17 de marzo de 17

Admirando La Gloria

Salmos 146:1-10

 

Cuando Ad‡n y Eva cayeron en su rebeli—n, Dios no estaba bajo ninguna obligaci—n de suavizar el impacto de su crimen, ni de dar promesas de una redenci—n.

 

Hubiera sido perfectamente justo, simplemente acabar con la raza humana, o dejar la sufrir las consecuencias mas horribles de sus rebeliones, en esta vida, y tambiŽn en la venidera.

 

Sabemos que esto es la verdad porque esto es mas o menos lo que Dios hizo con los ‡ngeles ca’dos.  Ellos tienen una existencia terrible ahora, y ser‡ aun mas terrible para ellos despuŽs de su juicio final.

 

Pero Dios respondi— con otro plan con el hombre.  Para el hombre hay redenci—n, hay esperanza, hay maneras de escapar de la miseria.  Y por esto, los que realmente conocen a su Dios van a adorar siempre.

 

1)  Alaba, oh alma m’a, a Jehov‡.

 

Empezando el autor, estaba decidido a adorar, en tiempos buenos y en tiempos malos, pase lo que pase, ese hombre iba a adorar y alabar, como Job despuŽs de su gran tragedia.

 

Job 1:20-21    Entonces Job se levant—, y rasg— su manto, y

rasur— su cabeza, y se postr— en tierra y ador—, y dijo: Desnudo sal’ del vientre de mi madre, y desnudo volverŽ all‡. Jehov‡ dio, y Jehov‡ quit—; sea el nombre de Jehov‡ bendito.

 

Fue como el peor momento de su vida, pero Àque iba a hacer, como iba responder?, sino adorar a su Dios, que siempre es bueno.

 

Mas tarde dijo.

 

Job 13:15 He aqu’, aunque Žl me matare, en Žl esperarŽ.

 

Los que conocen a su Dios, van a alabar le por quien es, y no por lo que pueden sacar de Žl.  Esto fue la controversia entre Dios y el diablo sobre la vida de Job. 

Job no adoraba solamente por lo que pudo sacar.

 

2) AlabarŽ a Jehov‡ en mi vida; cantarŽ salmos a mi Dios mientras viva.

 

Los que realmente conocen a su Dios, tambiŽn est‡n decid’os a adorar por toda la vida.  No solamente cuando todo va en mi favor, no solamente cuando tengo provisiones adecuadas, sino pasa lo que pasa, Dios es digno de mi alabanza.

 

3) No confiŽis en los pr’ncipes, ni en hijo de hombre, porque no hay en Žl salvaci—n.

 

El Salmista est‡ compartiendo su gozo y su seguridad, y por esto da una advertencia de una gran distracci—n.  Es que es muy f‡cil poner tu confianza en un hombre que se puede ver, que en Dios que es invisible.

 

Estamos viendo una y otra vez en los profetas que en vez de simplemente arrepentir se y regresar al gran Dios de Israel, muchos reyes buscaban alianzas con otros hombres, con los poderosos. 

 

Esto siempre es la tentaci—n cuando nuestra fe est‡ dŽbil, o cuando nuestra rebeli—n est‡ fuerte.

 

Una vez Saœl fue buscando ayuda con una bruja, solamente para buscar ayuda con otro hombre, Samuel, que ya era muerto.

 

Otro rey fue criticado por el Esp’ritu Santo simplemente porque se confiaba en los mŽdicos.

 

2 Cr—nicas 16:12     En el a–o treinta y nueve de su reinado,

Asa enferm— gravemente de los pies, y en su enfermedad no busc— a Jehov‡, sino a los mŽdicos.

 

No est‡ ense–ando que es malo empelar a los mŽdicos, sino que debemos de buscar la ayuda de Dios, por medio de los mŽdicos.

 

Otros buscan a la sabidur’a humana para consejos de la vida, en vez de estudiar la palabra de Dios, y muchas veces se terminan defraudados.

 

Colosenses 2:8 Mirad que nadie os enga–e por medio de

               filosof’as y huecas sutilezas, segœn las

               tradiciones de los hombres, conforme a los

               rudimentos del mundo, y no segœn Cristo.

