16 de diciembre de 16

 

Mas Que Digno

Salmos 135:1-21

 

Salmos 135:1-21

El autor del salmo de hoy, est‡ muy animado.  Est‡ muy lleno de gozo en la presencia de su Dios.  Y por lo tanto, su deseo es animar a otros tambiŽn a ver que este Dios es mas que

digo de toda nuestra alabanza y de todo nuestro amor.

 

1-2) Alabad el nombre de Jehov‡; alabadle, siervos de Jehov‡;

Los que est‡is en la casa de Jehov‡, en los atrios de la casa de nuestro Dios.

 

Hay muchos hermanos alrededor del mundo que van a las iglesias una vez o varias veces de la semana.  ŔPero, para que?

 

ŔSer‡ solamente por costumbre? ŔSer‡ solamente porque esto ha sido el habito de sus familias ya por muchas generaciones?

 

La respuesta del autor es mil veces no.  No estamos llegando a la casa de Dios solamente para una actividad social, o simplemente para ver a nuestros amigos. 

 

Sino que estamos aqu’ para alabar, para expresar nuestra gratitud, nuestra apreciaci—n por el privilegio de ser parte del pueblo de Dios, especialmente cuando no era algo que hemos merecido, por nuestros propios meritos.

 

3) Alabad a JAH, porque Žl es bueno; cantad salmos a su nombre, porque Žl es benigno.

 

La canci—n nos llamar‡ a la alabanza, al canto con muchas razones.  Nos va a recordar cosas que no debemos de simplemente tomar por sentado.  Cosas que deben de realmente estimular nos a maravillar no solamente ahora, sino por todas nuestras vidas.

 

Y esta es la naturaleza de las canciones sustanciales de la Biblia.  No son simplemente repeticiones de las mismas palabras, sino que contienen doctrinas profundas que nos hacen reflexionar sobre la bondad de nuestro Dios.

 

4) Porque JAH ha escogido a Jacob para s’, a Israel por posesi—n suya.

Los que cantaban esto originalmente eran todos descendientes de Jacob, o personas que han convertido a la fe de los jud’os.

 

Pero cuando uno tiene una fe viva en la palabra de Dios, no es simplemente porque que ha decidido unirse a todo esto.  Sino que para el hombre natural, lo mas normal es rechazar o burlar de la Santa Palabra.

 

1 Corintios 2:14     Pero el hombre natural no percibe las

cosas que son del Esp’ritu de Dios, porque para Žl son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.

 

El hecho de que Dios nos ha iluminado, tanto que podemos entender, y continuar en su palabra es un gran privilegio.

 

4) Porque JAH ha escogido a Jacob para s’, a Israel por posesi—n suya.

 

A veces los hermanos que no entiendan bien las doctrinas de la Biblia, creen que eran escogidos porque Dios vio algo bueno en ellos.

 

Pero la Biblia siempre est‡ refutando este error.

 

Deuteronomio 7:7-8   No por ser vosotros m‡s que todos los

pueblos os ha querido Jehov‡ y os ha escogido, pues vosotros erais el m‡s insignificante de todos los pueblos;  sino por cuanto Jehov‡ os am—, y quiso guardar el juramento que jur— a vuestros padres, os ha sacado Jehov‡ con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Fara—n rey de Egipto.

 

El hecho de que hemos sido salvados por la gracia de Dios, por su misericordia, quiere decir que no hab’a nada en nosotros para merecer esa gran posici—n con el Rey.

 

Hasta Cristo ense–— esto a sus disc’pulos cuando ellos descubrieron su poder sobre los demonios.

 

 

 

 

Lucas 10:19-20 He aqu’ os doy potestad de hollar serpientes y

escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os da–ar‡.

 

Pero no os regocijŽis de que los esp’ritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres est‡n escritos en los cielos.

 

Desde la fundaci—n del mundo Dios ya tenia los nombres de sus amados, escritos en los cielos.

 

Efesios 1:4    Segśn nos escogi— en Žl antes de la fundaci—n

del mundo, para que fuŽsemos santos y sin mancha delante de Žl.

