3 de marzo de 17

El Guerrero Feliz

Salmos 144:1-15

 

Los que avanzan en su conocimiento de Dios, y de la profundidad de su palabra, aprendan en poco tiempo, que nuestra vida aqu’ en este mundo ser‡ una lucha.

 

Aun antes de Goliat, como pastor de ovejas, David tenia que estar listo para la lucha.

 

1 Samuel 17:34-36    David respondi— a Saśl: Tu siervo era

pastor de las ovejas de su padre; y cuando ven’a un le—n, o un oso, y tomaba algśn cordero de la manada, sal’a yo tras Žl, y lo her’a, y lo libraba de su boca; y si se levantaba contra m’, yo le echaba mano de la quijada, y lo her’a y lo mataba.

 

Fuese le—n, fuese oso, tu siervo lo mataba; y este filisteo incircunciso ser‡ como uno de ellos, porque ha provocado al ejŽrcito del Dios viviente.

 

Estaba dispuesto a arriesgar su vida no porque confiaba en su propio poder, o su propia astucia, sino que porque confiaba en la ayuda de Dios en una causa justa.

 

1) Bendito sea Jehov‡, mi roca, quien adiestra mis manos para la batalla, y mis dedos para la guerra;

 

David tenia gran confianza, porque confiaba en la preparaci—n y la gu’a de su Dios.  Y por esto pudo empezar esa oraci—n con una alabanza.

 

Pudo recordar sus victorias del pasado, y como Dios le ha instruido en la armadura poderosa.

 

Entre los Cristianos felices, tambiŽn, tarde o temprano, van a llegar a la conclusi—n de que sus vidas aqu’, son batallas.

 

Y van a tener un deseo de tambiŽn estar entrenados en las armas poderosas.

 

 

2 Corintios 10:3-5   Pues aunque andamos en la carne, no

militamos segśn la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucci—n de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.

 

El Cristiano que desea compartir su fe, encontrar‡, tarde o temprano, una resistencia.

 

Los padres que gu’an a sus hijos en el buen camino, van a chocar, tarde o temprano con los que aman al mundo.

 

Pero esto no quiere decir que sus vidas estar‡n miserables. Al contrario, el Salmo de hoy nos ense–a que el guerrero Cristiano puede ser el guerrero feliz.

 

2) Misericordia m’a y mi castillo, fortaleza m’a y mi libertador, Escudo m’o, en quien he confiado; El que sujeta a mi pueblo debajo de m’.

 

Aunque David no viv’a en tiempos de nuevo testamento, tenia un entendimiento completo de la armadura de Dios, presentado en el libro de Efesios.

 

Efesios 6:13-16 Por tanto, tomad toda la armadura de

Dios, para que pod‡is resistir en el d’a malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.

 

Estad, pues, firmes, ce–idos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,  y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.

 

Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que pod‡is apagar todos los dardos de fuego del maligno.

 

Para muchos Cristianos modernos, el problema no es el hecho de que su vida es una guerra, sino que el problema es que no est‡n preparados para la guerra.

 

El problema no es el hecho de que tenemos que luchar, el problema es que muchos no saben como ganar.

Por ejemplo, muchos andan desanimados, porque no saben c—mo levantar el escudo de la fe, para apagar todos los dardos del fuego del maligno.

 

Una vez sabiendo c—mo luchar, aun en la lucha, se pueden vivir felices.

 

3) Oh Jehov‡, ŔquŽ es el hombre, para que en Žl pienses,

O el hijo de hombre, para que lo estimes?

 

Esta es otra perspectiva ganadora.  Cuando uno entiende la grandeza infinita de Dios, se empieza a ver el hombre como muy peque–o y lleno de vanidad.

 

Los que pierdan en la batalla, siempre est‡n mirando a ellos mismos, a sus aflicciones, a sus circunstancias.  Pero en vista del poder de Dios, uno se concluye que ni yo ni mis problemas son nada.  Que somos sumamente insignificantes.

 

Pedro nos dio el gran ejemplo de esto, quitando su vista de la cara de Cristo que estaba delante de Žl.

 

Mateo 14:25-31 Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesśs

vino a ellos andando sobre el mar.   Y los disc’pulos, viŽndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: !!Un fantasma! Y dieron voces de miedo.

 

Pero en seguida Jesśs les habl—, diciendo: !!Tened ‡nimo; yo soy, no tem‡is!

