9 de junio de 17

Encontrando El Tesoro

 Proverbios 4:1-27

 

Los jud’os son un pueblo sumamente antiguo, y han prosperado en casi todos los pa’ses del mundo.  Muchos son abogados famosos, otros mŽdicos, cient’ficos, due–os de grandes negocios, o de equipos famosos de deportes.

 

ŔPero c—mo es posible que un grupo pudo ser tan triunfante en tantas ‡reas de la cultura y de la econom’a, levantando empresas y maravillas financieras?

 

Unas de las razones es la manera en que preparen a sus hijos.  ÁAlgunos han ense–ado que si no te preparas bien a tu hijo para un buen trabajo, entonces est‡n ense–ando lo a robar!

 

Y nosotros, los Cristianos, tenemos que reconocer que algo del gran tesoro de la cultura jud’a ha ca’do a nosotros en forma de las Santas Escrituras.

 

Porque hermanos, tenemos que reconocer que no solamente los Cristianos estudian a los proverbios, sino que los jud’os tambiŽn, y en la cultura de ellos, es normal implementar aspectos de esa sabidur’a divina en sus vidas.

 

1) O’d, hijos, la ense–anza de un padre, y estad atentos, para que conozc‡is cordura.

Se ve que es algo completamente normal, algo esperado, que los padres instruyen a sus hijos en lo b‡sico de la vida.

 

En nuestra cultura, a veces se consideran a un padre que actualmente est‡ dedicando tiempo a su hijo, que es un milagro o algo bien extraordinario.

 

Pero no en las culturas antiguas, conocidas por el cuidado de sus hijos.

 

Los j—venes, de otra manera pueden entrar en el mundo como ingenuos, blancos f‡ciles para todos que quieren aprovechar de ellos.

 

Pero en amor, un buen padre empleaba todos sus talentos, gran parte de su tiempo, y su creatividad para comunicar su conocimiento de la vida, a sus seres queridos, antes que se salgan, cayendo en las garras del mundo, de la carne, y del diablo.

2) Porque os doy buena ense–anza; no desamparŽis mi ley.

 

Varias veces ya, la instrucci—n de los padres ha sido presentado como una ley.  Y aqu’ ŇleyÓ es mas que una lista de mandamientos, sino que es un cuerpo entero de entendimiento, acumulado, y comunicado para no solamente sobrevivir en este mundo, sino para prosperar.

 

Y la verdad B’blica, nos revela que una vida exitosa siempre va a incluir la sabidur’a divina.  Cualquier criminal puede acumular algo de dinero, pero viviendo bajo la maldici—n, sus tesoros siempre est‡n inseguros.

 

Esto aprendimos en el capitulo anterior.

 

Proverbios 3:32-33   Porque Jehov‡ abomina al perverso;

Mas su comuni—n ’ntima es con los justos.

La maldici—n de Jehov‡ est‡ en la casa del imp’o, Pero bendecir‡ la morada de los justos.

 

3-4) Porque yo tambiŽn fui hijo de mi padre, delicado y śnico delante de mi madre.  Y Žl me ense–aba, y me dec’a: Retenga tu coraz—n mis razones, guarda mis mandamientos, y vivir‡s.

 

Se ve aqu’ que Salom—n no era el primero que dedicaba tiempo valiosa a la instrucci—n, sino que David hizo el mismo con Žl.

 

Como dije, esto era una gran tradici—n entre los jud’os, y hasta la fecha se ve que ellos han continuado.

 

Desde el tiempo de MoisŽs, saliendo de Egipto, las Santas Escrituras mandaban esto.

 

Deuteronomio 6:5-7   Y amar‡s a Jehov‡ tu Dios de todo tu

coraz—n, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.

 

Y estas palabras que yo te mando hoy, estar‡n sobre tu coraz—n; y las repetir‡s a tus hijos, y hablar‡s de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.

 

Amando al Se–or, y a sus hijos, los hombres aprovecharon su tiempo personal en sus estudios de la palabra.

 

Muchos hoy en d’a est‡n mas ocupados en asuntos de la televisi—n, o los deportes, o de otros asuntos, y realmente no vean la sabidur’a divina como algo digno de un estudio profundo.

 

Y claro, si el padre no ha preparado a si mismo, es muy dudable que se puede preparar a sus hijos.

 

5-6) Adquiere sabidur’a, adquiere inteligencia; no te olvides ni te apartes de las razones de mi boca; No la dejes, y ella te guardar‡; ‡mala, y te conservar‡.

