4 de diciembre de 16

Regresando Al Gozo

Oseas 14:1-9

Introducci—n

 

En la providencia de Dios, tenemos hoy, un pasaje ideal, para la celebraci—n de la Santa Cena.

 

Hemos llegado al ultimo capitulo del libro de Oseas.  Y no ha sido un libro f‡cil de estudiar.  Hemos recibido semana tras semana los anuncios de juicio y de destrucci—n.

 

Pero hoy, en este ultimo capitulo, ser‡ un poco diferente.

 

El pueblo de Israel iba a enfrentar un juicio grave, esto sabemos hist—ricamente.  Hab’an muchos que jam‡s escucharon las amonestaciones del profeta.

 

Pero siempre hay un grupo, que en las escrituras se llaman el remanente, que s’ iban a responder.  Y estos s’ deseaban regresar a su Dios.  Estos s’ deseaban regresar al gozo.

 

Pablo hablaba mucho de ese fen—meno del remanente.

 

Romanos 9:27   TambiŽn Isa’as clama tocante a Israel:

Si fuere el nśmero de los hijos de Israel como la arena del mar, tan s—lo el remanente ser‡ salvo.

 

El estudio de hoy, habla al remanente.

 

1) Vuelve, oh Israel, a Jehov‡ tu Dios; porque por tu pecado has ca’do.

 

El pueblo ya no tenia la misma relaci—n con su Dios de antes.  No ten’an el gozo de antes.  Pero las palabras de Oseas no estaban en vano.

 

Sus muchas ilustraciones extra–as, encontraron su recepci—n con algunos.

 

Estos pudieron recordar, hist—ricamente, cuando el pueblo viv’a en la luz, en la bendici—n de su Dios, y se deseaban regresar.

 

Y ahora Oseas va a ense–ar los, c—mo regresar.

 

2) Llevad con vosotros palabras de sśplica, y volved a Jehov‡, y decidle: Quita toda iniquidad, y acepta el bien, y te ofreceremos la ofrenda de nuestros labios.

 

Ten’an que venir con palabras.  Ten’an que expresar con sus voces, su deseo de estar otra vez en una rica relaci—n con su Padre.

 

A veces, escuchando esto, hay hermanos que preguntan, ŇŔPor quŽ tengo que decir todo esto a Dios? Mi Dios sabe todo, mi Dios sabe las intenciones de mi coraz—n.Ó

 

Esto est‡ cierto, pero no est‡ relevante.  En cualquiera relaci—n, tenemos que comunicar, expresar con la boca lo que estamos sintiendo o deseando.

 

1 Juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, Žl es fiel y

justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

 

Hasta el hijo prodigo, cuando regres— a su padre, tenia sus palabras preparadas.

 

Lucas 15:17-19 Y volviendo en s’, dijo: !!Cu‡ntos

jornaleros en casa de mi padre tienen

abundancia de pan, y yo aqu’ perezco de

hambre!

 

Me levantarŽ e irŽ a mi padre, y le dirŽ: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.   Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.

 

2) Llevad con vosotros palabras de sśplica, y volved a Jehov‡, y decidle: Quita toda iniquidad, y acepta el bien, y te ofreceremos la ofrenda de nuestros labios.

 

Otra parte de la instrucci—n es decir Quita toda iniquidad.

 

Es una declaraci—n de que ya no quieres seguir en el pecado.  Es una petici—n por el poder de caminar en la limpieza espiritual.

 

Es como cuando Cristo nos ense–aba en el padre nuestroÉ

 

Mateo 6:13 Y no nos metas en tentaci—n,

mas l’branos del mal

 

 

Es una declaraci—n de que ya no queremos continuar en lo que es ofensivo a nuestro Dios, porque no queremos seguir ofendiendo a neutro Dios.

 

Finalmente hacemos una ofrenda.

 

2) Llevad con vosotros palabras de sśplica, y volved a Jehov‡, y decidle: Quita toda iniquidad, y acepta el bien, y te ofreceremos la ofrenda de nuestros labios.

 

La ofrenda de nuestros labios es la gratitud.  Es la alabanza y la adoraci—n.  Es cantar a Žl durante la albazana con sinceridad, y no simplemente cantar, mientras en realidad est‡s pensando en otras cosas.

