21 de enero de 18

Con Un Amigo Poderoso

Isa’as 41:1-16

Introducci—n

 

DespuŽs del gran diluvio de Noe, en poco tiempo, en pocas generaciones, la gente otra vez se apartaron de Dios.

 

Poco a poco, en todos lados, las familias regresaron a la idolatr’a, aunque sus padres vieron c—mo Dios acab— con el mundo antiguo.

 

El mundo, regresaba a las tinieblas, hasta amando las tinieblas.

 

Juan 3:19 Y esta es la condenaci—n: que la luz vino al

mundo, y los hombres amaron m‡s las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.

 

Esto era la historia del hombre, en el tiempo de Cristo Jesśs, y por muchos siglos antes.  pausa

 

Pero Dios no iba a dejar el mundo as’.  El pecado, la oscuridad, el maligno no puede triunfar.

 

Dios iba a empezar algo nuevo, llamando el padre de los que crean la palabra de Dios, y viva como amigo de Dios.

 

1) Escuchadme, costas, y esfuŽrcense los pueblos; acŽrquense, y entonces hablen; estemos juntamente a juicio.

 

Aunque estamos aun en la parte de Isa’as en que recibimos mucho consuelo, mucho animo, esto es otro contexto, diferente de la semana pasada.

 

Cuando se llaman a las costas, y como que Dios estaba hablando con todas las naciones.  Dios est‡ hablando con las naciones no elegidas, y despuŽs va a hablar otra vez a la naci—n que ha escogido.

 

1) Escuchadme, costas, y esfuŽrcense los pueblos; acŽrquense, y entonces hablen; estemos juntamente a juicio.

 

Es un pasaje extra–o, porque Dios va a entrar en la apologi’ta, defendiendo a si mismo, y a su verdad.

 

Pero todo esto era para apoyar a su pueblo, que iba a pasar por un tiempo de gran dificultad.

2) ŔQuiŽn despert— del oriente al justo, lo llam— para que le siguiese, entreg— delante de Žl naciones, y le hizo ense–orear de reyes; los entreg— a su espada como polvo, como hojarasca que su arco arrebata?

 

No todos han sido de acuerdo sobre de quien est‡ hablando aqu’, pero mucho creen que tenia que ser Abraham.

 

El mundo entero conoc’a de lo que pas— con el gran patriarca, Abraham.  Y como sus descendientes fueron a Egipto, y eran librados de su esclavitud con gran poder.

 

2-3) ŔQuiŽn despert— del oriente al justo, lo llam— para que le siguiese, entreg— delante de Žl naciones, y le hizo ense–orear de reyes; los entreg— a su espada como polvo, como hojarasca que su arco arrebata? Los sigui—, pas— en paz por camino por donde sus pies nunca hab’an entrado.

 

Cuando se hablan de un justo, esto es f‡cil de aplicar a Abraham.  Porque aun en el nuevo testamento diceÉ

 

Romanos 4:3    Porque ŔquŽ dice la Escritura? Crey— Abraham

a Dios, y le fue contado por justicia.

 

TambiŽn Abraham tuvo que levantar un ejercito, y batallar con diferentes reyes, para rescatar a su sobrino Lot, cuando unos reyes atacaban y llevaban a su sobrino como esclavo.

 

GŽnesis 14:14-16     Oy— Abram que su pariente estaba

prisionero, y arm— a sus criados, los nacidos en su casa, trescientos dieciocho, y los sigui— hasta Dan.

 

Y cay— sobre ellos de noche, Žl y sus siervos, y les atac—, y les fue siguiendo hasta Hoba al norte de Damasco.

 

Y recobr— todos los bienes, y tambiŽn a Lot su pariente y sus bienes, y a las mujeres y dem‡s gente.

 

Abraham se hizo famoso en poco tiempo.  Era muy curioso.  La gente se preguntaban, ŇComo es posible que este don nadie, de repente se levant— un ejercito privado, y gan— de repente sobre estos soldados profesionales.  La respuesta es muy f‡cil.  Abraham tenia un amigo muy poderoso a su lado.

Regresando a Dios y su apologŽtica personal.

 

4) ŔQuiŽn hizo y realiz— esto? ŔQuiŽn llama las generaciones desde el principio? Yo Jehov‡, el primero, y yo mismo con los postreros.

 

Abraham no hizo nada de esto en su propio poder.  Sino que Dios estaba peleando para Žl.  Como cuando un Fara—n, deseaba tomar a Sara’, la esposa de Abraham, Dios se interpuso, con plagas y con amenazas.

 

Por esto, Abraham era famoso.  La gente hasta tenia miedo de Žl.  Cuando su esposa muri—, la gente estaban dispuestos a darle lo que ped’a para enterar la.

