1 de enero de 17
El Cristiano
Extraordinario
Mateo 5:43-47
Introducci—n
En diferentes Žpocas de la Iglesia Cristiana hemos tenido el poder de
trasformar las culturas y hasta levantar grandes civilizaciones. Se ve en la historia de la Iglesia que
hemos tenido un impacto grande, a veces.
En otras Žpocas no tanto.
En otras temporadas de la historia de la iglesia, parece que estamos
solamente tratando de mantener algo de la fe, y no perder todo. Como ahora por ejemplo, cuando muchos
j—venes abandonan la fe cada a–o.
Pero una cosa es constante.
En tiempos de gran avivamiento las iglesias empiezan con la oraci—n
ferviente, y un regreso a las doctrinas b‡sicas de nuestra fe.
Nuestro texto para empezar el a–o, y para preparar nuestros corazones
para la Santa Cena esÉ
Mateo 5:43-47 O’steis que
fue dicho: Amar‡s a tu pr—jimo,
y aborrecer‡s a tu enemigo.
Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os
maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y
os persiguen; para que se‡is hijos de vuestro Padre que est‡ en los cielos, que
hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e
injustos.
Porque si am‡is a
los que os aman, ÀquŽ recompensa tendrŽis? ÀNo hacen tambiŽn lo mismo los
publicanos?
Y si salud‡is a
vuestros hermanos solamente, ÀquŽ hacŽis de m‡s? ÀNo hacen tambiŽn as’ los
gentiles?
Lo que se puede notar aqu’, es que Cristo espera algo especial, algo extraordinario de nosotros. Como hemos recibido mas que otros, es
razonable que nuestras vidas muestran algo extraordinario,
algo diferente que los dem‡s simplemente no pueden producir. No vamos a
responder con unas gotas de adoraci—n para un ocŽano de misericordia.
La semana pasada estuve en San Bernardino, visitando a mi familia,
hermanos, hermanas mi madre tambiŽn estaba.
Como somos muchos, Nancy y yo quedamos en un hotel, con otras dos
familias que vinieron de Sacramento.
Y hab’a un poco de tristeza en el hotel, porque muchos estaban
trabajando en el 24 de diciembre.
Pero mi esposa y yo notabamos una se–ora,
camarera, que limpiaba los cuartos, entre otras cosas, que no estaba triste,
sino muy ocupada sirviendo a todos.
En el 25, regresamos a nuestro cuarto, y aun no estaba limpio, y
’bamos a descansar un rato, y dije a la se–ora que no era necesario limpiar
nuestro cuarto, porque tuvimos toallas y todo, y de todos modos querr’amos
descansar.
Ella y otra se–ora, dijeron, Áah! muy amable, porque era menos trabajo
para ellas, y ellas ten’an mucha prisa cumpliendo todo en el 25.
Pero despuŽs pensŽ que no tuvimos mas cafŽ, y fue pidiendo unos
cartuchos mas, y ella me daba un mont—n de cartuchos y la di una buena
propina. Y ella me preguntaba,
ÒÀQue es esto?Ó Y dije ÀÁEs para
la navidad, porque usted tenia que trabajar el 24!Ó Y ella me dijo, ÒQue Dios de te bendigaÓ.
Regresando al cuarto dije a mi esposa, ÒA lo mejor, esa se–ora, la
camarera, es Cristiana, se nota algo especial en ellaÓ.
En la ma–ana del 26, sacando las maletas para regresar, ella estaba
limpiando otro cuarto con prisa y se grit— a mi, ÒÀSe–or, como amaneci—
usted?Ó
Dije Òpues muy bienÓ, y ella dijo ÒGracias a DiosÓ.
Y yo dije, ÒÁUsted es Cristiana!Ó
Y despuŽs ella me dijo, de manera contundente, ÒDesde el vientre de mi
madreÓ, y se puso mas gozosa aun. pausa
Menciono todo esto, para ilustrar, c—mo Cristo espera algo diferente,
algo notable en nosotros. Cristo
no nos salv— solamente para vivir como otras personas, sino para mostrar algo extraordinario en nuestras vidas, que
puede ser una atracci—n a los dem‡s.
Mateo 5:46-47 Porque si
am‡is a los que os aman, ÀquŽ
recompensa tendrŽis? ÀNo hacen tambiŽn lo mismo los publicanos?