El autor de este salmo sabia de experiencia que el consejo de Dios siempre es mejor y completamente confiable.

 

3) No confiŽis en los pr’ncipes, ni en hijo de hombre, porque no hay en Žl salvaci—n.

 

Habla de los pr’ncipes, porque en la antigŸedad, ellos eran los mas poderosos.  Y cuando habla de la salvaci—n aqu’, no es necesariamente la salvaci—n de tu alma, sino una gran ayuda por los problemas de la vida.

 

Los que vivan alabando a su Dios siempre van a ir a Žl, primeramente, por medio de la oraci—n, y la alabanza, y con toda confianza van a recibir ayuda.

 

Tal vez Dios usar‡ a los hombres como medios, los magistrados u otros en la soluci—n, pero al fin de cuentas, Dios estar‡ el autor de la soluci—n, y el merecedor de la alabanza.

 

3) No confiŽis en los pr’ncipes, ni en hijo de hombre, porque no hay en Žl salvaci—n.  Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra; En ese mismo d’a perecen sus pensamientos.

 

Confiando en los hombres es peligroso por que f‡cilmente se mueren.  Y hay que preguntar Àpor que se mueren?  Es porque est‡n bajo las consecuencias del pecado.

 

El hombre es una ayuda muy fr‡gil, como estamos aprendiendo en el libro de Isa’as.

 

Isa’as 2:22    Dejaos del hombre, cuyo aliento est‡ en su

               nariz; porque Àde quŽ es Žl estimado?

 

Su aliento est‡ en su nariz, entrando y saliendo, y una de estas veces va a salir y no regresar.

 

EclesiastŽs 12:7     Y el polvo vuelva a la tierra, como era,

                     y el esp’ritu vuelva a Dios que lo dio.

 

Muchos han sido frustrados confiando en el hombre.  Nadie ha sido defraudado confiando en su Dios.  Siempre y cuando es el Dios de la Biblia.

 

5) Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob,

Cuya esperanza est‡ en Jehov‡ su Dios,

 

La palabra Bienaventurado, aqu’ simplemente quiere decir feliz.  Est‡ feliz porque su Dios est‡ digno de su confianza.

Y aunque la vida puede tener sus aflicciones y sus contratiempos, con Dios como su ayudador, ya tiene el mejor de las opciones.  La œnica opci—n que realmente vale la pena.

 

6) El cual hizo los cielos y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay; que guarda verdad para siempre,

 

La creaci—n aqu’ est‡ mencionada porque es gloriosa. Se ve su  gloria ahora en su estado ca’do, pero era aun mas gloriosa antes de la ca’da de Ad‡n.

 

Y las maravillas de la naturaleza pueden inspirar nuestra admiraci—n.  No por la creatura, sino por su creador.

 

6) El cual hizo los cielos y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay; que guarda verdad para siempre,

 

Dice tambiŽn que Dios siempre guarda la verdad.  Lo que dijo en su palabra es confiable y siempre estar‡.  No hay necesidad de ir de una filosof’a a otra intentando diferentes conceptos.

 

Andamos creciendo en el conocimiento, pero jam‡s tenemos que tirar todo, desde el fundamento para empezar otra vez.  Esto solamente pase una vez cuando uno est‡ nacido de nuevo.

 

Juan 3:4  Nicodemo le dijo: ÀC—mo puede un hombre nacer

siendo viejo? ÀPuede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?

 

Nicodemo tenia que empezar de nuevo, con la verdad de Cristo, en vez de las tradiciones humanas de los fariseos, pero una vez empezando con la verdad, solamente tenia que crecer.  Jam‡s fue necesario abandonar todo otra vez.

 

6) El cual hizo los cielos y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay; que guarda verdad para siempre,

 

La creaci—n tambiŽn habla del poder y de la inteligencia de Dios.  Si vas a buscar ayuda, o protecci—n, o consejo, Àacaso no tiene sentido buscar alguien que es infinitamente inteligente e infinitamente poderoso?

 

En Dios podemos encontrar una sabidur’a sin igual.  Una sabidur’a que puede guiar nos por toda la vida.  pausa

 

Pero es triste ver tantas personas, buscando la sabidur’a en las fuentes sin agua, empleando una expresi—n de Jerem’as.

