9 de
abril de 17
El Impacto Del
Rey
Isa’as 11:1-16
Introducci—n
En el ultimo capitulo, vimos el juicio de
Dios presentado como muchos ‡rboles cortados, una devastaci—n casi completa,
casi completa, pero aun con algo de esperanza.
Isa’as 10:33-34 He aqu’ el Se–or, Jehov‡ de los
ejŽrcitos, desgajar‡ el ramaje con
violencia, y los ‡rboles de gran altura ser‡n cortados, y los altos ser‡n
humillados. Y cortar‡ con hierro
la espesura del bosque, y el L’bano caer‡ con estruendo.
As’ se termin— el ultimo capitulo, pero de
toda la destrucci—n, algo tenia que levantar se.
1) Saldr‡ una vara del
tronco de Isa’, y un v‡stago reto–ar‡ de sus ra’ces.
Si conoces bien a tu Biblia, sabes que estas
son expresiones de Cristo. Isa’
era el padre de David, y en realidad era un don nadie en el pueblo de Israel.
1 Samuel 16:1 Dijo Jehov‡ a Samuel: ÀHasta cu‡ndo llorar‡s
a Saœl, habiŽndolo yo desechado para que no
reine sobre Israel? Llena tu cuerno de aceite, y ven, te enviarŽ a Isa’ de
BelŽn, porque de sus hijos me he provisto de rey.
ÀPero porque habla el profeta Isa’as de
Isa’, y no habla simplemente de un hijo de David? Es que en aquellos tiempos la familia de David era muy
degenerada. Generaci—n tras
generaci—n se levantaron reyes de poca calidad para gobernar esa familia.
El deseo de todos era tener un Rey que ser’a
realmente justa como David o sabio como Salom—n, pero en medio de toda la
corrupci—n espiritual, y gubernamental, esto parec’a un sue–o imposible.
2) Y reposar‡ sobre Žl el Esp’ritu de Jehov‡; esp’ritu de sabidur’a y
de inteligencia, esp’ritu de consejo y de poder, esp’ritu de conocimiento y de
temor de Jehov‡.
Pero en medio de los juicios, un Rey supremo
estaba prometido, un Rey que ser’a capacitado, con todas las caracter’sticas de
un grande como David o como Salom—n.
Pero ese Rey ser’a hasta superior a
ellos. Ese Rey tendr’a un
conocimiento profundo del temor de Dios.
3) Y le har‡ entender diligente en el temor de Jehov‡. No juzgar‡
segœn la vista de sus ojos, ni argŸir‡ por lo que oigan sus o’dos;
Parte de la raz—n de aprender, profundamente
la palabra de Dios es la necesidad de caminar por fe, y no por vista. Hay que confiar en lo que Dios ha
prometido, y no solamente por lo que parece imposible delante de tus ojos.
2 Corintios 5:7 (porque por fe andamos, no por vista).
Y ese Rey prometido iba a estar, por fin,
uno sin la corrupci—n que ha causado tanta ruina en el pueblo.
Iba a tener un conocimiento profundo de la
justicia, como Salom—n cuando averiguaba la madre verdadera entra las dos
rameras.
Pero de ese rey que iba a venir, ser’a f‡cil
decir que hab’a mayor que Salom—n en este lugar.
Mateo 12:42 La
reina del Sur se levantar‡ en el juicio
con esta generaci—n, y la condenar‡; porque
ella vino de los fines de la tierra para o’r la sabidur’a de Salom—n, y he aqu’
m‡s que Salom—n en este lugar.
En medio del contexto de Isa’as, cuando casi
no hab’a esperanza por las corrupciones y sus consecuencias, vino gran
esperanza, predicando a Cristo, el Rey final, y el impacto que iba a
tener sobre este mundo.
4) sino que juzgar‡ con justicia a los pobres, y argŸir‡ con equidad
por los mansos de la tierra; y herir‡ la tierra con la vara de su boca, y con
el esp’ritu de sus labios matar‡ al imp’o.
Ya estamos empezando a ver el impacto. No seria posible aplastar siempre a los
pobres, a los menos poderosos, sino que los mansos iban a heredar la tierra.