 

Entonces le respondi— Pedro, y dijo: Se–or, si eres tś, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.  Y Žl dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesśs.

 

Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: !!Se–or, s‡lvame!

 

Al momento Jesśs, extendiendo la mano, asi— de Žl, y le dijo: !!Hombre de poca fe! ŔPor quŽ dudaste?

 

Cuando Pedro estaba mirando a Jesśs, confiando en Jesśs, era f‡cil caminar sobre el agua.  Pero una vez fijando en las circunstancias, el viento, las olas, su valor se desapareci—.

4) El hombre es semejante a la vanidad; Sus d’as son como la sombra que pasa.

 

Muchos j—venes, y otros, vivan como que sus vidas aqu’ ser‡n eternas.  No vivan como personas que solamente van a caminar sobre esta tierra por un tiempo muy limitado.

 

Y pensando as’, a veces sus prioridades son incorrectas.  Por esto a veces prefieren posponer su bautismo, pensando, Ňcual es la prisa, tengo una eternidad delante de mi en esta vidaÓ.  Pero no es cierto.

 

Nuestra vida aqu’ es como una sombra.  Aun los mas robustos puede morir de repente.

 

El guerrero feliz siempre va a vivir como su vida aqu’ es limitada, y por lo tanto, su tiempo es muy valioso.

 

5) Oh Jehov‡, inclina tus cielos y desciende; Toca los montes, y humeen.

 

En sus oraciones, ese ganador, entiende que el poder de Dios es infinito.  Que no hay nada imposible para Žl.

 

Dios puede dar la victoria con muchos soldados o con pocos.  Y hab’a ocasiones en la Biblia en que Dios desped’a grandes cantidades de solados, para producir una victoria mas gloriosa.

 

El guerrero feliz viene a su Dios con oraciones grandes, extraordinarias, sabiendo que Dios puede hacer mucho mas que podemos imaginar o desear.

 

Efesios 3:20-21 Y a Aquel que es poderoso para hacer

todas las cosas mucho m‡s abundantemente de lo que pedimos o entendemos, segśn el poder que actśa en nosotros,  a Žl sea gloria en la iglesia en Cristo Jesśs por todas las edades, por los siglos de los siglos. AmŽn.

 

En este mundo tenemos muchos enemigos, si deseamos caminar en santidad.  Pero estos enemigos no son nada en comparaci—n con la grandeza de nuestro Dios.

 

6) Despide rel‡mpagos y dis’palos, Env’a tus saetas y tśrbalos.

 

David se ganaba en sus batallas, porque siempre ganaba primeramente en la oraci—n.  Y no hay nada malo en pedir la ayuda de Dios en una guerra justa.

 

La gran mayor’a de nosotros no somos magistrados, ni soldados actuales en ejŽrcitos carnales, pero s’ tenemos enemigos activos entre los principados y los potestades que desean acabar con nuestras familias y con nuestros testimonios.

 

Efesios 6:11-12 Vest’os de toda la armadura de Dios, para

                     que pod‡is estar firmes contra las

                     asechanzas del diablo.

 

Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

 

Cada d’a, nuestros enemigos buscan maneras de debilitar tu vida espiritual, o atacar a tu familia, o desviar a tus hijos.  Pero en la palabra, en la oraci—n, encontrar‡s la manera de salir victorioso sobre todo.

 

Romanos 8:37   Antes, en todas estas cosas somos m‡s que

vencedores por medio de aquel que nos am—.

 

Si quieres vivir como un guerrero feliz, es tiempo de abandonar la perspectiva de la persona victimizada por las circunstancias.

 

Nosotros ya caminamos con el equipo ganador, no es correcto pensar como un perdedor, tampoco es necesario.

 

7) Env’a tu mano desde lo alto; Red’meme, y s‡came de las muchas aguas, De la mano de los hombres extra–os, cuya boca habla vanidad, Y cuya diestra es diestra de mentira.

 

De quien est‡ hablando aqu’ de hombres extra–os o mas tarde los extra–os.  Para David, la gente fuera del pueblo de Dios adoraban ’dolos, dioses falsos.

 

Y en el nuevo testamento Pablo ense–aba que los que adoran a los ’dolos, realmente est‡n adorando a demonios.

 

 

 

1 Corintios 10:20    Antes digo que lo que los gentiles

sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hag‡is part’cipes con los demonios.

