2 de junio de 17
ŔPor QuŽ Tanto Estudio?
Proverbios 3:1-35
Para los que no conocen a Dios, mirando a nuestras
vidas, se pueden estar muy confundidos.
Puedan vernos, llegando a la iglesia, semana tras semana, mes tras mes,
a–o tras a–o, y siempre estudiando.
Siempre avanzando, profundizando nuestro concepto de Dios, y de sus
caminos.
Seria muy natural para ellos, un d’a, preguntar,
ŇŔPor quŽ tanto estudio? ÁEs que ya han estudiado ese libro por a–os!Ó.
ŇAlgunos van a retiros o hasta a conferencias, pero
sin embargo, regresan mas, y mas, siempre para estudiar.Ó pausa
Pero creo que el capitulo, que vamos a estudiar hoy,
puede realmente suplir la respuesta a esa pregunta.
1)
Hijo m’o, no te olvides de mi ley, y tu coraz—n guarde mis mandamientos;
Estamos instruidos, constantemente, no por un
hombre, sino por el Santo Esp’ritu de Dios, a–o tras a–o, porque es posible
olvidar algo de la gran sabidur’a que hemos recibido.
Y ya hemos considerado como esto actualmente pas—
con Salom—n, el autor humano de este libro, quien olvidando, se apart— del
camino de la sabidur’a por una temporada dolorosa de su vida.
2)
Porque largura de d’as y a–os de vida y paz te aumentar‡n.
Esto es otra respuesta r‡pida. No solamente estamos a–adiendo mas a–os
a la vida, sino que estamos a–adiendo mas vida a nuestros a–os.
3-4)
Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; atalas a tu cuello,
escr’belas en la tabla de tu coraz—n; Y hallar‡s gracia y buena opini—n ante
los ojos de Dios y de los hombres.
Vale la pena.
Vale la pena avanzar y hasta profundizar nuestros estudios divinos,
porque por medio de esa sabidur’a, podemos acabar no solamente con una buena reputaci—n
con los hombres, sino con una buena reputaci—n con Dios.
Y as’ era Cristo Jesśs, nuestro gran ejemplo.
Lucas 2:52 Y
Jesśs crec’a en sabidur’a y en estatura,
y en gracia para con Dios
y los hombres.
5)
F’ate de Jehov‡ de todo tu coraz—n, y no te apoyes en tu propia prudencia.
Esto es un gran golpe de humildad. ŔQue quiere decir esto? Es como que tenemos de vivir con una
opini—n baja, de nuestras propias opiniones.
Tenemos que vivir con una estimaci—n tan alta de la
Palabra de Dios, que acabamos dudando los impulsos de nuestros propios
corazones.
Esto es completamente opuesto a la manera en que los
mundanos vivan.
Proverbios 21:2 Todo
camino del hombre es recto en su
propia
opini—n; Pero Jehov‡ pesa los
corazones.
Es una humildad tremenda, profunda, dudar tanto en
el poder de tu propio coraz—n, pero como este libro dir‡ mas tardeÉ
Proverbios 28:26 El
que conf’a en su propio coraz—n es
necio;
Mas el que camina en sabidur’a
ser‡
librado.
Cuando Salom—n, mas tarde se confiaba en su propio
coraz—n, se ca’a, horriblemente, y el mismo pas— con su padre, David.
Pero esto no quier decir que todos tienen que caer
horriblemente. Muchos hermanos han
llegado al fin de sus d’as con testimonios excelentes, aunque jam‡s con testimonios
perfectos.
Y en realidad, cualquier hermano que realmente desea
aprender de esa sabidur’a, puede caminar en la libertad, y en la victoria. En fin, vale la pena.
5)
F’ate de Jehov‡ de todo tu coraz—n, y no te apoyes en tu propia prudencia.
Siempre habr‡ cosas, asuntos, eventos en la Biblia
que tu y yo no podemos entender completamente. ŔY?
De todos modos sigamos confiando, avanzando,
sirviendo, y sabemos que vale la pena, aun cuando no podemos entender todo.
