8 de enero de 17
Cuando El
Remanente Es Peque–o
Isa’as 1:1-31
Introducci—n
En este pa’s, hay muchas Iglesias Cristianas. Y en un sentido, debemos de dar gracias
por esto.
Pero existe un problema.
Aunque casi cada cuidad grande tiene sus iglesias, sus emisoras
Cristianas de radio, acceso de toda forma de predicaci—n por la televisi—n, y
aun mas en el Internet, parece que esa abundancia de fe no est‡ afectando mucho
a la cultura.
Y se pudiera decir el mismo de Canad‡, de America Latina, y de
Europa. La mayor’a de la gente
dicen que son Cristianos. La
mayor’a de la gente han sido bautizados en alguna de la muchas denominaciones
Cristianas, que supuestamente crean en las Santas Escrituras.
ŔY podemos preguntar por que?
ŔComo es que con tantos Cristianos en el mundo occidental, su impacto es
cada vez menos en sus culturas podridas?
pausa
Podemos encontrar mucho de la respuesta, aplicando este primer
cap’tulos de Isa’as, a nuestros tiempos.
1) Visi—n de Isa’as hijo de Amoz, la cual vio acerca de Jud‡ y JerusalŽn
en d’as de Uz’as, Jotam, Acaz y Ezequ’as, reyes de Jud‡.
Isa’as predicaba y profetizaba por mucho tiempo, durante el reinado de
todos estos reyes mencionados.
Y por supuesto, como la gran mayor’a de los profetas del Testamento
Antiguo, su tiempo era la Žpoca inmediatamente antes del cautiverio Babil—nico,
de que aprendimos tanto en los libros de Daniel y de Jerem’as.
2-3) O’d, cielos, y escucha tś,
tierra; porque habla Jehov‡: CriŽ hijos, y los engrandec’, y ellos se rebelaron
contra m’. El buey conoce a su
due–o, y el asno el pesebre de su se–or; Israel no entiende, mi pueblo no tiene
conocimiento.
Antes que nada, Isa’as querr’a establecer que no estaba presentando
sus propias opiniones o comentarios.
Al contrario, todo lo que dijo vino directamente del Esp’ritu de
Dios. Y Dios vino con una queja, una acusaci—n.
Habla de un hijo rebelde porque muchos han tenido experiencia con esa
tragedia de un hijo sobre quien han perdido todo el control, y como es una
situaci—n muy triste para los padres.
Dios dijo a Israel, que ellos eran como tal hijo, y que Dios se sent’a
en la posici—n del padre.
Habla de animales de carga, el buey y el asno, porque ellos aunque no tienen gran inteligencia,
por lo menos tienen alguna forma de sentido comśn, y obedecen normalmente a sus
due–os.
Pero el pueblo de Dios no tenia conocimiento. Y esto es algo que podemos aplicar a
nuestra generaci—n de Cristianos.
Muchos tienen gran ignorancia de sus Biblias. Las iglesias que realmente ense–an la
Biblia no son normalmente la preferencia, sino las que dicen lo que sus
clientes quieren escuchar. Como
veremos mas tardeÉ
Isa’as 30:9-10 Porque este pueblo
es rebelde, hijos
mentirosos, hijos que no quisieron o’r la ley de Jehov‡; que dicen a
los videntes: No ve‡is; y a los profetas: No nos profeticŽis lo recto, decidnos
cosas halagźe–as, profetizad mentiras.
Y otros en gran numero simplemente no creen lo que la Biblia dice,
aunque tienen una profesi—n, formal, de la fe Cristiana.
4) !!Oh gente pecadora, pueblo cargado
de maldad, generaci—n de malignos, hijos depravados! Dejaron a Jehov‡,
provocaron a ira al Santo de Israel, se volvieron atr‡s.
Es que entre la mayor’a de los de la cultura Cristiana, tenemos casi
la misma cantidad de vicios, de inmoralidad sexual, de homosexuales, y j—venes
tratando de negar su genero sexual.
En vez de trasformar la cultura de nuestros pa’ses, la cultura
depravada est‡ transformando a nosotros.
