26 de mayo de 17

ÁHallar‡s El Conocimiento De Dios! Proverbios 2:1-22

 

Cuando Salom—n escribi— este libro, era el hombre mas sabio del mundo.  Y sab’a que su hijo tenia que salir, tal vez por un viaje, o para estudiar, pero no iba a estar al lado de su padre.

 

Y por esto un padre, deseaba ver a su hijo caminar lejos de las trampas mas comunes, en que los j—venes est‡n atrapados y arruinados.

 

Y antes que nade, deseaba ayudar a su hijo sentir animado para realmente escuchar sus consejos.

 

1) Hijo m’o, si recibieres mis palabras, y mis mandamientos guardares dentro de ti,

 

Aunque esto vino de un padre a su hijo, para ti y para mi, lo podemos tomar como Dios, nuestro Padre celestial hablando a nosotros como sus hijos.  Porque el Esp’ritu Santo no present— esto a nosotros como una historia no mas, sino como alimentaci—n espiritual.

 

Como seguidor de Cristo, tu eres hijo de Dios.

 

Romanos 8:16   El Esp’ritu mismo da testimonio a nuestro

               esp’ritu, de que somos hijos de Dios.

 

Antes de realmente recibir una exhortaci—n, es siempre importante meditar en quienes somos.  Y solamente hay dos categor’as.

 

1 Juan 3:10    En esto se manifiestan los hijos de Dios,

y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.

 

Sabiendo que somos hijos de Dios, podemos realmente recibir algo valioso de este pasaje.

 

1-2) Hijo m’o, si recibieres mis palabras, y mis mandamientos guardares dentro de ti, Haciendo estar atento tu o’do a la sabidur’a; si inclinares tu coraz—n a la prudencia, Si clamares a la inteligencia, y a la prudencia dieres tu voz;

 

Cuando te vez que muchas frases empiezan con la palabra ŇsiÓ, quiere decir que es una gran promesa condicional.  Tu puedes entra en gran sabidur’a, recibir una gran protecci—n, pero existe una condici—n.

 

Tienes que estar atento, tienes que estar dispuesto a recibir la palabra de Dios como la autoridad m‡xima, para tu vida.

 

Tienes inclinar tu coraz—n a lo que es prudente, tienes que clamar, como en oraci—n, para la inteligencia.

 

4) Si como a la plata la buscares, y la escudri–ares como a tesoros,

 

Una ultima condici—n, de poner la sabidur’a como una prioridad sumamente alta en tu vida, y esto puede incluir ignorando, o olvidando mucha falsa sabidur’a, del mundo.

 

Ese Padre dice que tienes que buscar la sabidur’a como un tesoro, sumamente valioso, mas valiosa que la plata o el oro.

O en nuestros tiempos mas importante que el dinero.

 

Y esto es lo que hemos decidido dedicando nuestro tiempo al estudio de la palabra cuando pudiŽramos estar trabajando.

 

5) Entonces entender‡s el temor de Jehov‡, y hallar‡s el conocimiento de Dios.

 

En el capitulo anterior, empezando el libro, dijo que el temor de Dios era el principio de la sabidur’a.

 

Proverbios 1:7 El principio de la sabidur’a es el temor de

Jehov‡; Los insensatos desprecian la sabidur’a y la ense–anza.

 

Los mundanos, como los insensatos no van a entender tu deseo de hallar el conocimiento de Dios, pero ver‡n el impacto.

 

El conocimiento de Dios de Dios es mas que informaci—n B’blica, tiene que ver con tu relaci—n, tu cercan’a con Dios tambiŽn.

 

Y ese conocimiento te dar‡ una protecci—n incre’ble, caminando en un mundo hostil, en que hay un le—n rugiente que anda buscando a quien se puede devorar.

 

Si esto te parece incre’ble, dale tiempo y ver‡s hermanos cayendo, uno aqu’ otro all‡.

O simplemente mira a la vida de David, que escribi— gran parte de la Biblia, pero en tiempo de debilidad se ca’a en el adulterio, y hasta en el asesino.

 

O considera el mismo autor de este libro, Salom—n, que mas tarde, olvidando su buena instrucci—n, Žl mismo se ca’a en la garras de Satan‡s, honrando y sirviendo a los ’dolos.

 

El punto es, hermano, que vivimos en un mundo, espiritualmente peligroso.

 

1 Reyes 11:4-8 Y cuando Salom—n era ya viejo, sus mujeres

inclinaron su coraz—n tras dioses ajenos, y su coraz—n no era perfecto con Jehov‡ su Dios, como el coraz—n de su padre David.

