3 de junio de 17
Subestimando El
Impacto Del Pecado
G‡latas 6:7-8
Vivimos en un mundo ingenuo, que realmente es ignorante del poder
destructivo del pecado. Muchos
juegan con la inmoralidad sexual, la perversidad, la desobediencia a los
padres, la pornograf’a, las hechicer’as y las brujer’as, el odio, y la falta
del perd—n.
En su ignorancia, y en su necedad, muchos juegan con todas estas
iniquidades, sin pensar en las grandes consecuencias que se pueden desencadenar.
Como siervo del Dios omnipotente, es mi obligaci—n, iluminar te un
poco sobre el fuego con que est‡s jugando.
G‡latas 6:7-8 No os
enga–Žis; Dios no puede ser burlado:
pues todo lo que el hombre sembrare, eso tambiŽn segar‡. Porque el que siembra para su carne, de
la carne segar‡ corrupci—n; mas el que siembra para el Esp’ritu, del Esp’ritu
segar‡ vida eterna.
1) Como tu pecado puede impactar a tus
hijos, o hasta tus
nietos.
Los que conocen las santas Escrituras saben que los pecados de los
padres pueden dejar efectos muy negativos sobre sus hijos.
ƒxodo 20:5 No te inclinar‡s a
ellas ni las honrar‡s,
porque yo soy Jehov‡, tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de
los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generaci—n de los que me
aborrecen.
Si tu, amigo, tienes cualquier forma de idolatr’a en tu vida, Dios ha
anunciado, Dios ha prometido que est‡s arrastrando a tus hijos en las
consecuencias, y en el castigo, hasta por generaciones. Es muy claro en la ley de Dios.
Si tu ’dolo es el dinero, el poder, el sexo o un vicio, no importa,
tus hijos, tus nietos, y hasta tus bisnietos pueden estar severamente
impactados, aun si vivan en otro pa’s.
Si uno duda del impacto de los pecados de los padres sobre sus hijos,
solamente tienes que pensar en lo que pas— con Eva cuando estaba enga–ada por
la Serpiente.
GŽnesis 3:16 A la
mujer dijo: MultiplicarŽ en gran manera
los dolores en tus pre–eces; con dolor dar‡s a luz los hijos; y tu
deseo ser‡ para tu marido, y Žl se ense–orear‡ de ti.
Esto no solamente afectaba a Eva, sino tambiŽn se pas— a sus hijas,
hasta el d’a de hoy, en que muchas mujeres tienen problemas con sus embarazos.
Cuando NoŽ, despuŽs del gran diluvio, se emborrach— equivocadamente,
uno de sus hijos le falt— respeto, y por lo tanto se ca’a bajo la medici—n de
su padre.
GŽnesis 9:24-25 Y despert— NoŽ de su
embriaguez, y supo
lo que le hab’a hecho su hijo m‡s joven, y dijo: Maldito sea Cana‡n;
Siervo de siervos ser‡ a sus hermanos.
Y esa maldici—n impactaba una naci—n entera. As’ que, mi amigo, el pecado puede ser much’simo mas
peligroso que tu has imaginado.
G‡latas 6:7-8 No os
enga–Žis; Dios no puede ser burlado:
pues todo lo que el hombre sembrare, eso tambiŽn segar‡. Porque el que siembra para su carne, de
la carne segar‡ corrupci—n; mas el que siembra para el Esp’ritu, del Esp’ritu
segar‡ vida eterna.
Amigo, no es tan extra–o, que los hijos sientan el impacto de los
pecados de sus padres. ÀCuantos
hijos de padres alcoh—licos o los que son viciados por drogas, o que pasan
mucho tiempo en la c‡rcel pueden sufrir, por lo que no era su culpa.
Cuantos hijos nazcan con el impacto de la coca’na porque sus madres
eran esclavas de la droga, o se nazcan con el SIDA, porque su madre viv’a una
vida de inmoralidad.