Y esto no est‡ hablando de todos, como veremos tambiŽn en el tiempo de
Isa’as hab’a un remanente fiel, pero era sumamente peque–o.
5) ŔPor quŽ querrŽis ser castigados
aśn? ŔTodav’a os rebelarŽis? Toda cabeza est‡ enferma, y todo coraz—n doliente.
Aqu’ Dios estaba quejando del hecho de que aunque ha aplicado mucha
disciplina, su hijo era cada vez peor.
Y en nuestro caso, Dios ha permitido diferentes crisis econ—micas,
ataques de terrorismo, grandes desastres naturales, y aunque hay Cristianos que
empiezan a salir orando y llamando por la ayuda de Dios, normalmente regresamos
a las mismas ofensas y las mismas transgresiones.
Cada semana ya, tenemos ataques exitosos por los yihadistas isl‡micas. Hoy hab’a otro grande en Israel, que no
es precisamente un pa’s Cristiano, pero es ŇsupuestamenteÓ amigo de los
Cristianos.
Pero es como que Dios est‡ quejando ŇCuantos ataques terroristas tengo
que permitir hasta que ustedes se despiertan, y se regresan a una vida de
santidad?Ó
6) Desde la planta del pie hasta la
cabeza no hay en Žl cosa sana, sino herida, hinchaz—n y podrida llaga; no est‡n
curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.
Los abortos sigan cada d’a, miles de Bebes asesinados. La inmoralidad sexual est‡ en todos
lados, inventamos nuevas formas de perversi—n.
Los j—venes abandonan la fe en gran nśmeros cuando llegan a la edad de
asistir a la universidad, y por supuesto yo pudiera mencionar much’simo mas
ejemplos.
Pero como en los tiempos de Isa’as la cultura entera estaba enferma, pausa nosotros tambiŽn.
7) Vuestra tierra est‡ destruida,
vuestras ciudades puestas a fuego, vuestra tierra delante de vosotros comida
por extranjeros, y asolada como asolamiento de extra–os.
Esto se puede aplicar a la enfermedad del Islam, pero tambiŽn a otros
pa’ses que ahora pueden robarnos del trabajo.
En muchas cuidadse aqu’, donde antes tuvimos las fabricas mas
productivas del mundo, ahora parece que han sido atacados por una guerra. Hasta hay vecindades abandonadas.
8) Y queda la hija de Sion como
enramada en vi–a, y como caba–a en melonar, como ciudad asolada.
Es que en sus huertos, se levantaban una caba–a para que durante el
tiempo de la cosecha, se pudieron vigilar en la noche por animales u otros
ladrones.
Pero una vez acabando la cosecha, esa caba–a estaba mas o menos
abandonada.
Y as’ era Jud‡, un pueblo fuerte en el tiempo de Salom—n, o David,
pero cada vez mas dŽbil despues, por su corrupci—n
cultural.
9) Si Jehov‡ de los ejŽrcitos no nos
hubiese dejado un resto peque–o, como Sodoma fuŽramos, y semejantes a Gomorra.
No todos estaban en la apostas’a, sino la mayor’a. Hab’a un remante, pero era un remanente muy peque–o.
Pero para los dem‡s, eran simplemente como Sodoma y Gomorra. Y por lo tanto merec’an el castigo de
Sodoma y Gomorra.
GŽnesis 13:13 Mas los
hombres de Sodoma eran malos y
pecadores contra Jehov‡ en gran manera.
10) Pr’ncipes de Sodoma, o’d la
palabra de Jehov‡; escuchad la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra.
Ahora Dios estaba llamando los lideres de su pueblo Pr’ncipes de
Sodoma, pueblo de Gomorra.
Esto era para ayudarles a despertar un poco. Es que cuando el pueblo est‡ en gran apostas’a, van a
pensar, ŇBueno, tal vez tenemos nuestros defectos, esto no podemos negar, pero
no somos como Sodoma y Gomorra.
Pero Dios dice ŇÁClaro que s’, ustedes son Sodoma y Gomorra!Ó
Es que en la apostas’a es muy f‡cil subestimar la magnitud de la
ofensa divina que estamos produciendo.
