10
de febrero de 17
Fuertemente
Oprimido
Salmos
142:1-7
En le vida de David, hubo tiempos bajos. En este cap’tulo, tenemos algunas de
sus meditaciones desde una cueva en donde estaba escondido.
Estaba huyendo de Saœl, pero tenemos que recordar,
que Saœl realmente no estaba en todo control de sus pensamientos. Habiendo dado lugar a resentimientos, a
las rabias y a los temores irracionales, el diablo ha encontrado una fortaleza
en su ser.
1 Samuel 16:14-15 El
Esp’ritu de Jehov‡ se apart— de Saœl,
y le atormentaba un
esp’ritu malo de parte de Jehov‡. Y
los criados de Saœl le dijeron: He aqu’ ahora, un esp’ritu malo de parte de
Dios te atormenta.
Saœl mismo estaba oprimido por un esp’ritu malo. ÀPero porque dice que este esp’ritu vino de Dios? Es que aun los ataques en contra de Job
eran presentados como que vinieron de Dios, aunque Satan‡s estaba detr‡s de
todo.
Pero el poder de los demonios est‡ limitado, y Dios
tiene control total, y por esto dice que hasta esto vino de Dios.
Job 1:21 Jehov‡
dio, y Jehov‡ quit—;
sea
el nombre de Jehov‡ bendito.
Fue obra demon’aca, lo que pas— con Job, pero todo
tenia el permiso de Dios. Por esto
no era pecado hablar as’.
1)
Con mi voz clamarŽ a Jehov‡; con mi voz pedirŽ a Jehov‡ misericordia.
David estaba fuertemente
oprimido por las persecuciones de Saœl, uno que ahora estaba endemoniado. Pero por lo menos David sab’a a donde
buscar su ayuda y su alivio.
1 Pedro 5:6-7 Humillaos,
pues, bajo la poderosa mano de
Dios, para que Žl os
exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre Žl, porque Žl
tiene cuidado de vosotros.
Filipenses 4:6-8 Por
nada estŽis afanosos, sino sean
conocidas vuestras
peticiones delante de Dios en toda oraci—n y ruego, con acci—n de gracias.
Y la paz de Dios, que
sobrepasa todo entendimiento, guardar‡ vuestros corazones y vuestros
pensamientos en Cristo Jesœs.
Esto siempre es la soluci—n, pero a veces cuando
estamos solos, separados del compa–erismo de otros, muchos pensamientos
negativos pueden atormentar nos.
2)
Delante de Žl expondrŽ mi queja; delante de Žl manifestarŽ mi angustia.
David estaba en una cueva. Posiblemente era completamente oscuro donde estaba. No pudo prender un fuego porque hab’an
solados buscando lo.
Realmente tenia que tener cuidado aun alabando, o
cantando, porque descubierto, ser’a un hombre muerto.
Pero tenia raz—n exponiendo su queja a Dios. Bueno no estaba quejando de Dios, no
estaba murmurando como los jud’os en el desierto. No estaba echando la culpa a Dios, pero si estaba derramando
sus sentimientos delante de su Dios, su œnica fuente de alivio en estos momento
desesperados.
3)
Cuando mi esp’ritu se angustiaba dentro de m’, tœ conociste mi senda. El camino en que andaba, me escondieron
lazo.
David se consolaba en la realidad de que sea lo que
sea las circunstancias, Dios estaba enterado de todo. Aunque hab’an trampas en todos lados, se sabia que se
pudiera hablar con su Dios sobre esto.
Y en esto, hay muchos hermanos, en nuestros tiempos
negros y malvados que pueden sufrir.
Cuando todo parece sumamente peligroso, y se intentan orar, vienen ideas
como sugerencias.
ÒÁDios no te ama a ti!Ó ÒÀDios te ha abandonado, no es claro lo que est‡
pasando?Ó ÒDios tiene cosas mas
importantes para ocupar se, que tus problemas, tu no eres nadie ya para Dios.Ó
Para algunos, todo esto viene como conceptos negativos,
para otros, las sugerencias vienen casi como voces, voces de opresi—n, voces del maligno.Ó
Tenemos que recordar que Cristo jam‡s pec—, se viv’a
como persona perfecta, pero cuando estaba solo, separado de todos, sintiendo un
deseo de comer, vino las sugerencias.
Mateo 4:6-11 y
le dijo: Si eres Hijo de Dios, Žchate abajo;
porque
escrito est‡: A sus ‡ngeles mandar‡
acerca
de ti, y,
En
sus manos te sostendr‡n,
Para
que no tropieces con tu pie en piedra.
7 Jesœs le dijo: Escrito
est‡ tambiŽn: No tentar‡s al Se–or tu Dios. Otra vez le llev— el diablo a un monte muy alto, y le mostr—
todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te darŽ,
si postrado me adorares.
Entonces Jesœs le dijo:
Vete, Satan‡s, porque escrito est‡: Al Se–or tu Dios adorar‡s, y a Žl s—lo
servir‡s.
El diablo entonces le
dej—; y he aqu’ vinieron ‡ngeles y le serv’an.
