10 de julio de 2016

El Poder De La Intercesión

Daniel 9:1-27

 

Introducción

 

Hemos visto desde el segundo capitulo de este libro, que Daniel era un hombre de oración.  Cuando su vida, y las vidas de sus compañeros estaban en peligro, inmediatamente se llamó por la oración.

 

Daniel 2:17-18 Luego se fue Daniel a su casa e hizo saber

lo que había a Ananías, Misael y Azarías, sus compañeros,  para que pidiesen misericordias del Dios del cielo sobre este misterio, a fin de que Daniel y sus compañeros no pereciesen con los otros sabios de Babilonia.

 

Mas tarde, aun bajo la amenaza de estar tirado a los leones, continuaba fielmente en su oración.  Esto era parte del secreto de su éxito como creyente y como poderoso miembro del gobierno, durante diferentes imperios.

 

En el mensaje de hoy, tendremos el privilegio de ver exactamente cómo se oraba.  Y habrá ejemplos prácticos de la oración de uno que era poderoso en la fe.

 

Si tu eres nuevo en la fe, no preocupes, Dios va a escuchar te, tu eres su hijo, o su hija.  Puedes hablar con él naturalmente.

 

Pero pasando los años con el Señor, vale la pena, poco a poco entrar en el poder de la intercesión, para tener un impacto en las vidas de tu familia, de tu iglesia, y hasta de tu cultura.

 

1-2) En el año primero de Darío hijo de Asuero, de la nación de los medos, que vino a ser rey sobre el reino de los caldeos, en el año primero de su reinado, yo Daniel miré atentamente en los libros el número de los años de que habló Jehová al profeta Jeremías, que habían de cumplirse las desolaciones de Jerusalén en setenta años.

 

Daniel era un poderoso en la fe, no solamente por su manera de orar, sino por su manera de estudiar la Biblia.  Y tenemos que recordar que era un hombre sumamente ocupado del gobierno.

Dice que estaba leyendo el libro de Jeremías, un hombre que probablemente conocía personalmente, pero leyendo su libro vio que el tiempo del castigo, del cautiverio estaba llegando a su fin.

 

Se pudo sacar de la palabra una promesa, con que pudiera formar su intercesión.

 

Jeremías 25:11 Toda esta tierra será puesta en ruinas y en

espanto; y servirán estas naciones al rey de Babilonia setenta años.

 

Jeremías 29:10 Porque así dijo Jehová: Cuando en Babilonia

se cumplan los setenta años, yo os visitaré, y despertaré sobre vosotros mi buena palabra, para haceros volver a este lugar.

 

Pero Daniel no iba a descansar esperando el regreso, sino que como hombre poderoso de Dios, se puso a orar.

 

3) Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza.

 

No solamente se empezó a orar, sino a ayunar, y cubriendo se con ceniza como era la costumbre, mostrando como ha sido quemado, en un sentido, por la ira de Dios.

 

Tambien puso cilicio, que era una tela, una forma de ropa muy incomoda y fea.

 

4-5) Y oré a Jehová mi Dios e hice confesión diciendo: Ahora, Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus mandamientos; hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas.

 

Se empezó con una confesión, una confesión de pecado.  Pero la Biblia jamás ha mencionado ningún pecado en la vida de Daniel.  Sin duda no era perfecto, pero la oración, la intercesión que entiende la santidad infinita de Dios, va a empezar reconociendo el pecado.

 

Dice tambien que Dios era digno de ser temido.  Que él era alguien con quien no se pudiera jugar. Hay que tomar en serio sus mandamientos.  Dudando esto, era la manera en que el pueblo perdió su libertad, su templo y su pais.

 

 

Habló de los que aman a Dios y guardan sus mandamientos.  Guardamos los mandamientos no para ganar la salvación, esto seria imposible.

 

Guardamos los mandamientos en gratitud por la salvación recibida gratuitamente.  Pero cuando no guardamos sus mandamientos, es evidente de que nuestro amor por el Padre, es una fraude.

 

6) No hemos obedecido a tus siervos los profetas, que en tu nombre hablaron a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra.

 

Y nótalo, Daniel realmente no está confesando sus propios pecados, sino los del pueblo.  Esto es lo que un padre de familia puede hacer, si quiere vivir en el poder de la intercesión.  Si sus hijos o hasta su esposa, o sus nietos tienen problemas, ¿quien mejor que el padre de la familia, para cubrir los en la protección?

