26 de agosto de 2016

 

Libre De Toda Cobardía

Salmos 121:1-8

 

Salmos 121:1-8

 

Era normal para el pueblo de Dios, en las escrituras, estar en rumbo a otras partes. 

 

Abraham salió de su tierra, no sabiendo exactamente a donde iba.

 

Hebreos 11:8   Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció

para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba.

 

Mas tarde Jacob descendió a Egipto para estar con José.

 

Pasando los siglos el pueblo salio de Egipto para tomar posesión de la tierra prometida.

 

En otra ocasión se salieron de Babilonia para regresar a Jerusalén y construir otra vez la muralla y hasta el templo.

 

El punto es que el pueblo vivía moviendo de un lugar a otro, y por esto llamaron su vida un peregrinaje, como Jacob explicó a Faraón.

 

Génesis 47:9   Y Jacob respondió a Faraón: Los días de los

años de mi peregrinación son ciento treinta años; pocos y malos han sido los días de los años de mi vida, y no han llegado a los días de los años de la vida de mis padres en los días de su peregrinación.

 

Y en la seria de Salmos que ya estamos estudiando, el pueblo viajaba a cada rato a Jerusalén, saliendo de todos los pueblitos, varias veces al año.

 

Pero estos viajes perpetuos pudieron ser peligrosos.  Los caminos pudieron pasar por montañas difíciles, y hasta se pudiera encontrar a enemigos o ladrones, como Cristo relató en la parábola de buen samaritano.

 

 

Y para salir de toda forma de cobardía, en estos viajes, este segundo salmo en la seria, ayudaba a todos a meditar en lo que era realmente su confianza.

 

1) Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro?

 

Si uno estaba en un lugar, un plano muy abierto, con su familia, todos susceptibles a diferentes ataques, o de ladrones o hasta de animales salvajes, lo mas natural sería mirar a los montes.

 

Arriba se pudiera ver todo mas claramente, y si venían enemigos pudiera ser difíciles para ellos, llegar a tu campamento, sin subir por sendas difíciles.

 

Pero este salmo se hace uno pensar, “Momento, mi ayuda no está en los montes.  ¿Porque estoy poniendo mi confianza en los montes??

 

Y esta es la lucha de muchos hermanos.  Si se perciben algún peligro, buscan medios normales, como protección.  Muchos confían en los gobiernos, o en su propia inteligencia, o en su dinero.

 

Conocí una mujer de Viet Nam que cuando se escapó de su país, sus padres le dio un pequeño lingote de oro, y con ese oro ella rescató a todos que estaban en su lancha, ayudando les a escapar a las Islas Filipinas, y mas tarde ella lograba establecer se en los Estados Unidos.

 

Escuchando historias así, es fácil poner su confianza en el poder del dinero, en sus diferentes formas.  Pero esto es pensar como un mundano.  Y nosotros no somos los mundanos.

 

1) Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro?

2) Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la

   tierra.

 

En tu peregrinación, cuando te percibes un peligro, lo mas natural es pensar como un mundano, pero tienes que rápidamente recordar, que no eres un mundano.  Que tu socorro no viene de medios mundanos.

 

Aunque Dios puede emplear diferentes medios, en su ayuda, antes que nada, tenemos que acudir y orar a nuestro Dios, que tiene el poder infinito y ha prometido cuidar de nosotros.

 

Isaías 26:3    Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo

pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.

 

Cualquier mundano puede confiar en su dinero, pero tenemos la promesa que ni esto no tendrá valor en el día del juicio.

 

Proverbios 11:4 No aprovecharán las riquezas en el día de

la ira; Mas la justicia librará de muerte.

 

Otros pueden poner su confianza en alguna rama del gobierno o de un candidato político, pero tambien esto es vano, según la instrucción de otro Salmo.

 

Salmos 146:3-5 No confiéis en los príncipes,

Ni en hijo de hombre, porque no hay en él salvación.  Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra; En ese mismo día perecen sus pensamientos.

 

Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob, Cuya esperanza está en Jehová su Dios.

