21 de mayo de 17
Un Futuro
Glorioso
Isa’as 14:1-32
Introducci—n
Muy temprano en la historia del pueblo de Dios se sufr’an una dura servidumbre, en Egipto, viviendo como
esclavos, y en el tiempo de Isa’as, otra gran servidumbre estaba en su futuro.
Y seria f‡cil para mucho concluir, como algunos concluyan hoy en d’a,
que el pueblo de Dios estaba derrotado.
Que finalmente los enemigos del reino de Dios iban a triunfar.
Pero sabemos que esto es completamente imposible. No hay ningśn poder en todo el universo
que puede acabar con el pueblo de Dios, y las revelaciones de Isa’as aqu’,
proclaman a los de su tiempo, como a nosotros, que nuestro futuro es glorioso.
1) Porque Jehov‡ tendr‡ piedad de Jacob, y todav’a escoger‡ a Israel,
y lo har‡ reposar en su tierra; y a ellos se unir‡n extranjeros, y se juntar‡n
a la familia de Jacob.
Un capitulo que empieza con ŇporqueÓ es una
continuaci—n de un tema. El ultimo
estudio fue sobre la destrucci—n de Babilonia, y el capitulo do hoy hablar‡
mucho sobre su rey.
Muchos encuentran en el este capitulo, la
ca’da de Satan‡s, pero realmente, en el contexto, est‡ hablando de un hombre, y
no de un ‡ngel ca’do.
Pero para ayudar a los hermanos a no pensar
que estaban abandonados por Dios, la promesa viene de que Dios tendr’a piedad
de Jacob, que los hebreos aun eran el pueblo escogido de Dios, que una vez mas
iban a reposar en paz.
Dios estaba anticipando la experiencia que
muchos han sentido de que han estado abandonados por Dios.
Salmos 77:8 ŔHa
cesado para siempre su misericordia?
ŔSe ha
acabado perpetuamente su promesa?
Y nosotros, por diferente aflicciones,
podemos sentir as’ a veces, pero es siempre una mentira. El Esp’ritu Santo aqu’ est‡ anticipando
las mentiras, y inyectando el animo.
2) Y los tomar‡n los pueblos, y los traer‡n a su lugar; y la casa de
Israel los poseer‡ por siervos y criadas en la tierra de Jehov‡; y cautivar‡n a
los que los cautivaron, y se–orear‡n sobre los que los oprimieron.
Como pueblo, Jacob iba a sufrir bajo
Babilonia, peor iban a salir mas tarde como vencedores, con muchos de Babilonia
deseando estar con ellos, aun como siervos.
Cuando hasta nuestros enemigos vean,
claramente, que Dios est‡ con nosotros, hasta ellos pueden desear estar con
nosotros, hasta para servir en nuestra causa.
3) Y en el d’a que Jehov‡ te dŽ reposo de tu trabajo y de tu temor, y
de la dura servidumbre en que te hicieron servir, pronunciar‡s este
proverbio contra el rey de Babilonia, y dir‡s: !!C—mo par— el opresor, c—mo
acab— la ciudad codiciosa de oro!
Antes de entrar en Babilonia, como esclavos,
ten’an un proverbio, o sea una poema para celebrar su destrucci—n.
Pero este verso dice, que iban a vivir bajo
una dura servidumbre. Y esto pasa
aun ahora, con nosotros, cuando un hermano se sale del camino angosto para
servir los ’dolos de este mundo.
Pero lo que Isa’as est‡ revelando es que aun
la dura servidumbre, no puede separar nos de nuestro Dios. Es simplemente parte de nuestro
crecimiento espiritual.
5) Quebrant— Jehov‡ el b‡culo de los imp’os, el cetro de los se–ores;
Muchos vean el diablo en ese proverbio, y yo
veo porque.
Un hermano en pecado, puede pasar por un
tiempo bajo la esclavitud del enemigo, pero tarde o temprano ese control ser‡
quebrantado.
Especialmente si el hermano puede encontrar
su esperanza en la palabra, en la verdad, escapando los enga–os.