 

GŽnesis 23:6   Oyenos, se–or nuestro; eres un pr’ncipe de

Dios entre nosotros; en lo mejor de nuestros sepulcros sepulta a tu muerta; ninguno de nosotros te negar‡ su sepulcro, ni te impedir‡ que entierres tu muerta.

 

Ya no era un don nadie, sino que era un gran pr’ncipe, porque a su lado, tenia un amigo poderoso.

 

Santiago 2:23  Y se cumpli— la Escritura que dice: Abraham

crey— a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios.

 

5) Las costas vieron, y tuvieron temor; los confines de la tierra se espantaron; se congregaron, y vinieron.

 

Nada de esto era un secreto.  La gente pagana, las naciones no escogidas por Dios, vieron el poder de Dios operando en Abraham y en sus descendientes.

 

Porque cuando Dios hizo su pacto, no lo hizo solamente con Abraham, sino tambiŽn con sus descendientes.

 

GŽnesis 17:7   Y establecerŽ mi pacto entre m’ y ti, y tu

descendencia despuŽs de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia despuŽs de ti.

 

El mundo vio, todo esto, como ojala el mundo ha visto el poder de Dios obrando en tu vida.  Pero lo que Dios quiere ense–ar nos ahora, es c—mo se reaccionaron.  ŔIban a ver ese poder y tambiŽn abandonar a sus idolatr’as?  pausa

 

De ninguna manera.  Van a responder al contrario, confirmando se en su idolatr’a sucia, en la plena luz de la revelaci—n de Dios en su pueblo.

 

6) Cada cual ayud— a su vecino, y a su hermano dijo: EsfuŽrzate.

 

Como observŽ ayer cientos de personas en Santa Ana, en una gran protesta, una marcha, sobre muchos asuntos, pero gran parte de ellos eran all’ para apoyar el asesino de los ni–os por medio del aborto.

 

Se sent’an muy fuertes, ayudando el uno a otro, en la profundidad de sus idolatr’as.

 

7) El carpintero anim— al platero, y el que alisaba con martillo al que bat’a en el yunque, diciendo: Buena est‡ la soldadura; y lo afirm— con clavos, para que no se moviese.

 

En vez de abandonar su idolatr’a en la luz del poder de Dios, deseaban fortalecer su idolatr’a, muy unidos en su error.

 

8) Pero tś, Israel, siervo m’o eres; tś, Jacob, a quien yo escog’, descendencia de Abraham mi amigo.

 

Ahora Dios habla a su pueblo.  Su pueblo escogido.  ŔPero porque son los escogidos?  ŔQue hicieron para merecer estar elegidos?

 

A veces entre los te—logos esto est‡ llamada la doctrina de la elecci—n.  Pero hay que tener un poco de cuidado, en entender esto.  Porque en una elecci—n de los pol’ticos, siempre su buscan el mejor candidato.  Se est‡n seleccionados por sus meritos, ojala.

 

Pero la elecci—n de que estamos hablando aqu’, no tiene nada que ver con el merito personal.

 

Deuteronomio 7:7-8   No por ser vosotros m‡s que todos los

pueblos os ha querido Jehov‡ y os ha escogido, pues vosotros erais el m‡s insignificante de todos los pueblos;

sino por cuanto Jehov‡ os am—, y quiso guardar el juramento que jur— a vuestros padres, os ha sacado Jehov‡ con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Fara—n rey de Egipto.

 

Deuteronomio 9:5     No por tu justicia, ni por la rectitud

de tu coraz—n entras a poseer la tierra de ellos, sino por la impiedad de estas naciones Jehov‡ tu Dios las arroja de delante de ti, y para confirmar la palabra que Jehov‡ jur— a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.

 

8) Pero tś, Israel, siervo m’o eres; tś, Jacob, a quien yo escog’, descendencia de Abraham mi amigo.

 

Aqu’ dice muy claramente, que Dios llam— a Abraham su amigo.  Era mas que un siervo, era su amigo.

 

Y por esto Dios cuidaba los descendientes de Abraham tambiŽn, porque eran los descendientes de su amigo.

 

9) Porque te tomŽ de los confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamŽ, y te dije: Mi siervo eres tś; te escog’, y no te desechŽ.

 

Dios tenia muchas razones de desechar a su pueblo.  Hasta hizo amenazas de hacer esto en el tiempo de MoisŽs.  Pero esto no puede pasar.

 

Dios puede enojar se.  Dios puede aplicar su disciplina pero Dios no puede abandonar‡ sus promesas a su amigo.

 

2 Timoteo 2:13 Si fuŽremos infieles, Žl permanece fiel

El no puede negarse a s’ mismo.

 

Por su justicia, Dios no puede abandonar su promesa.  Y Dios jam‡s a abandonar su amigo.