 

Meditando en toda esa instrucción, uno de repente, no se sentía temor, ni miedo en su peregrinaje.   Al contrario, se pudiera empezar a disfrutar su viaje, sintiendo, libre de toda cobardía.

 

3) No dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te

   guarda.

 

A veces los caminos pasaban por las montañas, y como mencionamos la semana pasada, en estos viajes todos estaban hablando con tíos, con primos, y era fácil distraerte, y no recordar lo que estaba haciendo.

 

Cayendo en unas de estas sendas seria terrible, porque ellos no se pudieron simplemente llamar por una ambulancia, o por un helicóptero.

 

Pero este versículo dice que Dios estaría atento a sus movimientos, y no iba a dejar que su pie tropiece.

 

3) No dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te

   guarda.

En todo el movimiento, con las platicas emocionantes, se pudiera olvidar cosas o hasta personas.  En el libro de Lucas dice que en unos de estos viajes, José y María perdieron a Cristo cuando era muy joven.

 

Lucas 2:43-49  Al regresar ellos, acabada la fiesta, se quedó

el niño Jesús en Jerusalén, sin que lo supiesen José y su madre.

 

Y pensando que estaba entre la compañía, anduvieron camino de un día; y le buscaban entre los parientes y los conocidos; pero como no le hallaron, volvieron a Jerusalén buscándole.

 

Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles.   Y todos los que le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas.

 

Cuando le vieron, se sorprendieron; y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia.

 

Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar? 

 

María, como cualquier madre, regañaba a su hijo, pero Cristo se defendía, porque estaba sin pecado.

 

El punto es que, en estos peregrinaciones, era fácil de no prestar atención a todo.   Pero tampoco era necesario, sino que se pudiera simplemente disfrutar el compañerismo, porque Dios estaba observando todo.  Y pensando así, uno se escapaba de toda forma de cobardía, porque se confiaba en su Dios.

 

3) No dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te

   guarda.

4) He aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda a

   Israel.

 

Nuestro Dios jamás está inatento, al bienestar de los suyos.

 

 

Cuando uno estaba vigilando o guardando un campamento, siempre había un peligro de caer en un sueño.  Vimos un ejemplo de esto en…

 

1 Samuel 26:7-17     David, pues, y Abisai fueron de noche al

ejército; y he aquí que Saúl estaba tendido durmiendo en el campamento, y su lanza clavada en tierra a su cabecera; y Abner y el ejército estaban tendidos alrededor de él.

 

Entonces dijo Abisai a David: Hoy ha entregado Dios a tu enemigo en tu mano; ahora, pues, déjame que le hiera con la lanza, y lo enclavaré en la tierra de un golpe, y no le daré segundo golpe.

 

Y David respondió a Abisai: No le mates; porque ¿quién extenderá su mano contra el ungido de Jehová, y será inocente?

 

Dijo además David: Vive Jehová, que si Jehová no lo hiriere, o su día llegue para que muera, o descendiendo en batalla perezca, guárdeme Jehová de extender mi mano contra el ungido de Jehová. Pero toma ahora la lanza que está a su cabecera, y la vasija de agua, y vámonos.

 

Se llevó, pues, David la lanza y la vasija de agua de la cabecera de Saúl, y se fueron; y no hubo nadie que viese, ni entendiese, ni velase, pues todos dormían; porque un profundo sueño enviado de Jehová había caído sobre ellos.

 

Entonces pasó David al lado opuesto, y se puso en la cumbre del monte a lo lejos, habiendo gran distancia entre ellos.

 

Y dio voces David al pueblo, y a Abner hijo de Ner, diciendo: ¿No respondes, Abner? Entonces Abner respondió y dijo: ¿Quién eres tú que gritas al rey?  Y dijo David a Abner: ¿No eres tú un hombre? ¿y quién hay como tú en Israel? ¿Por qué, pues, no has guardado al rey tu señor? Porque uno del pueblo ha entrado a matar a tu señor el rey.