 

Porque Salom—n sigui— a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ’dolo abominable de los amonitas.

 

E hizo Salom—n lo malo ante los ojos de Jehov‡, y no sigui— cumplidamente a Jehov‡ como David su padre.

 

Entonces edific— Salom—n un lugar alto a Quemos, ’dolo abominable de Moab, en el monte que est‡ enfrente de JerusalŽn, y a Moloc, ’dolo abominable de los hijos de Am—n.

 

As’ hizo para todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban incienso y ofrec’an sacrificios a sus dioses.

 

Ad‡n, el primero ca’a en gran problemas, escuchando a su esposa por un gran enga–o, y algo semejante pas— con Salom—n.

 

Pero es correcto escuchar a Salom—n en este libro, porque Dios lo ha grabado como algo puro.

 

6) Porque Jehov‡ da la sabidur’a, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.

 

Esto dice que la sabidur’a verdadera, no es algo que te puedes encontrar, necesariamente, en la universidad, sino que viene de Dios.

 

Una universidad puede ser algo śtil, pero para la persona no preparada, puede ser un robo terrible.

Colosenses 2:8 Mirad que nadie os enga–e por medio de

filosof’as y huecas sutilezas, segśn las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no segśn Cristo.

 

Muchos j—venes Cristianos pierdan su fe en este pa’s, continuando a sus universidades.  Pocos son, los que la recuperan.

 

7) El provee de sana sabidur’a a los rectos; es escudo a los que caminan rectamente.

 

Esto es un punto importante.  Para realmente crecer en sabidur’a, tenemos que vivir como personas dispuestas a caminar con nuestro Dios y no vivir en la rebeli—n comśn.

 

Juan 7:17 El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocer‡

  si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi

  propia cuenta.

 

Los que son rebeldes, ya han abandonado sus protecciones, y pueden estar f‡cilmente consumidos por el mundo de enga–os.

 

8) Es el que guarda las veredas del juicio, y preserva el camino de sus santos.

 

Esto es otro gran punto sobre nuestra identidad.  Hermano si tu pides a un grupo de hermanos, no importa si es en espa–ol o en una iglesia en que se hablan ingles, muchos van a decir algo comoÉ

 

Bueno, yo solamente soy un pecador, salvado por la gracia de Dios. 

 

O van a decirÉ

 

Bueno, yo no soy santo.  pausa Pero esto es rechazar, rotundamente la verdad de la Biblia.  Si no entiendes quien eres en Cristo, jam‡s vas a caminar en la victoria.

 

Una y otra vez en el nuevo testamento, Pablo escribi— sus cartas, sus ep’stolas a los Santos en Cristo, no a los pecadores.

 

1 Corintios 1:2 A la iglesia de Dios que est‡ en Corinto,

a los santificados en Cristo Jesśs, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Se–or Jesucristo, Se–or de ellos y nuestro.

Hermano, la Biblia dice que nosotros somos los santos.

 

Claro, estamos capaces de pecar, somos santos que a veces caigan en pecado.  Esto es mucho mas B’blico que decir que somos simplemente Ňpecadores, salvados por la graciaÓ.

 

Otro ejemplo, empezando el libro de Efesios,

 

Efesios 1:1    Pablo, ap—stol de Jesucristo por la voluntad

de Dios, a los santos y fieles en Cristo Jesśs que est‡n en Efeso.

 

Hermano, tienes que aprender a creer lo que la biblia dice de ti.  ŔAcaso no eres nueva criatura?

 

ŔAcaso no tienes tu ciudadan’a en el cielo?

 

Filipenses 3:20 Mas nuestra ciudadan’a est‡ en los

cielos, de donde tambiŽn esperamos al Salvador, al Se–or Jesucristo.

 

Hay que examinar con cuidado lo que la Biblia dice de ti, de tu identidad, porque enga–ando te sobre esto es la t‡ctica principal del diablo.

 

Cuando la Biblia habla de los santos, est‡ hablando de ti.

 

Ahora regresando a vers’culo ocho.

 

8) Es el que guarda las veredas del juicio, y preserva el camino de sus santos.

 

Tu tendr‡s una gran protecci—n, por la sabidur’a presentada aqu’.

 

9) Entonces entender‡s justicia, juicio y equidad, y todo buen camino.