 

Y hay muchos ejemplos en los testimonios sobre los demonios, que esto es su deseo, que reciban honra, y alabanza, que se queman incienso a ellos.

 

De hecho, esto es lo que el diablo deseaba de Cristo.

 

Mateo 4:8-9    Otra vez le llev— el diablo a un monte muy

alto, y le mostr— todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te darŽ, si postrado me adorares.

 

Los demonios, el diablo mismo est‡ celoso de que Dios est‡ recibiendo adoraci—n y alabanza.  Y por sus enga–os, se tratan de persuadir a los hombres a adorar a ellos.

 

Bueno, regresando al contextoÉ

 

7) Env’a tu mano desde lo alto; Red’meme, y s‡came de las muchas aguas, De la mano de los hombres extra–os, cuya boca habla vanidad, Y cuya diestra es diestra de mentira.

 

Estos extra–os son los que no desean adorar al Dios verdadero, sino que est‡n endemoniados por sus muchas idolatr’as.

 

Extra–os, aqu’, no son personas de otro pa’s necesariamente ni de otra etnia, sino que son personas de otro dios que no es Dios, sino un ’dolo, y por lo tanto sumamente peligroso.

 

9) Oh Dios, a ti cantarŽ c‡ntico nuevo; Con salterio, con decacordio cantarŽ a ti.

 

David estaba confirmando, Ňa ti Se–or, cantarŽ, solamente a ti, con c‡ntico nuevo, con la preparaci—n musicalÓ.  ŇY no voy a tener nada que ver con los ’dolos demoniacos de este mundoÓ.

 

10) Tś, el que da victoria a los reyes, El que rescata de maligna espada a David su siervo.

 

Aunque David tenia gran valor, sabia que sus victorias no eran simplemente el resultado de su valor, sino que eran resultado del poder de su Dios.

Esto es siempre lo que Dios deseaba de sus lideres, confianza en su Dios, y no simplemente una confianza en la astucia humana, o la mucha experiencia de los hombres.

 

Esto explica las instrucciones que Dios dio para los reyes en el libro de Deuteronomio.

 

Deuteronomio 17:16   Pero Žl no aumentar‡ para s’ caballos, ni

har‡ volver al pueblo a Egipto con el fin de aumentar caballos; porque Jehov‡ os ha dicho: No volv‡is nunca por este camino.

 

Hab’a siempre una tentaci—n de confiar mucho en nuestras armas f’sicas en vez de en las armas espirituales, y el poder de Dios detr‡s de ellas.

 

David era un guerrero feliz, porque siempre tenia su confianza en su Dios, y no en los medio humanos.

 

11) Resc‡tame, y l’brame de la mano de los hombres extra–os,

Cuya boca habla vanidad, Y cuya diestra es diestra de mentira.

 

Ahora sabemos mejor, como tomar esto, de extra–os.  No como personas de otra cultura, u otro pa’s, que pueden f‡cilmente estar tus hermanos en Cristo.  Sino que los extra–os son las personas que rechazan al Dios verdadero, y por lo tanto, aman la muerte.

 

Proverbios 8:34-36   Bienaventurado el hombre que me escucha,

Velando a mis puertas cada d’a, Aguardando a los postes de mis puertas.

 

Porque el que me halle, hallar‡ la vida,

Y alcanzar‡ el favor de Jehov‡.

 

Mas el que peca contra m’, defrauda su alma; Todos los que me aborrecen aman la muerte.

 

Sus bocas hablan la pura vanidad, y no te enga–es, hermana, desean ense–ar su vanidad a tus hijos, y en muchos casos est‡n logrando.

 

Pero siendo personas de las varias formas de idolatr’a, van a traficar en las doctrinas de demonios.

 

 

1 Timoteo 4:1-2 Pero el Esp’ritu dice claramente que en

los postreros tiempos algunos apostatar‡n de la fe, escuchando a esp’ritus enga–adores y a doctrinas de demonios;  por la hipocres’a de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia.

 

David sabia que tales personas viv’an en su tiempo, y no quiso nada que ver con ellos.

 

San Pablo dijo que tales personas estar’an, hasta en las iglesias, pero apartando se, de la fe, que quiere decir esa palabra Ňapostas’aÓ.  Que es bastante comśn en nuestros tiempos.