Jerem’as 2:13  Porque dos males ha hecho mi pueblo: me

dejaron a m’, fuente de agua viva, y cavaron para s’ cisternas, cisternas rotas que no retienen agua.

 

Y Santiago nos explique la naturaleza de esa sabidur’a falsa y enga–osa.

 

Santiago 3:13-15     ÀQuiŽn es sabio y entendido entre

vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre.  Pero si tenŽis celos amargos y contenci—n en vuestro coraz—n, no os jactŽis, ni mint‡is contra la verdad; porque esta sabidur’a no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diab—lica.

 

Ahora, habiendo expuesto las distracciones y los enga–os, podemos regresar a admirar la gloria.  Hablando de Dios dice..

 

7) Que hace justicia a los agraviados, que da pan a los hambrientos.  Jehov‡ liberta a los cautivos;

 

Hay muchos jurados y cortes en el mundo, pero para juzgar bien, es necesario tener un est‡ndar de justicia, y esto vine de la revelaci—n de Dios.

 

Isa’as 10:1-2  !!Ay de los que dictan leyes injustas, y

               prescriben tiran’a, para apartar del juicio a

los pobres, y para quitar el derecho a los afligidos de mi pueblo; para despojar a las viudas, y robar a los huŽrfanos!

 

Dios ha anunciado en muchas partes, lo que va a pasar con los abusadores.

 

Deuteronomio 27:18   Maldito el que hiciere errar al ciego en

                     el camino. Y dir‡ todo el pueblo: AmŽn.

 

ƒxodo 22:22-24 A ninguna viuda ni huŽrfano afligirŽis.

Porque si tœ llegas a afligirles, y ellos clamaren a m’, ciertamente oirŽ yo su clamor;

y mi furor se encender‡, y os matarŽ a espada, y vuestras mujeres ser‡n viudas, y huŽrfanos vuestros hijos.

 

 

El mundo tiene sus problemas y sus barbaridades, pero la Santa Ley de Dios est‡ siempre en guerra con estas barbaridades.  Este mundo tiene sus sufrimientos, pero la ley de Dios est‡ mandando un alivio a los que sufren.

 

7) Que hace justicia a los agraviados, que da pan a los hambrientos.  Jehov‡ liberta a los cautivos;

Cristo dio pan muchas veces a sus seguidores, hasta se prepar— el pescado para sus disc’pulos despuŽs de la resurrecci—n.

 

Juan 21:4-14   Cuando ya iba amaneciendo, se present— Jesœs

en la playa; mas los disc’pulos no sab’an que era Jesœs.

 

Y les dijo: Hijitos, ÀtenŽis algo de comer? Le respondieron: No.

 

El les dijo: Echad la red a la derecha de la barca, y hallarŽis. Entonces la echaron, y ya no la pod’an sacar, por la gran cantidad de peces.

 

Entonces aquel disc’pulo a quien Jesœs amaba dijo a Pedro: !!Es el Se–or! Sim—n Pedro, cuando oy— que era el Se–or, se ci–— la ropa (porque se hab’a despojado de ella), y se ech— al mar.

 

Y los otros disc’pulos vinieron con la barca, arrastrando la red de peces, pues no distaban de tierra sino como doscientos codos.

 

Al descender a tierra, vieron brasas puestas, y un pez encima de ellas, y pan.

 

Jesœs les dijo: Traed de los peces que acab‡is de pescar.

 

Subi— Sim—n Pedro, y sac— la red a tierra, llena de grandes peces, ciento cincuenta y tres; y aun siendo tantos, la red no se rompi—.

 

Les dijo Jesœs: Venid, comed. Y ninguno de los disc’pulos se atrev’a a preguntarle: ÀTœ, quiŽn eres? sabiendo que era el Se–or.

 

Vino, pues, Jesœs, y tom— el pan y les dio, y asimismo del pescado.  Esta era ya la tercera vez que Jesœs se manifestaba a sus disc’pulos, despuŽs de haber resucitado de los muertos.