6) el que her’a a los pueblos con furor, con llaga permanente, el que
se ense–oreaba de las naciones con ira, y las persegu’a con crueldad.
Babilonia ser‡ el imperio mas impresionado
de todos, en el sue–o de Nabucodonosor era la cabeza de oro, pero con su poder
establecido por la crueldad y la ira de batalla.
Pero una vez abatido, se empiezan a
regocijar.
7) Toda la tierra est‡ en reposo y en paz; se cantaron alabanzas.
Yo recuerdo el pasado noviembre en Miami,
cuando se muri— Fidel Castro, y muchos Cubanos estaban celebrando toda la
noche, por la muerte de un hombre.
Una mujer, en una entrevista dijo ŇYo se que
no es correcto celebrar la muerte de uno, pero tengo que hacer loÓ.
Pero si uno viv’a imponiendo su tiran’a
sobre otros, es inevitable de que se van a celebrar su extinci—n.
Proverbios 11:10 En el bien de los justos la ciudad se
alegra; Mas
cuando los imp’os perecen
hay fiesta.
Es algo inevitable.
8) Aun los cipreses se regocijaron a causa de ti, y los cedros del
L’bano, diciendo: Desde que tś pereciste, no ha subido cortador contra
nosotros.
Los reyes de Babilonia, con si apetito
insaciable de construcci—n, estaban siempre cortando los ‡rboles, y por esto el
proverbio tiene hasta los ‡rboles celebrando.
9) El Seol abajo se espant— de ti; despert— muertos que en tu venida
saliesen a recibirte, hizo levantar de sus sillas a todos los pr’ncipes de la
tierra, a todos los reyes de las naciones.
Continuando la burla, se habla de como el
rey de Babilonia iba a estar recibido en el Seol, os sea en el lugar de los
muertos, porque hay una existencia aun despuŽs de la muerte, y la Biblia
siempre ha proclamado esto.
10) Todos ellos dar‡n voces, y te dir‡n: ŔTś tambiŽn te debilitaste
como nosotros, y llegaste a ser como nosotros?
Todo esto estaba ense–ando a los hermanos a
no vivir en temor del rey de Babilonia.
Aunque ser’a el hombre mas poderoso del mundo. Aun si se llevar’a el nombre Ňrey de reyesÓ. ŔY? Delante de Dios era un don nadie. Y llagando a su muerte, seria nada mas que una curiosidad.
11) Descendi— al Seol tu soberbia, y el sonido de tus arpas; gusanos
ser‡n tu cama, y gusanos te cubrir‡n.
Los reyes de Babilonia se consideraban
invencibles, pero eran como otros hombres, destinados a tomar su lugar en las
tumbas y estar cubiertos de gusanos.
El punto es, que nosotros que servimos a
Dios, no debemos de vivir en el temor de ningśn hombre, por mas poderoso que
sea. Nuestro temor es para Dios,
porque como hemos ense–ado muchas veces el temor es una forma de alabanza y de adoraci—n.
12) !!C—mo ca’ste del cielo, oh Lucero, hijo de la ma–ana! Cortado
fuiste por tierra, tś que debilitabas a las naciones.
Esa parte esta bastante conocida. Es de aqu’ que se han tomado el nombre
Lucifer, y muchos vean esto como una descripci—n de la ca’da del diablo.
Pero en el contexto, podemos ver que est‡
hablando de un hombre. Bueno, lo
podemos aplicar al diablo porque tiene la misma forma de soberbia. Pero en contexto, no est‡ hablando
directamente del diablo.
13) Tś que dec’as en tu coraz—n: SubirŽ al cielo; en lo alto, junto a
las estrellas de Dios, levantarŽ mi trono, y en el monte del testimonio me
sentarŽ, a los lados del norte;
Esto ha pasado con muchos hombres, que han
alcanzado posiciones de gran poder.
Alejandro el magno, otro revelado en la estatua de profec’a en Daniel,
cuando conquist— mas y mas del mundo, empez— o considerar se como un Dios. El mismo pas— con unos los cesars de
Roma.