Mateo 5:5 Bienaventurados
los mansos,
porque ellos
recibir‡n la tierra por heredad.
Y se ve tambiŽn que Cristo no vino para
pelear con tanques o con bombas grandes, sino que con una vara que sale de su
boca. Su reino no es de este
mundo, y por lo tanto no va a emplear las armas de este mundo.
Apocalipsis 2:16 Por tanto, arrepiŽntete; pues si no,
vendrŽ a ti pronto, y pelearŽ contra ellos
con la espada de mi boca.
Apocalipsis 1:16 Ten’a en su diestra siete estrellas;
de su boca sal’a una espada aguda de dos
filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en
su fuerza.
La palabra de Cristo es mas poderosa que
todas las armas carnales de este mundo.
5) Y ser‡ la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ce–idor de su
cintura.
Conociendo bien la palabra de Dios, y no
siendo sujetado a las corrupciones y las influencias normales de los lideres
mundanos, ese gran Rey prometido, iba a tener un impacto incre’ble.
6) Morar‡ el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se
acostar‡; el becerro y el le—n y la bestia domŽstica andar‡n juntos, y un ni–o
los pastorear‡.
Bueno, sabiendo que los profetas hablan con
muchos s’mbolos y alegor’as, algunos tomen estos versos como metaf—ricos. Pero otros hermanos, por todos los
siglos los han tomado como literales.
Vamos a considerar las dos
posibilidades. Por la ca’da de
Ad‡n y Eva, el mundo fue severamente trastornado. Muchos creen que es natural ver a los animales matando el uno
a otro violentamente. Pero dice en
el libro de GŽnesis, que esto no es natural, y que no fue as’ antes.
GŽnesis 1:30 Y
a toda bestia de la tierra, y a todas las
aves de los cielos, y a todo lo que se
arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les ser‡ para
comer. Y fue as’.
Antes de la ca’da, no hab’a ni muerte, ni
violencia ni sufrimiento. As’ que
la sangre que se ve entre los animales feroces, realmente no es natural. Ni tampoco es la violencia entre los
hermanos. Todo esto sal’a de la
maldici—n por el pecado.
El gran rey prometido por ese
capitulo, aun iba a tener un impacto sobre todo esto.
Pero si prefieres tomar todo esto como simb—lico,
y no como literal, tambiŽn es muy glorioso, porque implica la paz entre los
hombres. En Cristo debemos de
esperar la paz entre los creyentes, y la paz entre esposo y esposa, y entre los
hijos de una familia santa.
Vimos algo de esto aun en el capitulo dos.
Isa’as 2:4 Y
juzgar‡ entre las naciones, y reprender‡ a
muchos pueblos; y volver‡n sus espadas en
rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzar‡ espada naci—n contra naci—n,
ni se adiestrar‡n m‡s para la guerra.
Si somos seguidores del pr’ncipe de paz, los
de afuera deben de observar la paz en nuestras familias, y no la contienda. Cristo nos ha dado el poder y el
conocimiento de vivir en paz, empezando en el hogar. ÀComo est‡ contigo, hermano, hermana, en esta ma–ana?
6) Morar‡ el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se
acostar‡; el becerro y el le—n y la bestia domŽstica andar‡n juntos, y un ni–o
los pastorear‡.
Cuando dice que un ni–o los pastorear‡, si
tomes todo esto metaf—ricamente, quiere decir que los lideres de la iglesias, y
del reino de Dios no ser‡n hombres fuertes y feroces, como en los carteles, sino
que hasta los lideres, tiene que ser, en un sentido, como ni–os.
Mateo 18:3 De
cierto os digo, que si no os volvŽis y os
hacŽis como ni–os, no entrarŽis en el reino
de los cielos.
7) La vaca y la osa pacer‡n, sus cr’as se echar‡n juntas; y el le—n como
el buey comer‡ paja.
Actualmente encuentran leones, a veces que
pueden vivir comiendo paja, pero claro, ahora no son la mayor’a. Pero estas profec’as extra–as implican
un gran cambio en la naturaleza de estos animales.
