27 de mayo de 17

 

 El Enga–o Del Pecado

Hebreos 3:12-13

 

Hay muchas razones sabias de venir a Cristo Jesśs, a unirte con una buena iglesia en donde realmente ense–an la palabra, que no existe solamente para explotar a la gente, pero queremos hablar esta tarde de una raz—n que es un poco sutil.

 

Es que, hay una gran ventaja para cualquier persona, si se puede escapar del enga–o del pecado.

 

Hebreos 3:12-13 Mirad, hermanos, que no haya en ninguno

de vosotros coraz—n malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo; antes exhortaos los unos a los otros cada d’a, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el enga–o del pecado.

 

Digo que el enga–o del pecado, es algo sutil, porque cuando uno est‡ enga–ado, no sabe que ha sido enga–ado.

 

Si uno viene robando te, o insultando te, vas a saber, ser‡ evidente, pero cuando has sido enga–ado, muchas veces ni lo sabes.  Pero hoy d’a el Esp’ritu de Dios puede hablar te, abriendo tu conciencia a la realidad.

 

Un enga–o bastante popular ahora es, pensar que..

1) No importa como selecciones a tus amigos ’ntimos.  Aun

   si tus amigos son ladrones, o adślteros, mentirosos,

   esto no va a afectar a ti.  Es mas, se creen que lo que

   miran en el cine, o en la televisi—n, o en el Internet,

   no va a causar te el menor da–o.

 

Pero la palabra de Dios puede descubrir para ti, que esto es un gran enga–o.  Un enga–o poderoso, y peligroso.

 

1 Corintios 15:33    No errŽis; las malas conversaciones

corrompen las buenas costumbres.

 

Dice Ňno errŽisÓ, porque es f‡cil de caer en errores por esto, mirando a cientos de horas de televisi—n o del cine.

Todo lo que mires est‡ ense–ando te algo.  Cada persona en tu vida est‡ teniendo su influencia.

 

Lo que mires en las pantallas del cine, de la televisi—n o hasta en tu telŽfono, puede tener su impacto.  Cristo dijo.

 

Mateo 5:27-28  O’steis que fue dicho: No cometer‡s

adulterio. Pero yo os digo que cualquiera

que mira a una mujer para codiciarla, ya

adulter— con ella en su coraz—n.

 

Amigo, joven, el autoenga–o es una gran realidad en nuestros tiempos, pero Cristo Puede librar te de esto.

 

Hebreos 3:12-13 Mirad, hermanos, que no haya en ninguno

de vosotros coraz—n malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo; antes exhortaos los unos a los otros cada d’a, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el enga–o del pecado.

 

El enga–o del pecado es particularmente grave, porque dejar‡ tu coraz—n, cada vez mas duro.

 

Otro gran enga–o, que es cada vez mas comśn es pensar que..

2) Uno puede seguir la moralidad del mundo, aceptando lo

   que la cultura dice es bueno o malo, y todo saldr‡ bien.

 

El diablo ha atrapado muchos con esto.   Es que se creen que no hay un est‡ndar de moralidad sobre la humanidad, y que cada persona puede decidir para si mismo, lo que es bueno o aceptable.  ŔPero que dice la santa palabra de Dios?

 

1 Corintios 6:9-10   ŔNo sabŽis que los injustos no

heredar‡n el reino de Dios? No errŽis; ni los fornicarios, ni los id—latras, ni los adślteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredar‡n el reino de Dios.

 

Aqu’ tambiŽn dice ŇNo errŽisÓ porque El Esp’ritu sabe que los hombres, las mujeres pueden cometer muchos errores, errores graves por el enga–o del pecado.

 

Si te conf’as en tu cultura para formar tu concepto de la moralidad, tendr‡s nuevas reglas en cada generaci—n.

 

Hebreos 3:12-13 Mirad, hermanos, que no haya en ninguno

de vosotros coraz—n malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo; antes exhortaos los unos a los otros cada d’a, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el enga–o del pecado.

 

El enga–o numero 3 es cada vez mas evidente en nuestro mundo moderno, y dice queÉ

3) Uno puede continuar en su pecado, y de todos modos Dios

   le tendr‡ misericordia.

 

Esto es puro enga–o.  Dios siendo justo tiene que castigar el pecado si el pecado no ha sido perdonado en Cristo.

 

Proverbios 28:13     El que encubre sus pecados no

prosperar‡; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzar‡ misericordia.

 

Es importante no solamente confesar, pidiendo perd—n, sino que uno tiene que apartar se de su rebeli—n.  Dios est‡ dispuesto a perdonar te amigo, pero Dios est‡ perfectamente en su derecho imponiendo estas condiciones.

 

Proverbios 28:13     El que encubre sus pecados no

prosperar‡; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzar‡ misericordia.