6)
Recon—celo en todos tus caminos, y Žl enderezar‡ tus veredas.
Aun cuando hay aflicciones, perdidas en nuestras
vidas, enfermedades y persecuciones, el hijo sabio de Dios, dir‡, ŇDios sabe
porque necesito esto, y conf’o en que me Padre est‡ logrando algo provechoso
para miÓ.
ŇLo voy a reconocer, aun en mis sufrimientos, porque
en el fondo yo se, que vale la penaÓ.
Romanos 8:28 Y
sabemos que a los que aman a Dios, todas las
cosas les ayudan a bien,
esto es, a los que conforme a su prop—sito son llamados.
Tenemos promesas, y confiamos en esas promesas, y
que nuestro Padre sabe lo que hace.
7-8)
No seas sabio en tu propia opini—n; teme a Jehov‡, y ap‡rtate del mal; porque
ser‡ medicina a tu cuerpo, y refrigerio para tus huesos.
Ahora sabemos que todo esto no es solamente saludable
a nuestras almas, sino tambiŽn hay una promesa de su impacto sobre nuestros
cuerpos.
Viviendo cerca de Dios puede ser tu mejor medicina,
hasta controlando toda forma de estrŽs.
9)
Honra a Jehov‡ con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos;
Con esto los escŽpticos pueden realmente burlar, en
grande.
ŔNo me digas que despuŽs de dedicar tanto tiempo estudiando, que encima de esto van a
dedicar su dinero tambiŽn? pausa
Si, vamos a dedicar dinero tambiŽn, porque sabemos
que vale la pena.
10) Y
ser‡n llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosar‡n de mosto.
Hay muchos hermanos que pueden testificar de la
verdad de esto. Contribuyendo
regularmente, diezmando, haciendo contribuciones de dinero o de tiempo
trabajando, por ejemplo en la construcci—n o el mantenimiento de edificios del
reino de Dios, muchos han experimentado una prosperidad como la que est‡
prometida en el primer Salmo.
Salmos 1:3 Ser‡
como ‡rbol plantado junto a corrientes de
aguas, Que da su fruto en
su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperar‡.
En mi caso particular, no me quejo. No recibo salario por predicar, pero
tampoco condeno a los que ganan sus vidas predicando, es B’blico.
A veces he recibido un cheche predicando en otras
iglesias como invitado, pero no siempre.
Pero siempre he tenido todo lo que necesito,
econ—micamente. No tengo deudas,
somos due–os de neutra casa, y est‡ pagada.
Mi esposa y yo siempre hemos tenido la aseguranza,
medica y dental, y para los caros.
Dios tiene su manera de cuidar de sus siervos. Especialmente los que trabajan mucho en la palabra.
1 Timoteo 5:17 Los
ancianos que gobiernan bien, sean tenidos
por dignos de doble honor,
mayormente los que trabajan en predicar y ense–ar.
Cuando las iglesias no tienen los recursos, Dios
tiene sus maneras. Los misioneros
en muchos lados pueden decir el mismo.
A veces hay siervos que sufren, por un tiempo, pero esto tambiŽn tiene
su raz—n.
11)
No menosprecies, hijo m’o, el castigo de Jehov‡, ni te fatigues de su correcci—n;
porque Jehov‡ al que ama castiga, como el padre al hijo a quien quiere.
Y no toda forma de disciplina divina es consecuencia
de pecado, o de rebeli—n. JosŽ en
Egipto sufri— gravemente en su juventud, pero todo tenia su prop—sito. Dios estaba preparando lo para ser el
gobernador del imperio mas grande de su tiempo, durante un una temporada de
gran crisis.
Y conociendo la voluntad de Dios en todo esto, mas
tarde era f‡cil para el JosŽ, como gran Žxito del gobierno de Egipto, perdonar,
con todo su coraz—n, a sus hermanos por su mal trato.
