16 de abril de 17
Hijos De La Resurrecci—n
Lucas 20:27-36
Hoy d’a, en todas partes, los hermanos celebran la resurrecci—n, de
Cristo Jesśs. Es un d’a de gran
celebraci—n porque hoy celebramos la victoria sobre la muerte.
Aun antes la muerte de Cristo, la verdad de la resurrecci—n estaba
conocida. Era una doctrina
importante entre los jud’os, pero aun entre ellos, era un poco controversial.
Un grupo de religiosos poderosos negaban la resurrecci—n y en nuestro
texto, se vinieron a Cristo tratando de comprobar que esa doctrina era absurda.
Lucas 20:27-28) Llegando entonces
algunos de los saduceos, los cuales niegan haber resurrecci—n, le preguntaron, diciendo: Maestro,
MoisŽs nos escribi—: Si el hermano de alguno muriere teniendo mujer, y no
dejare hijos, que su hermano se case con ella, y levante descendencia a su
hermano.
29-30) Hubo, pues, siete hermanos; y
el primero tom— esposa, y muri— sin hijos. Y la tom— el segundo, el cual tambiŽn muri— sin hijos.
31) La tom— el tercero, y as’ todos
los siete, y murieron sin dejar descendencia. Finalmente muri— tambiŽn la mujer.
33) En la resurrecci—n, pues, Ŕde cu‡l
de ellos ser‡ mujer, ya que los siete la tuvieron por mujer?
34) Entonces respondiendo Jesśs, les
dijo: Los hijos de este siglo se casan, y se dan en casamiento; mas los que
fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrecci—n de
entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento.
36) Porque no pueden ya m‡s morir,
pues son iguales a los ‡ngeles, y son hijos de Dios, al ser hijos de la
resurrecci—n.
Cristo b‡sicamente dijo que el estado matrimonial de uno no era relevante a su condici—n en la
gloria. Dijo que no se pueden m‡s
morir, porque tendr‡n la vida eterna.
Dijo que ciertas personas son dignas de llegar a la gloria, implicando
que otros no est‡n. ŔPero como es
esto?
Seguramente no estaba ense–ando que estaban salvados por sus propios
meritos. pausa Por
supuesto que no.
Sino que ciertas personas han sido transformadas de la muerte a vida,
cosa que pasa en esta vida, cosa que deja uno como una nueva creatura.
2 Corintios 5:17 De
modo que si alguno est‡ en Cristo,
nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aqu’ todas son hechas
nuevas.
Finalmente, y esto es el tema de hoy, dijo que algunos son hijos de
Dios, al ser hijos de la resurrecci—n.
Hay mucha ense–anza sobre los hijos de Dios, pero tambiŽn hay mucha
confusi—n. Es que muchos grupos
hablan como que cada persona de este mundo es hijo de Dios.
Pero esto es un enga–o terrible que seguramente ha venido se Satan‡s,
para dejar a muchos en una falsa seguridad mientras en realidad est‡n en
peligros graves.
Y las escrituras pueden mostrar esto f‡cilmente.
Juan 1:11-13 A lo
suyo vino, y los suyos no le
recibieron. Mas a todos los que le
recibieron, a los que creen en su
nombre,
les dio potestad de ser hechos hijos
de
Dios; los cuales no son engendrados de
sangre, ni de voluntad de carne, ni de
voluntad de var—n, sino de Dios.
Los hijos de Dios, son los hermanos de la fe, los hijos de Dios han
recibido a Cristo como Se–or y rey de sus vidas. Y claro esto no es cada persona del mundo. Ni es cada persona que va a una iglesia
a veces.
Hoy d’a celebramos tambiŽn, hermanos tomando un gran paso de estar
bautizados para anunciar a todo el mundo que ellos han recibido a Cristo como
su Se–or.
Y es gran motivo de celebrar porque no es por la voluntad del hombre
sino de Dios como Juan dijo, Ňlos cuales
no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de
voluntad de var—n, sino de DiosÓ.
Pero hay mas evidencia de que no toda persona es hijo de Dios.
1 Juan 3:10 En
esto se manifiestan los hijos de Dios, y
los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a
su hermano, no es de Dios.
Aqu’ el mismo Juan, mas tarde en su vida, con mas experiencia en el
ministerio dijo que la humanidad realmente existe en dos grupos, hijos de Dios,
e hijos del diablo.