 

Ahora otra vez la sabidur’a est‡ presentada, metaf—ricamente, como una mujer, una reina o sea una princesa, que es sumamente valiosa y atractiva.

 

Y es una princesa, digna de nuestra atenci—n constante.

 

No es algo que te aprendes de una vez, y despuŽs dices, ŇÁAh! ya la tengo, y ahora puedo regresar a mis otros asuntos interesante, as’ que prenda me por favor la televisi—nÓ.

 

No, esto no es el punto, sino que la sabidur’a est‡ presentada en este capitulo como algo de m‡xima prioridad.

 

7) Sabidur’a ante todo; adquiere sabidur’a; y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia.

 

Salom—n en este libro, y realmente, el Esp’ritu Santo de Dios, detr‡s de todo esto, est‡ presentando, a un joven ingenuo, la prioridad suprema de la sabidur’a divina.

 

Es que Dios nos ha dado las herramientas necesarias para vivir una vida libre de las trampas del diablo, y llenas del

 dominio y Žxito, y dominio propio, pero es nuestra responsabilidad agarrar a estas herramientas y empezar a construir.

 

8) EngrandŽcela, y ella te engrandecer‡; ella te honrar‡, cuando tś la hayas abrazado.

En diferentes culturas, la gente de negocios han tenido dichos diciendo Ň!Cuida de tu negocio, y tu negocio te cuidar‡ de ti!Ó

 

Y es algo semejante aqu’.  Establezca la sabidur’a como la gran actividad en tu vida, una actividad urgente para todos en la casa.

 

 

Y cuando tu has honrando a ella as’, entonces ella va a honrar a ti, de manera incomprensible.

 

9) Adorno de gracia dar‡ a tu cabeza; corona de hermosura te entregar‡.

 

Estudiando la, vas a vivir una vida en que todo el mundo sabr‡ que eres una persona seria, con que se puede confiar cualquier cosa o asunto.

 

En el trabajo, si trabajas para otros, los jefes siempre desearan poner te en cargo de mas, como JosŽ, en Egipto que fue levantado mas y mas hasta que estaba dirigiendo casi todo el pa’s. 

 

Algo semejante pas— con Daniel, y hasta Mardoqueo, en el libro de Ester.

 

O en tu propio negocio, tendr‡s el respeto, y por lo tanto el dinero de tus clientes.

 

10) Oye, hijo m’o, y recibe mis razones, y se te multiplicar‡n a–os de vida.

 

Y como hemos visto, no estamos solamente hablando de asuntos econ—micos, sino de la salud.  Caminando cerca de Dios, conociendo la mente de Dios, no vas a vivir con los mismos niveles de estrŽs o de angustia.

 

Tampoco vas a vivir en temor como la gran mayor’a de los mundanos.  Tampoco luchar‡s con los afectos de los vicios, que matan a millones, o el suicidio que es ahora cada vez mas comśn. 

 

Los que quitan sus propias vidas, normalmente escuchan voces  o sugerencias, y en su ignorancia, no saben que todo esto viene del diablo.  La ignorancia puede estar sumamente costoso.

 

Como vimos en el libro deÉ

 

Oseas 4:6 Mi pueblo fue destruido, porque le falt—

conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echarŽ del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, tambiŽn yo me olvidarŽ de tus hijos.

 

Familias enteras, se caigan en la miseria, por la falta, simple, de sabidur’a.  Es que jam‡s fue una prioridad para ellos.  Siempre ten’an otras cosas mas importantes para ocupar su tiempo.

 

11) Por el camino de la sabidur’a te he encaminado, y por veredas derechas te he hecho andar.  Cuando anduvieres, no se estrechar‡n tus pasos, y si corrieres, no tropezar‡s.

 

Para muchos hoy en d’a, no es f‡cil, tener una direcci—n clara en su vida a donde van.  No est‡n claros sus metas.

 

Empiezan una cosa, tal vez con algo de estudio, y despuŽs se cambian r‡pidamente a otra.

 

A veces hasta los que llegan a la universidad, no saben a lo que realmente quieren estudiar. 

 

Y si la cultura all‡ est‡ muy depravada, se pueden caer r‡pidamente en toda forma de inmoralidad, de perversidad, y hasta del juego con los vicios.

 

Es como que no tienen direcci—n en sus vidas.  Yo conozco j—venes que ya han graduado de la universidad, pero han estudiado temas por los cuales realmente no hay demanda en el mercado, y por lo tanto tienen que trabajar en lo que pueden encontrar, para pagar sus deudas enormes que han contratado para unos estudios inśtiles.