11) ŔPara quŽ me sirve, dice Jehov‡, la
multitud de vuestros sacrificios? Hastiado estoy de holocaustos de carneros y
de sebo de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de
machos cabr’os.
ŔPero no eran estos los ritos que Dios ha mandado en la ley de
MoisŽs? Si, parec’a que estaban
haciendo todo correcto en la iglesia, pero Dios no quiso recibir lo.
12) ŔQuiŽn demanda esto de vuestras
manos, cuando ven’s a presentaros delante de m’ para hollar mis atrios?
El profeta habl— as’ para asustar al pueblo. ŔQuiŽn demanda esto?,
pues Dios ha demandado todo esto.
Pero no de esta manera, no en ese esp’ritu.
Podemos entender esto tal vez, mirando a las ense–anza que Cristo
entreg— a los fariseos.
Mateo 23:23 !!Ay
de vosotros, escribas y fariseos,
hip—critas! porque diezm‡is la menta y el eneldo y el comino, y dej‡is
lo m‡s importante de la ley: la
justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de
hacer aquello.
Los fariseos ten’an mucha actividad religiosa, dentro de las cuatro
paredes del templo. Pero estaban
ignorando lo mas importante de la ley.
La justicia, la misericordia.
Los mismos fariseos que eran tan religiosos en su templo, estaban
robando a las viudas cuando se sal’an.
En el mismo capitulo de MateoÉ
Mateo 23:14 !!Ay
de vosotros, escribas y fariseos,
hip—critas! porque devor‡is las casas de las viudas, y como pretexto
hacŽis largas oraciones; por esto recibirŽis mayor condenaci—n.
13) No me traig‡is m‡s vana ofrenda;
el incienso me es abominaci—n; luna nueva y d’a de reposo, el convocar
asambleas, no lo puedo sufrir; son iniquidad vuestras fiestas solemnes.
Aunque todos estos eran por ordenanza de Dios, ahora estaban
rechazados porque en el fondo, el pueblo estaba profundamente desobediente.
14) Vuestras lunas nuevas y vuestras
fiestas solemnes las tiene aborrecidas mi alma; me son gravosas; cansado estoy
de soportarlas.
Es el mismo en este pa’s.
Tenemos mucha actividad en las iglesias. Tenemos toda forma de conferencia, de retiro, conciertos y
de banquetes, pero afuera, la cultura se sigue pudriendo, y parece que nosotros
no tenemos ni mensaje para ellos.
15) Cuando extend‡is vuestras manos,
yo esconderŽ de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquŽis la oraci—n, yo
no oirŽ; llenas est‡n de sangre vuestras manos.
En nuestra cultura moderna, el aborto es cada vez mas normal. Y los hermanos que predican en frente
de las cl’nicas, hablando con los clientes dicen que mucho que vienen, matando
a sus hijos, son Cristianos.
16-17) Lavaos y limpiaos; quitad la
iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo;
aprended a hacer el bien; buscad el
juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huŽrfano, amparad a la viuda.
Aqu’ se ve que Dios desea cambios no solamente dentro de las cuatro
paredes de la iglesia, sino tambiŽn afuera en la cultura.
La justicia viene de las cortes, la ayuda a los huŽrfanos a la viudas
es algo que pasa afuera de las paredes de la iglesia.
Pero en muchos casos las iglesias de ahora dicen, ŇNo, lo de afuera no
tiene nada que ver con nosotros, nosotros estamos orando, estudiando, alabando,
no nos pidan a ensuciar a nuestros manos con todo esto.Ó
ŔPero que dijo Cristo?
Mateo 25:42-43 Porque tuve
hambre, y no me disteis de
comer; tuve sed, y no me disteis de beber;
fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me
cubristeis; enfermo, y en la c‡rcel, y no me visitasteis.
En nuestra Žpoca tambiŽn hay un peligro de duplicar los errores de los
fariseos, siendo muy ocupado en las cosas dentro de la iglesia, y casi
ignorando las cosas de afuera.
18) Venid luego, dice Jehov‡, y
estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve ser‡n
emblanquecidos; si fueren rojos como el carmes’, vendr‡n a ser como blanca
lana.