El diablo vino atacando, en el momento oportuno, y
Cristo tenia que resistir lo. Porque esto es la llave.
Santiago 4:7 Someteos,
pues, a Dios; resistid al diablo,
y
huir‡ de vosotros.
Pero a veces, hay hasta hermanos en que es un poco
dif’cil resistir fuertemente, porque han dejado lugar al diablo, y el maligno
responde como que tiene ciertos derechos.
Efesios 4:26-27 Airaos,
pero no pequŽis; no se ponga el
sol
sobre vuestro enojo, ni deis lugar al
diablo.
El demonio va a pensar as’, ÒPues, si tu vas a ceder
me lugar, un poco de territorio en tu vida, pues, por supuesto yo voy a
aprovechar me de esto.
DespuŽs de todo esto es mi trabajoÓ.
El ejemplo aqu’ es el enojo, pero hasta los hermanos
pueden ceder un poco de lugar al diablo, por medio de muchos pecados
diferentes. Jugando con el pecado,
y creyendo que no habr‡ precio, o consecuencia es siempre peligroso.
4)
Mira a mi diestra y observa, pues no hay quien me quiera conocer; No tengo
refugio, ni hay quien cuide de mi vida.
Parece como que David estaba bajo una opresi—n. Estaba solo. Estaba sintiendo el temor de una
amenaza.
Tal vez se escuchaba las acusaciones. ÒTu est‡s solo, no tienes ayuda alguna,
Àno te vez, Dios te ha abandonado?Ó.
Y todo esto ser’a una mentira. Pero cuando un hermano est‡ fuertemente oprimido, todo esto puede
sentir razonable.
En la vida de muchos, hay un momento en que tienen
que sufrir la soledad. Hab’a un momento
en que todos los disc’pulos abandonaron a Cristo, la noche antes de su muerte.
Marcos 14:44-50 Y
el que le entregaba les hab’a dado
se–al, diciendo: Al que
yo besare, Žse es; prendedle, y llevadle con seguridad.
Y cuando vino, se acerc—
luego a Žl, y le dijo: Maestro, Maestro. Y le bes—.
Entonces ellos le
echaron mano, y le prendieron.
Pero uno de los que
estaban all’, sacando la espada, hiri— al siervo del sumo sacerdote, cort‡ndole
la oreja.
Y respondiendo Jesœs,
les dijo: ÀComo contra un ladr—n habŽis salido con espadas y con palos para
prenderme?
Cada d’a estaba con
vosotros ense–ando en el templo, y no me prendisteis; pero es as’, para que se
cumplan las Escrituras.
Entonces todos los
disc’pulos, dej‡ndole, huyeron.
San Pablo era otro, que sent’a abandonado a veces,
pero sabia como llevar todo al Se–or.
2 Timoteo 4:16-18 En
mi primera defensa ninguno estuvo a mi
lado,
sino que todos me desampararon; no
les
sea tomado en cuenta.
Pero el Se–or estuvo a
mi lado, y me dio fuerzas, para que por m’ fuese cumplida la predicaci—n, y que
todos los gentiles oyesen. As’ fui librado de la boca del le—n.
Y el Se–or me librar‡ de
toda obra mala, y me preservar‡ para su reino celestial. A Žl sea gloria por
los siglos de los siglos. AmŽn.
Otra vez el vers’culoÉ
4)
Mira a mi diestra y observa, pues no hay quien me quiera conocer; No tengo
refugio, ni hay quien cuide de mi vida.
Esto en realidad era mentira. Dios estaba a su lado. Todos sus sufrimientos eran, en un
sentido, mandado por Dios para hacer le mas fuerte.
Romanos 8:28 Y
sabemos que a los que aman a Dios, todas las
cosas
les ayudan a bien, esto es, a los que
conforme
a su prop—sito son llamados.
Pero cuando uno est‡ solo, sintiendo abandonado, aun
las sugerencias mas absurdas, pueden venir, en la ropa de conclusiones
racionales.
ÒTu no eres nadie con DiosÓ
ÒDios no te ama, Àno es evidente, que Dios te ha
abandonado?Ó
Hermano, hermana, si tu alguna vez sientes algo
semejante, no lo creas, es mentira, y si esto pasa por un tiempo, es evidencia
posible de la opresi—n fuerte.
5)
ClamŽ a ti, oh Jehov‡; Dije: Tœ eres mi esperanza,
Y
mi porci—n en la tierra de los vivientes.
Esto es gran parte de la soluci—n. Hay que tomar una determinaci—n, hay
que hacer una declaraci—n.
Y por supuesto, en esto momentos puede ser œtil
tener unos vers’culos memorizados.
1 Juan 4:4 Hijitos,
vosotros sois de Dios, y los habŽis
vencido; porque mayor es
el que est‡ en vosotros, que el que est‡ en el mundo.
Hay que aprender c—mo pensar mas como un vencedor y
no como victima.
Romanos 8:31 ÀQuŽ,
pues, diremos a esto?
Si Dios es por nosotros,
ÀquiŽn contra nosotros?