 

Una vez mas, por tu relaci—n con Dios, tu relaci—n profunda, tendr‡s un conocimiento vivo, y no ser‡s como los fariseos del tiempo de Cristo, que solamente segu’an las tradiciones de otros.

Mateo 23:23    !!Ay de vosotros, escribas y fariseos,

               hip—critas! porque diezm‡is la menta y el

eneldo y el comino, y dej‡is lo m‡s importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.

Siempre ha sido posible tener mucha religi—n, con poco conocimiento actual, del Dios verdadero.

 

10-11) Cuando la sabidur’a entrare en tu coraz—n, y la ciencia fuere grata a tu alma, La discreci—n te guardar‡; te preservar‡ la inteligencia,

 

Ser‡s protegida de errores costosos, que pueden tomar a–os mas tarde para recuperar.  Vivimos en un mundo lleno de enga–os, lleno de mentiras.

 

Y la persona ingenua puede f‡cilmente creer estas mentiras, y terminar horriblemente herida, emocionalmente, y espiritualmente.

 

Dios quiere guardar te de todo esto, siempre y cuando es tu deseo recibir esa sabidur’a.

 

12-15) Para librarte del mal camino, de los hombres que hablan perversidades, que dejan los caminos derechos, para andar por sendas tenebrosas; que se alegran haciendo el mal, que se huelgan en las perversidades del vicio; cuyas veredas son torcidas, Y torcidos sus caminos.

 

Hay hombres en este mundo que realmente son malos en el extremo.  Y aqu’ habla de hombres que han conocido algo, antes, del camino de Dios, porque dice Ňque dejan los caminos derechosÓ.  Estos son los mas peligrosos.

 

Pero por la sabidur’a ofrecida en este capitulo, tu puedes percibir, con discernimiento que lo que ofrecen es peligroso, y aunque otros, mas ingenuos van a caer inmediatamente en sus trampas, tu vas a huir del peligro, como JosŽ huyendo de la invitaci—n de la esposa de Potifar, en Egipto.

 

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Ahora veremos otro ejemplo, comśn para hombres j—venes, y tambiŽn para hombres no tan j—venes.  Y todo lo que dice aqu’ del muchacho se puede aplicar a revŽs a las muchachas

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16) Ser‡s librado de la mujer extra–a, de la ajena que halaga con sus palabras,

 

La mujer extra–a es la mujer que no siegue a Dios, como las mujeres que arruinaban la vida de Sans—n, siendo mujeres de las culturas de idolatr’a.  O tambiŽn como las muchas mujeres que destruyeron el testimonio de Salom—n.

O para entender bien la palabra Ňextra–aÓ, piense en el fuego extra–o que cobr— la vida de los hijos de Aaron en el libro de Lev’tico.

 

Lev’tico 10:1-2 Nadab y Abiś, hijos de Aar—n, tomaron

cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, sobre el cual pusieron incienso, y ofrecieron delante de Jehov‡ fuego extra–o, que Žl nunca les mand—.

 

Y sali— fuego de delante de Jehov‡ y los quem—, y murieron delante de Jehov‡.

 

El extra–o aqu’ es algo que no est‡ autorizado para ti, y por lo tanto es algo que puede estar sumamente peligroso.

 

16-17) Ser‡s librado de la mujer extra–a, de la ajena que halaga con sus palabras, la cual abandona al compa–ero de su juventud, y se olvida del pacto de su Dios.

 

Y como dije, como el muchacho puede caer f‡cilmente en la trampa de una mujer ya casada con otro, el mismo pasa muy frecuentemente con una hermanita Cristiana, supuestamente Ňenamorando seÓ con un hombre casado.

 

No es realmente correcto llamar esto el amor, porque es algo sumamente condenado por Dios.

 

Hebreos 13:4   Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho

sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adślteros los juzgar‡ Dios.

 

Estamos hablando de personas que entran en juramentos, santos, los votos sagrados tomados en frente de Dios y de testigos, y despuŽs tiran todo esto al viento, como papeles desechables.  Esto siempre es costoso.

 

18) Por lo cual su casa est‡ inclinada a la muerte, y sus veredas hacia los muertos;

 

La casa de tal mujer, para el hombre o el hombre para la muchacha, es casa inclinada a la muerte.

 

19) Todos los que a ella se lleguen, no volver‡n, ni seguir‡n otra vez los senderos de la vida.

 

 

 

Dice ŇtodosÓ, pero sabemos que a veces hay arrepentimiento, pero no te puedes presumir de tu capacidad de arrepentir te, si esto pasa ser‡ milagro no merecido, ser‡ milagro de Dios.