Tenemos que recordar que Dios puso todos los
animales debajo del dominio del hombre, y cuando el hombre se ca’a, la
naturaleza debajo de Žl tambiŽn se cayo.
GŽnesis 1:26 Entonces
dijo Dios: Hagamos al hombre a
nuestra imagen, conforme a nuestra
semejanza; y se–oree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las
bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
La naturaleza est‡ corrompida por la
corrupci—n del hombre, pero cuando la humanidad est‡ mas y mas redimida en
Cristo, se espera un cambio hasta en la naturaleza que ca’a con Žl.
8) Y el ni–o de pecho jugar‡ sobre la cueva del ‡spid, y el reciŽn
destetado extender‡ su mano sobre la caverna de la v’bora.
Viendo como los animales aun ataquen a los
ni–os, es evidente de que los ni–os tambiŽn est‡n ca’dos, en el pecado, y que
tienen que aprender a resistir al diablo como sus padres.
Pero cuando la redenci—n de Cristo es cada
vez mas extendida en el mundo, se espera que los peligros ser‡n tambiŽn, cada
vez menos.
9) No har‡n mal ni da–ar‡n en todo mi santo monte; porque la tierra
ser‡ llena del conocimiento de Jehov‡, como las aguas cubren el mar.
El impacto de este Rey, ser‡
enorme. En los siglos pasados, los
hermanos realmente creyeron todo esto.
Y por lo tanto muchos hermanos, muchas familias dedicaban sus vidas a las
misiones.
Familias enteras se fueron para vivir en
otros pa’ses, dedicando su tiempo, su energ’a, su dinero a la tarea importante
de extender mas y mas el reino de Cristo.
Sab’an que el gran impacto de ese
ultimo Rey de la familia de David, no seria sentido hasta que el mundo
entero sea lleno del conocimiento de Dios.
9) No har‡n mal ni da–ar‡n en todo mi santo monte; porque la tierra
ser‡ llena del conocimiento de Jehov‡, como las aguas cubren el mar.
Hay que preguntar, ÀComo est‡ el mar
cubierto de agua, un poquito aqu’, y otro poquito all‡? No, sino que est‡ completamente
cubierto, y esto es la promesa del impacto de este gran Rey que Isa’as
profetiz—.
Y la Biblia jam‡s promet’a que esto iba a
pasar de repente, sino que es gradual, va a tomar tiempo, est‡ poco a poco
avanzando como en el testamento antiguo.
ƒxodo 23:28-32 EnviarŽ delante de ti la avispa, que eche
fuera al heveo, al cananeo y al heteo, de
delante de ti.
No los echarŽ de delante de ti en un a–o,
para que no quede la tierra desierta, y se aumenten contra ti las fieras del
campo.
Poco a poco
los echarŽ de delante de ti, hasta que te multipliques y tomes posesi—n de la
tierra.
Y fijarŽ tus l’mites desde el Mar Rojo hasta
el mar de los filisteos, y desde el desierto hasta el Eufrates; porque pondrŽ
en tus manos a los moradores de la tierra, y tœ los echar‡s de delante de ti.
No har‡s alianza con ellos, ni con sus
dioses.
Y si quieres preguntar, hermano, porque no
estamos viendo mas progreso en todo esto, aqu’ est‡ la respuesta, como en el
testamento antiguo, se mezclaron mucho con los del mundo, adoptando a sus
dioses y sus demonios, ahora en nuestros tiempos los mismos errores est‡n
repetido.
Solamente tenemos que preguntar, ÀDonde
est‡n los hermanos cuando hay una reuni—n de oraci—n? Casi todos, siempre, mas ocupados en otras cosas.
Te puedes estar seguro, de que cuando el
pueble est‡ mas serio, mas diligente en el trabajo del reino, el progreso ser‡
mas r‡pido. Pero a cada cuando,
muchos hermanos se desv’an por las distracciones.