Hasta los mormones, que vienen tocando a tu
puerta, tienen las creencias de que si se portan bien, van a convertir se en
dioses, gobernando su propio planeta.
Es el enga–o antiguo que la culebra ofreci—
a Eva.
GŽnesis 3:4-5 Entonces la serpiente dijo a la mujer:
No morirŽis;
sino que sabe Dios que el d’a
que com‡is
de Žl, ser‡n abiertos vuestros
ojos, y
serŽis como Dios, sabiendo el bien y
el mal.
Bueno podemos estar como Dios en algunos
sentidos. Podemos aprender de
estar misericordioso, perdonando a otros.
Podemos aprender como vivir en algo de la santidad de Dios.
Pero jam‡s tendremos la majestad, la gloria o
el poder de Dios. Desear o so–ar
de esto es puramente sat‡nico.
Y por esto es entendible la manera en que
muchos vean a Satan‡s en este poema.
14) sobre las alturas de las nubes subirŽ, y serŽ semejante al
Alt’simo.
All’ est‡, el deseo de obtener atributos de
Dios, que no se puede comunicar a nosotros. Los que vivan por esto, tienen que caer, terriblemente como
el diablo mismo se ca’a.
15) Mas tś derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo.
Es un mensaje en contra del orgullo. Y mayormente ense–ando a nosotros a no
vivir en temor de los orgullosos, jam‡s.
Porque aunque se parecen fuertes, actualmente est‡n dŽbiles y
derrotados.
Proverbios 16:18 Antes del quebrantamiento es la
soberbia, Y
antes de la ca’da la
altivez de
esp’ritu.
16) Se inclinar‡n hacia ti los que te vean, te contemplar‡n, diciendo:
ŔEs Žste aquel var—n que hac’a temblar la tierra, que trastornaba los reinos;
Es como que en el Seol, o en el infierno,
los dem‡s ten’an que realmente examinar este nuevo para creer que era realmente
el gran rey de Babilonia.
Y una vez mas, se vea, en el contexto, que est‡
hablando de un hombre, y no de un ‡ngel.
17) que puso el mundo como un desierto, que asol— sus ciudades, que a
sus presos nunca abri— la c‡rcel?
Los reyes de Babilonia eran poderosos,
solamente porque Dios les dio el poder, para llevar acabo su prop—sito.
Y cuando han cumplido los prep—sitos de
Dios, eran destruidos.
Especialmente por no abrir sus c‡rceles.
En vez de abrir sus c‡rceles y dejar a los
pueblo regresar a sus tierras, en su crueldad y en su tiran’a, manten’an muchos
en su jaulas para producir mas temor y pavor.
Pero estas c‡rceles ten’an que estar abiertas,
porque hasta los del pueblo de Dios estaba en ellas, y los del pueblo de Dios siempre
tienen un gran futuro.
Y para los que desean aplicar esto al
diablo, es el mismo.
Los que Cristo ha comprado con su sangre no
van a quedar se en las garras del demonio, sino que tienen que salir libres,
porque ellos tambiŽn tienen un gran futuro.
18-19) Todos los reyes de las naciones, todos ellos yacen con honra
cada uno en su morada; pero tś echado eres de tu sepulcro como v‡stago
abominable, como vestido de muertos pasados a espada, que descendieron al fondo
de la sepultura; como cuerpo muerto hollado.
Los grandes reyes de egipcio ten’an sus
sepulcros en los pir‡mides. Y
muchos reyes del mundo han tenido sus tumbas elegantes y costosas. Pero el ultimo rey de Babilonia no.
A lo mejor estaba tirado en una fosa comśn,
o estaba atropellado por los caballos de la batalla.
ŔPero porque esto fue revelado por el
Esp’ritu de Dios?
Es que en cada Žpoca de la historia, y aun
en nuestra, muchos ponen su confianza en el estado, en vez de en Dios.
Para muchos, el Gobierno, el estado es como
dios caminando sobre la tierra. Y
el represente principal del estado era el rey, o como ahora, el presidente, o
el primer ministro.
El hecho de que se llaman un ministro, un
siervo es un testimonio de la fe Cristiana. Pero de todos modos, para muchos incrŽdulos, el estado es su
dios, pero esa forma de dios es un ’dolo.