 

3) No nos librar‡ el asirio; no montaremos en caballos, ni nunca m‡s diremos a la obra de nuestras manos: Dioses nuestros; porque en ti el huŽrfano alcanzar‡ misericordia.

 

Aqu’, las palabras renuncian las falsas esperanzas.  En vez de confiar en Dios, estaban confiando en otros pa’ses.  Esto era sumamente ofensivo para Dios.

 

Cuando hablan de caballos, hablan de su confianza en su propio ejercito, sus fuerzas armadas.

 

TambiŽn habla de los dioses falsos hechos de mano.

 

3) No nos librar‡ el asirio; no montaremos en caballos, ni nunca m‡s diremos a la obra de nuestras manos: Dioses nuestros; porque en ti el huŽrfano alcanzar‡ misericordia.

 

Ahora bien, no es muy probable que entre nosotros haya personas que aun est‡n empleando im‡genes o estatuas de ’dolos.  Pero si es posible formar un dios falso en tu mente. 

 

Vivemos en tiempos en que muchos compran libros o videos que supuestamente te ense–an como puedes manipular a Dios con ciertas formulas, o ciertas oraciones m‡gicas.  Esto seria mas aplicable a nuestros tiempos, como forma ofensiva de la idolatr’a.

 

Finalmente habla de los huŽrfanos.

 

Porque en ti el huŽrfano alcanzar‡ misericordia.

 

ŔPero porque esto est‡ puesto precisamente aqu’?

 

Yo recuerdo lo muy emocionante que era para mi visitar el orfanato en Chiapas.  Ese lugar tenia la bendici—n de Dios porque aquellos ni–os no tienen otra ayuda aparte de Dios y su pueblo.

 

Y esto es el punto, el ni–o sin padres, no tiene muchas falsas esperanzas o falsas confianzas de ayuda humana. 

 

Solamente tiene a Dios, y los hermanos que Dios quiere mandar.  A veces reciban algo de los gobiernos, pero no con el mismo amor personal.

 

Rechazando nuestras confianzas en las cosas mundanas, las riquezas, los gobiernos, nuestra propia inteligencia, la educaci—n secular, podemos alcanzar la fe simple, de un ni–o huŽrfano.

 

4) Yo sanarŽ su rebeli—n, los amarŽ de pura gracia; porque mi ira se apart— de ellos.

 

La redenci—n de Dios no viene solamente para quitar la culpabilidad del pecado, sino el poder del pecado, la corrupci—n del pecado.

 

ŔY como hemos merecido tal consideraci—n?  La pregunta es absurda, porque  como dice aqu’, Dios nos ama por su pura gracia.  Como dijo a su pueblo antiguoÉ

 

Deuteronomio 7:7-8   No por ser vosotros m‡s que todos los

pueblos os ha querido Jehov‡ y os ha escogido, pues vosotros erais el m‡s insignificante de todos los pueblos;

sino por cuanto Jehov‡ os am—, y quiso guardar el juramento que jur— a vuestros padres, os ha sacado Jehov‡ con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Fara—n rey de Egipto.

 

No es posible ganar ese amor por nuestros propios meritos.

 

Esto es la esencia de la fe evangŽlica, las buenas nuevas.

 

Efesios 2:8-9  Porque por gracia sois salvos por medio de

la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se glor’e.

 

 

Aun si uno pudo, con gran disciplina, vivir estrictamente conforma a casi todos los mandamientos de Dios, esto tampoco producir’a ningśn merito personal.

 

Como Cristo ense–o en..

 

Lucas 17:10    As’ tambiŽn vosotros, cuando hay‡is hecho

todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inśtiles somos, pues lo que deb’amos hacer, hicimos.

 

5) Yo serŽ a Israel como roc’o; Žl florecer‡ como lirio, y extender‡ sus ra’ces como el L’bano.

 

Ahora estamos hablando del gozo, la abundancia de todo, para los que regresan a su Dios, deseando apartarse de las rebeliones ofensivas.

 

Es semejante otra vez a la historia del hijo prodigo, cuando el padre quer’a matar al becerro gordo para celebrar en grande.