10) Acontecer‡ en aquel tiempo que la ra’z de Isa’, la cual estar‡
puesta por pend—n a los pueblos, ser‡ buscada por las gentes; y su habitaci—n
ser‡ gloriosa.
ÀPero que es un pend—n? Un pend—n es como una bandera que se
levantan para anunciar algo. Y el
gran Rey anunciado de este capitulo fue levantado para anunciar algo.
Juan 12:32 Y
yo, si fuere levantado de la tierra,
a todos atraerŽ a m’ mismo.
El pend—n que estaba levantando era Cristo
colgado a su cruz. Lo que muchos
hermanos estar‡n recordando, hasta celebrando muy pronto, alrededor del mundo.
Juan 3:14 Y
como MoisŽs levant— la serpiente en el
desierto, as’ es necesario que el Hijo del
Hombre sea levantado.
Esto es lo que muchos que piensan
carnalmente no pueden entender.
Nuestra victoria est‡ en la cruz, porque en la cruz el enemigo verdadero,
el pecado estaba aplastado.
G‡latas 6:14 Pero
lejos estŽ de m’ gloriarme, sino en la
cruz de nuestro Se–or Jesucristo, por quien
el mundo me es crucificado a m’, y yo al mundo.
Y no solamente el pecado estaba aplastado en
la cruz, pero tambiŽn el diablo y sus obreros, los demonios.
Colosenses 2:15 Y despojando a los principados y a las
potestades, los exhibi— pœblicamente, triunfando
sobre ellos en la cruz.
Cuando dice ÒdespojandoÓ, quiere decir que
para los Cristianos, el enemigo ya est‡ desarmado, que quiere decir que la
victoria es nuestra.
11) Asimismo acontecer‡ en aquel tiempo, que Jehov‡ alzar‡ otra vez su
mano para recobrar el remanente de su pueblo que aœn quede en Asiria, Egipto,
Patros, Etiop’a, Elam, Sinar y Hamat, y en las costas del mar.
En el tiempo de Isa’as hab’a mucho
pesimismo, como en neutros tiempos hay mucho pas’simo en las iglesias.
Pero Dios siempre puede mostrar su poder
otra vez. Aqu’ est‡n nombrados
muchos pueblos, como hemos visto en el gran d’a de PentecostŽs, Dios estaba
alcanzando a muchos pueblos.
Hechos 2:7-12 Y estaban at—nitos y maravillados, diciendo:
Mirad, Àno
son galileos todos estos que
hablan? ÀC—mo,
pues, les o’mos nosotros
hablar cada
uno en nuestra lengua en la que
hemos
nacido?
Partos, medos, elamitas, y los que habitamos
en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia y
Panfilia, en Egipto y en las regiones de Africa m‡s all‡ de Cirene, y romanos
aqu’ residentes, tanto jud’os como prosŽlitos, cretenses y ‡rabes, les o’mos
hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios.
Y estaban todos at—nitos y perplejos,
diciŽndose unos a otros: ÀQuŽ quiere decir esto?
ÀQuŽ quiere decir esto? Quiere decir que las grandes profec’as
de Isa’as estaban empezando a cumplirse, que el conocimiento de Dios iba a
empezar a realmente correr por todas partes del mundo conocido.
12) Y levantar‡ pend—n a las naciones, y juntar‡ los desterrados de
Israel, y reunir‡ los esparcidos de Jud‡ de los cuatro confines de la tierra.
Dios puede reunir a sus escogidos
f‡cilmente. Pero ha decidido
empelar a los hombres en el proceso.
Y los que realmente no quieren a este Cristo como el Rey de sus vidas,
ser‡n claramente excluidos.
Lucas 13:28 All’
ser‡ el llanto y el crujir de dientes,
cuando ve‡is a Abraham, a Isaac, a Jacob y a
todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estŽis excluidos.
No es nada sabio, ignorar el llamamiento de
ese gran Rey.
Tiene la capacidad de producir un impacto
glorioso, pero tambiŽn tiene la capacidad de arruinar a los rebeldes.