Y por esto veamos tanto desprecio por el rey
de Babilonia en este capitulo. Es
para reprender a todos los que pongan su confianza en el estado, en vez de en
el Dios verdadero.
20) No ser‡s contado con ellos en la sepultura; porque tś destruiste
tu tierra, mataste a tu pueblo. No ser‡ nombrada para siempre la descendencia
de los malignos.
Los que gobiernan con la crueldad y con la
tiran’a, est‡n bajo una maldici—n.
Porque tratan de copiar la tiran’a de Satan‡s, que es pura maldici—n.
21) Preparad sus hijos para el matadero, por la maldad de sus padres;
no se levanten, ni posean la tierra, ni llenen de ciudades la faz del mundo.
Esto ser‡ algo, literalmente de ojo por
ojo. Porque si estabas aqu’
durante el estudio de Jerem’as, sabes que el rey de Babilonia mat— a los hijos
del rey de Israel, antes de sacar sus ojos.
Jerem’as 52:10-12 Y degoll— el rey de Babilonia a los
hijos de Sedequ’as delante de sus ojos, y
tambiŽn degoll— en Ribla a todos los pr’ncipes de Jud‡.
No obstante, el rey de Babilonia s—lo le
sac— los ojos a Sedequ’as, y le at— con grillos, y lo hizo llevar a Babilonia;
y lo puso en la c‡rcel hasta el d’a en que muri—.
Aun en frente de esa crueldad extrema,
nosotros estamos ordenados a no vivir en temor de ellos.
22) Porque yo me levantarŽ contra ellos, dice Jehov‡ de los ejŽrcitos,
y raerŽ de Babilonia el nombre y el remanente, hijo y nieto, dice Jehov‡.
Aqu’ algunos tienen un poco de dificultad,
viendo a Dios cobrando a los hijos por los pecados de sus padres. Pero es importante no presumir que
estos hijos y nietos eran inocentes.
Esto es antib’blico.
Todos nosotros estamos culpables en Ad‡n, y
Dios no est‡ bajo obligaci—n a perdonar a nadie, si esa persona no ha sido redimida
por la Sangre de Cristo Jesśs.
23) Y la convertirŽ en posesi—n de erizos, y en lagunas de agua; y la
barrerŽ con escobas de destrucci—n, dice Jehov‡ de los ejŽrcitos.
Esto es como el capitulo anterior que
hablaba mucho de la destrucci—n de la cuidad de Babilonia. Y ese tema se continuar‡ hasta el libro
de Apocalipsis, en donde se aplican el nombre de ŇBabiloniaÓ a cada cuidad que
sigue su ejemplo, rebelando en contra de la revelaci—n de Dios.
Apocalipsis 18:2 Y clam— con voz potente, diciendo: Ha
ca’do, ha ca’do la gran Babilonia, y se ha
hecho habitaci—n de demonios y guarida de todo esp’ritu inmundo, y albergue de
toda ave inmunda y aborrecible.
24) Jehov‡ de los ejŽrcitos jur— diciendo: Ciertamente se har‡ de la
manera que lo he pensado, y ser‡ confirmado como lo he determinado;
Dios estaba anunciando, de antemano, muchos
a–os antes, no algo que posiblemente pudo pasar, sino exactamente lo que iba a
pasar.
24) Jehov‡ de los ejŽrcitos jur— diciendo: Ciertamente se har‡ de la
manera que lo he pensado, y ser‡ confirmado como lo he determinado;
El hecho de que Dios lo ha revelado es
suficiente, pero a veces, en las escrituras, Dios ha a–adido un juramente,
sabiendo que nosotros estamos, a veces, tercos para creer.
24-25) Jehov‡ de los ejŽrcitos jur— diciendo: Ciertamente se har‡ de
la manera que lo he pensado, y ser‡ confirmado como lo he determinado; que
quebrantarŽ al asirio en mi tierra, y en mis montes lo hollarŽ; y su yugo ser‡
apartado de ellos, y su carga ser‡ quitada de su hombro.