 

Esto es algo maravilloso, que puede llenar uno con gran gozo y felicidad, cuando se entiende que aunque era una persona muy imperfecta, destituida de la gloria de Dios, Dios mismo ha decidido a salvar a ti, mientras dejo a otros, pudriendo en sus pecados.

 

5) Porque yo sŽ que Jehov‡ es grande, y el Se–or nuestro, mayor que todos los dioses.

 

Esta es otra gran causa de alegr’a, que podemos tener acceso a conocimiento cierto.

 

Vivimos en una Žpoca en que muchos admitan, sin pensar, que no saben nada con seguridad absoluta.

 

Se pueden tener muchas opiniones y teor’as varias, pero del conocimiento cierto, no tienen acceso alguno.

 

Pero basando tu vida en la palabra de Dios, puedes saber muchas cosas con certeza completa.

 

Como dijo JobÉ

 

Job 19:25 Yo sŽ que mi Redentor vive.

 

O como dijo San PabloÉ

 

Romanos 8:28   Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las

cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su prop—sito son llamados.

 

O como Pedro predicaba en el d’a de PentecostŽs.

 

Hechos 2:34-36 Porque David no subi— a los cielos; pero Žl

               mismo dice:

                     Dijo el Se–or a mi Se–or:

                     SiŽntate a mi diestra,

                     Hasta que ponga a tus enemigos por

                     estrado de tus pies.

 

36 Sepa, pues, ciert’simamente toda la casa de Israel, que a este Jesśs a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Se–or y Cristo.

 

Saber algo ciert’simamente en el mundo moderno es incomprensible.  Tan extra–o es que las computadoras que corrijan la ortograf’a, ni se reconocen esa palabra.

 

Porque en la cosmovisi—n b’blica, el Cristiano pude saber cosas con certeza, mientras en la cosmovisi—n del incrŽdulo moderno, esto parece imposible.

 

5) Porque yo sŽ que Jehov‡ es grande, y el Se–or nuestro, mayor que todos los dioses.

 

Ahora bien los otros dioses realmente no existan.  El dios de los musulmanes, por ejemplo, es solamente un ’dolo creado como otros ’dolos.

 

Cuando ellos gritan Allahu Akbar, cuando est‡n matando gente o explotando a ellos mismos como bombas vivas, est‡n tratando de comunicar que su dios es mayor, mas grande, aunque todo el mundo, y en el fondo ellos mismo saben que es una mentira.

 

Gritan esto mucho, Allahu Akbar, Allahu Akbar, Allahu Akbar tratando de convencer a ellos mismos, pero es simplemente otra forma de idolatr’a, fea y destructiva.

 

6) Todo lo que Jehov‡ quiere, lo hace, en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos.

 

Nuestro Dios no tiene restricciones ni limitaciones.  Claro, va a actuar conforme a su naturaleza santa, pero no tiene que rendir cuentas a nadie.

 

Su plan, su decreto a veces es misterioso para nosotros, pero jam‡s tiene que estar alterado.  Porque Dios no solamente sabe lo que va a pasar, sino que todo lo que pasa es conforme a su plan antiguo.

 

Efesios 1:11   En Žl asimismo tuvimos herencia, habiendo sido

predestinados conforme al prop—sito del que hace todas las cosas segśn el designio de su voluntad.

 

Esto es otro gran motivo para la alabanza intensiva, que Dios est‡ haciendo todo lo que quiere, y jam‡s es frustrado.  Nuestro Dios tiene su gran plan, y nosotros tenemos un gran parte, un parte glorioso en este gran plan.

 

Por esto Dios jam‡s nos va a abandonar.

 

Deuteronomio 31:6    Esforzaos y cobrad ‡nimo; no tem‡is, ni

teng‡is miedo de ellos, porque Jehov‡ tu Dios es el que va contigo; no te dejar‡, ni te desamparar‡.

 

Hebreos 13:5   Sean vuestras costumbres sin avaricia,

contentos con lo que tenŽis ahora; porque Žl dijo: No te desampararŽ, ni te dejarŽ.

 

Dios anda haciendo todo lo que quiere, y parte de lo que quiere es una relaci—n contigo, y esto va a durar para siempre.

 

Filipenses 1:6 Estando persuadido de esto, que el que comenz—

en vosotros la buena obra, la perfeccionar‡ hasta el d’a de Jesucristo.