GŽnesis 50:15-21 Viendo
los hermanos de JosŽ que su padre
era muerto, dijeron: Quiz‡
nos aborrecer‡ JosŽ, y nos dar‡ el pago de todo el mal que le hicimos.
Y enviaron a decir a JosŽ:
Tu padre mand— antes de su muerte, diciendo: As’ dirŽis a JosŽ: Te ruego que perdones ahora la maldad de
tus hermanos y su pecado, porque mal te trataron; por tanto, ahora te rogamos
que perdones la maldad de los siervos del Dios de tu padre. Y JosŽ llor—
mientras hablaban.
Vinieron tambiŽn sus
hermanos y se postraron delante de Žl, y dijeron: Henos aqu’ por siervos tuyos.
Y les respondi— JosŽ: No
tem‡is; Ŕacaso estoy yo en lugar de Dios?
Vosotros pensasteis mal
contra m’, mas Dios lo encamin— a bien, para hacer lo que vemos hoy, para
mantener en vida a mucho pueblo.
Ahora, pues, no teng‡is
miedo; yo os sustentarŽ a vosotros y a vuestros hijos. As’ los consol—, y les
habl— al coraz—n.
JosŽ sufr’a, horriblemente a las manos de sus
hermanos, pero mas tarde era f‡cil ver, que todo esto era un paso necesario
para la formaci—n de su car‡cter de madurez, para guiar una naci—n grande por
el peor crisis de su existencia.
E esto debe de ense–ar a nosotros a confiar, un en
medio de un castigo misterioso.
13)
Bienaventurado el hombre que halla la sabidur’a, y que obtiene la inteligencia;
Porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, Y sus frutos m‡s que
el oro fino.
El dinero es valioso, con Žl se puede hacer mucho,
pero la sabidur’a es aun mas valiosa.
Cuando Salom—n era joven, se ped’a sabidur’a, desconfiando en su propia
capacidad de gobernar, y su falta de experiencia.
Dios le dio la sabidur’a, y con ella la riqueza
incomparable.
1 Reyes 3:11-13 Y
le dijo Dios: Porque has demandado
esto, y no pediste para ti
muchos d’as, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos,
sino que demandaste para ti inteligencia para o’r juicio,
he aqu’ lo he hecho
conforme a tus palabras; he aqu’ que te he dado coraz—n sabio y entendido,
tanto que no ha habido antes de ti otro como tś, ni despuŽs de ti se levantar‡
otro como tś.
Y aun tambiŽn te he dado
las cosas que no pediste, riquezas y gloria, de tal manera que entre los reyes
ninguno haya como tś en todos tus d’as.
Es siempre sabio, desear la sabidur’a.
15)
M‡s preciosa es que las piedras preciosas; y todo lo que puedes desear, no se
puede comparar a ella.
Uno de los puntos mas fuertes de este capitulo es el
valor de esa sabidur’a divina.
Pero como hemos visto ya, para alcanzar la, hay que estudiar y hay que vivir cerca de Dios.
ŔPor quŽ
tanto estudio?
Es porque vale la pena, para personas, para familias
y para la sociedad en general.
16)
Largura de d’as est‡ en su mano derecha; en su izquierda, riquezas y honra.
Los hombres que caigan en los lasos del vicio pueden
acabar con sus vidas r‡pidamente.
Lo he visto muchas veces.
Pero los que caminan en la sabidur’a pueden vivir vidas largas y llenas
de sabor.
E esto no es solamente por la falta de vicio, sino
que es por la falta de estrŽs, que es la ruina de muchos, y por la moderaci—n
en su manera de comer y beber.
De este mismo libroÉ
Proverbios 23:20-21 No
estŽs con los bebedores de vino,
Ni con los comedores de
carne;
Porque el bebedor y el
comil—n empobrecer‡n, Y el sue–o har‡ vestir vestidos rotos.
Nosotros como hijos, como hijas de Dios, podemos
aprender vivir libres de toda forma de servidumbre y de abuso. ŔAmen?