 

12) Sean nuestros hijos como plantas crecidas en su juventud,

Nuestras hijas como esquinas labradas como las de un palacio;

 

Ahora entramos en los deseos finales del guerrero que entiende bien como son las cosas.

 

Sean nuestros hijos como plantas crecidas en su juventud.

 

Una planta fuerte, creciendo no tiene nada entre si y el cielo.  Pero dice que estos muchachos van a alcanzar cierta madurez.

 

En los siglos pasados se mandaron embajadores a otros pa’ses que ten’an como diecisiete a–os de edad.  ŔComo era posible?  Es que ten’an tanto la preparaci—n y la madurez.

 

Aun ahora, en Austria en Europa, hay un ministro del exterior, en el gobierno, y tiene menos de treinta a–os de edad.  Se llama Sebastian Kurz, es un magistrado poderoso para su pa’s.  Se naci— el 27 de Angosto 1986.

 

Es interesante escuchar le hablar, porque es de una generaci—n diferente de todos los dem‡s en el gobierno, pero tiene toda la madurez y la capacidad de triunfar en su trabajo.

 

Antes esto era normal.  Pero ahora, en este pa’s, muchos j—venes con mas de veinte cinco a–os de edad aun vivan con sus padres, sin trabajo, jugando sus juegos electr—nicos, tratando de decidir lo que van a hacer con sus vidas.

 

12) Sean nuestros hijos como plantas crecidas en su juventud,

Nuestras hijas como esquinas labradas como las de un palacio;

 

El guerrero feliz quiere tener hijos extraordinarios.

 

Sus hijas son bellas no solamente en su apariencia sino en su pureza, en su inteligencia en su ejemplo a otros.  Nosotros tenemos muchachas as’ en la iglesia, pero no voy a mencionar nombres.

 

Nuestras hijas como esquinas labradas como las de un palacio;

 

En los palacios y otros edificios antiguos, en la esquina, hab’an pilares que eran como estatuas de mujeres.

 

ŔQue quiere decir?  La Biblia reconoce las mujeres como la fuerza de la familia, como piedras angulares.  Esto no quiere decir que eran la cabeza en tŽrminos de la autoridad, pero si eran, poderes enormes para mantener todo en orden.

 

Vimos ejemplos de esto en la sabidur’a de Abigail delante de David.

 

Vivismo tristemente en una Žpoca en que muchas muchachas ya faltan la modestia en su manera de vestir se, en su manera de hablar, y en su porte general.  Muchas est‡n cubiertas de tatuajes y sus caras son llenas de pedazos de metal.

 

Pero el guerrero feliz, sirviendo a su Dios, esperaba algo mas majestuosa de sus hijas.

 

13) Nuestros graneros llenos, provistos de toda suerte de grano; Nuestros ganados, que se multipliquen a millares y decenas de millares en nuestros campos;

 

La abundancia econ—mica no es pecado, siempre y cuando nuestras prioridades est‡n correctas.  Peleando las batallas del Se–or, tendremos una abundancia de todo.

 

14) Nuestros bueyes estŽn fuertes para el trabajo; No tengamos asalto, ni que hacer salida, Ni grito de alarma en nuestras plazas.

 

Esto est‡ recordando nos a lo que vimos en el primer salmo.

 

Salmos 1:3 Ser‡ como ‡rbol plantado junto a corrientes de

               aguas, Que da su fruto en su tiempo,

               Y su hoja no cae; Y todo lo que hace,

               prosperar‡.

 

15) Bienaventurado el pueblo que tiene esto;

Bienaventurado el pueblo cuyo Dios es Jehov‡.

 

Cuando hay muchos viviendo en comunidad, todos adorando al Dios verdadero y evitando las tentaciones de la idolatr’a sucia, se puede formar hasta una sociedad feliz.

 

Pero esto no es lo que el diablo quiere, y har‡ todo en su poder para derrumbar nuestro progreso.

 

Pero si sabemos c—mo luchar, estaremos felices aun en esta batalla.

 

=========================== Conclusi—n ======================

 

Si tu quieres aprender c—mo ganar en estas batallas de la vida Cristiana, su tu deseo es vivir como ganador en el equipo ganador, y no como un perdedor en el equipo ganador, puedes pasar en un momento y oraremos para ti.

 

Romanos 16:20  Y el Dios de paz aplastar‡ en breve a Satan‡s

bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Se–or Jesucristo sea con vosotros.

 

Vamos a Orar