 

Y ahora surge la pregunta.  ŔHerman, hermano, joven, eres tu uno de los descendientes de Abraham?  pausa Hay que dejar que las escrituras contestan.

 

G‡latas 3:29   Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente

linaje de Abraham sois, y herederos segśn la promesa.

 

Esta es la aplicaci—n principal del mensaje de hoy.  Para un consuelo profundo, tenemos que considerar porque Abraham siempre era seguro, es porque viv’a con un amigo poderoso a su lado.  ÁY hermano, hermana, tu tienes el mismo amigo poderos, a tu lado!

 

 

Juan 15:15-17  Ya no os llamarŽ siervos, porque el siervo

no sabe lo que hace su se–or; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que o’ de mi Padre, os las he dado a conocer.

 

No me elegisteis vosotros a m’, sino que yo os eleg’ a vosotros, y os he puesto para que vay‡is y llevŽis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, Žl os lo dŽ.

 

Esto os mando: Que os amŽis unos a otros.

 

All’ est‡ todo.  Cristo dice a sus disc’pulos que son sus amigos.  Es mas, estamos elegidos, no por algo bueno en nosotros, no por nuestros meritos, sino por el amor que Dios siempre ha tenido por nosotros, desde el principio.

 

Efesios 1:4    Segśn nos escogi— en Žl antes de la

fundaci—n del mundo, para que fuŽsemos santos y sin mancha delante de Žl.

 

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Bueno, esto es el coraz—n del mensaje de hoy.  Estamos viviendo en un mudo oscuro, un mundo que es a veces peligroso, pero como Abraham, nosotros tambiŽn tenemos un amigo poderoso a nuestro lado.

 

Ahora por el resto del capitulo, el profeta, por el Esp’ritu Santo de Dios va a aplicar esa bella doctrina a nuestras vidas, y a nuestras luchas.

 

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10) No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudarŽ, siempre te sustentarŽ con la diestra de mi justicia.

 

Hermana, este verso es tuyo.  Es un verso famoso, que te puedes memorizar, ense–ar a tus hijos, pegar sobre tu espejo, o hasta pegar sobre el refrigerador de la cocina.

 

Pero trata de no arrancar lo de su contexto.  No podemos emplear los versos como las fortunas y las galletas de los chinos.

 

Este verso vino al pueblo cuando estaba en gran apuros.  Cuando sab’a que iba pasar setenta a–os en el cautiverio.

 

10) No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudarŽ, siempre te sustentarŽ con la diestra de mi justicia.

 

Como Abraham, como Jacob, tu hermano est‡s viviendo con un amigo poderoso a tu lado.

 

Dios te ordena, ŇÁNo temas!Ó

 

Pero lo dice en un contexto de muchas razones, en medio de mucha apologŽtica.

 

Sobre todo, porque Dios te ama, que tu Dios tiene un gran amor para ti, y que te ha escogido, no por algo bueno en ti, sino por sus propias razones.

 

11) He aqu’ que todos los que se enojan contra ti ser‡n avergonzados y confundidos; ser‡n como nada y perecer‡n los que contienden contigo.

 

DespuŽs de la gran marcha ayer en Santa Ana, muchas pasaban a mi, a nuestra esquina y intentŽ hablar con ellas, para escuchar sus razones.

 

Pero ellas, las defensores de los abortos, no deseaban hablar.  En su grupo, marchando, eran fuertes y ruidosos.

 

Pero despuŽs, no deseaban defender su postura.

 

Se parec’an personas poderosas en su grupo, pero temerosas separadas.

 

11) He aqu’ que todos los que se enojan contra ti ser‡n avergonzados y confundidos; ser‡n como nada y perecer‡n los que contienden contigo.

 

Actualmente, yo sent’a lastima para ellos.  Solamente estaban repitiendo las blasfemias que aprendieron en las escuelas del gobierno.

 

Y si pudieron ver algo del poder de Dios, como los del principio de este capitulo, se tratar’an de fortalecer se en su idolatr’a, mas y mas.

 

Solamente por un toque sobrenatural del Esp’ritu Santo, se puede escapar de aquella oscuridad.

 

IntentŽ hablar con algunas, pero evidentemente no era su tiempo.

12) Buscar‡s a los que tienen contienda contigo, y no los hallar‡s; ser‡n como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra.

 

Los que tienen guerra con Dios y con su pueblo, realmente son patŽticos.  Se pueden dar la impresi—n de que son poderosos, que son inteligentes, que tienen los votos y los abogados a su lado.

 

Pero Dios est‡ burlando de ellos.

 

Salmos 2:4-6   El que mora en los cielos se reir‡;

El Se–or se burlar‡ de ellos.

 

Luego hablar‡ a ellos en su furor,

Y los turbar‡ con su ira.