 

Es el deseo de Dios bendecir a su pueblo, y disfrutar su comuni—n con nosotros, y esto est‡ siempre posible cuando el obst‡culo del pecado est‡ quitado.

 

5) Yo serŽ a Israel como roc’o; Žl florecer‡ como lirio, y extender‡ sus ra’ces como el L’bano.

 

El roc’o era s’mbolo de la bendici—n en las escrituras.

 

GŽnesis 27:28  Dios, pues, te dŽ del roc’o del cielo,

Y de las grosuras de la tierra, Y abundancia de trigo y de mosto.

 

Esta era la bendici—n que recibi— Jacob, cuando se fing’a que era Esaś.  Que es un poco controversial.  Unos dicen que se rob— la bendici—n, pero otros dicen que Jacob realmente era el escogido de Dios desde antes, pero no es necesario entrar en todo esto ahora.

 

5) Yo serŽ a Israel como roc’o; Žl florecer‡ como lirio, y extender‡ sus ra’ces como el L’bano.

 

El lirio era una flor gloriosa, conforme a las ense–anzas de Cristo enÉ

 

 

    

Mateo 6:27-29  ŔY quiŽn de vosotros podr‡, por mucho que se

afane, a–adir a su estatura un codo? Y por el vestido, Ŕpor quŽ os afan‡is? Considerad los lirios del campo, c—mo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salom—n con toda su gloria se visti— as’ como uno de ellos.

 

Cuando dice que sus ra’ces iban a estar extendidas, est‡ hablando de la estabilidad en la bendici—n y prosperidad.

 

Salmos 1:3 Ser‡ como ‡rbol plantado junto a corrientes

de aguas, Que da su fruto en su tiempo,

Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperar‡.

 

ŔCual es el punto?  Es que Dios quiere bendecir a sus hijos, esto es su deseo mas grande.  Pero cuando estamos viviendo en la rebeli—n, o en la indiferencia, algo de las bendiciones tienen que estar suspendida para agarrar a nuestra atenci—n.

 

6) Se extender‡n sus ramas, y ser‡ su gloria como la del olivo, y perfumar‡ como el L’bano.

 

Dios aqu’ est‡ multiplicando sus ilustraciones, como el padre del hijo prodigo, que no pudo conformar se con un solo regalo.

 

Lucas 15:21-24 Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra

el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo.

 

Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle (1); y poned un anillo en su mano (2), y calzado en sus pies (3).

 

Y traed el becerro gordo y matadlo (4), y comamos y hagamos fiesta (5); porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se hab’a perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.

 

Y esto es el gozo que tu puedes producir en el coraz—n de tu Padre Celestial, si regreses a Žl hoy, si regreses al gozo, con un coraz—n contrito, y arrepentido.

 

 

7) Volver‡n y se sentar‡n bajo su sombra; ser‡n vivificados como trigo, y florecer‡n como la vid; su olor ser‡ como de vino del L’bano.

 

Como dije, para comunicar el gran gozo que el arrepentimiento verdadero producir‡, el Esp’ritu Santo de Dios anda multiplicando sus ilustraciones.

 

8) Efra’n dir‡: ŔQuŽ m‡s tendrŽ ya con los ’dolos? Yo lo oirŽ, y mirarŽ; yo serŽ a Žl como la haya verde; de m’ ser‡ hallado tu fruto.

 

Esto es un reconocimiento de una separaci—n de las contaminaciones del mundo. 

 

Israel tenia rey, como vimos la semana pasada, porque deseaban copiar al mundo, las otras naciones ten’an un rey.

 

TambiŽn Israel ten’a sus ’dolos, porque deseaba copiar a sus vecinos.

 

Pero regresando al gozo, es f‡cil ver que todas estas contaminaciones no eran necesarias.

 

Para nosotros, esto ser’a una separaci—n de las contaminaciones de nuestra cultura, que se ve en la televisi—n, en la mus’a mundana, y en otros entretenimientos.

2 Corintios 6:14-15  No os un‡is en yugo desigual con los

incrŽdulos; porque ŔquŽ compa–erismo tiene la justicia con la injusticia? ŔY quŽ comuni—n la luz con las tinieblas?  ŔY quŽ concordia Cristo con Belial? ŔO quŽ parte el creyente con el incrŽdulo?