 

Otro gran enga–o de nuestro tiempo es pensar que

4) Uno puede vivir sin perdonar, uno puede vivir con

   resentimientos y amarguras, y no habr‡ consecuencias.

 

A estas alturas, si has tenido experiencia con esa forma de ra’z de amargura, ya sabes que esto puede afectar a su salud y hasta salpicar sobre otros. 

 

Pero no es necesario continuar en la amargura, mientras Cristo ha sufrido en la cruz para entregar te de tales cadenas.

 

San Pablo nos dio una gran amonestaci—n.

 

Efesios 4:26-27 Airaos, pero no pequŽis; no se ponga el

sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo.

 

El texto reconoce que es inevitable que uno ser‡ enojado a veces.  Hasta Cristo se sent’a el enojo, pero sin pecar.

Pero por no reconciliar te con la otra persona, arrastrando este pleito sin soluci—n, semana tras semana, est‡s dando lugar al diablo.

 

Efesios 4:26-27 Airaos, pero no pequŽis; no se ponga el

sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo.

 

Amigo, si tu des lugar al diablo, garantizado, el lo va a tomar, y va a tomar un rinc—n de tu vida, para empezar su peque–a fortaleza y enredar te mas y mas en el enga–o del pecado.

 

Hebreos 3:12-13 Mirad, hermanos, que no haya en ninguno

de vosotros coraz—n malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo; antes exhortaos los unos a los otros cada d’a, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el enga–o del pecado.

 

Y hasta Cristo Jesśs nos ha informado, que si no queremos perdonar, podemos estar entregados a los verdugos.

 

Mateo 18:34-35 Entonces su se–or, enojado, le entreg— a los

verdugos, hasta que pagase todo lo que le deb’a.  As’ tambiŽn mi Padre celestial har‡ con vosotros si no perdon‡is de todo coraz—n cada uno a su hermano sus ofensas.

 

En otro lugar Cristo dijo.

 

Mateo 5:26 De cierto te digo que no saldr‡s de all’,

hasta que pagues el śltimo cuadrante.

 

Oh mi amigo, o se–ora, joven, estamos aqu’ para proclamar los peligros del enga–o del pecado, porque si est‡s atrapado en esto, Cristo te puede librar f‡cilmente.

 

5) Seguramente unos, escuchando todo esto, simplemente van a burlar de todo lo que la Biblia dice.  Pero esto es simplemente otro enga–o del pecado. 

 

G‡latas 6:7-8  No os enga–Žis; Dios no puede ser burlado:

pues todo lo que el hombre sembrare, eso tambiŽn segar‡.  Porque el que siembra para su carne, de la carne segar‡ corrupci—n; mas el que siembra para el Esp’ritu, del Esp’ritu segar‡ vida eterna.

Uno puede pensar que est‡ burlando de Dios, pero solamente terminar‡ burlando de si mismo, continuando en el enga–o del pecado.

 

Dios es amor, y Dios est‡ dispuesto a romper las cadenas del pecado de toda forma, pero lastimosamente hay muchos que ni se interesan en esa gran libertad. 

 

Pero la palabra tambiŽn ha anticipado esto.  La sabidur’a divina habla en el primer capitulo de los proverbios.

 

Proverbios 1:24-29   Por cuanto llamŽ, y no quisisteis o’r,

Extend’ mi mano, y no hubo quien atendiese, Sino que desechasteis todo consejo m’o Y mi reprensi—n no quisisteis, TambiŽn yo me reirŽ en vuestra calamidad, Y me burlarŽ cuando os viniere lo que temŽis; Cuando viniere como una destrucci—n lo que temŽis, Y vuestra calamidad llegare como un torbellino; Cuando sobre vosotros viniere tribulaci—n y angustia. Entonces me llamar‡n, y no responderŽ; Me buscar‡n de ma–ana, y no me hallar‡n.  Por cuanto aborrecieron la sabidur’a, Y no escogieron el temor de Jehov‡.

 

No te enga–es amigo, no te caigas otra vez en el enga–o del pecado, sin arrepentimiento y fe, no habr‡ misericordia.

 

Pero si quieres abrir tus ojos a la realidad de la verdad de Dios, Cristo est‡ dispuesto a recibir te.

 

Cristo DijoÉ

 

Mateo 11:28-30 Venid a m’ todos los que est‡is trabajados y

cargados, y yo os harŽ descansar.  Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de m’, que soy manso y humilde de coraz—n; y hallarŽis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es f‡cil, y ligera mi carga.

 

Juan 6:37 Todo lo que el Padre me da, vendr‡ a m’;

y al que a m’ viene, no le echo fuera.

 

Esto es la promesa de Cristo, ven a Žl ahora, como eres, y el no te va a rechazar.    ÁAmen!