Antes de destruir a tu propio futuro, con el pecado, con la rebeli—n
en contra de tu Dios, con tu servicio al diablo y ha sus demonios, piensa por
un momento, sobre c—mo esto puede afectar a tus hijos, tus nietos, tus
bisnietos.
2) Como puede abrir tu vida, al
control de los esp’ritus
malignos.
Amigo, en todas las iglesias, en nuestros tiempos, estamos viendo mas
y mas personas, que est‡n oprimidas por diferentes esp’ritus malignos.
Un esp’ritu sucio, no puede dominar a un hermano que est‡ caminando en
el Esp’ritu, bajo el perd—n de su Dios, y siempre pidiendo perd—n por sus
errores. Como dice en el Padre
Nuestro.
Mateo 6:12 Y perd—nanos nuestras
deudas, como
tambiŽn nosotros hemos perdonado a
nuestros
deudores.
Y mas tarde diceÉ
Mateo 6:14-15 Porque si
perdon‡is a los hombres sus
transgresiones, tambiŽn vuestro Padre celestial os perdonar‡ a
vosotros. Pero si no perdon‡is a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonar‡
vuestras transgresiones.
Pero mi amigo, si tu vives en los pleitos, en la amargura, no
perdonado, los esp’ritus malos pueden tomar ventaja de la invitaci—n que tu
estas mandando les.
Efesios 4:26-27 Airaos, pero no
pequŽis; no se ponga el
sol sobre vuestro enojo, ni
deis lugar
al diablo.
El diablo una vez tomando este lugar ofrecido, se puede, poco a poco
formar su fortaleza en ti, dejando te cada vez mas bajo sus influencias, y
hasta bajo su control.
Y esto es solamente por la falta del perd—n. Pero es aun peor, cuando hablamos de la brujer’a, el espiritismo
la adivinaci—n, y toda forma de hechicer’a.
Estas son las formas mas comunes en que la gente ignorante de las
escrituras, se abran al control de los demonios. Pero es unas de las peores maneras de provocar la ira y el
furor de Dios.
Si has ca’do bajo esa trampa, amigo, se–ora, queremos orar para
ti. Porque dice en las santas
escriturasÉ
Lev’tico 20:6 Y la persona
que atendiere a encantadores o
adivinos, para prostituirse tras de ellos, yo pondrŽ mi rostro contra
la tal persona, y la cortarŽ de entre su pueblo.
No te enga–es amigo, no te puedes jugar con estas ofensas y salir con
impunidad.
G‡latas 6:7-8 No os
enga–Žis; Dios no puede ser burlado:
pues todo lo que el hombre sembrare, eso tambiŽn segar‡. Porque el que siembra para su carne, de
la carne segar‡ corrupci—n; mas el que siembra para el Esp’ritu, del Esp’ritu
segar‡ vida eterna.
Deuteronomio 18:10-11 No
sea hallado en ti quien haga
pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique
adivinaci—n, ni agorero, ni sort’lego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino,
ni mago, ni quien consulte a los muertos.
Amigo, Se–ora, antes de jugar con ese fuego, piensa en lo que est‡s
haciendo a ti mismo, a tus hijos y hasta ha tus nietos.
Lev’tico 19:26 No comerŽis cosa
alguna con sangre.
No serŽis agoreros, ni adivinos.
ƒxodo 22:18 A
la hechicera no dejar‡s que viva.
Isa’as 8:19-20 Y si os dijeren:
Preguntad a los
encantadores y a los adivinos, que susurran hablando, responded: ÀNo
consultar‡ el pueblo a su Dios? ÀConsultar‡ a los muertos por los vivos? !!A la ley y al testimonio! Si no
dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido.
Todo esto es sumamente peligroso, pero esto no es todo. Cuando te juegues con cualquier forma
de vicio, sea de la droga, sea de las bebidas fuertes, sea de la pornograf’a,
est‡s abriendo tu vida a los esp’ritus malvados que pueden destruir a ti o
hasta a tu hogar.