Y si salud‡is a vuestros hermanos solamente, ÀquŽ hacŽis de m‡s? ÀNo
hacen tambiŽn as’ los gentiles?
Cuando Cristo pregunta, ÒÀquŽ hacŽis de m‡s?Ó es evidente que Žl
espera mas de nosotros, porque hemos recibido mas, estamos capaces de mas,
porque existe un poder extraordinario
viviendo dentro de nosotros.
ÀAmen?
Lo que Dios quiere de nosotros es algo extraordinario.
Algo notable, algo poderoso que puede cambiar al mundo.
1) El Cristiano Extraordinario busca
maneras de bendicir a
quien sea.
El Cristiano Extraordinario,
siempre est‡ buscando una manera de hacer algo para otros.
Filipenses 2:19-21 Espero
en el Se–or Jesœs enviaros
pronto a Timoteo, para que yo tambiŽn estŽ de buen ‡nimo al saber de
vuestro estado; pues a ninguno tengo del mismo ‡nimo, y que tan
sinceramente se interese por vosotros. Porque todos buscan lo suyo
propio, no lo que es de Cristo Jesœs.
La iglesia era muy nueva, en el primer siglo, pero ha llegado ya, el
ego’smo, Pablo diciendo Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de
Cristo Jesœs.
Pero Timoteo era diferente, hab’a algo extraordinario en el.
ÀY tu?
G‡latas 6:10 As’ que,
segœn tengamos oportunidad,
hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.
Mayormente a los de la familia de la fe, pero no solamente a la
familia de la fe, sino a todos.
En el mismo contexto de nuestro pasaje, Cristo nos exigi— algo
bastante duro.
Mateo 5:41 Y a cualquiera que te
obligue a llevar carga
por una milla, ve con Žl dos.
ÀPero que est‡ diciendo esto?
Israel estaba bajo el dominio del imperio romano, y por ley, un soldado
romano pudo obligar te, a llevar algo pesado por una milla, pero no mas.
ÁPero Cristo estaba pidiendo algo bien radical! ÁDespuŽs de llevar la carga por una
milla, en vez de irte lleno de amargura, ofrŽcele otra milla! ÁGratis!
ÀPero que pasar’a en tal caso?
A lo mejor el soldado le preguntar’a, ÒÀNo entiendo, porque haces
esto?Ó Y all’ tendr’as oportunidad
de compartir tu fe, con alguien que realmente estaba escuchando.
Examinando a nosotros mismos, para acercarnos a la mesa de la Santa
Cena, te pregunto, hermano, hermana, Àhay algo extraordinario en tu vida?
ÀO estas viviendo como un hombre comœn y corrientes?Ó pausa
Cuando Pablo estaba corrigiendo problemas en la iglesia de Corinto,
dijo algo muy interesante.
1 Corintios 3:3 Porque aœn sois
carnales; pues habiendo
entre vosotros celos, contiendas y disensiones, Àno sois carnales, y
and‡is como hombres?
ÀPero San Pablo, acaso no somos hombres? Si, somos hombres, pero hombres redimidos por la sangre de
Cristo, hombres llenos del poder del Esp’ritu Santo, tenemos capacidades y
conocimiento mas alto que los hombres normales, y por lo tanto, Dios est‡
esperando mas de nosotros.
Lucas 12:47-48 Aquel siervo que
conociendo la voluntad de
su se–or, no se prepar—, ni hizo conforme a su voluntad, recibir‡
muchos azotes.
Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, ser‡ azotado
poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandar‡;
y al que mucho se le haya confiado, m‡s se le pedir‡.
Dios espere mas de nosotros, porque nos ha dado mas.
2) El Cristiano Extraordinario No est‡
cargado de
Resentimientos.
Era notable en el hotel la semana pasada, el hecho de que muchas
se–oras estaban tristes, trabajando en el 24. Pero la hermana de Nicaragua, que mencionŽ, segu’a gozosa.
ÀComo? Es que conociendo
la soberan’a, la providencia de Dios, si estamos en algo desagradable, en
contra de nuestros deseos, sabemos que Dios tiene sus razones por ordenar lo y
que podemos confiar en Žl.
Muchos quejan por lo que no tienen, o por sus circunstancias, pero hay
que recordar que Dios ha programado tus circunstancias.
1 Timoteo 6:8 As’ que,
teniendo sustento y abrigo,
estemos contentos con esto.
Dios puede cambiar tu circunstancias cuando quiere, y nuestro Dios
jam‡s ha estado en la banca rota.