Tal vez alguien est‡ pensando que esto parece un poco extremo,
llamando a los que no son hijos de la resurrecci—n, los que no son hijos de
Dios, hijos del diablo, pausa, pero
Juan aprendi— hablar as’ escuchando a Cristo.
Juan 8:41-45 Vosotros
hacŽis las obras de vuestro padre.
Entonces le dijeron: Nosotros no somos nacidos de fornicaci—n; un
padre tenemos, que es Dios.
Jesśs entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me
amar’ais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de m’
mismo, sino que Žl me envi—.
ŔPor quŽ no entendŽis mi lenguaje? Porque no podŽis escuchar mi
palabra.
Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre
querŽis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en
la verdad, porque no hay verdad en Žl. Cuando habla mentira, de suyo habla;
porque es mentiroso, y padre de mentira.
Y a m’, porque digo la verdad, no me creŽis.
Cristo hablaba la verdad.
Los que no quieren nada que ver con Cristo, como su se–or, como su rey,
son hijos del diablo. Es algo
espantoso.
Pero damos gloria a Dios de que cada a–o vemos hermanos creyendo,
recibiendo a Cristo y rompiendo con su padre infernal de antes. Estas personas obedecen el evangelio.
El evangelio es algo que se cree, y nosotros estamos justificado por
la fe, que era la gran doctrina de la reformaci—n. Pero la Biblia tambiŽn ense–a que el evangelio es algo que
se obedece.
Hebreos 5:9 Y habiendo
sido perfeccionado, vino a ser
autor de eterna salvaci—n para todos los que le obedecen.
1 Pedro 4:17 Porque
es tiempo de que el juicio comience
por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, Ŕcu‡l ser‡ el
fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?
2 Tesalonicenses 1:6-8 Porque
es justo delante de Dios
pagar con tribulaci—n a los que os atribulan, y a vosotros que sois
atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Se–or Jesśs
desde el cielo con los ‡ngeles de su poder, en llama de fuego, para dar
retribuci—n a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de
nuestro Se–or Jesucristo.
ŔPero que quiere decir esto, de obedecer el evangelio? Es que la fe verdadera, siempre va a
producir una obediencia en la vida del hermano, aunque esa obediencia jam‡s
estar‡ perfecta. Pero por lo menos
va a empezar con la disponibilidad de bautizar se, aun si sea publico.
Hasta Cristo mismo estaba dispuesto a estar bautizado, y Cristo jam‡s
fue culpable de pecado.
Mateo 3:13-17 Entonces
Jesśs vino de Galilea a Juan al
Jord‡n, para ser bautizado por Žl. Mas Juan
se le opon’a, diciendo: Yo necesito
ser
bautizado por ti, Ŕy tś vienes a m’?
Pero Jesśs le respondi—: Deja ahora, porque as’ conviene que cumplamos
toda justicia. Entonces le dej—.
Y Jesśs, despuŽs que fue bautizado, subi— luego del agua; y he aqu’
los cielos le fueron abiertos, y vio al Esp’ritu de Dios que descend’a como
paloma, y ven’a sobre Žl.
Y hubo una voz de los cielos, que dec’a: Este es mi Hijo amado, en
quien tengo complacencia.
Si uno aun est‡ viviendo en la carne, deseando vivir su vida a su
manera, rechazar el bautismo es lo mas natural.
Pero cuando uno ha sido tocado por el Esp’ritu Santo, siendo
transformado en una nueva criatura, pasar por las aguas del bautismo es
completamente normal.
ŔPero que son los hijos de la
resurrecci—n, conforme a nuestro tema de hoy? Los hijos de la
resurrecci—n ya han sido resucitado en un sentido espiritual.
Colosenses 3:1-2 Si,
pues, habŽis resucitado con Cristo,
buscad las cosas de arriba, donde est‡ Cristo sentado a la diestra de
Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
Los hijos, las hijas de la
resurrecci—n, ya son personas diferentes, no est‡n tan fascinados, ni
encantados con las vanidades de este mundo. Ya tienen una relaci—n de amor con Cristo, y saben que vale
la pena caminar con Žl ahora.
Han pasado por una transferencia que se puede ver en las palabras de
Cristo a San Pablo, cuando Pablo estaba llamado.
Hechos 26:15-18 Yo entonces dije:
ŔQuiŽn eres, Se–or? Y
el Se–or dijo: Yo soy Jesśs, a quien tś persigues.