 

7) Tuya es, Señor, la justicia, y nuestra la confusión de rostro, como en el día de hoy lleva todo hombre de Judá, los moradores de Jerusalén, y todo Israel, los de cerca y los de lejos, en todas las tierras adonde los has echado a causa de su rebelión con que se rebelaron contra ti.

 

Estaba reconociendo bien la posición de Dios, sobre un pueblo rebelde, confesando bien la realidad y no tratando de hacer excusas.

 

8) Oh Jehová, nuestra es la confusión de rostro, de nuestros reyes, de nuestros príncipes y de nuestros padres; porque contra ti pecamos.

 

No llama lo que pasó, un error, o una inadvertencia, sino lo que era, el puro pecado y rebelión.  Una confesión honesta es el paso primero a la reconciliación.

 

9-10) De Jehová nuestro Dios es el tener misericordia y el perdonar, aunque contra él nos hemos rebelado, y no obedecimos a la voz de Jehová nuestro Dios, para andar en sus leyes que él puso delante de nosotros por medio de sus siervos los profetas.

 

Aunque reconoce la severidad del pecado, tambien ha visto en la palabra la promesa de la misericordia.

 

 

 

Isaías 55:7    Deje el impío su camino, y el hombre inicuo

sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.

 

La gran locura de nuestra generación es que muchos esperan la misericordia de Dios, aun cuando se continúan en su rebelión.  Esto no fue la promesa.

 

11) Todo Israel traspasó tu ley apartándose para no obedecer tu voz; por lo cual ha caído sobre nosotros la maldición y el juramento que está escrito en la ley de Moisés, siervo de Dios; porque contra él pecamos.

 

Aquí, Daniel reconoce como justo, la manera en que Dios puede maldecir hasta a su pueblo, por su rebelión constante.  Y no estaba quejando sino reconociendo que lo que hizo Dios, era justo.

 

12) Y él ha cumplido la palabra que habló contra nosotros y contra nuestros jefes que nos gobernaron, trayendo sobre nosotros tan grande mal; pues nunca fue hecho debajo del cielo nada semejante a lo que se ha hecho contra Jerusalén.

 

Se puede ver hasta en el libro de Deuteronomio, muy temprano en la historia del pueblo, que Dios iba a vomitar el pueblo de su tierra prometida, por su rechazo de sus profetas, y por el desprecio de su ley.

 

13) Conforme está escrito en la ley de Moisés, todo este mal vino sobre nosotros; y no hemos implorado el favor de Jehová nuestro Dios, para convertirnos de nuestras maldades y entender tu verdad.

 

Cuando el pueblo andaba en la maldad, simplemente deseaba continuar en la maldad, como muchos en nuestra generación.

Pero ahora, Daniel estaba orando, en intercesión, por el pueblo entero, por un cambio.

 

14) Por tanto, Jehová veló sobre el mal y lo trajo sobre nosotros; porque justo es Jehová nuestro Dios en todas sus obras que ha hecho, porque no obedecimos a su voz.

 

Muchos, cuando se empiezan a sentir las consecuencias de sus pecados, empiezan a murmurar, “Pero que hice yo que era tan terrible que ahora esto me está pasando”.

 

Pero Daniel no era así, sino que adoraba a Dios por su justicia.

15) Ahora pues, Señor Dios nuestro, que sacaste tu pueblo de la tierra de Egipto con mano poderosa, y te hiciste renombre cual lo tienes hoy; hemos pecado, hemos hecho impíamente.

 

Una y otra vez Daniel repite su confesión del pecado, aunque el pecado no era el suyo.

 

Esto era importante porque Daniel va a implorar, no por ningún merito del pueblo, sino por la gracia y la bondad de Dios, que da sus bendiciones, no por merito, sino para glorificar a si mismo.

 

16) Oh Señor, conforme a todos tus actos de justicia, apártese ahora tu ira y tu furor de sobre tu ciudad Jerusalén, tu santo monte; porque a causa de nuestros pecados, y por la maldad de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo son el oprobio de todos en derredor nuestro.

 

Daniel estaba orando por la restauración, una restauración que realmente no era merecida, pero pidiendo en el poder de la intercesión, orando como uno que era maduro en la fe, la va a conseguir, en poco tiempo.

 

17-18) Ahora pues, Dios nuestro, oye la oración de tu siervo, y sus ruegos; y haz que tu rostro resplandezca sobre tu santuario asolado, por amor del Señor.  Inclina, oh Dios mío, tu oído, y oye; abre tus ojos, y mira nuestras desolaciones, y la ciudad sobre la cual es invocado tu nombre; porque no elevamos nuestros ruegos ante ti confiados en nuestras justicias, sino en tus muchas misericordias.