 

En una familia en que la sabidur’a divina siempre ha sido una prioridad, estas cosas simplemente no pasan.  El tiempo est‡ considerado como valioso, y antes de considerar deudas grandes hay mucha oraci—n y investigaci—n.

 

13) RetŽn el consejo, no lo dejes; gu‡rdalo, porque eso es tu vida.

Aqu’ hay mucha repetici—n.  Una y otra vez, tal vez con expresiones diferentes, Salom—n presentaba la prioridad del consejo sabio.

 

Es que Salom—n sabia que aunque era un hombre bien rico, su tesoro mas valioso, sobre todo, era su sabidur’a.

 

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Bueno, ya que ha presentado el tesoro que es la sabidur’a divina, Salom—n va a presentar unas amonestaciones, sabias, de c—mo evitar los desastres.

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14) No entres por la vereda de los imp’os, ni vayas por el camino de los malos.

 

Hemos visto algo semejante antes, pero los j—venes f‡cilmente, deseando estar aceptados por los de su edad, pueden caer en el grupo equivocado.

 

Y caiga al padre de la familia, hablar de estos peligros.

En los casos severos, cuando el padre est‡ f’sicamente o espiritualmente ausente, lastimosamente las madres tienen que hacer todo esto.

 

ŔQue quiero decir con esto de un padre que est‡ espiritualmente ausente?

 

Es que hay padres, hasta en las iglesias, que aunque est‡n con sus familias, vivan vidas muy pasivas en todos estos asuntos y no entiendan sus responsabilidades de ense–ar.

 

O est‡n ausentes, en el sof‡, mirando horas y horas de televisi—n, o est‡n casi siempre lejos de la casa en un sin fin de trabajos.

 

Pero es evidente que no conocen la prioridad de la sabidur’a divina, ni para ellos, ni tampoco para sus hijos.  Y cuando esto pasa no es sorprendente que la gran, gran mayor’a de los j—venes abandonan a la fe, lo mas pronto posible.

 

14) No entres por la vereda de los imp’os, ni vayas por el camino de los malos.  DŽjala, no pases por ella; ap‡rtate de ella, pasa.

 

Cuando los hijos no han recibido la instrucci—n de un padre sabio, el camino de los imp’os puede aparecer para ellos, el camino mas atractivo, lo fascinante.

 

Y otra vez Dios puede decir, Mi pueblo fue destruido, porque le falt— conocimiento.

 

16-17) Porque no duermen ellos si no han hecho mal, y pierden el sue–o si no han hecho caer a alguno.  Porque comen pan de maldad, y beben vino de robos; mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el d’a es perfecto.

 

Los j—venes tienen que saber que existen hombres malvados, mujeres sin escrśpulos que vivan para aprovechar de otros.

 

En muchas filosof’as modernas se proclaman que los malvados no existan.  Que los que parecen malvados simplemente son victimas de una sociedad que ha fallado en su responsabilidad.

 

Pero eso es pura mentira del diablo.  Los malvado s’ existan y los j—venes tienen que saber que son peligrosos. 

 

Los j—venes tienen que entender que si se vayan a las universidades o cuando se salgan al trabajo, que est‡n entrando en una guerra espiritual, en que el diablo tiene a ellos en su vista, tratando de encontrar una manera de derrotar los.

 

1 Pedro 5:8-9  Sed sobrios, y velad; porque vuestro

adversario el diablo, como le—n rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.

 

19) El camino de los imp’os es como la oscuridad; no saben en quŽ tropiezan.

 

Es que los imp’os ya han cre’do un mont—n de las mentir’as, de los enga–os del diablo.  Es que ya no pueden distinguir entre la luz y las tinieblas.

 

Creen autom‡ticamente en la homosexualidad, en los que desean cambiar su identidad sexual, u otro sin fin de barbaridades.

 

La sociedad ahora est‡ tan corrupta que ahora los padres tienen que instruir mucho mas que antes.  pausa

 

Pero en muchos caso esto no est‡ pasando, y nosotros podemos observar con tristeza, las grandes cantidades de j—venes ca’dos, de una manera u otra en las garras del enemigo.

 

20-22) Hijo m’o, est‡ atento a mis palabras; inclina tu o’do a mis razones.  No se aparten de tus ojos; gu‡rdalas en medio de tu coraz—n; Porque son vida a los que las hallan, y medicina a todo su cuerpo.

 

Los padres que entiendan esto, saben c—mo aprovechar del tiempo en el d’a malo.