3) El Cristiano Extraordinario No se
vive quejando se.
Filipenses 2:14-15 Haced
todo sin murmuraciones y
contiendas, para que se‡is irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin
mancha en medio de una generaci—n maligna y perversa, en medio de la cual
resplandecŽis como luminares en el mundo.
As’ es la vida del Cristiano
Extraordinario. Si est‡
confiando en la providencia de Dios, controlando todo, se puede vivir sin
murmurar, recordando las historias del libro de ƒxodo, como por las
murmuraciones el pueblo tenia que sufrir mucho.
4) El Cristiano Extraordinario es
Consistente.
Vivimos en una cultura de poca disciplina. Muchos empiezan cosas para el Se–or, y despuŽs f‡cilmente se
empiezan a faltar. R‡pidamente se
olvidan todo su entusiasmo.
Pueden empezar con sentimientos de determinaci—n y de servicio, pero
pasando los meses, sus deseos se desvanecen.
Como acabamos de estudiar en el libro de Oseas.
Oseas 6:4 ÀQuŽ harŽ a ti, Efra’n?
ÀQuŽ harŽ a ti, oh Jud‡?
La piedad vuestra es como nube de la ma–ana, y como el roc’o de la
madrugada, que se desvanece.
Muchos empiezan proyectos o ministerios antes de realmente calcular lo
que va a costar en tŽrminos de preparaci—n y de tiempo.
Lucas 14:25-30 Grandes multitudes
iban con Žl; y
volviŽndose, les dijo: Si alguno viene a m’, y no aborrece a su padre,
y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun tambiŽn su propia
vida, no puede ser mi disc’pulo.
Y el que no lleva su cruz y viene en pos de m’, no puede ser mi
disc’pulo.
Esto implica ciertas dificultades, cierta necesidad de disciplina.
Porque ÀquiŽn de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta
primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?
No sea que despuŽs que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla,
todos los que lo vean comiencen a hacer burla de Žl, diciendo: Este hombre comenz— a edificar, y no pudo acabar.
La gente van a pensar, bueno ese hermano se porta como cualquier incrŽdulo,
cualquier mundano que puede empezar algo, y no cumplir lo. No hay nada extraordinario en esto.
5) El Cristiano Extraordinario puede
dar y hasta recibir la
correcci—n.
Vivimos en tiempos en que muchos hermanos tienen una sensatez a
cualquier critica o correcci—n. En
algunos casos, si el liderazgo de la iglesia tiene que corregir algo en la vida
de un hermano, el hermano ira corriendo luego a otra iglesia, en un pa’s como
lo nuestro en que en casi cada cuidad hay una variedad de congregaciones.
Pero esto no est‡ correcto.
David un hombre de humildad pudo tomar la correcci—n y no responder con
el enojo o con la impaciencia.
Salmos 141:5 Que el
justo me castigue, ser‡ un favor,
Y que me reprenda ser‡ un excelente b‡lsamo.
El sabio pude recibir una buena correcci—n hasta de parte de sus
enemigos. Porque en esa cultura
los enemigos a veces son los œnicos que tienen el valor de hablar del asunto.
Y esto es el otro problema.
Como hay tanta sensatez, nadie quiere mencionar nada a su hermano. Pero por esto estamos aqu’ para ayudar
los unos a los otros.
Claro, la correcci—n es algo delicado y la Biblia tiene sus
recomendaciones.
Primeramente debe de ser en privado, cuando posible para no exponer el
hermano a la vergŸenza publica.
Mateo 18:15 Por
tanto, si tu hermano peca contra ti, ve
y reprŽndele estando tœ y Žl solos; si te oyere, has ganado a
tu hermano.
En segundo lugar, debe de ser con una profunda humildad.
G‡latas 6:1 Hermanos,
si alguno fuere sorprendido en
alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con esp’ritu
de mansedumbre, consider‡ndote a ti mismo, no sea que tœ tambiŽn seas tentado.
Pero siempre es preferible ir y hablar con tu hermano, y no dejar la
situaci—n deteriorar en una cadena de chismes.
Lev’tico 19:16-18 No
andar‡s chismeando entre tu pueblo.
No atentar‡s contra la vida de tu pr—jimo. Yo Jehov‡.
No aborrecer‡s a tu hermano en tu coraz—n; razonar‡s con tu pr—jimo,
para que no participes de su pecado.