PiŽnsalo amigo, el pecado pude ser mucho mas peligroso que jam‡s has
imagino, y no tiene sentido alguno, subestimar
su impacto.
G‡latas 6:7-8 No os
enga–Žis; Dios no puede ser burlado:
pues todo lo que el hombre sembrare, eso tambiŽn segar‡. Porque el que siembra para su carne, de
la carne segar‡ corrupci—n; mas el que siembra para el Esp’ritu, del Esp’ritu
segar‡ vida eterna.
Y solamente tengo un punto mas, pero es el punto peor.
3) Como el pecado habituado puede no
solamente arruinar tu
vida presente, sino que puede arrastrar te tambiŽn a
una
eternidad en el infierno.
Amigo, se–ora, joven, si no tienes el Esp’ritu Santo de Dios viviendo
en tu ser, si no est‡s caminando el en perd—n comprado por la Sangre de Cristo
Jesœs, no solamente est‡ en juego el bienestar de tus hijos, o el riesgo de
tener los demonios buscando entrada en tu vida y control sobre tu mente, sino
que est‡s arriesgando una eternidad de tormento inaguantable, en el lago de
fuego.
Cristo dijo a los que prefieren vivir ya, cerca de los demonios.
Mateo 25:41 Apartaos
de m’, malditos, al fuego eterno
preparado para el diablo y sus
‡ngeles.
Tu puede despreciar la misericordia del Salvador ahora, diciendo que
no quieres el Se–or en tu vida, pero llegando al d’a del juicio, Žl puede
anunciar el mismo a ti.
Mateo 25:41 Apartaos
de m’, malditos, al fuego eterno
preparado para el diablo y sus
‡ngeles.
Y si tu vida es un mal ejemplo a los que vivan cerca de ti, por tu
falta de perd—n, por tus vicios, o por tu juego con el ocultismo, las
consecuencias pueden estar insoportable.
Marcos 9:42-48 Cualquiera que
haga tropezar a uno de estos peque–itos que creen en m’, mejor le fuera si se
le atase una piedra de molino al cuello, y se le arrojase en el mar.
Si tu mano te fuere ocasi—n de caer, c—rtala; mejor te es entrar en la
vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser
apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.
Y si tu pie te fuere ocasi—n de caer, c—rtalo; mejor te es entrar a la
vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no
puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se
apaga.
Y si tu ojo te fuere ocasi—n de caer, s‡calo; mejor te es entrar en el
reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno, donde
el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.
ÁAmigo, no juegues con el pecado! No subestimas su impacto!. Piensa en tu hijos, piensa en
tu libertad de controlar tu propia vida, piensa en lo que va a pasar contigo
despuŽs de la muerte.
Hebreos 9:27 Est‡
establecido para los hombres que mueran
una sola vez, y despuŽs de esto el
juicio,
Y el juicio para el no convertido puede estar bien severo.
Apocalipsis 21:8 Pero
los cobardes e incrŽdulos, los
abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los id—latras y
todos los mentirosos tendr‡n su parte en el lago que arde con fuego y azufre,
que es la muerte segunda.
G‡latas 6:7-8 No os
enga–Žis; Dios no puede ser burlado:
pues todo lo que el hombre sembrare, eso tambiŽn segar‡. Porque el que siembra para su carne, de
la carne segar‡ corrupci—n; mas el que siembra para el Esp’ritu, del Esp’ritu
segar‡ vida eterna.
Pero amigo, si quieres escapar de las cadenas del pecado, estamos aqu’
para ti, para ayudar te a encontrar tu libertad en Cristo y guiar te en empezar
una vida nueva, libre, gozando de la luz de Cristo.
Romanos 5:6-8 Porque
Cristo, cuando aœn Žramos dŽbiles, a
su tiempo muri— por los imp’os.
Ciertamente, apenas morir‡ alguno por un justo; con todo, pudiera ser que
alguno osara morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en
que siendo aœn pecadores, Cristo muri— por nosotros.
ÁAmen!