 

 

 

Efesios 5:14-16 Por lo cual dice:

                     DespiŽrtate, tś que duermes,

                     Y lev‡ntate de los muertos,

                     Y te alumbrar‡ Cristo.

 

                     Mirad, pues, con diligencia c—mo andŽis,

no como necios sino como sabios,  aprovechando bien el tiempo, porque los d’as son malos.

 

23) Sobre toda cosa guardada, guarda tu coraz—n; porque de Žl mana la vida.

 

Esto es un verso bastante famoso.  Cristo ense–— que una persona sin instrucci—n, sin fe, puede tener un coraz—n que es una fuente de corrupci—n y de contaminaci—n.

 

Mateo 15:18-20 Pero lo que sale de la boca, del coraz—n sale;

y esto contamina al hombre.  Porque del coraz—n salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.  Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre.

 

Por esto, hay que guardar el coraz—n, de programas perversas de la televisi—n, de la pornograf’a, de expresiones vulgares.

Hay que guardar el coraz—n de un sin fin de horas gastadas en el Face Book charlando con los incredulos de cosas que no tienen importancia.

 

Tienes que entender que, como Cristiano, como hijo de Dios, como persona redimida en Cristo, tienes un enemigo feroz, que tiene un ejercito de demonios tratando de buscar maneras en que se pueden arruinar a tu vida, o la de tus hijos.

 

Tu tienes todas la armas necesarias, y esto es otro tema, pero tu tienes todo lo que necesitas para resistir y triunfar.  La pregunta es si vas a aprovechar de la armadura, y los medios que Dios te ha dado para vivir en la libertad y la victoria.

 

Santiago 4:7   Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo,

               y huir‡ de vosotros.

 

 

 

Objeci—n: Tal vez alguien est‡ pensando, ŇHay hermano,

pastor, todo esto est‡ muy interesante, pero yo soy demasiado ocupado en otras cosas para dedicar me a esto.Ó

 

Respuesta: En todo amor, tengo que decir te, que si esto

               es tu respuesta a Salom—n y su llamada a la

               sabidur’a, que realmente es una llamada de

               Dios.

 

Pero si esto es tu conclusi—n, que est‡s ya muy    ocupado, pausa, es muy probable que vas a

     sufrir, tu y tu familia, y ser‡ feo.

 

24) Aparta de ti la perversidad de la boca, y aleja de ti la iniquidad de los labios.

 

Es muy f‡cil.  Hay cosas que tenemos que evitar, y hay cosas a las cuales tenemos que atender.  Si el trabajo es todo para ti, y no tienes tiempo para instruir a tu familia, Salom—n tiene otra par‡bola para ti.

 

Proverbios 23:5 ŔHas de poner tus ojos en las riquezas,

siendo ningunas?  Porque se har‡n alas

Como alas de ‡guila, y volar‡n al cielo.

 

No olvides hermano, que la sabidur’a sabe como burlar y re’r a los que rechazan sus instrucciones, como hemos visto en...

 

Proverbios 1:24-26   Por cuanto llamŽ, y no quisisteis o’r,

Extend’ mi mano, y no hubo quien atendiese, sino que desechasteis todo consejo m’o y mi reprensi—n no quisisteis, tambiŽn yo me reirŽ en vuestra calamidad, y me burlarŽ cuando os viniere lo que temŽis;

 

La sabidur’a est‡ como una mujer bella, pero ella es como una espada de dos filos, puede bendecir te cuando la buscas, y puede burlar de te, cuando la rechaces.

 

25-27) Tus ojos miren lo recto, y dir’janse tus p‡rpados hacia lo que tienes delante.  Examina la senda de tus pies, y todos tus caminos sean rectos.  No te desv’es a la derecha ni a la izquierda; aparta tu pie del mal.

 

Como Cristianos, en el nuevo testamento, estamos llamados disc’pulos, o sea personas de disciplina. 

Y los que tomen en serio la disciplina de Cristo, ser‡n grandemente bendecidos en esta vida, y tambiŽn en la venidera.

 

------------------------- Conclusi—n ------------------------

EmpecŽ hablando de los jud’os, que han preservado por siglos toda esa sabidur’a para nosotros.  Sabidur’a de vida, y sabidur’a del alma.  Hasta Cristo Jesśs nos ense–aba que la salvaci—n viene de los jud’os.

 

Si es tu deseo, realmente avanzar en la sabidur’a divina, recibiendo todo lo que ella quiere otorgar te, puedes pasar en unos momentos, y oraremos para ti.

 

Vamos a Orar