‡ salada? No sirve m‡s para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.

 

Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.

 

Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que est‡n en casa.

As’ alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que est‡ en los cielos.

 

Algunos, leyendo esto responden diciendo, ŇAh, ya lo se que debo de vivir como la sal y la luz del mundo.Ó

 

Pero hermano, esto no es lo que dice, no est‡ hablando de tus deberes, sino que est‡ hablando de tu identidad.  Tu eres la sal de tu familia, tu eres la luz de tu hogar.

 

Y puedes brillar con eficacia, porque tienes morando dentro de tu ser, la luz verdadera.  Como la luna solamente brilla reflejando la luz del sol, tu tambiŽn vas brillar, reflejando la luz del hijo de Dios.

 

Otra vez nuestro texto.

 

Colosenses 1:26-29   El misterio que hab’a estado oculto

desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos,

a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria,

 

a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y ense–ando a todo hombre en toda sabidur’a, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesśs a todo hombre;

para lo cual tambiŽn trabajo, luchando segśn la potencia de Žl, la cual actśa poderosamente en m’.

 

------------------------ Conclusi—n -----------------------

 

Hermanos, estamos aqu’, el pastor, los ancianos, lo di‡conos, para ayudar te a crecer r‡pidamente, a la madurez espiritual.

 

Y esperamos grandes resultados con cado uno de ustedes, no porque nosotros somos muy capaces, no porque tu eres una persona muy lista y dispuesto a aprender lo que sea.

 

Esperamos grandes cosas de ti, porque dentro de tu ser es Cristo, la esperanza de gloria.

 

 

No estamos esperando grandes resultados por medio de obras humanas, sino que estamos esperando algo sobrenatural, que viene del poder de Dios.

 

Y hermano, si esto es tu deseo, crecer a la madurez espiritual, r‡pidamente, mientras sus hijos aun son j—venes, y no es muy tarde ya.

 

Si tu quieres vivir como el padre maduro, para funcionar en tu hogar como Gobernador, como Protector, como Proveedor, de mas de dinero, y como Ejemplo, ejemplo bueno, que tus hijos jam‡s van a olvidar, entonces puedes pasar al frente, y queremos orar para ti.

 

Vamos a orar