 

Pero yo he puesto mi rey

Sobre Sion, mi santo monte.

 

Nosotros estamos con Cristo, nuestro Se–or y Salvador, que es tambiŽn nuestro amigo poderoso.

 

13) Porque yo Jehov‡ soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.

 

Muchas veces Dios dice ŇNo temasÓ en este capitulo, pero nos da muchas razones, y mucha historia para alimentar nuestra fe, y para que sea mas f‡cil confiar en Žl, escapando de una vida de temores y de angustias.

 

14) No temas, gusano de Jacob, oh vosotros los pocos de Israel; yo soy tu socorro, dice Jehov‡; el Santo de Israel es tu Redentor.

 

Ahora llama a su pueblo, y indirectamente a nosotros, nos llama gusano.

 

Pero hermano, no lo tome como un insulto.  El Esp’ritu est‡ empleando esa palabra, esa descripci—n para enfatizar que en nosotros mismos, estamos dŽbiles.

 

Un gusano no es un animal poderoso.  Sino que es bastante dŽbil, ni tiene huesos realmente.

 

Y el prop—sito de esto es animarte a transferir toda tu confianza en tu propio poder, tus propias capacidades a otro.  Y a depositar toda tu confianza, en tu amigo, en tu amigo que es infinitamente poderoso.

15) He aqu’ que yo te he puesto por trillo, trillo nuevo, lleno de dientes; trillar‡s montes y los moler‡s, y collados reducir‡s a tamo.

 

Con Dios a nuestro lado, tenemos mucho mas poder que se pudiera imaginar.

 

Estamos programados para la victoria, pero tenemos que recordar las instrucciones de Cristo, de que debemos de amar hasta a nuestros enemigos.

 

Tendremos nuestras victorias en la historia del mundo.  Como el Marxismo que era muy fuerte, ha ca’do mucho durante la vida de muchos de nosotros, el Islam tambiŽn va a caer.

 

La iglesia, aunque si es un poco dŽbil ahora en este pa’s, va a seguir creciendo alrededor del mundo, y seguir‡ a su victoria.

 

Se habl— de esto en el libro de Daniel.

 

Daniel 2:44-45 Y en los d’as de estos reyes el Dios del

cielo levantar‡ un reino que no ser‡ jam‡s destruido, ni ser‡ el reino dejado a otro pueblo; desmenuzar‡ y consumir‡ a todos estos reinos, pero Žl permanecer‡ para siempre,

 

de la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con mano, la cual desmenuz— el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sue–o es verdadero, y fiel su interpretaci—n.

 

Aunque hemos visto mucho sobre los juicios y los castigos en este libro, el libro de Isa’as tiene pasajes de la mejor optimismo, como hemos visto en el capitulo dos.  Un pasaje que pocos crean en estos tempos oscuros.

 

Isa’as 2:2-4   Acontecer‡ en lo postrero de los tiempos,

que ser‡ confirmado el monte de la casa de Jehov‡ como cabeza de los montes, y ser‡ exaltado sobre los collados, y correr‡n a Žl todas las naciones.

 

 

 

Y vendr‡n muchos pueblos, y dir‡n: Venid, y subamos al monte de Jehov‡, a la casa del Dios de Jacob; y nos ense–ar‡ sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldr‡ la ley, y de JerusalŽn la palabra de Jehov‡.

 

Y juzgar‡ entre las naciones, y reprender‡ a muchos pueblos; y volver‡n sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzar‡ espada naci—n contra naci—n, ni se adiestrar‡n m‡s para la guerra.

 

Estamos programados a la pura victoria.  Pero esto no quiere decir que todo ser‡ f‡cil.

 

Como en el tiempo de David y Goliat, muchos ten’an miedo, y el enemigo era formidable, pero el que ten’a la fe, sabia que tenia un amigo poderoso a su lado, y consigui— la victoria.

 

16) Los aventar‡s, y los llevar‡ el viento, y los esparcir‡ el torbellino; pero tś te regocijar‡s en Jehov‡, te gloriar‡s en el Santo de Israel.

 

No temas hermano.  La victoria para la iglesia ser‡ como la victoria de David sobre Goliat.  Solamente tenemos que avanzar en fe, escapando de todo temor del hombre.

 

========================= Aplicaci—n ======================

 

Hermano si tu quieres caminar en esa fe, confiando no en tu propia capacidad sino en el poder infinito de tu amigo, puedes pasar en un momento, y oraremos contigo.

 

O si tu aun no est‡s seguro de que ha sido elegido por Dios para estar salvado para siempre, tambiŽn puedes pasar, y oraremos para tu elecci—n, para se sea firme en tu mente, lo que ya esta firme en la mente de tu Dios, tu amigo poderoso.

 

                     Vamos a orar!