13) Y se disipar‡ la envidia de Efra’n, y los enemigos de Jud‡ ser‡n
destruidos. Efra’n no tendr‡ envidia de Jud‡, ni Jud‡ afligir‡ a Efra’n;
La gran vergŸenza del pueblo de Dios era la
divisi—n del sur y el norte, y todos las envidias que resultaron de esto.
Es como en nuestros tiempos en que las
iglesias se dividan en sus denominaciones, para pelear sobre puntos peque–os de
doctrina. Mientras los del mundo
concluyen, ÒÁBueno esto no puede ser la verdad, porque mira como se pelean
entre si!Ó
14) sino que volar‡n sobre los hombros de los filisteos al occidente,
saquear‡n tambiŽn a los de oriente; Edom y Moab les servir‡n, y los hijos de
Am—n los obedecer‡n.
Cuando la iglesia est‡ fuerte en el Se–or,
no hay enemigos que nos puede vencer.
Los musulmanes ahora saben que mundialmente la iglesia est‡ en una gran
coma, durmiendo como unos bebes, no pensando en nada.
15-16) Y secar‡ Jehov‡ la lengua del mar de Egipto; y levantar‡ su
mano con el poder de su esp’ritu sobre el r’o, y lo herir‡ en sus siete brazos,
y har‡ que pasen por Žl con sandalias.
Y habr‡ camino para el remanente de su pueblo, el que qued— de Asiria,
de la manera que lo hubo para Israel el d’a que subi— de la tierra de Egipto.
Para suavizar su desanimo, pasando por las
miserias que sus pecados causaron, Dios dijo en estos œltimos versos, que como
escaparon de Egipto, por el poder del Esp’ritu Santo, cuando sea necesario,
Dios emplear‡ el mismo poder, otra vez, para rescatar a su pueblo de su esclavitud.
========================== Doctrina =====================
Lo que Isa’as nos ha ense–ado en este
capitulo, es que con Cristo, estamos en el equipo ganador.
En esta ma–ana, observŽ brevemente la
noticias, que dijeron que el Estado Isl‡mico est‡ tomando la responsabilidad
por ataques contra iglesias Cristianas en Egipto.
Se aprovechan de lo que unos llaman el
domino de ramos.
El mundo est‡ siempre encantado con esa
forma de noticias.
ÀPor que? Es que el mundo siempre quiere dar la impresi—n de que los
Cristianos est‡n perdiendo.
Pero no es cierto. Jam‡s muestran los reportes de los miles y miles de
musulmanes que est‡n abandonando a su idolatr’a para convertir se a la fe
Cristiana.
La realidad es, que la fe Cristiana anda
ganando, y siempre va a ganar.
2 Corintios 2:14 Mas a Dios gracias, el cual nos lleva
siempre en triunfo en Cristo Jesœs, y por
medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento.
Y terminando el libro de Romanos.
Romanos
16:20 Y el Dios de paz aplastar‡ en breve
a Satan‡s bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Se–or Jesucristo sea con
vosotros.
Somos mas que vencedores en Cristo.
========================= Conclusi—n ====================
Y si tu hermano, amigo, has estado œltimamente
atrapado en el pecado, ahora es el momento de recapacitar.
No tiene sentido ayudar al diablo, o intentar avanzar las ruinas de su
reino aplastado.
Tal vez no has pensando en tu pecado as’, pero Cristo no ha dado la
oportunidad de estar neutral en esa batalla c—smica. O est‡s con Cristo, o est‡ en su contra.
Hay que tomar esto en cuenta, tratando de decidir si quieres o no,
estar bautizado con otros en el d’a de la pascua, que ya viene en una semana.
Mateo 12:30 El
que no es conmigo, contra m’ es;
y el que conmigo no recoge,
desparrama.
JosuŽ 24:15 Y
si mal os parece servir a Jehov‡, escogeos
hoy a quiŽn sirv‡is; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros
padres, cuando estuvieron al otro lado del r’o, o a los dioses de los amorreos
en cuya tierra habit‡is; pero yo y mi casa serviremos a Jehov‡.
Hay que decidir, ÀEstar‡s para Cristo, o estar‡s para su enemigo?
Vamos a orar!