Pero lev‡ntate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido
a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de
aquellas en que me aparecerŽ a ti, libr‡ndote de tu pueblo, y de los gentiles,
a quienes ahora te env’o, para que abras
sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de
Satan‡s a Dios; para que reciban, por la fe que es en m’, perd—n de pecados
y herencia entre los santificados.
Cristo dijo que por su ministerio Pablo iba a abrir los ojos de las
personas que obviamente ten’an sus ojos cerrados.
ŔQue quiere decir esto?
Es que hay ciertas personas con que se puede hablar de las verdades de
la Biblia por horas, o muchas veces y jam‡s se van a entender.
1 Corintios 2:14 Pero
el hombre natural no percibe las
cosas que son del Esp’ritu de Dios, porque para Žl son locura, y no
las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.
TambiŽn Pablo iba a convertir a la gente de las tinieblas a la
luz. Pero ŔQue quiere decir esto?. Es que hay gente que tienen sus mentes
tan cerrados a la verdad de las escrituras que es como que est‡n ciegos.
2 Corintios 4:3-4 Pero
si nuestro evangelio est‡ aśn
encubierto, entre los que se pierden est‡ encubierto; en los cuales el
dios de este siglo ceg— el entendimiento de los incrŽdulos, para que no les
resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen
de Dios.
Finalmente, Cristo dijo que en su ministerio, Pablo iba a convertir la
gente de la potestad de Satan‡s a Dios.
Y si ya est‡n bajo la potestad, o sea la autoridad de Satan‡s, no es
nada irrazonable decir que son hijos del diablo.
Yo se que es algo espantoso, y brusco, pero a veces una verdad brusca
es mejor, que una mentira suave.
------------------------- Doctrina ------------------------
Podemos concluir que los saduceos estaban en error. No tiene sentido negar la doctrina de
la resurrecci—n. Y Cristo ha
comprobado esto para siempre con su propia resurrecci—n, que celebramos hoy
d’a.
Estamos hablando de los hijos
de la resurrecci—n, Ŕpero exactamente quien va a resucitar?
Pablo hablaba de una resurrecci—n general.
Hechos 24:14-15 Pero esto te
confieso, que segśn el
Camino que ellos llaman herej’a, as’ sirvo al Dios de mis padres,
creyendo todas las cosas que en la ley y en los profetas est‡n escritas; teniendo
esperanza en Dios, la cual ellos tambiŽn abrigan, de que ha de haber
resurrecci—n de los muertos, as’ de justos como de injustos.
Pablo ense–aba que todos van a resucitar, los justos con los injustos,
los salvados con los perdidos.
Pero solamente es correcto llamar a los salvados, los hijos de la resurrecci—n, los perdidos ir‡n r‡pidamente a la
muerte segunda.
Y Cristo ense–aba b‡sicamente el mismo.
Juan 5:28-29 No os
maravillŽis de esto; porque vendr‡
hora cuando todos los que est‡n en los sepulcros oir‡n su voz; y los
que hicieron lo bueno, saldr‡n a resurrecci—n de vida; mas los que hicieron lo
malo, a resurrecci—n de condenaci—n.
Solamente los de la resurrecci—n de vida son hijos de la resurrecci—n, los que se levantan a la resurrecci—n de
condenaci—n, no son hijos de la
resurrecci—n, sino son los hijos del diablo, los hijos del infierno.
------------------------ Conclusi—n -----------------------
Hoy es un gran d’a de celebraci—n. Porque siempre hay hermanos que escuchan del amor de Dios,
de lo que Cristo hizo muriendo en la cruz para darnos la victoria sobre el
pecado, la victoria sobre la muerte.
Y si tu eres uno de los que aun anda resistiendo esa verdad, deseando
vivir a su manera, diga lo que diga la palabra de Dios, es posible que
recordar‡s este mensaje de hoy, cuando el d’a de tu muerte se empieza a acercar
se.
En aquel momento puedes pedir a ti mismo. ŇŔPorque no escuchŽ antes? ŔPor quŽ no respond’ cuando era claro que Dios me estaba
llamando? Y ahora mi vida est‡
poco a poco acabando, y realmente no se que hacer?Ó
Si es tu deseo, reconciliarte ya con tu Dios, y no esperar al ultimo
momento, para tratar de venir en un p‡nico, entonces puedes pasar en un
momento, y queremos orar para ti. Vamos
a orar