 

Por esa raz—n, nuestro Dios es mas que digno de toda nuestra alabanza y adoraci—n.  Desafortunadamente hay hermanos que no piensan as’.  Para muchos, Dios est‡ mas, o menos digno de alabanza.  Van a venir y alabar, cuando pueden, cuando no hay otras cosas mas importantes que hacer.

 

Para tales, este Dios es digno, pero no tan digno.  Y esto es un error que el salmo de hoy quiere borrar de nuestras vidas.

 

7) Hace subir las nubes de los extremos de la tierra; hace los rel‡mpagos para la lluvia; saca de sus dep—sitos los vientos.

 

Esto est‡ hablando del control completo que Dios tiene sobre las lluvias y cada aspecto del clima.

 

En la antigźedad esto controlaba la comida y la prosperidad de todos.  Pero aun ahora, Dios puede mandar la prosperidad o la escasez, a quien quiere.

8) El es quien hizo morir a los primogŽnitos de Egipto,

Desde el hombre hasta la bestia.

 

El fara—n estaba matando a los ni–os de los Hebreos en el tiempo de MoisŽs, y en su justicia Dios mato a los primogŽnitos de los Egipcios.

 

Para algunos esto es un poco dif’cil, celebrando la muerte de otros, hasta de ni–os y de bestias.  Pero aqu’ est‡ en el Salmo, como un motivo de alabanza.

 

Es como en el mes pasado en noviembre en Miami, muchos cubanos entre los exilios estaban celebrando toda la noche por la muerte de Castro.

 

Y una mujer en una entrevista en la noticia estaba casi llorando diciendo que se sabia que no era correcto regocijar por la muerte de alguien, pero Castro ha separado a su familia, y que se ha infligido a muchos heridos emocionales a sus seres queridos, y por lo tanto tenia celebrar con los dem‡s toda la noche, que no pudo hacer otra cosa.

 

De la misma manera los jud’os, correctamente celebraban los juicios sobre sus enemigos, como parte de sus alabanzas.

 

9) Envi— se–ales y prodigios en medio de ti, oh Egipto,

Contra Fara—n, y contra todos sus siervos.

 

Egipto tenia poder y domino sobre el pueblo de Dios.  Pasaban siglos bajo la esclavitud cruel y dura. 

 

Pero cundo vino el poder de Dios con una plaga despuŽs de otra, era evidente que el poder de Egipto seria derrotado.

 

Y para nosotros, esto es una ense–anza sobre el fin del poder que Satan‡s tenia sobre nosotros, con su esclavitud de vicios, o de inmoralidad o de otros pecados.

 

Siendo rescatados, tenemos motivos de adorar, porque nuestro Dios es mas que digno.

 

10-12) Destruy— a muchas naciones, y mat— a reyes poderosos;

A Seh—n rey amorreo, a Og rey de Bas‡n, y a todos los reyes de Cana‡n.  Y dio la tierra de ellos en heredad, en heredad a Israel su pueblo.

 

 

 

Cuando JosuŽ entro en la tierra prometida como general de los ejŽrcitos, no importaba la fuerza de estos reyes que eran all’ antes.  Porque cuando Dios est‡ con nosotros, Ŕquien contra nosotros?

 

Dios mand— avispas delante de los soldados para molestar a los enemigos, Dios mand— piedras desde el cielo para garantizar la victoria de los nuestros.

 

JosuŽ 10:11    Y mientras iban huyendo de los israelitas, a

la bajada de Bet-hor—n, Jehov‡ arroj— desde el cielo grandes piedras sobre ellos hasta Azeca, y murieron; y fueron m‡s los que murieron por las piedras del granizo, que los que los hijos de Israel mataron a espada.

 

Cuando tienes a un Dios as’ a tu lado, tan poderoso, no te puedes perder en tus batallas.  Y esto es otra gran evidencia de que nuestro Dios es mas que digno, de nuestro amor, nuestra gratitud, y nuestra alabanza.

 

13) Oh Jehov‡, eterno es tu nombre; tu memoria, oh Jehov‡, de generaci—n en generaci—n.