 

Con Dios siempre hay comida, pan y mas de pan.  Es que Dios no ha abandonado a su creaci—n.  Normalmente cuando hay personas muriendo de hambre, es por una guerra u otro gran pecado.

 

7) Que hace justicia a los agraviados, que da pan a los hambrientos.  Jehov‡ liberta a los cautivos;

 

Gran parte de la salvaci—n consiste en libertar a los cautivos.  Y hay muchas formas de esclavitud.  Los Cristianos dedicaban siglos acabando con la esclavitud de personas, pero ahora est‡ tratando de regresar con las doctrinas de Islam, en que realmente no hay lugar para la libertad.

 

Pero tambiŽn hay liberaci—n de vicios, de h‡bitos destructivos, de fortalezas de maldad que el diablo ha establecido.

 

Hay millones de testimonios de hermanos atrapados en el ocultismo, que eran librados por el poder de Cristo.  Estos est‡n bastante comunes entre los misioneros que llevan el evangelio a otras partes.

 

Continuando en la admiraci—n de la gloria.

 

8) Jehov‡ abre los ojos a los ciegos; Jehov‡ levanta a los ca’dos; Jehov‡ ama a los justos.

 

Cristo san— a ciegos, pero esto tambiŽn era simb—lico de librar los que eran ciegos espiritualmente.

 

Juan 9:35-41   Oy— Jesœs que le hab’an expulsado; y

               hall‡ndole, le dijo: ÀCrees tœ en el Hijo de

               Dios?  Respondi— Žl y dijo: ÀQuiŽn es, Se–or,

para que crea en Žl?

 

Le dijo Jesœs: Pues le has visto, y el que habla contigo, Žl es.  Y Žl dijo: Creo, Se–or; y le ador—.

 

Dijo Jesœs: Para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven, vean, y los que ven, sean cegados.

 

Entonces algunos de los fariseos que estaban con Žl, al o’r esto, le dijeron: ÀAcaso nosotros somos tambiŽn ciegos?

 

Jesœs les respondi—: Si fuerais ciegos, no tendr’ais pecado; mas ahora, porque dec’s: Vemos, vuestro pecado permanece.

 

Es un gran error, fingir que est‡s bien, cuando aun est‡s viviendo en el enga–o.

 

9) Jehov‡ guarda a los extranjeros; Al huŽrfano y a la viuda sostiene, Y el camino de los imp’os trastorna.

 

Si uno tiene a Dios a su lado, no hay raz—n de vivir en temor del Se–or Trump.  La protecci—n estaba anunciado hasta en la ley.

 

Lev’tico 19:34 Como a un natural de vosotros tendrŽis al

extranjero que more entre vosotros, y lo amar‡s como a ti mismo; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. Yo Jehov‡ vuestro Dios.

 

Los que vivan bajo un desventaja, el huŽrfano, la viuda, el extranjero, tienen una protecci—n especial, porque Dios no ha abandonado a ese mundo podrido, sino que siempre est‡ expresando su amor por Žl.

 

Juan 3:16 Porque de tal manera am— Dios al mundo, que ha dado

a su Hijo unigŽnito, para que todo aquel que en Žl cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

 

Esto es el punto del Salmo, Dios aun tiene su amor por la gente, aun cuando la gente no merecen su amor.  Esto es la naturaleza de la gracia de Dios.

 

Para aliviar los sufrimientos de muchas familias, Dios tom— el sufrimiento a su propia familia, o sea, a su hijo.

 

Por esto vivimos alabando, admirando la gloria de uno tan maravilloso.

 

10) Reinar‡ Jehov‡ para siempre; Tu Dios, oh Sion, de generaci—n en generaci—n. Aleluya.

 

 

El mundo no est‡ completamente perdido.  La vida, no es sin sentido, sino que vale la pena, porque hay un Rey confiable, que siempre est‡ a nuestro lado, dispuesto a ayudar nos.

 

=========================== Conclusi—n ======================

 

Si tu ahora est‡s harto de poner tu esperanza y tu confianza en las soluciones de este mundo, y si realmente quieres servir a uno que es siempre confiable, siempre capaz de proteger te y dar te el buen consejo, puedes pasar en unos momentos y querremos orar para ti.

 

Vamos a Orar