No te vengar‡s, ni guardar‡s rencor a los hijos de tu pueblo, sino
amar‡s a tu pr—jimo como a ti mismo. Yo Jehov‡.
6) El Cristiano Extraordinario no se
siente vergŸenza de reconocer a su Se–or, delante de todos.
Como dije, aquella hermana NicaragŸense del hotel, cuando dije, ÒUsted
es CristianaÓ ella respondi— ÒÁDesde el vientre de mi madre!Ó.
No tenia ningœn problema confesando lo. Pero tristemente, vivimos en tiempos en que muchos
supuestamente tienen una profesi—n de la fe, pero nadie sabe. Es que no se nota.
Lucas 9:26 Porque el que se
avergonzare de m’ y de mis
palabras, de Žste se avergonzar‡ el Hijo del Hombre cuando venga en su
gloria, y en la del Padre, y de los santos ‡ngeles.
Mateo 10:32-33 A cualquiera,
pues, que me confiese delante
de los hombres, yo tambiŽn le confesarŽ delante de mi Padre que est‡
en los cielos.
Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo tambiŽn le
negarŽ delante de mi
Padre que est‡ en los cielos.
No olvidan hermanos, que el prop—sito del texto de hoy, es llamar a
los hermanos a algo extraordinario,
algo que se nota.
Mateo 5:46-47 Porque si
am‡is a los que os aman, ÀquŽ
recompensa tendrŽis? ÀNo hacen tambiŽn lo mismo los publicanos?
Y si salud‡is a vuestros hermanos solamente, ÀquŽ hacŽis de m‡s? ÀNo
hacen tambiŽn as’ los gentiles?
ÀQuŽ hacŽis de m‡s? Es la pregunta. Y si tu respuesta es que no quieres hacer nada diferente,
que es tu supremo deseo tener la apariencia de los dem‡s, que no habr‡ nada
diferente en ti, entonces la œnica conclusi—n es que est‡s viviendo en una
profunda rebeli—n. Y es mejor para
ti que piensas dos veces antes de tomar la santa cena en esta ma–ana. pausa
O si quieres pedir oraci—n, por el poder de cambiar tu indiferencia
delante de tus obligaciones en el evangelio, habr‡ oportunidad para esto en
unos momentos.
7) El Cristiano Extraordinario es
gozoso.
Lo que agarre mi atenci—n de la hermana camarera en el hotel,
trabajando el 24, era el hecho de que estaba gozosa, mientras las dem‡s
camareras eran bastante tristes y casi andaban con un sentido de resentimiento,
en contra de lo que obviamente era la providencia de Dios para ellas.
Pero entendiendo estas doctrinas b‡sicas de la fe Cristiana, y
poniŽndolas en practica, es normal ver los hermanos, los hermanos extraordinarios, vivir en el gozo del
Se–or.
Y esto es su fuerza.
Nehem’as 8:10 Luego les
dijo: Id, comed grosuras, y bebed
vino dulce, y enviad porciones a los que no tienen nada preparado;
porque d’a santo es a nuestro Se–or; no os entristezc‡is, porque el gozo de
Jehov‡ es vuestra fuerza.
Anoche hab’an grandes celebraciones en casi todas partes del
mundo. Pero supongo que algunas de
las celebraciones mas grandes eran entre el diablo y sus demonios, que celebran
los Cristianos que son amargos, deprimidos y indiferentes. Ellos no son ningœn problema para el
enemigo.
Al contrario, son unas de sus mejores ayudas.
Pero son los Cristianos
Extraordinarios, que siempre han avanzado el Reino de Cristo.
------------------------ Conclusi—n ---------------------
Estamos ya en otro a–o.
Para algunos, puede ser tu ultimo, sea una persona grande o una persona
joven.
ÀComo vas a vivir en este a–o nuevo? ÀVas a servir a tu Se–or con animo? pausa
O acaso, hay una lista de interesas especiales, tus ’dolos que van a
recibir lo mejor de tus energ’as, mientras das a tu Se–or la migajas que caigan
de tu mesa despuŽs.
Pero quiero que sepas de una cosa, si vives este a–o como un Cristianos Extraordinario, Dios te va a
bendicir grandemente.
Regresando de San Bernaldino en el 26, empecŽ a pensar,
a lo mejor la propina para esa hermana ni era mi idea, sino que era Dios
sacando su dinero, de mi billetera, y regalando a su hija. Vamos a orar.