 

El mismo Dios que estaba con JosuŽ est‡ con nosotros.  La misma palabra que escribi— MoisŽs, David o Salom—n, est‡ en nuestros manos hoy.

 

En un mundo en donde parece que todo est‡ cambiando con mas y mas rapidez, es un gozo, un motivo de alabanza saber que nosotros podemos anclar a nuestras almas en Žl.

 

Hebreos 6:17-19 Por lo cual, queriendo Dios mostrar m‡s

abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento;

 

para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fort’simo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros.

 

19 La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del velo.

 

 

14) Porque Jehov‡ juzgar‡ a su pueblo, y se compadecer‡ de sus siervos.

 

Cuando dice aqu’ que juzgar‡, no es como una condenaci—n, sino una protecci—n.   Como Dios ha prometido muchas veces juzgar al huŽrfano y otros oprimidos..

 

Salmos 10:18   Para juzgar al huŽrfano y al oprimido,

               A fin de que no vuelva m‡s a hacer violencia

               el hombre de la tierra.

 

15-17) Los ’dolos de las naciones son plata y oro, obra de manos de hombres.  Tienen boca, y no hablan; tienen ojos, y no ven; Tienen orejas, y no oyen; tampoco hay aliento en sus bocas. Semejantes a ellos son los que los hacen, y todos los que en ellos conf’an.

 

Aqu’ el autor est‡ burlando un poco de los ’dolos.  Viendo que nuestro Dios es tan digno de alabanza, mas que digno, realmente no tiene sentido ni fijar nos en los ’dolos.

 

Actualmente no tenemos muchos ’dolos ahora como en la antigźedad, aunque La Santa Muerte es como las abominaciones antiguas, pero ella no es normalmente una gran tentaci—n para los hermanos.

 

Para los hermanos modernos las tentaciones son un poco mas sutiles.

 

Colosenses 3:5 Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros:

fornicaci—n, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatr’a.

 

Por ese ’dolo, hasta un hermano moderno puede tropezar.

 

Efesios 5:5    Porque sabŽis esto, que ningśn fornicario, o

inmundo, o avaro, que es id—latra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.

 

Cristo tambiŽn dijo que es imposible servir a dos maestros.

Mateo 6:24 Ninguno puede servir a dos se–ores; porque o

               aborrecer‡ al uno y amar‡ al otro, o estimar‡

al uno y menospreciar‡ al otro. No podŽis servir a Dios y a las riquezas.

 

Nuestro Dios es mas que digno, pero con la entrada de otro maestro, podemos vivir como que el gran Dios es digno, mas menos.

19-21) Casa de Israel, bendecid a Jehov‡; casa de Aar—n, bendecid a Jehov‡; Casa de Lev’, bendecid a Jehov‡; los que temŽis a Jehov‡, bendecid a Jehov‡.  Desde Sion sea bendecido Jehov‡, quien mora en JerusalŽn.  Aleluya.

 

Debemos de realmente alabar a Dios, si tenemos el temor de Dios, porque el temor es una forma de alabanza.

 

Y muchas veces hay hermanos, con ’dolos empezando a formar en sus vidas por medio de temores de otras cosas. 

 

Lo que mas temes puede convertir se en tu ’dolo, o puede ser que ya es.

 

Lucas 12:4-5   Mas os digo, amigos m’os: No tem‡is a los que

               matan el cuerpo, y despuŽs nada m‡s pueden

               hacer.

 

Pero os ense–arŽ a quiŽn debŽis temer: Temed a aquel que despuŽs de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; s’, os digo, a Žste temed.

 

*------------------------- Conclusi—n ----------------------*

 

Viviendo en una cultura como la nuestra, que est‡ llena de muchas formas de corrupci—n y contaminaci—n espiritual, es f‡cil empezar a no dar el lugar adecuado a nuestro Dios digno.

 

Nuestro Dios es mas que digno, como el Salmista ha probado, con muchas razones y historias.

 

Pero a veces no vivimos como que ese Dios es mas que digno, sino como que es digno, mas o menos.

 

Si tu quieres realmente dar a tu Dios el lugar de prioridad en tu vida, el lugar que el realmente merece, en este nuevo a–o, puedes pasar en un momento, y queremos orar para ti.

 

Vamos a Orar