Romanos 8:37 Antes,
en todas estas cosas somos m‡s que
vencedores por medio de
aquel que nos am—.
Y si has jugado con alguna forma de pecado, dando
lugar al enemigo, es el momento de confesar lo, y renunciar lo.
Efesios 4:26-27 Airaos,
pero no pequŽis; no se ponga el
sol
sobre vuestro enojo, ni deis lugar al
diablo.
No deis lugar al enemigo, y si lo has hecho, hay que
renunciar lo, lo mas rapidito posible, para poner fin contundente a la opresi—n.
6)
Escucha mi clamor, porque estoy muy afligido.
L’brame
de los que me persiguen, porque son m‡s fuertes que yo.
David estaba perseguido por personas, soldados mas
fuertes que Žl. Y podemos aplicar
esto a los esp’ritus malignos tambiŽn.
Ellos realmente no tienen miedo de los hermanos,
pero s’ tienen miedo del que est‡ viviendo dentro de nosotros. Por esto oramos en el nombre de Cristo.
Resistimos la maldad no en nuestra propia autoridad,
sino en la autoridad infinita de Cristo Jesœs.
Mateo 28:18 Y
Jesœs se acerc— y les habl— diciendo:
Toda potestad me es dada
en el cielo y en la tierra.
Nosotros trabajamos no en nuestra propia autoridad,
sino en la autoridad delegada a nosotros, por medio del maestro.
Cuando los hombres tratan de luchar en su propia
autoridad, el resultado puede ser un desastre.
Hechos 19:13-17 Pero
algunos de los jud’os, exorcistas
ambulantes, intentaron
invocar el nombre del Se–or Jesœs sobre los que ten’an esp’ritus malos,
diciendo: Os conjuro por Jesœs, el que predica Pablo.
Hab’a siete hijos de un
tal Esceva, jud’o, jefe de los sacerdotes, que hac’an esto.
Pero respondiendo el esp’ritu
malo, dijo: A Jesœs conozco, y sŽ quiŽn es Pablo; pero vosotros, ÀquiŽnes sois?
Y el hombre en quien
estaba el esp’ritu malo, saltando sobre ellos y domin‡ndolos, pudo m‡s que
ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos.
Y esto fue notorio a
todos los que habitaban en Efeso, as’ jud’os como griegos; y tuvieron temor
todos ellos, y era magnificado el nombre del Se–or Jesœs.
6)
Escucha mi clamor, porque estoy muy afligido.
L’brame
de los que me persiguen, porque son m‡s fuertes que yo.
Cuando uno est‡ afligido, oprimido por una fuerza superior, tenemos que recordar, que no hay
fuerza superior a Cristo Jesœs.
Por que Žl es rey de reyes, y Se–or de Se–ores.
Apocalipsis 17:14 Pelear‡n
contra el Cordero, y el Cordero
los vencer‡, porque Žl
es Se–or de se–ores y Rey de reyes; y los que est‡n con Žl son llamados y
elegidos y fieles.
Hermano, nunca jam‡s olvides, que el poder m‡ximo,
est‡ a nuestro lado.
Tal vez en este momento te sientes, ÒPero hermano,
lo que est‡ diciendo es my obvioÓ.
Si es obvio ahora en este momento sentado en la
iglesia, pero para el hermano, la hermana la joven, atrapada debajo de una fuerte opresi—n, no es tan obvio, como
hemos aprendido en este Salmo.
7)
Saca mi alma de la c‡rcel, para que alabe tu nombre;
Me
rodear‡n los justos, Porque tœ me ser‡s propicio.
David estaba en una cueva, no en una c‡rcel. Pero por la opresi—n de su esp’ritu, todo sent’a como una c‡rcel.
Y estos no son solamente los sentimientos de los dŽbiles,
sino que, en la historia de la iglesia, muchos grandes han sentido estos
ataques.
Lo importante es conocer como luchar, como llamar
por la ayuda del Se–or. Y cuando
no se puede, cuando ha sentido la opresi—n
ya por tiempo, es necesario pedir ayuda de un hermano fuerte en la fe, que
tiene experiencia con esto.
=========================== Conclusi—n ======================
No ha sido un capitulo, digamos, muy alegre, pero s’
ha sido un capitulo muy importante, muy necesario.
Si tu has sentido fuertemente oprimido, y si esto te ha robado del gozo de tu
salvaci—n, queremos orar para ti.
Y recuerde, hay que resistir, y hay que no dar lugar
a tu enemigo.
Santiago 4:7 Someteos,
pues, a Dios; resistid al diablo,
y
huir‡ de vosotros.
No juegues con la pornograf’a, con la droga, con la
inmoralidad sexual, dando una pista a tu enemigo.
Efesios 4:26-27 Airaos,
pero no pequŽis; no se ponga el
sol
sobre vuestro enojo, ni deis lugar al
diablo.
El ejemplo en Efesios es sobre en enojo, pero hay
muchas maneras de dar ÒlugarÓ al diablo.
Y si lo has hecho, ahora es el momento de renunciar lo.
Vamos
a Orar