Dios no vino en pura condenaci—n en este libro, sino que estaba
ofreciendo un cambio, un perd—n, pero el cambio tenia que venir con un sincero
arrepentimiento.
19-20) Si quisiereis y oyereis,
comerŽis el bien de la tierra; si
no quisiereis y fuereis rebeldes, serŽis consumidos a espada; porque la boca de
Jehov‡ lo ha dicho.
Los pa’ses del occidente, como Europa, Canad‡, Los Estados Unidos
hemos ya por mucho tiempo comido el bien de la tierra.
Hemos estados bendecidos, por observar algo de la Santa Ley de Dios, aplicando
su palabra dentro y fuera de la iglesia.
Pero si ahora, como Cristianos queremos dedicarnos exclusivamente a lo
que pasa dentro, tratando de ignorar la cultura corrosiva de afuera, sin ningśn
mensaje para ellos, el tiempo de la gran bendici—n va a llegar a su fin.
21) ŔC—mo te has convertido en ramera,
oh ciudad fiel? Llena estuvo de justicia, en ella habit— la equidad; pero
ahora, los homicidas.
Los pa’ses Cristianos eran la joya del mundo. Pero ahora abandonando la Santa Ley de
Dios, hemos convertido, como pa’ses, en rameras, prostituya sucias.
Y en cuanto a los homicidas, aparte de los abortos hay muchos.
Al fin del a–o muchos estaban hablando de la situaci—n alarmante en
Chicago.
Ten’an mas de siete cientos asesinos en una cuidad durante el a–o
pasad. Esto es mas de dos asesinos
cada d’a, en una sola cuidad. pausa
Lo que dice Isa’as es mas que
relevante a nuestros tiempos, nos queda como anillo al dedo.
22) Tu plata se ha convertido en
escorias, tu vino est‡ mezclado con agua.
Esto podemos aplicar metaf—ricamente y tambiŽn literalmente.
Cuando yo era ni–o, un dime o un quarter no tenia la apariencia de
cofre, aqu’ al borde. Sino que
toda la moneda era plata actual.
Pero para poco a poco destruir y robar el valor del dinero, nuestro
gobierno corrupto, y ladr—n, quito la plata valiosa. Hasta el dinero ahora es una mentira.
Es como que todos estamos en rumbo a Venezuela, algunos mas
r‡pidamente que otros.
Metaf—ricamente, hay mucha fe Cristiana que parece bien por fuera,
pero dentro es un desastre.
Mateo 23:27-28 !!Ay de vosotros,
escribas y fariseos,
hip—critas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por
fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro est‡n llenos de huesos
de muertos y de toda inmundicia.
As’ tambiŽn vosotros por fuera, a la verdad, os mostr‡is justos a los
hombres, pero por dentro est‡is llenos de hipocres’a e iniquidad.
23) Tus pr’ncipes, prevaricadores y
compa–eros de ladrones; todos aman el soborno, y van tras las recompensas; no
hacen justicia al huŽrfano, ni llega a ellos la causa de la viuda.
A Dios le interese mucho la justicia del gobierno. Lo que pasa dentro de las cuatro
paredes de las iglesias es importante, pero no podemos excluir lo que pasa
afuera.
Los magistrados, los del gobierno est‡n all’ para restringir a los
criminales, los carteles y los ladrones.
Pero cuando ellos mismos son los criminales, los carteles y los
ladrones, la cultura est‡ al borde de la destrucci—n.
24) Por tanto, dice el Se–or, Jehov‡ de
los ejŽrcitos, el Fuerte de Israel: Ea, tomarŽ satisfacci—n de mis enemigos, me
vengarŽ de mis adversarios;
Dios no estaba hablando de los enemigos fuera del pueblo Cristiano,
sino que estaba amenazando a sus enemigos dentro del pueblo Cristiano.
25) y volverŽ mi mano contra ti, y
limpiarŽ hasta lo m‡s puro tus escorias, y quitarŽ toda tu impureza.
Ahora estamos hablando de una reforma. Una reforma que empieza por el poder de Dios. No todo del libro de Isa’as ser‡
castigo y condenaci—n. Sino que
esto ser‡ un libro de grandes esperanzas.