Nuestros cuerpos son templo del esp’ritu santo, y
por lo tanto deben de ser Ňtiempos
protegidosÓ.
17)
Sus caminos son caminos deleitosos, y todas sus veredas paz.
Caminar con Dios no es una vida aburrida, sino interesante.
Hay un hermano aqu’ en los estados unidos que est‡
preparando un gran video evangel’stico sobre es suicido. Y esto me fascine, porque muchos
artistas del cine y de la mśsica, sufren grandes depresiones y muchos por esto
sientan una gran atracci—n al suicido.
Es que han alcanzado todo lo que el mundo puede
prometer, y con todo esto, sus vidas est‡n vac’as.
Pero cerca de Dios, nosotros podemos vivir
contentos, con poco o con mucho.
Proverbios 10:22 La
bendici—n de Jehov‡ es la que
enriquece,
Y no a–ade tristeza con ella.
El diablo puede darte riqueza, lo admito, pero viene
con un gran anzuelo en la carnada.
18)
Ella es ‡rbol de vida a los que de ella echan mano, y bienaventurados son los
que la retienen.
Tu vida, con la sabidur’a puede sentir un poco como
el huerto de edŽn. No exactamente,
porque, claro, estamos en un mundo ca’do.
Pero, metaf—ricamente, podemos sentir como Ad‡n y
Eva, cerca de Dios, y viviendo como debemos de vivir, y sabiendo que es para
siempre.
La promesa es confiable, pero como dice el verso,
tenemos que retener esa mujer sabidur’a, y no permitir la escapar de nosotros.
18)
Ella es ‡rbol de vida a los que de ella echan mano, y bienaventurados son los
que la retienen.
Y esto tambiŽn puede contestar la pregunta, ŇŔpor quŽ tanto estudio?Ó
19)
Jehov‡ con sabidur’a fund— la tierra; afirm— los cielos con inteligencia. Con su ciencia los abismos fueron
divididos, y destilan roc’o los cielos.
Esto debe de ayudar te a entender un poco del poder
del la sabidur’a divina. Estaba
empleada en la formaci—n del sol, de los planetas de las estrellas, dando les
la belleza y la estabilidad.
Esa sabidur’a es infinitamente valiosa, e
infinitamente poderosa. Con un
poquita de ella, tu vida estar‡ una maravilla.
As’ que vale la pena, tanto estudio.
21)
Hijo m’o, no se aparten estas cosas de tus ojos; guarda la ley y el consejo, Y
ser‡n vida a tu alma, y gracia a tu cuello.
ŔPor
quŽ tanto estudio? Es que
es necesario. Estamos chocando con
mentiras y con enga–os todo el tiempo por los medios, por la mśsica por la
cultura.
Hasta la educaci—n del mundo moderno est‡ llena de
enga–os y de errores. Para
corregir esto, los sabios sigan en sus estudios de la sabidur’a de Dios.
1 Juan 5:19 Sabemos
que somos de Dios,
y el mundo entero est‡
bajo el maligno.
Cuando dice que el mundo entero est‡ bajo el
maligno, quiere decir que los enga–os del diablo est‡n en todos lados, y si
nosotros no andamos renovando nuestras mentes, constantemente, hasta los
hermanos pueden estar enga–ados.
Romanos 12:1-2 As’
que, hermanos, os ruego por las
misericordias de Dios, que
presentŽis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es
vuestro culto racional.
No os conformŽis a este
siglo, sino transformaos por medio de la renovaci—n de vuestro entendimiento,
para que comprobŽis cu‡l sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Mateo 24:24 Porque
se levantar‡n falsos Cristos, y falsos
profetas, y har‡n grandes
se–ales y prodigios, de tal manera que enga–ar‡n, si fuere posible, aun a los
escogidos.
Muchos hermanos creen que estamos ya viviendo en
tales tiempos. Bueno yo no soy tan
pesimista, pero aprecio su evaluaci—n, viendo la maldad en todos lados.