 

Esto que has hecho no está bien. Vive Jehová, que sois dignos de muerte, porque no habéis guardado a vuestro señor, al ungido de Jehová. Mira pues, ahora, dónde está la lanza del rey, y la vasija de agua que estaba a su cabecera.

 

Y conociendo Saúl la voz de David, dijo: ¿No es esta tu voz, hijo mío David? Y David respondió: Mi voz es, rey señor mío.

 

Saúl estaba expuesto a peligros extremos porque su guardia, Abner, no pudo quedar se despierto, ni sus hombres tampoco.

 

Para los hombre del ejercito, esto era una ofensa imperdonable.  Pero nuestro salmo de hoy dice que Dios está guardando sobre nosotros siempre, y garantizado, no se va a dormir.

 

Los dioses falsos pueden tener esa reputación de estar dormidos cuando deben de estar ayudando, pero nuestro Dios no es así.

1 Reyes 18:27  Y aconteció al mediodía, que Elías se burlaba

de ellos, diciendo: Gritad en alta voz, porque dios es; quizá está meditando, o tiene algún trabajo, o va de camino; tal vez duerme, y hay que despertarle.

 

Elías burlaba de Baal y sus profetas, porque estaban dignos de risas, pero nuestro Dios no es así.

 

3) No dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te

   guarda.

4) He aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda a

   Israel.

 

Pensando así, tu temor, tu cobardía se va a desaparecer se, y vas a simplemente disfrutar tu peregrinación.

 

5) Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano

   derecha.

 

 

En el sol terrible, uno tenia que buscar la sombra, o estar quemado.  Pero hablando metafóricamente, dice que Dios será nuestra sombra, cuando el calor del día está sobre nosotros en esta peregrinaje a la cuidad santa.

 

6) El sol no te fatigará de día, Ni la luna de noche.

 

Muchos en la historia creyeron que hasta pasar mucho tiempo en la luz brillante de la luna pudo causar te problemas.

 

Sea lo que sea el peligro, con Dios a tu lado, se pudiera confiar en que nada pudo tocar te.  Y viajando así, estarás libre de toda cobardía.

 

Cuidado si, empleando el sentido común claro, pero la cobardía no.  Viviendo en el temor del Señor, no tenemos que temer nada, ni nadie mas.

 

7) Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma.

 

Las promesas de este Salmo son magníficos.  Pero no quieren decir que jamás tendremos aflicciones.  No quiere decir que seremos siempre libres de las aflicciones del cuerpo.

 

Y no quiere decir que seremos libre de la muerte del cuerpo.

Yo recuerdo mi sobrina que murió, con quince años.  Era Cristiana, de una familia Cristiana, en una comunidad Cristiana, y una escuela Cristiana.

 

Y en el servicio fúnebre, nadie acusaba a Dios de estar durmiendo, cuando ella falleció de repente, en su juventud.

 

Dios estaba despierto, cuando la llevaba para morar consigo.

 

Y esto es la promesa de este versículo, aunque el cuerpo puede fallecer, el alma será guardada.

 

7) Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma.

8) Jehová guardará tu salida y tu entrada Desde ahora y para

   siempre.

 

Y aun cuando el cuerpo se muere, este tambien tiene la promesa de resucitar.

 

 

 

 

1 Corintios 15:53-55 Porque es necesario que esto

corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.

 

Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria.  ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?

 

Ni la muerte puede tener la victoria sobre nosotros.

 

------------------------- Aplicación -----------------------*

 

Aunque es un Salmo alegre, de puro aliento y animo para el creyente, si hay una exhortación. 

 

Debemos de aprender de este Salmo, que no es correcto vivir en las angustias.  No es correcto vivir en este mundo, como un cobarde, temblando en sus temores.

 

Terminamos con las palabras de Cristo.

 

Mateo 6:25-34  Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra

vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?

 

Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?

 

¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?  Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.

 

 

Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?

No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?

 

Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.  Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

 

Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.

 

En fin, si tu quieres vivir sin las angustias de los incrédulos, libre de toda forma de cobardía, puedes pasar al frente, en unos momentos y queremos orar por ti.

 

Vamos a Orar