26-27) RestaurarŽ tus jueces como al
principio, y tus consejeros como eran antes; entonces te llamar‡n Ciudad de
justicia, Ciudad fiel. Sion ser‡
rescatada con juicio, y los convertidos de ella con justicia.
Tengo que enfatizar otra vez, que Dios no est‡ hablando solamente de
lo que pasa en la iglesia, sino que Dios est‡ hablando del gobierno, de la
cultura, de la educaci—n y de toda la sociedad.
28) Pero los rebeldes y pecadores a
una ser‡n quebrantados, y los que dejan a Jehov‡ ser‡n consumidos. Entonces os avergonzar‡n las encinas
que amasteis, y os afrentar‡n los huertos que escogisteis.
Isa’as promet’a un futuro grande para los fieles del remanente peque–o, pero para los
rebeldes, su futuro era negro y terrible.
Y no hay nada malo en aplicar el mismo a nuestros tiempos.
30) Porque serŽis como encina a la que
se le cae la hoja, y como huerto al que le faltan las aguas. Y el fuerte ser‡ como estopa, y lo que
hizo como centella; y ambos ser‡n encendidos juntamente, y no habr‡ quien
apague.
Dios no va a permitir que sus enemigos reine para siempre, sino que va
a traer su juicio prometido.
Todo esto pas— en la historia de Israel, y todo esto puede pasar en
nuestra historia moderna tambiŽn.
-------------------------- Aplicaci—n ---------------------
Solamente tengo un punto de aplicaci—n, siendo esto un capitulo
bastante largo.
San Pablo ense–aba mucho sobre nuestra justificaci—n por medio de la
fe. Y es una doctrina sumamente
importante.
Romanos 5:1 Justificados,
pues, por la fe, tenemos paz
para con Dios por medio de nuestro Se–or Jesucristo.
No estamos salvados por nuestras obras, sino por nuestra fe en lo que
Cristo ha hecho para nosotros.
Esto era una de las doctrinas mas importantes de la gran reforma.
Pero en los tiempos de gran apostas’a, esa doctrina tambiŽn puede estar
abusada.
Muchos ahora, especialmente en este pa’s dicen, Ňpues yo creo, yo
estoy aprendiendo, no importa lo que hago, simplemente lo que creo, y lo que aprendoÓ.
Pero esto es un error grave.
Como hemos aprendido aqu’ en este capitulo, y tambiŽn est‡ establecido
en otros lugares.
Lo que hacemos tambiŽn est‡ sumamente importante.
Juan 5:28-29 No os
maravillŽis de esto; porque vendr‡
hora cuando todos los que est‡n en los sepulcros oir‡n su voz; y los
que hicieron lo bueno, saldr‡n a
resurrecci—n de vida; mas los que hicieron
lo malo, a resurrecci—n de condenaci—n.
Y esto no contradice la justificaci—n por la fe, porque la fe
verdadera siempre va a producir un cambio en la vida de uno.
Hebreos 10:35-36 No
perd‡is, pues, vuestra confianza,
que tiene grande galard—n; porque os es necesaria la paciencia, para
que habiendo hecho la voluntad de Dios, obteng‡is la promesa.
Los fariseos cumplieron muchos ritos y actividades religiosas. Pero Cristo dijo que hab’a algo mas
importante.
Mateo 7:21-23 No todo el
que me dice: Se–or, Se–or,
entrar‡ en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad
de mi Padre que est‡ en los cielos.
Muchos me dir‡n en aquel d’a: Se–or, Se–or, Ŕno profetizamos en tu
nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos
milagros?
Y entonces les declararŽ: Nunca os conoc’; apartaos de m’, hacedores
de maldad.
-------------------------- Conclusi—n
---------------------
Bueno esto es el principio del libro de Isa’as, unos de los libros mas
importante de todo el testamento antiguo.
Y empezando este a–o nuevo, si tu quieres no solamente aprender,
creer, asistir sino hacer algo para el reino de Dios en este a–o, puedes
pasar al frente, y nosotros querremos orar para ti.
Vamos a orar!