 

Concluyendo, Daniel no pide por el orgullo del pueblo, sino por la gloria del nombre de Dios.  Como cuando Moisés oraba, se basó todo en el nombre, en la gloria de Dios, y no en la gloria o la reputación del pueblo.

 

Y por supuesto, Daniel rechazó el concepto del merito del pueblo, porque el merito estaba completamente ausente.

 

Es una de las oraciones mas excelentes en toda la Biblia, y por supuesto será una intercesión eficaz.

 

19) Oye, Señor; oh Señor, perdona; presta oído, Señor, y hazlo; no tardes, por amor de ti mismo, Dios mío; porque tu nombre es invocado sobre tu ciudad y sobre tu pueblo.

 

 

Daniel estaba muy ferviente, y muy insistente, y tienes que entender hermano, que para Dios, esa forma de oración es casi irresistible.

 

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Bueno, en esa ultima parte del capitulo, Daniel no va a recibir solamente su respuesta, sino que va a recibir mas respuesta que pudo imaginar.

 

20-21) Aún estaba hablando y orando, y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Israel, y derramaba mi ruego delante de Jehová mi Dios por el monte santo de mi Dios;

aún estaba hablando en oración, cuando el varón Gabriel, a quien había visto en la visión al principio, volando con presteza, vino a mí como a la hora del sacrificio de la tarde.

 

Aun mientras estaba orando, ni tenia aun la oportunidad de terminar, y nadie menos del ángel Gabriel vino, con toda prisa, para contestar sus peticiones.

 

Esto es un gran ejemplo, del poder de la intercesión.

 

22) Y me hizo entender, y habló conmigo, diciendo: Daniel, ahora he salido para darte sabiduría y entendimiento.

 

Daniel iba a entender bien, lo que iba a pasar en el futuro.  Ellos iban a regresar a Jerusalén, como hemos estudiado ya en Esdras y en Nehemías, pero recibió muchísimo mas.

 

23) Al principio de tus ruegos fue dada la orden, y yo he venido para enseñártela, porque tú eres muy amado. Entiende, pues, la orden, y entiende la visión.

 

Apena empezando a orar, Dios estaba preparando la respuesta.  Tu tambien puedes vivir como el amado de Dios.

 

Isaías 65:24   Y antes que clamen, responderé yo;

mientras aún hablan, yo habré oído.

 

24) Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.

 

Daniel recibió un anuncio claro de la venida de Cristo.

 

El tiempo era sesenta semanas de años, menos de quinientos amos.  Muchos llegando aquí, sacan sus calculadores y intentan calcular exactamente el día en que Cristo iba a llegar.

 

Sobre los detalles hay mucha controversia, y no es tan simple.  Pero podemos concluir dos cosas.

 

Primero, era suficientemente claro para los reyes magos de llegar en tiempo de honrar a Cristo.  Aunque la manera de calcular los años del pasado puede ser oscuro para nosotros, era muy claro para ellos.

 

Segundo, es muy triste, y completamente absurdo para los judíos ahora, decir que aun están esperando la primera llegada del Mesías.  Porque en sus propios libros, en su propio profeta, el tiempo estaba claramente anunciado.

 

24) Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.

 

Cuando dice poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, y traer justicia perdurable, estaba hablando de la muerte de Cristo.

 

25) Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos.

 

El pueblo iba a regresar, iba a reconstruir hasta su templo, en tiempos difíciles, y todo esto pasó en el libro de Nehemías y Esdras.  Pero aquí, habla claramente de la llegada de Cristo, como el Mesías. 

 

Aunque nadie sabe el tiempo de la segunda venida de Cristo, su primera llegada estaba claramente anunciada.  Y los reyes magos, comprobaron esto.

 

26) Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones.

 

Muchos en el tiempo de Cristo, no entendieron porque tenia que morir, pero aquí todo estaba profetizado.

 

Y como Cristo anunció que el templo iba estar destruido después de su muerte, hasta esto estaba plenamente anunciado medio milenio antes.

 

Mateo 24:1-2   Cuando Jesús salió del templo y se iba,

se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del templo.

 

Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada.

 

¿Como es posible que ni una piedra se quedaría sobre otra?

¿Acaso no es era exageración?

 

Muchos arqueólogos creen que había oro en la partes altas del templo, y en los fuegos de la guerra, el oro se derretía, y fluía para abajo.

 

Y mas tarde, se separaron todas las piedras, buscando un poco del oro.