Cuando Babilonia era muy grande, seria
dif’cil imaginar su ca’da. Esto
seria ahora como anunciar la ca’da de china, o de los estados unidos, o de
Rusia.
Pero Dios anuncia aqu’ que iba a acabar primeramente
con Asiria, otro enemigo antes de Babilona, dando evidencias de era capaz de
cumplir su promesa.
26) Este es el consejo que est‡ acordado sobre toda la tierra, y esta,
la mano extendida sobre todas las naciones.
Esto est‡ diciendo que Dios no solamente es
soberano sobre nuestra salvaci—n, y nuestras iglesias, sino que Dios est‡
controlando todo aspecto del mundo pol’tico y econ—mico.
Para realmente tener control sobre unos
eventos del universo, Dios tiene que tener control sobre todo lo que pasa.
27) Porque Jehov‡ de los ejŽrcitos lo ha determinado, Ŕy quiŽn lo
impedir‡? Y su mano extendida, ŔquiŽn la har‡ retroceder?
Hermanos, es por esto que podemos confiar en
las promesas de Dios. Aun cuando
todo parece en contra nuestra.
Aun cuando las iglesias tienen muchos
enemigos, podemos confiar en la realidad de que nuestro futuro ser‡ glorioso.
Romanos 16:20 Y el Dios de paz aplastar‡ en breve a
Satan‡s bajo vuestros pies. La gracia de
nuestro Se–or Jesucristo sea con vosotros.
28-29) En el a–o que muri— el rey Acaz fue esta profec’a:
No te alegres tś, Filistea toda, por haberse quebrado la vara del que
te her’a; porque de la ra’z de la culebra saldr‡ ‡spid, y su fruto, serpiente
voladora.
Dios tambiŽn iba a acabar con los filisteos,
que a lo mejor iban a regocijar observando la cautividad de los hebreos.
30) Y los primogŽnitos de los pobres ser‡n apacentados, y los
menesterosos se acostar‡n confiados; mas yo harŽ morir de hambre tu ra’z, y
destruirŽ lo que de ti quedare.
Otra vez los enemigos del pueblo de Dios
estaban en peligro, mientras los humildes de Dios iban a vivir en paz.
31) Aślla, oh puerta; clama, oh ciudad; disuelta est‡s toda tś,
Filistea; porque humo vendr‡ del norte, no quedar‡ uno solo en sus asambleas.
Para confirmar su fe, el pueblo de Dios
tenia que saber que Dios iba a acabar con todos sus enemigos.
Y hermanos, el mismo aplica a nosotros. Nosotros tambiŽn tenemos un futuro
glorioso.
32) ŔY quŽ se responder‡ a los mensajeros de las naciones? Que Jehov‡
fund— a Sion, y que a ella se acoger‡n los afligidos de su pueblo.
Es como Cristo dijo, ŇedificarŽ mi iglesia;
y las puertas del Hades no prevalecer‡n contra ellaÓ.
========================= Conclusi—n ====================
ŔBueno, como podemos aplicar todo esto a
nosotros mismos?
Isa’as estaba anticipando las mentiras de
Satan‡s, y de otros enemigos del pueblo.
Cuando Babilonia estaba levantada, las voces
iban a decir, ŇÁmira tu dios es dŽbil, tu dios est‡ derrotado, no tiene la
capacidad de proteger a su puebloÓ.
O como en nuestros tiempos se vienen diciendo, Ňtu dios ni existe, es el
gobierno que tiene todo poder, es el hombre que realmente tiene toda la
autoridad de decidir lo que es bueno o malo, olvida te de tu libro antiguoÓ.
Y nade de esto debe de ser una sorpresa,
siempre habr‡ oposici—n en contra nuestra. A estas alturas debemos de estar ya acostumbrados a esto.
Si tu has ca’do, a veces bajo las influencias
de estas voces del mundo, o del diablo, y has sentido muy deprimido,
desanimado, y ahora quieres vivir con una fe din‡mica y creciente, en frente de
toda la oposici—n, puedes pasar en unos momentos, y oraremos para ti.
Vamos a orar!