 

Pero es una amonestaci—n muy fuerte, que nuestro Dios est‡ dando a todos nosotros, y que los padres Cristianos tambiŽn deben de dar a sus hijos.

 

Y quŽ manera mas f‡cil existe para hacer esto, sino instruir a tus hijos, usando este libro de proverbios, preparando les para la batalla que van a encontrar, caminando en este mundo tan lleno de peligros.

 

1 Pedro 2:11   Amados, yo os ruego como a extranjeros y

peregrinos, que os absteng‡is de los deseos carnales que batallan contra el alma.

 

Ahora, Pedro habla de nosotros como extranjeros, porque realmente, como ciudadanos del cielo, este mundo no es nuestro hogar.

 

20) As’ andar‡s por el camino de los buenos, y seguir‡s las veredas de los justos;

 

Esto es lo que tu Padre celestial quiere para ti, y para tus hijos, una vida libre de los problemas graves y no necesarios.

 

21-22) Porque los rectos habitar‡n la tierra, y los perfectos permanecer‡n en ella, mas los imp’os ser‡n cortados de la tierra, y los prevaricadores ser‡n de ella desarraigados.

 

Esto es b‡sicamente el mismo consejo que hemos visto en el salmo uno.  Una exhortaci—n excelente para los j—venes, pero tambiŽn para los no tan j—venes, que pueden f‡cilmente olvidar la sabidur’a que han aprendido, como hemos visto en las vidas de David, y hasta en la vida del gran Salom—n.

 

------------------------- Doctrina --------------------------

Bueno hermanos, en este libro, realmente no estamos simplemente aprendiendo la sabidur’a de Salom—n, sino que hay uno mas grande que Salom—n en este lugar.

 

Mateo 12:42    La reina del Sur se levantar‡ en el juicio con

esta generaci—n, y la condenar‡; porque ella vino de los fines de la tierra para o’r la sabidur’a de Salom—n, y he aqu’ m‡s que Salom—n en este lugar.

En este libro, lo que realmente estamos recibiendo es la sabidur’a de Cristo.  Porque en amor, Cristo quiere guiar nos, quiere preparar nos, como sus hijos, como sus hermanos, para no caer.

 

Para no caer en algo que parece atractivo por el momento, pero algo que va a traer a–os, y a–os, o hasta dŽcadas de sufrimiento y de remordimiento.

 

Hemos aprendido aqu’ que ya somos hijos de Dios, y no estamos tratando de ser hijos de Dios tal vez en el futuro, esta es nuestra posici—n ya.

 

1 Juan 3:2 Amados, ahora somos hijos de Dios, y aśn no se

ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando Žl se manifieste, seremos semejantes a Žl, porque le veremos tal como Žl es.

 

Si no sabes, o si no entiendes quien eres en Cristo, ser‡ mas f‡cil para el diablo, enga–arte, y empezar a trastornar tu vida.

 

Hemos visto tambiŽn que nosotros ya somos los santos, aunque somos susceptibles al pecado.  Si la biblia dice que ya somos santos, hay que unir esa declaraci—n con la fe, y no resistir la con la incredulidad.

 

Terminando la ense–anza sobre las batallas espirituales San Pablo dijo en Efesios 6..

 

Efesios 6:18   Orando en todo tiempo con toda oraci—n y

sśplica en el Esp’ritu, y velando en ello con toda perseverancia y sśplica por todos los santos.

 

Y no estaba hablando de personas ya muertas, sino de los hermanos que aun estaban en la lucha.  O sea nosotros.

 

Cuando habl— del prop—sito de los dones espirituales en Efesios cuatro, Pablo dijo que son dadosÉ

 

Efesios 4:12   A fin de perfeccionar a los santos para la

obra del ministerio, para la edificaci—n del cuerpo de Cristo.

 

 

 

Los santos, en la Biblia, simplemente son los hermanos.  Se pudiera dar muchos ejemplos mas, pero creo que esto es suficiente.

 

Pero si el diablo puede confundir te sobre quien eres en Cristo, si el diablo puede causar te a dudar tu posici—n, preciosa, comprada por la sangre de Cristo, entonces se puede causar te mucha confusi—n y producir mucha tristeza en tu vida.

 

Si tu quieres estar seguro de tu identidad, tu posici—n en Cristo, puedes pasar adelante en un momento, y tomaremos el tiempo para orar para ti, porque tu eres un hijo, o una hija bien valiosa de la familia de Dios.

 

Vamos a Orar