 

27) Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador.

 

Este ultimo versículo ha sido el tema de muchas controversias.  Y no pienso entra en todos los detalles.

 

Pero una cosa es clara.  Cuando el templo estaba destruido, lo judíos no pudieran ofrecer mas sacrificios.

 

Y aunque han pasado dos milenios, aun no pueden ofrecer sus sacrificios porque los musulmanes tienen un edificio sobre el lugar en donde quieren poner su templo.

 

En la providencia de Dios, esto ha sido imposible por gran parte de la historia del mundo.

 

Porque si pudiera ofrecer los sacrificios de animales, después de que Cristo ha ofrecido su cuerpo, seria uno de los peores abominaciones en la historia del mundo.

 

------------------------- Aplicación ---------------------

Ha sido un capitulo céntrico de la teología de Cristo.  Pero podemos sacar unos puntos prácticos tambien, de esa gran oración.

 

Como dije empezando, cuando uno es nuevo en la fe, puedes orar a tu Dios, a tu Padre como te sientes cómodo.  Y Dios te va a escuchar.

 

Pero creciendo en la fe, conociendo mas y mas de Dios, y sus atributos, uno puede progresar, en el poder de la intercesión.

 

Vamos a considerar brevemente, unas de las caracterizas de esta gran intercesión.

 

1) Primeramente Dios estaba exaltado.

 

v4) Y oré a Jehová mi Dios e hice confesión diciendo: Ahora, Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus mandamientos;

 

Daniel reconoció a Dios como es, antes de pedir cosas.

 

2) Como vimos en muchos de los versos, Daniel confesó sus pecados y hasta los pecados de otros.

 

3) Daniel no oraba solamente por sus asuntos personales.

Esta es la esencia de la intersección.  Hay que abandonar un poco el egoísmo.

 

Hasta en el Padre Nuestro no se ore diciendo “Padre mío” sino “Padre Nuestro”.  Es corporal.

 

No se ora pidiendo, “perdona me mis deudas”, sino “perdónanos nuestras deudas”.  Es corporal.  Esto es el poder de la intercesión.  Un buen ejemplo para los padres, cuando oren por sus familias.

 

4) La base de sus peticiones era siempre la gloria de Dios, y no solamente las necesidades de los hermanos.

 

v19 Oye, Señor; oh Señor, perdona; presta oído, Señor, y hazlo; no tardes, por amor de ti mismo, Dios mío; porque tu nombre es invocado sobre tu ciudad y sobre tu pueblo.

 

5) La oración estaba basada en las promesas de Dios.  Que Dios ha prometidos un cautiverio de solamente sesenta años, y que la misericordia era un atributo de Dios.

6) Que fue una oración intensa y ferviente.

v3 Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza.

 

Cuando Dios puede ver que realmente estamos en serio, nuestras peticiones serán mas irresistibles.

 

7) Pedía por misericordia, y no por merito.  Esto fue la razón de tanto énfasis en la confesión del pecado.  Vino confesando que solamente eran dignos de castigos.

 

8) Honraba la ley de Dios, y la justicia en mandar las maldiciones como consecuencia las transgresiones.

 

v11 Todo Israel traspasó tu ley apartándose para no obedecer tu voz; por lo cual ha caído sobre nosotros la maldición y el juramento que está escrito en la ley de Moisés, siervo de Dios; porque contra él pecamos.

 

9) En todo reconoció la justicia de Dios, y no quejaba de los sufrimientos.

 

10) Finalmente, sabemos que Daniel era constante en su oración, aun en frente de la amenaza de los leones, continuaba sus oraciones, aun siendo un hombre bien ocupado en los asuntos del gobierno.

 

Bueno, ¿como podemos responder a todo esto?

 

Como siempre estás invitado a venir los miércoles para orar con nosotros.  (Te puedes decir que eres muy ocupado, pero no olvide, Daniel tambien estaba muy ocupado, pero siempre encontró tiempo para el poder de la intercesión) Y mientras unos están orando, en miércoles, hay una clase para jóvenes y niños del discipulado avanzado.   La clase está en ingles.

 

Y esta clase está empezando a llenar se, últimamente, casi la mitad de los alumnos, has sido personas de otras iglesias. 

 

Así que si tu no tienes el tiempo de traer a tu joven o a tu niño para aprender con nosotros, mientras estás orando, sepas pues, que hay hermanos, de otras iglesias que sí van a tomar el lugar tuyo, y el lugar de tus hijos.

 

¡Vamos a orar!