23)
Entonces andar‡s por tu camino confiadamente, y tu pie no tropezar‡. Cuando te acuestes, no tendr‡s temor, sino
que te acostar‡s, y tu sue–o ser‡ grato.
Hemos declarado muchas veces que el mandamiento mas
repetido en toda la biblia es, ŇÁNo tem‡is!Ó
Y hermano, hermana, avanzado en la madurez, no debes
de vivir en temor. Y si tu tienes
problemas con esto, quiero unir me contigo para gu’a espiritual, porque como
hijo, como hija de Dios debes de estar viviendo en confianza.
25-26)
No tendr‡s temor de pavor repentino, ni de la ruina de los imp’os cuando
viniere, porque Jehov‡ ser‡ tu confianza, y Žl preservar‡ tu pie de quedar
preso.
Esto es otro gran beneficio de la sabidur’a, el
sue–o dulce, el sue–o grato. Hay
que experimentar la promesa de Dios, que es para todos sus hijos.
2 Timoteo 1:7 Porque
no nos ha dado Dios esp’ritu de
cobard’a, sino de poder,
de amor y de dominio propio.
Por tu posici—n en Cristo, esa promesa es tuya.
Ahora, terminando el capitulo recibiremos unas exhortaciones
practicas, en la practica de esa sabidur’a divina.
27-28)
No te niegues a hacer el bien a quien es debido,
Cuando
tuvieres poder para hacerlo. No
digas a tu pr—jimo: Anda, y vuelve, y ma–ana te darŽ, Cuando tienes contigo quŽ
darle.
Esto puede estar hablando de deudas, o hasta de la
oportunidad de ayudar a alguien menos afortunado.
Si Dios est‡ inclinando a tu coraz—n a ayudar, hazlo
sin reserva, porque todo lo que tienes es propiedad de Dios.
Nosotros simplemente somos los administradores.
29)
No intentes mal contra tu pr—jimo que habita confiado junto a ti. No tengas pleito con nadie sin raz—n, si
no te han hecho agravio.
En el libro de Romanos, Pablo dijo que debemos de
intentar vivir en paz con todos.
Esto es tambiŽn un aspecto de la sabidur’a.
Romanos 12:18 Si
es posible, en cuanto dependa de vosotros,
estad
en paz con todos los hombres.
Los que vivan arrastrando a otros a la corte por
cualquier problema, pueden perder mucho de su tranquilidad.
Es permisible emplear las cortes, pero solamente
cuando todos los medios de reconciliaci—n, y negociaci—n han fallado.
31-32)
No envidies al hombre injusto, ni escojas ninguno de sus caminos. Porque Jehov‡ abomina al perverso; mas
su comuni—n ’ntima es con los justos.
Hermanos, nunca es sabio enviar los mundanos en sus
Žxitos falsos. Lo que tu tienes es
mejor.
33)
La maldici—n de Jehov‡ est‡ en la casa del imp’o,
pero
bendecir‡ la morada de los justos.
Los que desprecian la sabidur’a de Dios, pueden
experimentar algo del Žxito de este mundo, pero en medio de todo hay gusanos,
terribles, de la maldici—n de Dios.
No es mi opini—n, sino est‡ delante de tus ojos, la pura verdad de Dios.
34)
Ciertamente Žl escarnecer‡ a los escarnecedores, y a los humildes dar‡ gracia. Los sabios heredar‡n honra, mas los
necios llevar‡n ignominia.
Hay muchos en Holywood, y en Wall Street, exitosos
conforme a la doctrina de este mundo que est‡n al borde del suicido. No caigas nunca en la misma trampa hermano,
hermana.
Y si se pidan, ŇŔPor
quŽ tanto estudio?Ó.
Diles, con toda confianza, que est‡s seguro, que
vale la pena.
------------------------- Conclusi—n ------------------------
Bueno si es tu deseo, aprender c—mo caminar en esa
sabidur’a, evitando los lazos y los enga–os del diablo, puedes pasar en unos
momentos, y queremos orar para ti.
Vamos
a Orar