 

Claro tenemos contacto con ellos, pero no deseando mas estar contaminados con sus idolatr’as.

 

9) ŔQuiŽn es sabio para que entienda esto, y prudente para que lo sepa? Porque los caminos de Jehov‡ son rectos, y los justos andar‡n por ellos; mas los rebeldes caer‡n en ellos.

 

Esto est‡ regresando al tema del remanente.  Siempre habr‡ gente, en pacto con Dios, en las familias Cristianas, tal vez personas bautizadas, que simplemente no van a escuchar.

 

Van a seguir con su fascinaci—n con las vanidades de este mundo, y van a seguir caminando en la direcci—n de su destrucci—n personal.

Pero hay otros, que bajo el poder del Esp’ritu Santo, van a entender todo lo que Dios est‡ diciendo aqu’, y van a decidir tomar el camino de una vida mejor, una vida superior.

 

Como Cristo dijo.

Mateo 7:13-14  Entrad por la puerta estrecha; porque ancha

es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdici—n, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.

 

Los ingenuos creen que uno de esos caminos representa el reino de Dios, y el otro el mundo.  Pero no es cierto, los dos caminos est‡n en el reino de Dios.

 

Unos entiendan, y regresan al gozo, otros sigan en su amor por el mundo y sus diferentes formas de vanidad.

 

9) ŔQuiŽn es sabio para que entienda esto, y prudente para que lo sepa? Porque los caminos de Jehov‡ son rectos, y los justos andar‡n por ellos; mas los rebeldes caer‡n en ellos.

 

-------------------------- Doctrina ----------------------

 

En el vers’culo cuatro, Dios dijo algo curioso.

 

4) Yo sanarŽ su rebeli—n, los amarŽ de pura gracia; porque mi ira se apart— de ellos.

 

ŔPero c—mo puede Dios anunciar que su ira ha apartado de ellos?  ŔAcaso Dios no es justo?  ŔComo pude Dios responder con una impunidad tan dr‡stica?

 

Especialmente pensando en lo que Salom—n dijo en el libro de los proverbios.

 

Proverbios 17:15     El que justifica al imp’o, y el que

condena al justo, Ambos son igualmente abominaci—n a Jehov‡.

 

ŔAcaso Dios no estaba justificando al imp’o en este capitulo?  La respuesta es si, pero lo hizo con toda rectitud y justicia.

 

Es que no solamente en el nuevo testamento, sino tambiŽn en el testamento antiguo, Dios justificaba a la gente por la sangre de Cristo.

Para Dios, aun siglos antes, el sacrificio de Cristo era un hecho.  Por esto, las escrituras dicen que Cristo era el cordero inmolado desde la fundaci—n del mundo.

 

Apocalipsis 13:8     Y la adoraron todos los moradores de la

tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo.

 

Dios puede recibir te, limpiarte, regresar te al gozo incomparable, sin violar su justicia, porque Cristo ya pag— por todas tus ofensas. 

 

Esto es lo que celebraremos en la Santa Cena.

 

------------------------- Aplicaci—n ---------------------

 

En el contexto de la Santa Cena en 1 Corintios 11, dice que antes de tomar la santa cena, es siempre correcto examinar a ti mismo.

 

1 Corintios 11:31    Si, pues, nos examin‡semos a nosotros

mismos, no ser’amos juzgados.

 

Hermano, hermana, ŔEstas viviendo en el gozo del Se–or, o hay algo que te ha separado de ese gran gozo?

 

Si has ca’do en cualquier forma de trampa, sutil, del enemigo, habr‡ oportunidad, en unos momentos, para ti, para regresar al Se–or, con palabras, buscando la plena reconciliaci—n.

 

Y para los que aun vivan en el gozo, tu responsabilidad es ayudar les en su regreso, y no juzgar los, como el hermano mayor del hijo prodigo.

 

G‡latas 6:1    Hermanos, si alguno fuere sorprendido en

alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con esp’ritu de mansedumbre, consider‡ndote a ti mismo, no sea que tś tambiŽn seas tentado.

 

------------------------ Conclusi—n ---------------------

 

Esto es el fin del libro de Oseas, un libro que no ha sido tan f‡cil de estudiar, pero un libro importante, y lleno de la bendici—n de dios.

Vamos a orar!